Lo que tenes que saber y más (01/09/2020)

DAILY

RIESGO PAÍS (01/09/2020)2142

 


 

Información Relevante
 BANCO MACRO SA. INFORMACIÓN FINANCIERA
– COMUNICADO DE PRENSA 2° TRIMESTRE 2020
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/4099F579-C019-4906-A5A6-52E1FA79C5A5#BANCO MACRO SA. INFORMACIÓN SOCIETARIA – HR –
CONVOCATORIA A ASAMBLEA EXTRAORDINARIA – DIVIDENDOS
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/9E9E8E9E-CBC1-4A0F-A2ED-E36430994614#HOLCIM (Argentina) S.A.
Aviso de Pago de Dividendos en efectivo
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=366015Asociados Don Mario S.A.
Aviso de Suscripción de Obligaciones Negociables Serie V
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=366042

BANCO MARIVA S.A.
Síntesis de Estados Contables Trimestrales al 30.06.2020
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=366017

PAN AMERICAN ENERGY, S.L. SUCURSAL ARGENTINA
Aviso de Suscripción de Obligaciones Negociables Clases 4 y 5
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=365987

PAN AMERICAN ENERGY, S.L. SUCURSAL ARGENTINA
Aviso de Suscripción de Obligaciones Negociables Clase 6
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=365990

TGLT S.A.
Síntesis de Estados Contables Trimestrales al 30.06.2020
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=365977

TGLT S.A..
INFORMACION JUDICIAL – INFORMACIÓN RELEVANTE
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/DBE87B2D-6D71-47F8-A171-1B96E209A8F4#


 

Lista de empresas mas favorecidas por la reestructuración de la deuda soberana  

SECTOR BANCARIO:  ¿qué banco resistirá mejor la pandemia?
ASPECTOS TÉCNICOS DE LA ENMIENDA DEL CANJE:  UNA APUESTA DEL GOBIERNO A LA REESTRUCTURACIÓN PARCIAL  


LOCAL
(Ambito) Despejar el fantasma de los holdouts, clave del exitoso canje según los analistas.
Martín Guzmán informó este lunes que el 93,55% de los acreedores de la deuda bajo ley extranjera adhirió al canje, lo cual desembocó en un 99,3% de la deuda elegible reestructurada. Ámbito dialogó con diferentes especialistas para analizar la relevancia de este acuerdo. Luego de la expectativa generada a partir del acuerdo del 4 de agosto, este lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio a conocer que el 93,55% de los acreedores de la deuda bajo ley extranjera adhirió al canje, lo cual desembocó en un 99,3% de la deuda elegible reestructurada debido a la activación de las Cláusulas de Acción Colectiva (CACs). Tras la noticia, Ámbito dialogó con diferentes especialistas para profundizar sobre de la magnitud de estas cifras y su impacto de cara a los próximos desafíos que tendrá el Gobierno de Alberto Fernández. En cuanto al 1% de bonos que no entraron en el canje, el director de la consultora EPyCA, Martín Kalos, aseguró que se trató de «bonos muy chicos y puntuales». «A veces no alcanzás un acuerdo por no tener interlocutores para negociar», explicó el economista, quien tildó de «exitosísimo» al resultado difundido esta tarde. Al respecto, Juan Ignacio Paolicchi, analista de EcoGo, agregó que «aparentemente habrían quedado afuera unas series chicas de los PAR en Euros que fueron reabiertos en 2010, y que representan un monto muy poco significativo (u$s20 millones anuales)». A partir de estos niveles de adhesión, Kalos sostuvo que «no hay holdouts que puedan entorpecer los flujos financieros a futuro» En el mismo sentido, Paolicchi resaltó la importancia de evitar futuros juicios. «Era un riesgo no menor teniendo en cuenta la delicada situación que enfrenta Argentina en materia fiscal», aseveró. Con una perspectiva similar, la economista de Econviews, Mariela Díaz Romero, calificó al resultado como «algo mejor que lo esperado» y «mejor que los de 2005-2010, más que nada porque en ese momento quedaron muchos holdouts que luego pudieron litigar». Cabe recordar que el acuerdo que logró Argentina con los acreedores de su deuda se basó, fundamentalmente, en una extensión de plazos y en una reducción de la tasa de interés promedio, que bajó desde el 7% hasta casi el 3%. De esta manera, el país tendrá un alivio significativo en los próximos años. De acuerdo a las declaraciones realizadas por Guzmán, los pagos de acá a 2030 se contrajeron en u$s37.700 millones. «Esto nos da un horizonte financiero diferente para implementar políticas públicas en pos de recuperar la economía y establecerla en un sendero de desarrollo inclusivo y sostenido», sostuvo el funcionario en la conferencia de esta jornada realizada en la Casa del Bicentenario. El siguiente paso del equipo económico del Gobierno es la reestructuración de una deuda por u$s44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien, hasta el momento, la relación con la directora del fondo, Kristalina Georgieva, fluyó en buenos términos, es probable que el organismo le exija al país ciertas señales de ordenamiento de sus cuentas públicas. Díaz Romero destacó la importancia de las conversaciones con el FMI. «Eso te va a pegar en la tasa de descuento de los bonos, porque hay que ver cómo es el nuevo acuerdo distribuido en el tiempo. Lo ideal es no abultar vencimientos.», anticipó. La reducción del déficit fiscal es una de las principales demandas que se le realizarían a la actual gestión. Desde el gabinete económico ya aclararon en varias oportunidades que, en este contexto de pandemia, no es viable una contracción del gasto ya que hay vastos sectores de la ciudadanía necesitando la asistencia del Estado. Sin embargo, Guzmán adelantó hoy que su intención es recortar el déficit hasta el 4,5% del PBI en 2021, proyección que estará incluida en el Presupuesto que se mandará al Congreso a mediados de septiembre. «El mercado esperaba menos déficit, teniendo en cuenta que el gasto de este año fue extraordinario y que el año que viene se levantaría ese ‘barrilete’ «, dijo Paolicchi. Según el especialista, esto podría contrarrestar el efecto positivo que el acuerdo tiene sobre las expectativas de devaluación de la moneda local. En relación a la posible respuesta de los mercados en el corto plazo, Díaz Romero estima que «el riesgo país va a quedar en 1200/1000 puntos básicos y que «no va a bajar a 800 de una sola vez» ya que «necesitas más señales». Por otra parte, Kalos también remarcó la relevancia de las deudas de las provincias que, según su visión, se verán beneficiadas por el reciente acuerdo ya que «pueden negociar sabiendo que lo hacen con los mismos tenedores que aceptaron ciertos términos en la renegociación de la deuda nacional y además sabiendo que el Estado argentino tiene más claridad sobre su flujo de fondos a futuro como para, eventualmente, asistir en ese proceso».

