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(Ámbito) Deuda: oferta a acreedores se presentará entre la segunda y tercera semana de marzo. El Gobierno confirmó que se mantienen los plazos previstos, y dentro de esa fecha hará la presentación de la oferta formal a los tenedores privados de títulos de la de deuda externa. El Gobierno confirmó que entre la segunda y tercera semana de marzo próximo hará la presentación de la oferta formal a los tenedores privados de títulos de la de deuda externa. Voceros del Palacio de Hacienda dijeron que se mantienen los plazos previstos en la conformación de la oferta. El Gobierno anunció la elección de Lazard, como asesor financiero y a los bancos colocadores, designación que recayó en el HSBC y el Bank of America, quienes deberán contactar con los tenedores de papeles locales y canalizar la oferta. Tras la realización del ofrecimiento está previsto realizar reuniones informativas con los acreedores y luego el ministro de Economía, Martín Guzmán y su equipo saldrán a buscar adhesiones principalmente en Estados Unidos y Europa. Durante la semana está previsto que un grupo de importantes ejecutivos de los principales fondos de inversión llegue a Buenos Aires para tener reuniones con el ministro. Según lo informado, llegarían integrantes del Grupo de los Cinco: Blackrock, Fidelity, Pimco, Templeton y Greylock; fondos que en total suman cerca del 35% de los bonos que ingresarán en la reestructuración. En la última semana de marzo expira el plazo de aceptación de la oferta por parte de los acreedores, pero ese vencimiento podría también ser postergado para la primera quincena de abril, según trascendidos extraoficiales. En la apertura de la Asamblea Legislativa, el presidente Alberto Fernández sostuvo que su gobierno prefiere «una resolución ordenada a la crisis de la deuda y se está caminando en esa dirección», pero aclaró que «lo más importante es que sea sostenible». Según lo indicó el jefe de Estado, el objetivo es que esa renegociación «le permita a Argentina ponerse de pie y no volver a caer».
(Ámbito) Deuda: el G5 de fondos privados llegó al país y padeció el alerta por coronavirus. Son los representantes del «Grupo de los Cinco» (Blackrock, Fidelity, Pimco, Templeton y Greylock) que llegaron para negociar el monto de la quita que se aplicará a los acreedores privados. Fueron aislsdos en Ezeiza en el vuelo de American Airlines que activó el protocolo de Covid 19. El “Grupo de los Cinco” (Blackrock, Fidelity, Pimco, Templeton y Greylock) llegó al país para encarar negociaciones reservadas con el gobierno nacional en torno a la reestructuración de la deuda con bonistas privados. Resignados ya a sufrir un porcentaje aún no definido de quita, tras el aval del Fondo Monetario Internacional para que la Casa Rosada avance en ese sentido, los ejecutivos de los fondos de inversión no tuvieron la mejor bienvenida al país. Arribaron procedentes de Nueva York en el vuelo de American Airlines que activó el alerta de coronavirus en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Los representantes de los bonistas privados debieron permanecer primero dentro del avión y luego fueron aislados en la terminal de Ezeiza con barbijos hasta determinar si estaban libres del virus el Covid-19. Apenas aterrizó el avión de American fue redireccionado a la posición remota 18 del aeropuerto, y el personal de Sanidad de Frontera y de la ANAC iniciaron el proceso tendiente a determinar el estado de situación de un pasajero que había estado en China y presentaba síntomas gripales. Los ejecutivos de los fondos de inversión, junto al resto de los pasajeros, permanecieron a bordo mientras se les tomó la temperatura y se les hizo llenar un formulario donde debía constar dirección o lugar de residencia en Argentina y teléfono de contacto, así como también las recomendaciones para el caso de que llegasen a sentir algún síntoma compatible con el coronavirus. Los representantes de Blackrock, Fidelity, Pimco, Templeton y Greylock tendrán a partir de este martes agenda con funcionarios del Ministerio de Economía de Martín Guzmán, en paralelo con la misión del Fondo Monetario Internacional encabezada por Luis Cubeddu, y la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, que comenzó la revisión de las cuentas públicas en base al artículo IV. El denominado “Grupo de los Cinco” que nuclea a los tenedores privados de deuda argentina representan cerca del 35% de los bonos que ingresarán en la reestructuración. “Los fondos ya asumieron que deberán someterse a una quita significativa del capital. Pero cada uno tiene una postura distinta. Hay algunos inflexible y otros más dispuestos al diálogo”, explicaron a Ámbito Financiero fuentes del gobierno nacional. El Ministerio de Economía confirmó la contratación de Lazard, como asesor financiero. Y designó como agentes colocadores al Bank of America y al banco HSBC. El FMI ya oficializó que pretende una “contribución apreciable” de los bonistas para que se pueda encaminar la normalización de la deuda argentina. A cambio, la Argentina acepta la rigurosa supervisión de las cuentas públicas. Según el cronograma oficial, en la primera semana de marzo el Gobierno determinaría la estructura final de la oferta. Pero los tiempos podrían dilatarse. Siete días después se develarán los detalles que esperan los bonistas y comenzará el cierre de la negociación, que podría extenderse más allá del 31 de marzo próximo, la fecha límite inicial marcada por Alberto Fernández.