(Infobae) Quiénes integran el 1% los acreedores que no aceptaron el canje y qué pasará con esas deudas
Se trata de tenedores de bonos de dos pequeñas series por 600 millones de dólares del bono Par en euros 2010 y unos 47 millones de dólares del bono Par en dólares del 2010, sobre los casi 65.000 millones que podían ser reestructurados. Pese a que el Gobierno logró cerrar con éxito su oferta de reestructuración de deuda por cerca 63.500 millones de dólares, en la que obtuvo un nivel de adhesión del 93,55% que con las cláusulas de acción colectiva alcanzó a una reestructuración del 99%, resta definir lo que sucederá con aquellos acreedores que integran el 1% de los que no entraron al canje. Según pudo saber Infobae, se trata de tenedores de bonos de dos pequeñas series por USD 600 millones del bono Par en euros 2010 y unos 47 millones de dólares del bono Par en dólares del 2010, sobre los casi 65.000 millones que podían ser reestructurados. El Gobierno deberá decidir si paga el interés de estos dos títulos a partir de septiembre ya que será difícil que puedan entrar en una oferta mejor en el corto plazo. El analista Sebastián Maril afirmó que son USD 600 millones que quedaron afuera del canje y que corresponden a los bonos Par e Indenture 2005. En ese contexto, planteó: “En 2008, Paul Singer litigó contra el país por esa cifra aproximadamente. ¿Algún fondo tendrá ganas de comprar esos bonos y litigar contra el país? ¿Se atreverá Burford Capital?”. Para el economista Miguel Kiguel, los bonos Par se podrían seguir pagando porque son a muy largo plazo y con tasa muy baja. “Es lo menos traumático. Pero veremos qué pasa”, sostuvo en la red social Twitter. No obstante, consideró: “Llevó tiempo pero el resultado del canje es muy bueno. Se resolvió un problema complejo y el calendario de pagos quedó despejado por varios años. Ahora hay que recuperar el crecimiento con sostenibilidad fiscal y monetaria” Según el operador financiero Christian Buteler, estos bonos deberán ser pagados en las condiciones originales o no se sale del default. “Lo más lógico es que se paguen. Arruinar el canje por USD 600 millones no tiene sentido”, dijo a infobae. A su turno, el director de Eco Go Federico Furiase señaló: “Son bonos con cupones bajos, con lo cual no va a ser un problema para el Gobierno, ni en término de vencimientos porque además son de largo plazo”. Las autoridades del Ministerio de Economía aseguraron que el 1% de los tenedores que no aceptó el canje de deuda “no es un problema” y subrayaron que lo importante es que “la Argentina ya salió del default”. Fuentes del Palacio de Hacienda precisaron que “el porcentaje no reestructurado se compone de aquellas series correspondientes al Indenture 2005 en la que no se alcanzaron las cláusulas de Acción Colectiva (mínimo de 85% agregado y 66% por serie, en este caso)”. De acuerdo con los cálculos oficiales, el total de la deuda que quedó fuera de la reestructuración “totaliza un universo de US$653 millones y la dispersión de los tenedores originarios de estos bonos es un desafío que se conocía de antemano”. En Economía dijeron que tenían en claro la posibilidad de que podía haber un grupo minoritario con dificultades para acceder al canje.
”A comienzos del proceso de la operación de deuda en 2020 y con colaboración del agente de información, se identificó el universo de bonistas tenedores de los títulos elegibles para la operación. Los resultados del sondeo, si bien incompletos, sugirieron que el universo de inversores minoristas era muy limitado. Conociendo los antecedentes supusimos, sin poder dimensionar su cuantía con precisión, que los tenedores minoristas se encontraban en las series correspondientes al canje de 2010″, relataron. De esta forma, la amenaza latente de cualquier operación de deuda de no alcanzar las mayorías necesarias quedó superada, ya que el Gobierno, que alcanzó un nivel de adhesión del 93,5%, quedó habilitado para forzar al resto que quedó fuera a entrar a la operación, según explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante la conferencia que fue encabezada por el presidente Alberto Fernández. Llevó tiempo pero el resultado del canje es muy bueno. Se resolvió un problema complejo y el calendario de pagos quedó despejado por varios años. Ahora hay que recuperar el crecimiento con sosteniblidad fiscal y monetaria (Miguel Kiguel) En estos últimos 15 años, luego de la crisis internacional del 2009 y de la aparición del coronavirus a nivel global en los últimos seis meses, la comunidad internacional fue flexibilizando los procesos de reestructuración para países con crisis de deuda, aunque aún hay fuertes disputas entre distintos actores sobre el tema. Con los datos de cierre del canje 2020, se pueden establecer las diferencias respecto a lo que ocurrió en 2005 y la reapertura de esa operación llevada a cabo en 2010 En lo que respecta al nivel de aceptación, en esta oportunidad el gobierno logró una adhesión del 93,5%, porcentaje que trepó al 99% gracias a la utilización de las cláusulas de acción colectiva (CAC). Este número final permite la certeza de que no habrá holdouts que salgan a buscar una oferta mejor a través de los tribunales de Nueva York para pedir el 100% del valor de la deuda, como sucedió en 2005. En esa oportunidad, los bonos a canjear no tenían CAC y alrededor del 24% del total de los acreedores permanecieron como holdouts, a la espera de alguna oferta mejorada que no llegó y en un número importante decidieron ingresar luego en la reapertura del 2010. Otros, como Paul Singer, optaron por la vía del litigio para cobrar. Con el canje 2010 la Argentina completó un 93% de adhesión de la operación realizada en el 2005, Y el otro 7% recurrió al despacho del juez Thomas Griesa para cobrar acreencias y el grueso de los litigios terminó en el 2016, con un acuerdo por casi USD 10.000 millones gestado durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri.
A pesar de esto, el proceso no culminó de manera plena debido a que en la actualidad existen holdouts del default del 2001 que reclaman por los cambios estadísticos en el pago de los cupones atados al PBI.(Infobae) Masiva adhesión temprana al canje con ley local, que finaliza hoy y adelanta el fin del conflicto por la deuda

Aunque el plazo para los acreedores de deuda local cierra el 15 de septiembre, la aceptación ya está por encima del 90%, en línea con la operación global gracias a una “cláusula premio” que vence hoy. El Gobierno se evita así pagos por USD 40.000 millones en los próximos 4 años. Aunque el Gobierno ayer anunció los resultados del exitoso tramo internacional del canje para reestructurar la deuda, en el Ministerio de Economía celebraban otros datos todavía no difundidos: el cierre prácticamente anticipado de la reestructuración de deuda también bajo legislación argentina, cuya fecha de finalización formal es el 15 de septiembre. Sin embargo, hoy vence una cláusula clave de la propuesta a los inversores, denominada “adhesión temprana” por la cual quienes aceptan la oferta antes del 2 de septiembre, recibirán el pago de los intereses corridos desde abril -cuando se incumplió el primer pago de deuda bajo ley local correspondiente al Bonar 2020- hasta septiembre, cuando se liquidarán todos los nuevos títulos. Este reconocimiento de los intereses operó como un fuerte incentivo a los acreedores de deuda local en dólares, quienes a medida que se consolidaron las buenas perspectivas del tramo global, se volcaron masivamente a aprovechar el beneficio. Fuentes del Palacio de Hacienda confirmaron a última hora de ayer a Infobae que, tal como esperaban desde un principio, el nivel de adhesión es equiparable al porcentaje obtenido en el tramo internacional, por encima del 90% del total de la deuda elegible. En términos económicos, la cláusula de adhesión temprana representa una mejora entre USD 1,5 y USD 2 cada USD 100 de deuda nominal respecto de una aceptación a último momento, lo que en la práctica podría dejar resuelto todo el proceso de reestructuración el 7 de septiembre, fecha fijada para la liquidación de los títulos para este grupo de inversores. Dos semanas más tarde, el 21 de septiembre, será la fecha final para aquellos rezagados que aún no hayan ingresado y lo hagan entre mañana y el 15 de septiembre, lo que puede ocurrir en un universo de acreedores entre los que existe participación de inversores minoristas. En cualquier caso, el consejo generalizado de los asesores financieros a sus clientes fue adherir en el primer turno. Esto porque, dado el nulo riesgo de litigios para el Gobierno, que terminaran obligándolo a pagar la deuda original, se dio por descontado desde un primer momento una alta aceptación que, eventualmente, gatillaría las cláusulas de acción colectiva. Quienes no ingresan, claro está, tienen todas las de perder: no sólo pierden el “premio” por el pago de intereses sino también la posibilidad de optar entre los nuevos títulos del menú del canje. Se corre el riesgo, entonces, de que los bonos más atractivos y demandados agoten su cupo entre quienes aceptan en el primer llamado. “Considerando las características de la propuesta y la elevada adhesión esperada, la recomendación consiste en ingresar durante el período temprano para obtener el beneficio adicional de los intereses devengados y no cobrados hasta el 4 de septiembre. El riesgo más importante de no entrar al canje es que se apliquen las Cláusulas de Acción Colectiva (CACs), lo cual implicaría para el tenedor un canje compulsivo y la pérdida de opción respecto de qué título nuevo obtener. En dicho caso, el Gobierno tendrá discrecionalidad y podría asignarle al inversor el título con menor atractivo”, es la explicación que se replica en los numerosos informes que consultores y casas de inversión le hicieron llegar a sus clientes en los últimos diez días. Si bien la reestructuración de la deuda en dólares bajo legislación argentina, para el que el el ministro de Economía Martín Guzmán prometió -y cumplió- el mismo tratamiento que para aquellos bonos bajo legislación extranjera, es un trámite mucho más sencillo para el Gobierno de lo que fue la compleja negociación internacional, los desafíos y nivel de ahorro no son menores. Entre los primeros, resistir la tentación de sobre castigar la deuda ley local, sin posibilidad de juicio, respecto de ley extranjera. El objetivo es claro: mantener viva la posibilidad de un desarrollo de un mercado de capitales local o, al menos, la posibilidad de nuevo financiamiento doméstico a tasas razonables en el corto plazo. Respecto del nivel de ahorro, la meta oficial de despejar el horizonte de vencimientos por los próximos cuatro años está más que cumplido: entre ambos tramos del canje, el Gobierno se ahorra unos USD 40.000 millones hasta 2024, cifra que representa casi el 70% del recorte total a la carga de servicios de la deuda por un total de USD 58.000 millones.

(Infobae) Tras el canje y la salida del default, el Gobierno se concentrará en dos prioridades: la reactivación y achicar el déficit fiscal

Son los temas que aparecen en la agenda inmediata del ministro Martín Guzmán y también en los primeros acercamientos con el FMI para llegar a un nuevo acuerdo. El 99% de adhesión al canje es utilizado por el Gobierno como un “trampolín” para lo que viene en materia económica. La prioridad ahora será avanzar en la reactivación, algo que es fácil y difícil al mismo tiempo: los números son muchos mejores que los de abril, cuando se produjo el cierre masivo de industrias y comercios por efecto de la cuarentena estricta. Pero para dejar atrás los efectos de la pandemia aún falta un largo camino. La velocidad para recorrerlo dependerá en buena medida de las señales que permitan recuperar la confianza de empresarios e inversores. La exitosa renegociación de la deuda (descontando que el canje local también tendrá una aceptación masiva) le permitió a Alberto Fernández despejar el horizonte para el resto de su gestión, ya que por lo menos hasta 2024 los pagos en concepto de capital e intereses son ínfimos. Si bien no deberá destinar recursos al pago de la deuda en los próximos años, en cambio habrá que preparar el camino para poder refinanciar los vencimientos que se producirán desde el año 2025 en adelante. Para ese momento, la Argentina deberá asegurarse acceso fluido a los mercados financieros para no volver a caer en default. El Presidente se entusiasma con repetir el “milagro” del período 2003-2007, cuando la economía salió del estallido de la Convertibilidad con varios años de crecimiento a “tasas chinas”. Esa onda expansiva duró hasta el 2011, con el intervalo de la crisis financiera global del 2008. Y así lo expresó el fin de semana: “Vamos a salir de la economía postrada que nos dejaron. Lo hicimos una vez y lo vamos a hacer dos veces”. El ritmo de recuperación estará atado al crecimiento del mercado interno. Pero no será fácil, porque los salarios siguen cayendo contra la inflación y además la masa de ingresos quedó muy afectada por la pandemia. No sólo los asalariados continuaron perdiendo poder adquisitivo, sino que aquellos que trabajan de manera informal o por cuenta propia en muchos casos sufrieron una fuerte merma de ingresos. La discusión sobre el déficit fiscal futuro recién comienza. La proyección de un rojo de 4,5% del PBI para 2021 que anunció ayer Martín Guzmán no convenció. Los economistas consideran que hay espacio para un esfuerzo mayor por la recuperación económica y porque bajará el gasto relacionado con la pandemia Pero para que la recuperación no quede trunca el otro frente clave es el fiscal. Ayer Martín Guzmán dio la primera pista sobre lo que se viene en 2021, al hacer referencia a un déficit fiscal de 4,5% del PBI. Ése número es el que al menos en principio figuraría en el proyecto de Presupuesto y el que arrancará la negociación con el FMI. Si bien es un ajuste en relación a los casi 8 puntos de rojo fiscal primario de este año, aún sigue siendo demasiado alto. Adrián Yarde Buller, economista jefe del Grupo SBS, consideró que “el anuncio no me pareció una buena señal. Hay que considerar que la reactivación económica mejorará los ingresos. Y que al mismo tiempo debería desaparecer el gasto relacionado con la pandemia”. En una línea similar se pronunció el economista Fausto Spotorno, de OJF y Asociados: “El rojo de 4,5% es un resultado probable dado el rebote de la actividad económica y la inflación que se espera en 2021. Pero ese déficit es muy alto habrá que ver cómo bajarlo”. Ese desequilibrio fiscal se financiaría por dos vías: más emisión monetaria (lo cual sigue poniendo en riesgo la estabilidad cambiaria) y colocaciones de deuda del Tesoro en moneda local, algo que ya ayudó a conseguir unos $30.000 millones frescos en julio y también en agosto. Se trata de un nuevo canal de financiamiento disponible que podría ampliarse al menos en los próximos meses.