(Ambito) HSBC: el guiño de Guzmán a acreedores. Junto con el Bank of America ya conoce la propuesta. Su participación en el proceso de canje demuestra que, primariamente, la oferta es defendible. Luego de varios días de sacudir a los acreedores con amenazas de desilusiones futuras al momento de conocer la oferta de reestructuración de la deuda con privados con legislación extranjera, el Gobierno envió una señal clara de buenos augurios al anunciar la contratación del HSBC y el Bank of America como entidades colocadoras. La novedad trajo una lectura algo optimista para los verbalmente castigados operadores, ya que se trata de dos entidades con un prestigio probado con los años, las crisis y las bonanzas para los mercados de capitales internacionales. Pero que además, al menos en una consideración primaria, tendrían más que ver con los intereses de los fondos de inversión a punto de sufrir una quita que con el Gobierno de Alberto Fernández. La abstracción da un paso más profundo cuando se considera que ambos bancos ya conocen la oferta y la consideran, como mínimo, potable y presentable en una mesa de negociación con los fondos de inversión y bancos más importantes del planeta. Sólo así aceptarían representar a la Argentina en una megadiscusión sobre el monto de la quita que recibirán los que apostaron por un país que, otra vez, los volverá a defraudar. Más teniendo en cuenta que lo que el Gobierno de Alberto Fernández dispuso de rentabilidad para el HSBC y el Bank of America será del 0,1% del total de deuda colocado, un monto realmente bajo para los cánones del mercado, y que implica que habrá mucho de prestigio por ganar en el caso que la batalla terminara exitosamente y con un esquema de win win para ambas partes en discusión. Las dos entidades vencieron además en la puja a otros actores de primer orden en el esquema financiero internacional, como el JP Morgan, Barclays, Morgan Stanley, Citi y Merrill Lynch. Esto quiere decir que la propuesta de los dos vencedores era más optimista y abarcativa que la de los fuertes que quedaron en el camino. La elección del HSBC y el Bank of America fue cerrada por Martín Guzmán en su hermético viaje a Wall Street del miércoles y jueves de la semana pasada. Allí, además de algunos contactos con acreedores, se reunió con representantes de las dos entidades vencedoras de la puja, quienes le hicieron al ministro de Economía su propio road show particular sobre la experiencia pasada y el funcionamiento de cada entidad en este tipo de operaciones, además de proyectar los mecanismos financieros que podrían ejecutar para que la operación de renegociación de los aproximadamente u$s70.000 millones que están en debate sea exitosa. Antes de esto, y en el más absoluto secreto, las dos entidades recibieron las líneas generales sobre la propuesta que Guzmán hará pública en los próximos días, y la consideraron potencialmente exitosa. Además destacaron que si el proceso se concretara prolija y profesionalmente, si se llega al difícil porcentaje del 75% no habrá resquicios legales para que ambos bancos elegidos sufran lo que luego del canje de 2005 vivió el Bank of New York Mellon, que se vio humillantemente implicado en el “juicio del Siglo” entre Argentina y los fondos