(Infobae) ¿Adiós al barril criollo?: por la suba del precio del petróleo, las refinadoras creen que ya no está vigente el decreto del Gobierno

El ministerio de Desarrollo Productivo implementó el precio sostén a USD 45 en mayo. Pero se preveía que quedara sin efecto cuando el crudo Brent cotizara diez días seguidos por encima de ese valor, algo que ocurrió. A mediados de mayo, con el desplome de los precios internacionales del petróleo, el Gobierno estableció un precio sostén —el “barril criollo”— a USD 45 para la comercialización en el mercado local (el precio que pagan las empresas refinadoras a las productoras). Según el decreto N°488/2020, ese precio se mantendría vigente hasta fin de año para preservar los niveles de actividad y de producción. Sin embargo, el mismo decreto preveía que si la cotización internacional del petróleo Brent se mantiene por encima de los USD 45 durante diez días consecutivos, quedara sin vigencia. Ese período acaba de cumplirse y las empresas refinadoras consideran que el “barril criollo” ya no está vigente. Hace más de tres meses, cuando se publicó el decreto, el contexto era de una baja del precio del petróleo en el mercado internacional, que alcanzó mínimos históricos Hace más de tres meses, cuando se publicó el decreto, el contexto era de una baja del precio del petróleo en el mercado internacional, que alcanzó mínimos históricos, como consecuencia de el conflicto entre Rusia y Arabia Saudita y la profunda caída de la demanda mundial como consecuencia de la pandemia de COVID-19. El decreto también preveía que el precio fijo de USD 45 por barril se podía modificar trimestralmente por la Secretaría de Energía. La semana pasada se cumplió ese plazo, pero no se informaron cambios. “Las refinadoras consideran que ya se cumplieron los diez días que prevé el decreto 488. La pregunta del millón es si ahora tienen que esperar una confirmación oficial sobre la caída del decreto. Se supone que se cae solo, salvo que el Gobierno diga algo en contrario”, explicó una fuente de la industria. En el Gobierno aun no dieron una respuesta oficial sobre si el decreto sigue o no vigente. La semana pasada asumió en su cargo Darío Martínez como nuevo secretario de Energía y su área, que antes estaba bajo la órbita del ministro Matías Kulfas, pasó a depender del Ministerio de Economía que encabeza Martín Guzmán. La caída del barril criollo no tendrá ningún impacto en el precio final que los consumidores pagan por las naftas y el gasoil en las estaciones de servicio Con todo, la caída del barril criollo no tendrá ningún impacto en el precio final que los consumidores pagan por las naftas y el gasoil en las estaciones de servicio. Aunque no están oficialmente congelados, los aumentos de precios son autorizados por el Gobierno, como sucedió con la última suba aplicada por YPF (de 4,5% en promedio) y que luego siguieron el resto de las empresas. “La Argentina tiene el precio de la nafta congelado. Sin el barril criollo se dejará de obligar a las operadoras a cobrar el barril a USD 45 y deja a las refinadoras la posibilidad de negociar el precio. Van a comenzar a manejarse con el precio de negociación”, analizó Fernando Meiter, especialista en temas de energía. “Esto no beneficia a nadie porque nadie subió los precios. Siguen las refinerías perjudicadas y los productores porque nunca cobraron los USD 45 por barril del decreto. Las refinerías no pueden pagarlo por el retraso de precios en surtidor. Pero los productores sí deben pagar regalías sobre ese monto, lo que encarece sus costos y les resta disponibilidad financiera para invertir”, explicó otra fuente del sector, en reserva. “Se beneficiaron solo los Gobiernos provinciales, que mantienen ingresos afectando a la actividad y a las empresas”, agregó. Durante estos meses, la aplicación del “barril criollo” afectó especialmente a las compañías refinadoras de combustibles no integradas, que deben comprar su materia prima a las empresas productoras. Es el caso de Raizen (de la red de estaciones de Shell) y Trafigura (de la red con la bandera Puma), que no procesan su propio crudo. Fuentes del sector explicaron que como consecuencia del decreto, las compañías productoras de petróleo vendieron más materia prima al exterior y las refinadoras se vieron afectada por una disminución del crudo disponible el mercado local. Por eso, como resultado de esta situación, hace algunas semanas, en la industria alertaron que se abría la posibilidad de que tuvieran que salir a comprar gasoil al exterior para cubrir la demanda.

(Ambito) Argentina se garantizó que no habrá otro «juicio del siglo» con buitres.

Si hay alguna instancia judicial, quedará concentrada en unos pocos tenedores de deuda, especialmente de bonos Par. El canje de deuda emitida bajo legislación internacional ingresa hoy en su última y definitiva etapa: cerrar todos los resquicios legales para que los pocos holdouts que no aceptaron la propuesta, puedan hacer algún tipo de presentación judicial ante los tribunales de Manhattan. Pero algo quedó claro ayer con los números finales: la Argentina no volverá a vivir un nuevo “juicio del siglo” contra fondos buitre. Y si hay una instancia judicial, esta quedará concentrada en unos pocos tenedores de deuda, fundamentalmente de bonos emitidos durante los canjes de 2005 y 2010 que buscarán cobrar por la vía legal. Si bien el cálculo final se conocerá durante al semana, oficialmente se estima que serían entre u$s1.000 y u$s2.000 millones, concentrados en su mayoría en tenedores de bonos Par en dólares y euros. A estos se sumarán un puñado de bonistas con títulos Discount, en ambos casos, ya en default. El porcentaje de aceptación presentado ayer fue realmente alto (94,5%); con cláusulas de protección de los contratos de los nuevos títulos públicos bastante sólidas y aceptadas por las partes. Sin embargo, no hay jurisprudencia definitiva por juicios contra reestructuraciones de deuda soberana según las normas dictadas por los mercados (no los tribunales) desde 2014 en adelante, con lo que la Argentina (y eventualmente Ecuador), podrían convertirse en los primeros casos en los que la Justicia de los Estados Unidos dictará sentencia histórica e inapelable hacia delante. Sin embargo, cualquiera sea la posición de los jueces norteamericanos, el país no volverá a vivir un evento histórico como el perdidoso “juicio del siglo” contra los fondos buitre, que costó unos u$s9.300 millones finales liquidados en abril de 2016. La situación legal de la deuda reestructurada desde hoy es la siguiente. Según las cláusulas impuestas por el Ministerio de Economía y la Procuración del Tesoro los bonistas tendrían ya cerrado por contrato la posibilidad de litigar contra el país, porque el canje logró superar los tres porcentajes importantes a tener en cuenta: el 75% promedio general, el 85% de los tenedores de deuda emitida en los canjes 2005 y 2010 y el 65% de los bonistas con papeles lanzados desde 2016 en adelante. Además, los que no aceptaron la oferta y los bonistas que la aceptaron pero con títulos públicos que no consiguieron las mayorías necesarias, fueros reasignados a otros bonos con lo cual ingresaron compulsivamente al llamado. En teoría, y siguiendo las normas generales del derecho norteamericano, se firmó un contrato y, en consecuencia, todos los que aceptaron la propuesta argentina tendrán la puerta judicial cerrada. Según la visión de Sebastián Maril, experto de FinGuru, la estructura legal de la operación indica que “el contrato de reestructuración, no habla de juicios sino sólo cómo se llega al canje de deuda y se emiten los nuevos bonos”. Sin embargo reconoce que los que no aceptaron la oferta y quedaron fuera, o no la avalaron pero fueron reasignados compulsivamente, podrían avanzar en causas judiciales. Y, según Maril, en este caso, “los bonos no reestructurados tienen las cláusulas judiciales originales, no las actuales”, con lo que, “los emitidos en 2005 y 2010 tienen más chances que los de 2016”. La ventaja teórica de los bonistas que aceptaron los canjes de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner es que Argentina no está protegida por las cláusulas antibuitre aplicadas en el mundo financiero desde 2014 y que están incluidas en todos los contratos de emisión de deuda local lanzada desde 2016 en adelante. Los tenedores de estos últimos bonos sólo podrían avanzar en juicios al final de la vida útil de cada bono original y siempre que se consiga una mayoría de un 35% de los tenedores, algo que según los datos de ayer está cerrado. En síntesis, sería realmente sorprendente que la Justicia de EE.UU. le dé la razón a alguno de los tenedores de esta deuda en sus reclamos. En el caso de los bonistas con deuda emitida en los canjes 2005 y 2010 es diferente. Son títulos públicos sin protección antibuitre, con lo que cualquier inversor en Discount o Par bajo legislación internacional que no haya ingresado al canje podría reclamar ante los tribunales de Loretta Preska con alguna posibilidad de éxito.

(Ambito) Las reservas del BCRA, entre el canje externo y el barco fantasma Puede esperarse una tregua.

Una mejora transitoria, es decir, menores sobresaltos cambiarios. Aunque eso no implique que, por ejemplo, la gente de a pie, no los «millonarios», sigan yendo a buscar su cupo mensual de u$s200. Del dicho al hecho hay un buen trecho. En el caso del canje de la deuda soberana bajo ley extranjera significó, para alcanzar un envidiable casi 94% de adhesión, haber pasado de ofrecer u$s39 a más de u$s54. Pero ya es historia. Lo importante es que se cierra este capítulo y el Gobierno puede encarar la renegociación con el FMI e ir avanzando en cómo salir lo más airoso posible de la recesión pandémica. Se va despejando el horizonte. ¿Pero servirá el canje externo para sacarle presión a las reservas del BCRA? Dios dirá, lo cierto es que los desequilibrios macro persisten, de modo que todo está latente. Puede esperarse una tregua. Una mejora transitoria, es decir, menores sobresaltos cambiarios. Aunque eso no implique que, por ejemplo, la gente de a pie, no los “millonarios”, sigan yendo a buscar su cupo mensual de u$s200 (a propósito, una de cal y una de arena, a costa de la sangría de reservas, el impuesto País fue el que más creció en los últimos meses). El país está bajo el imperio de la pandemia, pero los desequilibrios monetarios y fiscales dan escalofríos. A pesar de que la balanza comercial arrojaría un superávit de entre u$s15.000 a u$s18.000 millones, el BCRA sigue vendiendo reservas en lugar de comprar. ¿Por qué? Por un lado el superávit de caja (de Balance Cambiario) ha sido inferior al superávit devengado (de la Aduana) debido a menores cobros de exportaciones y mayores pagos de importaciones, pero a la vez aumentó el nivel de atesoramiento y como si fuera poco los bancos internacionales cancelaron líneas de crédito. Todo esto ha pasado en una economía con cepo cambiario y sin gasto en turismo al exterior y sin pago de intereses a bonistas. Hoy el BCRA tiene reservas “brutas” por menos de u$s42.850 millones y donde las “netas” -sin encajes ni swaps- son poco más de u$s9.600 millones. Ahora bien, si se restan los DEG (del FMI) y el oro las reservas “disponibles” rondarían los u$s3.000 millones. En agosto el BCRA ya vendió u$s1.053 millones al día 26. Obvio que a este ritmo no llegan a sentarse con el Fondo. En una economía bimonetaria como la argentina ya no se trata del cupo de u$s200. Más allá del debate económico sobre la teoría monetaria adecuada, no hay duda de que el exceso de pesos busca, en algún momento, la válvula de escape. Solo basta con mencionar que hay un stock de depósitos privados en pesos de $4,4 billones (unos u$s33.000 millones al blue) de los cuales la mitad son plazos fijos. Con cepo ya casi ni entra ni sale nada. Es imperioso que baje la brecha cambiaria. Este diario ya adelantó el artilugio que brindaba el canje al BCRA para poder intervenir en el MEP y en el CCL. Se podrá ver alguna mejora y cierta moderación de la demanda de dólares. En eso ayuda que la asistencia del BCRA al Tesoro se va desacelerando. Pero la demanda potencial de dólares seguirá navegando como un barco fantasma. Esperemos que no atraque hasta cerrar con el Fondo o bien pasado 2021.

(Cronista) El foco ahora estará puesto en la reestructuración de las obligaciones en dólares de varias provincias.

Enterrado el capítulo de la deuda emitida bajo legislación extranjera, el Gobierno nacional pondrá ahora el foco en la reestructuración de deuda en dólares que negocian una docena de provincias, encabezadas por Buenos Aires, que concentra más de la mitad de los más de u$s 13.000 millones que los gobiernos locales buscarán canjear. Así lo manifestó ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien aseguró que la salida del default «es un proceso que sigue» y que es importante que los procesos que llevan adelante las provincias se hagan «respetando los lineamientos de sostenibilidad que ha establecido el Gobierno nacional». «Es muy importante que a partir de ahora todas las provincias que tienen situación de endeudameinto en dólares continúen resolviendo sus problemas respetando los lineamientos de sostenibilidad que ha establecido el Gobierno nacional», aseguró Guzmán en el acto de presentación de los resultados de la reestructuración de la deuda en el Museo del Bicentenario, encabezado por el presidente Alberto Fernández. En ese sentido, la provincia de Buenos Aires fue la primera en proponer a sus acreedores, el 23 de abril, un proceso de reestructuración de 23 bonos por u$s 7.148 millones -casi el 70% de la deuda bruta provincial- por nuevos títulos con un período de gracia de tres años, un recorte del 55% en intereses y del 7% en capital, además de la extensión de la vida promedio de los bonos a 13 años. «Tenemos una deuda de u$s 7.000 millones y el 80% vence en los próximos cuatro años. Eso es impagable; entonces, la propuesta que se ha hecho es un perfil de vencimientos que nos permita comprometernos a algo que podamos pagar», aseguró por entonces el gobernador Axel Kicillof. El plazo de aceptación de la oferta ya fue prorrogado seis veces y la última extensión vencerá el 11 de octubre, misma fecha para la que extendió la provincia de Mendoza su propuesta de renegociación de títulos por u$s 590 millones. Entre las provincias con procesos de reestructuración de «bonos subsoberanos» están Córdoba (u$s 1.930 millones), Río Negro (u$s 300 millones), Mendoza (u$s 590 millones) y Chubut (u$s 700 millones), que fueron las primeras en iniciar diálogos. Recientemente se sumaron a estos procesos Neuquén (u$s 900 millones), Chaco (u$s 250 millones), Salta (u$s 388 millones), La Rioja (u$s 200 millones), Entre Ríos (u$s 500 millones), Tierra del Fuego (u$s 200 millones) y Jujuy (u$s 210 millones). Entre otros, del acto participaron varios de los gobernadores. Así, estuvieron presentes en el Museo del Bicentenario Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Quintela (La Rioja), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).