buitre. Esa entidad había sido la encargada de colocar los bonos emitidos por el Gobierno de Néstor Kirchner para salir del default de 2001; y, como tal, quedó en el tironeo legal entre los demandantes y el país por no colaborar con las posiciones en pugna. Este ejemplo quedó en la retina de todo Wall Street, un lugar donde la memoria es eterna y se convive con la cobardía de una liebre. Se especula entonces que si las dos entidades decidieron participar, sus espadas legales también intervinieron y concluyeron que de llegarse a una mayoría de aceptación el riesgo de juicios (que siempre existe) es, al menos, manejable. De los dos bancos elegidos lo que más llamó la atención en el país fue la presencia del HSBC en el proceso. No por los pergaminos de la entidad, que están acabadamente probados, sino porque sea un Gobierno con intervención kirchnerista el que lo haya seleccionado. Habrá que reconocer que, como mínimo, la opción demuestra espíritu de independencia económica y financiera de Economía con lo más duro del kirchnerismo. Se trata de una entidad que durante la última parte del Gobierno de Cristina de Kirchner fue combatida con alto cargamento ideológico, al punto de haberse llegado a dar la orden de suspender desde el Banco Central al titular local de la entidad, Gabriel Martino, señalado por no tomar supuestas medidas para evitar maniobras locales de lavado de dinero a partir de la aparición de unas 5.000 cuentas de argentinos particulares y empresas, a través de la sucursal suiza del banco. La Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central (BCRA) fue la que le aplicó una multa de 85,7 millones de pesos al HSBC Bank Argentina SA y a sus autoridades, por “incumplir normas sobre prevención del lavado de dinero”, además de ordenar la suspensión de Martino. Luego, ya con la llegada de Mauricio Macri al poder, la entidad lo reincorporó como CEO, y bajo esta nueva gestión el banco se convirtió en muy cercano a las operaciones de deuda del Gobierno de Cambiemos. En agosto de 2016 los problemas judiciales del banco quedaron saldados, al declarar la Sala IV de la Cámara “dejar sin efecto la Resolución 59/15 (del BCRA) en cuanto a las sanciones de multa impuestas”, y ordenó a la Superintendencia que “en el plazo 60 días, funde las sanciones” por un importe cercano a los 84.500.000 de pesos. El HSBC participó en las colocaciones de deuda más importantes del Gobierno de Macri, especialmente la de abril de 2016, para liquidar la deuda con los fondos buitre y la del 28 de marzo de 2018, cuando el Ministerio de Finanzas de Luis Caputo aceptó un crédito directo del HSBC u$s1.000 millones a 18 meses. También había sido actor protagónico del lanzamiento del bono a 100 años de junio de 2017, una colocación emblemática del macrismo, denominado “perpetuo” y que paga una tasa de 8,25% y vencerá en 2117. Ya en campaña, el kirchnerismo duro embistió contra esta relación, amenazando con investigar supuestos movimientos de protección de parte de la Unidad de Información Financiera (UIF) durante el Gobierno anterior. La relación quedó tan marcada que finalmente Martino eligió abandonar la conducción del banco y trasladarse a la sede de Londres con lo que la cúpula local se modificó de raíz.