(Cronista) Guzmán confirmó que el acuerdo con el FMI pasará por el Congreso

La negociación con el Fondo va tomando forma con declaraciones que buscan sentar posición sobre el modo de encarrilar la relación con el organismo. El Gobierno busca que sea «de frente a la sociedad». errado exitosamente el capítulo de la deuda con acreedores privados de títulos bajo legislación extranjera, todos los esfuerzos están ahora centrados en acordar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque aún el Gobierno no se sentó con los técnicos del Fondo ni se están discutiendo los términos que tendrá el nuevo programa, por goteo empiezan a aparecer algunas pistas sobre la relación que el Poder Ejecutivo espera cimentar con el FMI en los próximos años. Tras el agradecimiento de rigor del presidente Alberto Fernández a la directora Gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, por su respaldo en la negociación con los bonistas, quien «ayudó mucho para que Argentina obtenga este resultado», el ministro de Economía, Martín Guzmán informó que el futuro acuerdo con el Fondo será girado al Congreso. «La intención del Gobierno es enviar el acuerdo al que se llegue con el FMI al Congreso para su aprobación, que es algo que no se ha hecho nunca y está totalmente alineado con la idea de cuidar a la Argentina», destacó el titular de Hacienda. Y remarcó que el diálogo «se hará de frente a la sociedad». Hoy la deuda con el organismo multilateral asciende a u$s 44.000 millones de capital -se giró ese monto de los u$s 57.000 millones acordados- más unos u$s 5000 millones en intereses devengados. Repasando los antecedentes del último acuerdo, el ministro dijo que «a partir de 2018 Argentina tomo u$s 45.000 millones de deuda con el FMI bajo la premisa de que eso iba a restaurar la confianza en los mercados». No obstante, consideró que «la realidad fue muy distinta a la que se postulaba y no hubo un shock de confianza, Argentina no pudo acceder a créditos para pagar al FMI y hoy no hay como pagarle al FMI». En ese sentido, Guzmán dejó en claro que «lo que buscamos es tener un nuevo acuerdo que nos dé el financiamiento justamente para pagarle al mismo Fondo». Acto seguido, reforzó su idea de involucrar al Congreso en el acuerdo porque «acá hubo un gobierno de turno que decidió esta deuda y que después queda un problema enorme que sufre la mayoría en más desempleo y pobreza, y menos oportunidades», advirtió. En la misma línea, unas horas antes Sergio Chodos, director para el Cono Sur del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que el proyecto de presupuesto nacional para 2021 «no se conversa» con el organismo porque es un instrumento «del Gobierno, no del Fondo». Pero admitió que se dialoga sobre «algunos parámetros generales». Tras reconocer que el propio FMI alienta a los países a que se hagan «todos los esfuerzos fiscales posibles para ponerle límite a la caída de las economías a partir de la crisis de la pandemia», Chodos sostuvo, sin embargo, que el organismo mantiene su mirada fiscalista. «El programa anterior fallido, descarrilado, deformando el problema para el que daba solución, tenía un foco en lo fiscal», apuntó el funcionario, un tema que seguirá estando en la mesa de negociaciones. Y anticipó: «El punto de mayor discusión va a ser cuánto tiempo el país tardará en llegar a la convergencia fiscal sin afectar, por supuesto, la recuperación y los efectos de la pandemia».

(Cronista) Chodos: la mayor discusión con el FMI pasará por cuánto demore el equilibrio fiscal

Con la cuarentena, la crisis y las expectativas de un rojo en las cuentas públicas de más de 8% del PBI, el funcionario consideró que las principales diferencias estarán en el plazo para llegar al equilibrio fiscal. l plazo para la consecución del equilibrio fiscal primario será el principal punto a discutir en el nuevo programa que el Gobierno comenzó a esbozar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según vaticinó el director para el Cono Sur del organismo, Sergio Chodos. En ese sentido, el funcionario enfatizó que el Presupuesto 2021 no entrará en las conversaciones con el Fondo. «Algunos parámetros generales se conversan, pero no va a ser el Presupuesto del Fondo, va a ser el Presupuesto del Gobierno», afirmó el funcionario, en diálogo con radio La Red. Originalmente, en febrero, antes de la pandemia, la cuarentena y la consiguiente expansión fiscal, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había afirmado que el equilibrio fiscal podría llegar en 2023. Sin embargo, con la nueva crisis los analistas esperan un rojo fiscal primario de 8% del PBI para todo el año, cuando en los primeros meses se hablaba de un agujero de 1,5% para 2020, por lo que la idea de la convergencia parece mucho más lejana que entonces y será un punto caliente en la confección del nuevo programa. Respecto a la negociación de la deuda con el FMI, Chodos rescató que «siempre hay un diálogo», e indicó que «en el proceso de reestructuración (con los acreedores) hubo un diálogo bastante frecuente, porque la sustentabilidad de la deuda era la preocupación central del Fondo», Señaló que «el proceso está iniciado y ahora tenemos que trabajar sobre la parte más fina», y afirmó que tiene «la expectativa de que haya una preocupación (del Fondo), producto de la pandemia y de la crisis económica global». Chodos destacó que «el Fondo tiene una línea de asistencia específica para un montón de países respecto del coronavirus», y señaló que las recomendaciones del organismo hacia esas naciones es que se hagan «todos los esfuerzos fiscales posibles para ponerle límite a la caída de las economías a partir de la crisis de la pandemia». «Sería inconsistente que no haya ese tipo de preocupación» en la discusión con Argentina, estimó Chodos, quien de todos modos subrayó que «el Fondo es esencialmente siempre el mismo, más allá de que vayan aprendiendo y se vaya modificando circunstancialmente». «Eso no lo transforma en una institución que financia el desarrollo», remarcó el funcionario, quien recordó que «el programa anterior fallido, descarrilado, deformando el problema para el que daba solución, tenía un foco en lo fiscal». Subrayó que la meta fiscal fijada por el FMI al gobierno de Mauricio Macri «se cumplió y sin embargo el programa fue un fracaso», y aseguró que «eso también está planteado en la mesa (de negociación) sin que afecte que el hecho de ir en algún momento al equilibrio fiscal es lo que hace falta». Chodos consideró que «el punto de mayor discusión va a ser cuánto tiempo el país tardará en llegar a la convergencia fiscal sin afectar por supuesto la recuperación y los efectos de la pandemia».