(Ambito) Banco Central baja la tasa a 38%: se anuncia el jueves. En tres semana estará listo informe sobre el destino de dólares en la era Macri. El Banco Central ya tomó la decisión que se comunicará el jueves, tras la reunión de Directorio: bajará dos puntos a 38 % la tasa de referencia para continuar así la curva de baja que se inició con el cambio de gobierno. Esta vez el Central decidió mantener la tendencia a la baja pero desacelerando el ritmo: la última vez el recorte había sido de 4 puntos. Para abundar en datos sobre la reducción de tasas puede tomarse en cuenta algún tramo del discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa. El presidente explicó allí que las políticas para bajar la inflación están dando “resultados incipientes”. En números de consultoras como Orlando Ferreres eso significa que la inflación en febrero rondará 1,9 %. Esta claro que estas tasas negativas siguen la estrategia de presionar a los bancos a una baja general de los tipos de interés y por otro lado son posibles por la existencia del cepo al dólar. Por eso es que la decisión, que se mantenía ayer en reserva, tambien impactará en una baja en la relación entre la tasa de Leliq y la de pases. Al mismo tiempo el Miguel Pesce esta acelerando la investigación que el domingo anunció Alberto F, en el Congreso sobre el destino de los dólares que ingresaron por el endeudamiento que se contrajo durante la era Macri. El anuncio en el Congreso tiene una lógica evidente: el Banco Central es quien tiene toda la información sobre lo que sucedió con el ingreso de los fondos y el destino que se dio. Es información esta en el balance cambiario de la entidad y ahora deben sistematizarla. El informe involucra todo. Es decir: el destino de las dividas que ingresaron endeudamiento y al mismo tiempo la formación de activos externos o salida. En el medio esta el análisis del endeudamiento que se tomó para cancelar vencimientos de deuda. Todo estará discriminado, según se promete en el Central, en el informe que se dará a conocer dentro de 3 semanas. Ese análisis del Central puede derivar en múltiples decisiones, pero por ahora nadie habla de abundar en responsabilidades penales, difíciles de encuadrar, sino de errores en las decisiones políticas. En ese sentido hay quienes opinan en el BCRA que quienes compraron dólares no cometieron delitos, pero si deben analizarles las responsabilidades por la decisiones que tomó el gobierno. “El problema fue que el macrismo dijo que sobraban dólares cuando en realidad no sobraba ni uno. Si en el 2018 hubieran hecho lo que hicieron a fin del 2019 hoy tendríamos menos deuda. Hicieron las cosas mal: no se puede obviar que en el acuerdo con el Fondo, por ejemplo, esta la firma del Presidente del Central y del ministro de Economía”. Ese resumen tendrá algún eco en el informe que Pesce le prepara a Alberto F.
(BAE) Marcó del Pont concurrió a la Aduana y reclamó combatir las diferencias de facturación. Se endurecerán los controles a las importaciones. Con el objetivo estratégico de defender la producción industrial y el empleo que genera, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, mantuvo una reunión con las autoridades de la Dirección General de Aduanas, en la que destacó que la fiscalización y el combate a las maniobras abusivas de sub y sobrefacturación del comercio exterior encabezan los ejes de gestión. La semana pasada, la titular del organismo recaudador se trasladó hasta el histórico edificio de los aduaneros donde fue recibida por la directora general de Aduanas, Silvia Traverso. Las funcionarias encabezaron una reunión con otros funcionarios para definir lineamientos. «La administradora federal nos pidió concentrar los esfuerzos en la protección de la industria nacional y el empleo», indicó uno de los asistentes. «No es usual que la máxima autoridad de la AFIP viste la Aduana, la lógica imperante es la inversa», señaló la fuente. Traverso, abogada santafesina, acompaña a Marcó del Pont desde que fue designada presidenta del Banco Nación. En el banco público, se desempeñó como directora de Nación Servicios donde, por ejemplo, estuvo a cargo de la implementación de la SUBE. El recorrido compartido continuó cuando Marcó del Pont llegó al Banco Central. Allí, ocupó el estratégico cargo de Subdirectora General de Administración. Con el cambio de gobierno, Traverso «encabeza los esfuerzos para que la Aduana deje de ser una caja negra», indicó otra fuente consultada. «Marcó del Pont y Traverso destacaron la necesidad de coordinar esfuerzos con las distintas áreas del Estado como el Ministerio de Desarrollo Productivo al momento de encarar un nuevo plan estratégico del organismo», sostuvieron. La administradora federal enfatizó durante la inusual visita a la Aduana que el organismo juega un rol central en el proyecto de desarrollo económico del gobierno de Alberto Fernández. «La propuesta de Marcó del Pont y Traverso es repensar integralmente la estrategia de control y los procedimientos del organismo para, sin desconocer las restricciones sobre los grados de libertad que existen, cohesionar el accionar de la Aduana con el resto de las áreas del gobierno nacional», sostuvieron quienes participaron del encuentro.
Planteos empresarios
Mientras avanza este proceso de reestructuración, los sectores industriales preparan diversos pedidos como aumento y actualización de valores criterio; regreso de controles al etiquetado; canal rojo obligatorio en mayor número de posiciones arancelarias; verificación de componentes y piezas; y aduanas especializadas, entre otros ejes. «Confiamos en la tarea que se va a llevar adelante, después de un período lamentable en el que el anterior gobierno liberó todos los controles», expresó a este medio el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, Emanuel Poletto, quien postuló buena parte de las medidas citadas. Desde CIMA, la cámara de manufacturas del cuero expresaron, por su parte, que «en estos momentos, nuestro tema con AFIP/ADUANA son los valores criterio. Estamos elaborando un trabajo donde analizamos las variables de los últimos años para actualizar los porcentajes». Rubén Pallone, uno de sus directivos, dijo que «una forma de evitar las maniobras de subfacturación sería actualizar los valores criterio». La mayor expectativa está concentrada en los llamados sectores «sensibles».
(BAE) Expertos en deuda ven poco probable la aparición de fondos buitre. Destacan que no es necesaria una quita tan grande como la de 2005. En 2005, el equipo económico de Néstor Kirchner, liderado por Roberto Lavagna, selló el canje de la deuda argentina con la mayor quita de capital de la historia reciente, renegociando a su vez el mayor default soberano de la historia. Según admitió el FMI en ese momento, la quita final llegó al 73%, muy cerca de la propuesta original de Lavagna del 75%. Esta vez, según los economistas, parece poco probable que el recorte sea tan grande. Miguel Kiguel, ex presidente del Banco Hipotecario y negociador de la deuda bajo el gobierno de Menem, explicó: «no estamos en la misma situación porque en 2001 la deuda llegó al 150% del PBI y hoy es del 50%. Lo que Argentina necesita es tiempo para crecer y mejorar sus cuentas». Daniel Marx, quien negoció la deuda con Alfonsín, Menem y De la Rúa, aseveró también que «no hay por qué replicar las condiciones de quita de ese momento debido a que ahora las tasas de interés son inferiores». Así y todo, Kiguel agregó que «podría haber una quita no nominal si se reperfilan los bonos». El talón de Aquiles de aquella reestructuración fueron los fondos buitre o holdouts, que eran sólo el 8% de los tenedores pero llevaron a un interminable proceso judicial en Nueva York y al default selectivo de 2014. En este caso, ese escenario parece no ser una posibilidad. Martín Kalos, consultor económico de Elypsis, sostuvo que «desde el default argentino se introdujeron innovaciones en el armado financiero, como las cláusulas de acción colectiva», que obligan a todos los bonistas a aceptar la oferta si se llega a un piso determinado. Además, Kalos aclaró que «los fondos que pueden querer ir a juicio en general entran cuando los precios de los activos se derrumbaron». Por ahora, «aunque una parte del mercado cree que la cesación de pagos será difícil de evitar», esto todavía no es seguro y «por tanto no hay precios de default», explica. Otra diferencia con el anterior canje está en la composición de los acreedores privados. Primero porque en esta nueva ocasión la tenencia es mucho más concentrada, con los bonos en manos de unos pocos fondos de inversión. Kalos aseguró que «esto cambia la táctica de negociación para bien y para mal, dado que hay menos actores con los que arreglar pero estos tienen más peso» y por ello pueden condicionar más el proceso. En segundo término los economistas señalaron que en la reestructuración de 2002-2005 la primera minoría de tenedores -cerca de un 38%- eran argentinos, mientras que esta vez «hay muy pocos» bonistas locales, afirmó Kiguel. Esto puede repercutir negativamente dado que a los acreedores externos » es más difícil convencerlos porque van a mirar mucho más los números financieros y van a estar menos preocupados por que a Argentina le vaya bien», según explicó el economista. Además, el escenario es distinto en cuanto a los tiempos. En el actual proceso, más allá de los «reperfilamientos», la cesación de pagos no fue oficialmente declarada, por lo que la reestructuración para no caer en ella se vuelve más urgente. «Hoy las consecuencias de no hacer un arreglo son más fuertes que en 2005, tanto para los acreedores como para la economía nacional. Pasar a la categoría de default tendría un costo», destacó Marx. Por eso, Kalos afirmó que «hoy hay una necesidad de financiamiento que no estaba en 2002, porque Argentina se enfrenta a una deuda que todavía está comprometida de pagar».