(Cronista) Soja: sube fuerte en Chicago y la cosecha se revaloriza u$s 2000 millones
La oleaginosa en el mercado de Chicago tocó este lunes su mayor valor en el año y se posiciona en los precios más altos desde junio de 2018. En Argentina, el mercado sigue la tendencia alcista, pero preocupa el clima de cara a la nueva campaña. os futuros de la soja en el mercado de Chicago consolidaron este lunes una tendencia alcista que comenzó la semana pasada, de la mano de una debilidad del dólar contra otras monedas fuertes, la reactivación de la demanda china por el poroto norteamericano y un clima seco que daña los cultivos en EE.UU, en la previa al inicio de su nueva cosecha. Así, la soja volvió a operar por encima de u$s 350 la tonelada, un máximo para lo que va de este 2020 atípico, y en línea con las cotizaciones que la oleaginosa tenía hacia junio de 2018 cuando apenas se había declarado la guerra comercial entre las dos naciones más poderosas del mundo. Los renovados aires alcistas además traen cierto alivio para las cuentas nacionales: es que representan una revaluación de la cosecha de soja argentina de unos u$s 2000 millones, desde el piso alcanzado el 21 de abril pasado, cuando el entonces contrato más activo en Chicago cerró en u$s 299 la tonelada, y el cierre de este lunes. A valores teóricos, la campaña sojera local, que terminó en 49,6 millones de toneladas -según las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires,- redundaba en u$s 14.830 millones ese día de abril en el que el impacto de la pandemia por coronavirus se llevó puesto al petróleo y a los commodities agropecuarios, sobre todo a la oleaginosa y el maíz, materias primas de los combustibles «verdes». En tanto, a valores de Chicago del último día de agosto de 2020, la campaña sojera argentina vale u$s 17.360 millones, un repunte de 17% desde ese piso o en torno a u$s 2500 millones. Pero se trata de solo un cálculo teórico, ya que la campaña sojera terminó en mayo y buena parte ya ingresó al circuito comercial y se negoció con precio. A la fecha se estima que algo más de 20 millones de toneladas de soja todavía están en manos de los productores. Según el último informe de compras por parte de la exportación y la industria, que releva el Ministerio de Agricultura, los productores ya llevan vendido poco más de 29 millones de toneladas, 60,3% de la cosecha total, de los cuales 8 millones se negociaron con «precio a fijar». Si se toman las 20 millones de toneladas que aun están en manos de los productores y esas 8 millones de toneladas negociadas, pero con precio abierto, la revalorización que motoriza el alza de los precios en Chicago para la soja argentina suma u$s 1500 millones desde el piso de cotizaciones de abril pasado. La mejora externa de la última semana tuvo su correlato en los negocios locales, con la oleaginosa sobre Rosario con subas para este lunes de hasta u$s 3.5 dólares por tonelada, comentó Eugenio Irrazuegui, de la corredora Zeni. Los contratos soja en Rosario ajustaron este lunes en u$s 360 la tonelada a noviembre, y u$s 340 para la posición mayo, de la nueva campaña. De cara a lo que viene, la preocupación central está dada por las condiciones climáticas, que ya perjudican al trigo, y tienen en vilo la siembra de maíz. Aunque la siembra de soja arranca hacia la segunda quincena de octubre, y tiene una «ventana mayor», los pronósticos climáticos dan cuenta de que la sequía llegó y que podría prolongarse hacia el verano, lo que impactará sin dudas en el volumen de la cosecha que ingresa al mercado hacia abril próximo, y así la llegada de divisas y los ingresos fiscales vía derechos de exportación.

 


INTERNACIONAL

(Investing) Apple y Tesla: ¿Anticipa el split mayores ganancias o hay algo más?.

Ayer entraron en vigor los splits de Apple (NASDAQ:AAPL) y Tesla (NASDAQ:TSLA) y, en ambos casos, la operación se produjo en un entorno de nuevas ganancias, permitiendo al Nasdaq cerrar agosto con un avance que no veíamos desde 1984 (+11%). La compañía de la manzana se anotó ganancias del 3,3%, mientras que la compañía automovilística repuntó un 12,57%. Según Adam Vettese, experto de mercados de eToro, “los inversores entraron en el valor anticipando que las acciones, que ahora están disponibles a un punto de entrada más bajo, atraerán a un mayor número de interesados”. Este bróker anticipa una revalorización de hasta un 33% en los próximos 12 meses. No en vano, la compañía que preside Elon Musk ha subido un 61% desde que anunciara el split, elevando el valor de la compañía en unos 160.000 millones de dólares -cotiza a un precio absoluto más bajo-. En el caso de Apple, la historia la precede: en los cuatro splits que ha realizado a lo largo de su historia, la rentabilidad media durante el año siguiente alcanzó el 10%. Pero no únicamente de splits viven ambas compañías, que siguen acaparando titulares positivos a propósito de sus movimientos futuros. Las previsiones para Tesla, que el 22 de septiembre presentará en público sus últimos desarrollos en baterías tecnológicas, son cada vez más optimistas. Se esperan datos de costes o información sobre la vida y duración de las baterías que utilizan en sus automóviles. Apple, por su parte, ha pedido a sus proveedores que fabriquen al menos 75 millones de iPhones 5G para los próximos meses de 2020, junto con nuevos modelos de Apple Watch, un nuevo iPad Air y un HomePod más pequeño, informó Bloomberg News el martes. La compañía espera que las entregas de estos iPhones de próxima generación lleguen a los 80 millones de unidades en 2020, según el artículo de la agencia, que basa su información en fuentes familiarizadas con el proceso. Si el split puede darle mayor recorrido o no, solo el tiempo dirá. Pero unas conclusiones a las que alude Forbes en un artículo reciente afirman las compañías que realizan splits, por general, tienen menos probabilidades de presentar caídas en sus beneficios futuros que aquellas con capitalizaciones de mercado y valor contable comparables. Así, esto puede ser un signo de la confianza de Tesla acerca de sus resultados a futuro. Eso no significa, sin embargo, que el precio de sus acciones sea justo por fundamentales. Los expertos de Morgan Stanley (NYSE:MS) y JP Morgan (NYSE:JPM) ya concluían el mes pasado que el valor de mercado de Tesla no refleja sus fundamentales. Ayer otro experto se sumaba al ‘carro’, recomendando vender el valor y ajustado su precio objetivo hasta los 190 dólares. Pero, mientras lo anterior se confirma, hay muchos inversores haciéndose ricos a su costa. Algunos ya vaticinaron una ganancia de más del 60% después del anuncio del split el pasado 11 de agosto. Y pueden haber estado comprando hasta ayer con la esperanza de una demanda más elevada, algo que, como hemos podido comprobar, terminó confirmándose ayer lunes. De seguir las cosas así, dice MarketWatch, el valor podría explotar la próxima semana. Si eso no sucede y los operadores salen de sus posiciones, entonces seríamos testigos de caídas en el valor. Mientras tanto, Tesla saborea las mieles del éxito y adelanta a otras grandes del mercado norteamericano, como Visa (NYSE:V). Y le pisa los talones a Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa). Sus defensores la comparan con otras compañías como Apple o Amazon (NASDAQ:AMZN): un conglomerado capaz de aunar diferentes negocios y que permite a otros utilizar su tecnología, desde el negocio solar al negocio energético. Una base de negocio a la que es difícil resistirse.