(Cronista) Gastón Remy dejará la petrolera de Galuccio Será a fin de mes. En noviembre, el ex Dow había dejado de ser CEO de la operación argentina para ocupar una dirección corporativa para la filial local y la mexicana. A fines de mes, Gastón Remy dejará de formar parte de Vista Oil & Gas, la petrolera que fundó el ex presidente de YPF Miguel Galuccio. A través de un comunicado, la compañiá, que tiene más de u$s 1000 millones invertidos en Vaca Muerta, explicó que la dimisión se debe a “razones estrictamente personales”. “Es una decisión de vida, muy personal, para darme el tiempo necesario de repensar cómo continúo mi carrera profesional, tras dos años muy intensos y gratificantes”, expresó Remy, en el statement. Consultados, conocedores de la decisión ratifican que obedece a una sensación de ciclo cumplido por parte del ejecutivo. Galuccio había reclutado a Remy a inicios de 2018, como CEO de Vista en la Argentina. Eran viejos conocidos. Remy, abogado, fue CEO de Dow para el Sur América latina. Negociaron los acuerdos de inversión entre el gigante petroquímico estadounidense e YPF para Vaca Muerta, un convenio inicial de u$s 150 millones, en 2013, extendido tres años después a más de u$s 2000 millones. Galuccio se fue de YPF en marzo de 2016. En octubre de 2017, recaudó u$s 600 millones en la Bolsa de México para financiar las adquisiciones de su nueva petrolera, Vista Oil & Gas. En enero de 2018, compró activos de Pampa Energía y Pluspetrol, por u$s 860 millones. Dos meses después, Remy asumió como número uno de su operación en el país. En ese momento, “este animal nuevo”, como se refería Remy a la empresa, prometía desembolsos por u$s 3000 millones. Otros tiempos. El ejecutivo asumió apenas días antes de que comenzara la crisis cambiaria, que se potenció a financiera y, al final, una económica, que terminó costándole la reelección a Mauricio Macri. Un cambio de escenario general fuerte, con afectación directa al negocio de Vista: por su crisis fiscal, la anterior administración quitó beneficios para el gas nuevo extraído en la formación y, a mediados del año pasado, fijó el precio interno para el petróleo no convencional, algo que, según fuentes de la compañía, resultó un “golpe brutal” para su ecuación final. También cambió el viento político. En mayo, Remy asumió la presidencia del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), entidad cuyo coloquio solía ser visto como foro opositor en las administraciones Kirchner. Además, para su mandato, el ejecutivo se había puesto como misión “alzar la voz” por parte de los empresarios, en marcado contraste a lo que había ocurrido mayoritariamente durante la Década Callada. Quizás, el perfil de interlocutor menos apropiado para tratar con las actuales autoridades. Por el contrario, Galuccio es un hombre de vasos comunicantes con la coalición vencedora en octubre. Cristina Fernández lo tiene como hombre de consulta en materia energética. Incluso, se especuló con su eventual vuelta a YPF, algo de lo que el entrerriano está impedido por su compromiso con los inversores de Vista (desde el año pasado, la empresa también cotiza en Nueva York). En noviembre, Galuccio eliminó la función de CEO para la Argentina y, como presidente y director general de la empresa, también sumó la responsabilidad de la operación local. En tanto, Remy pasó a ser director corporativo de Vista para la Argentina y México, con responsabilidad sobre las áreas de IT, Recursos Humanos, Seguridad Corporativa, Relaciones Laborales, Comercial, Legales, Relaciones Institucionales y Sustentabilidad. Esas funciones, ahora, serán redistribuidas entre el management actual de la empresa, aclaran en la compañía. Por lo pronto, Vista anunció a Bolsa que Pablo Vera Pinto, que trabaja con Galuccio desde YPF, lo reemplazará como presidente del board local y otro ex asistente de ‘El Mago’ en la petrolera de mayoría estatal, Juan Garoby, asumirá