(Investing) Boris Johnson vuelve a amenazar con un Brexit sin acuerdo

Las conversaciones sobre el Brexit entre la Unión Europea y el Reino Unido siguen estancadas. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha ordenado al principal negociador del Brexit, David Frost, que se alejara de las conversaciones comerciales con Michel Barnier a menos que se resuelva el problema de los subsidios que está pagando el país británico. Recordamos que ambos tenían programado retomar el diálogo esta semana para intentar llegar un acuerdo. El periodo de transición finaliza el próximo mes de enero. Johnson ha insistido en que está dispuesto a retirarse de la mesa en unas semanas en lugar de comprometer la soberanía, asegura Daily Mail. Se espera que Michel Barnier viaje a Londres esta semana antes de la próxima ronda de conversaciones en un intento por encontrar una manera de superar el amargo enfrentamiento. Francia ha criticado la postura “intransigente y poco realista” de Johnson sobre las conversaciones comerciales. Los principales puntos de discordia siguen siendo el acceso a las aguas de pesca y si Reino Unido debe continuar cumpliendo las reglas de la UE. “Un Brexit sin acuerdo, algo que a estas alturas no se puede descartar, sería la puntilla para unas economías europeas que atraviesan actualmente por una de las crisis más profundas que se recuerdan, crisis que están intentando superar”, apuntan en Link Securities. “Esperamos que finalmente reine el ‘sentido común’ entre los políticos de la región, aunque mucho nos tememos que no vaya a ser así, dado a lo que estamos asistiendo últimamente en algunos países de la región”, añaden. “Para las bolsas europeas, un Brexit sin acuerdo es una seria amenaza que creemos no está actualmente descontada por los inversores”, concluyen estos expertos.

(Investing) El dólar registra nuevos mínimos de 29 meses mientras las economías mundiales parecen repuntar más rápido de lo esperado. ¿Mostrará la encuesta del sector manufacturero del ISM una imagen similar para Estados Unidos? Zoom Video supera las expectativas y las empresas petroleras se muestran firmes a la espera de la previsión semanal sobre las reservas de Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo.

(Investing) El euro se sitúa en 1,20 dólares al aumentar el optimismo en Alemania
Alemania ha dicho que su contracción económica este año no será tan mala como se temía en un primer momento. Las nuevas proyecciones del Gobierno estiman que el producto interior bruto caerá “sólo” un 5,8% este año, en lugar del 6,3% establecido en sus últimas previsiones. La otra cara es que el repunte del año que vine será menos vigoroso —un crecimiento de sólo un 4,4% frente al del 5,2% estimado anteriormente. Berlín sólo espera volver a los niveles de PIB de principios de 2020 a principios de 2022. Las listas de desempleados de Alemania han disminuido en 9.000 personas en agosto, según datos ajustados estacionalmente publicados este martes, mientras que su el PMI del sector manufacturero se confirmó en 52,0 puntos, una discreta mejora con respecto a julio, pero por debajo de lo previsto. El euro sube hasta el nivel de 1,1998 dólares, lo que ha contribuido a la caída del índice dólar hasta nuevos mínimos de 29 meses.

(Investing) Buenas expectativas para Zoom
Zoom Video Communications ha consolidado su puesto como uno de los mayores ganadores de 2020, publicando unos resultados trimestrales que han superado con creces incluso las expectativas más optimistas y elevando sustancialmente sus previsiones para todo el año. La compañía anunció un aumento del 355% de los ingresos con respecto al mismo período del año anterior hasta 663 millones de dólares, más que en el conjunto de su año fiscal 2020 que concluía en enero. El beneficio neto ha ascendido a 186 millones de dólares frente a los 6 millones de dólares del año anterior. Las cifras sugieren que Zoom ha superado con creces el reto de crecer rápidamente ante el aumento inimaginable de la demanda de los últimos seis meses. Su base de clientes corporativos se ha más que cuadruplicado con respecto al año anterior.

(Investing) Los PMI indican una resiliencia global
El Instituto de Gestión de Suministros publicará su índice de gestores de compras de Estados Unidos a las 16:00 horas (CET). Las versiones de encuestas similares en todo el mundo han resultado en general mejores de lo esperado; el PMI de Caixin de China, que monitorea el sector privado del país, ha subido hasta 53,1 puntos. En Europa, el panorama ha sido más desigual, ya que los PMI han aflorado un crecimiento más rápido en Alemania, Italia y los Países Bajos, aunque también a un retorno a la contracción en España, donde el aumento de los casos de Covid-19 de las últimas semanas se acerca a los niveles observados durante la primera oleada del virus en primavera. Por otra parte, Corea del Sur, cuya economía alimentada por los fabricantes de microchips y las empresas electrónicas ocupa un lugar clave en las cadenas de valor mundiales, ha dicho que su PIB del segundo trimestre ha descendido sólo un 3,2%, tras una caída del 1,3% en el primer trimestre, superando ligeramente la previsión que apuntaba a una caída del 3,3%.

(Investing) Sube el petróleo; datos del API
Los precios del petróleo suben ante el aumento de las operaciones nocturnas después de que los datos económicos positivos de Corea y Alemania dieran cierta tranquilidad a aquéllos preocupados por el estado de la demanda mundial. A las 08:30 horas (CET), los futuros de petróleo de Estados Unidos suben un 1,1% hasta 43,08 dólares por barril, mientras que el Brent de referencia internacional Se apunta un alza de un 1,2% hasta 45,84 dólares. El mercado se vio respaldado por las cifras publicadas el lunes por el Gobierno de Estados Unidos que indicaban el alcance de la caída de la producción estadounidense a principios del verano. El recuento de plataformas petrolíferas activas de Baker Hughes de la semana pasada, que asciende a 180, ha seguido rondado el extremo inferior de una tendencia de varios años, y parece poco probable que la producción estadounidense se recupere rápidamente. La estimación semanal del Instituto Americano del Petróleo sobre las reservas de petróleo de Estados Unidos se publicará a las 17:30 horas (CET), como de costumbre. Es probable que reflejen las alteraciones en el mercado provocadas por los huracanes de la semana pasada en el Golfo de México.

(Investing) Apple prepara 75 millones de iPhones 5G para los próximos meses, según Bloomberg.

Apple Inc (NASDAQ:AAPL) ha pedido a sus proveedores que fabriquen al menos 75 millones de iPhones 5G para los próximos meses de 2020, junto con nuevos modelos de Apple Watch, un nuevo iPad Air y un HomePod más pequeño, informó Bloomberg News el martes. La compañía espera que las entregas de estos iPhones de próxima generación lleguen a las 80 millones de unidades en 2020, según el artículo de la agencia, que basa su información en fuentes familiarizadas con el proceso. Apple se propone lanzar cuatro nuevos modelos de iPhone el próximo mes con velocidades inalámbricas de 5G, un diseño diferente y una mayor variedad de tamaños de pantalla, informó Bloomberg, añadiendo que se espera que los teléfonos de gama baja se envíen antes que los dispositivos Pro. Apple también está preparando un nuevo iPad Air con una pantalla similar a la del iPad Pro, dos nuevas versiones de Apple Watch y sus primeros auriculares circumaurales («over-ear») sin la marca Beats, según el informe. La compañía también ha estado desarrollando una nueva caja de Apple TV con un procesador más rápido para mejorar los juegos y un control remoto mejorado, aunque puede que no se comercialice hasta el año que viene, según informó Bloomberg. Apple no ha respondido de momento a una solicitud de comentarios de Reuters.

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