como director titular. Fuentes de la empresa minimizan estos factores en la decisión de Remy, a la que relacionan más con el desgaste personal que produjeron dos años de alta intensidad, desde que la empresa era apenas un start-up de ocho personas en una oficina de 30 metros cuadrados. De hecho, en lo inmediato, estaría evaluando tomarse meses sabáticos para descansar, sugieren allegados. El año pasado, la facturación de Vista Oil & Gas subió 25,5%, a u$s 415,98 millones. Pero su utilidad bruta retrocedió, prácticamente, en la misma proporción, a u$s 87,85 millones. Finalizó el ejercicio con una pérdida integral de u$s 33,9 millones. El rojo había sido de u$s 32,52 millones en 2018. En 2019, la producción subió 19%, a un volumen de 29.112 barriles de petróleo equivalentes por día (boe/d). Sus reservas probadas se incrementaron 77%, a 101,8 millones de boe, con un índice de reemplazo de reservas probadas del 516 por ciento. El deterioro del rendimiento operativo, explicó la empresa, se debió a menores precios, parcialmente compensados con mayor producción y menores costos. El precio promedio realizado del petróleo cayó 21% interanual, a u$s 53 por barril. El de gas natural lo hizo en 27%, a u$s 3,3 por millón de BTU. La última noticia de la empresa había sido la semana pasada, cuando informó al público inversor que le pagará u$s 37,5 millones a los fondos Southern Cross y Riverstone, por la salida de estas firmas de Aleph Midstream, empresa de transporte de gas conjunta que habían creado a mediados del año pasado. Estos fondos invertirían hasta u$s 160 millones en ese proyecto. Pero, al 31 de diciembre, no se habían cumplido las “condiciones de negocio” esperadas. Aleph obtuvo sólo una licencia de transporte y sus inversores no habían desembolsado u$s 75 millones, razón por la cual se ejerció la cláusula de salida de la operación.
(BAE) El BCRA ya emitió más pesos que los necesarios para pagar el bono Dual reperfilado. Por la caída del financiamiento en moneda local. Los $107.000 millones que emitió el BCRA durante febrero, sólo para asistir al Tesoro, equivalen a los $105.000 millones que se ahorró de imprimir el Gobierno al reperfilar el AF20. De esa manera, además de pagar los costos en materia de pérdida de confianza de los mercados, lo que implicó menos financiamiento vía bonos, al Ejecutivo ya se le licuó el beneficio de aquella decisión. La licitación de este lunes fue relativamente exitosa: logró recaudar $35.000 millones, lo que supera por bastante a las de las semanas anteriores, justamente tras el mencionado reperfilamiento del AF20. Pero quedó bastante por debajo de los $96.472 millones que vencen esta semana. Eso sí: todavía queda una licitación más para que la Secretaría de Finanzas intente acercarse a ese número. Con todo, el apetito del mercado por los bonos en pesos sigue resentido por el reperfilamiento. Y el ahorro en materia de emisión fue absorbido durante febrero. Al no poder financiarse en el mercado, el BCRA realizó un adelanto transitorio por $20.000 millones el 7 de febrero, otro el día 13 por $27.000 millones y otro el 20 por $60.000 millones. El Gobierno justificó el reperfilamiento, en parte, por la posibilidad de que esa emisión de pesos se fuera a dólares, agrandando la brecha entre los paralelos y el oficial, con su potencial consecuencia inflacionaria. El analista financiero Christian Buteler dijo a BAE Negocios: «El gran lío se generó con el reperfilamiento del AF20, que era deuda en pesos. Nadie pensó que Lacunza iba a reperfilar deuda en pesos y mucho menos que lo iba a hacer Guzmán, después de ese antecedente. Había logrado armar parcialmente una curva en pesos y se rompió con esa decisión. Ahora le cuesta poder cerrar las licitaciones. Si hubiesen pagado, incluso emitiendo, hubiesen recuperado esa plata con nuevas emisiones porque, con cepo e impuesto PAIS, no hay muchas más opciones de inversión que las Letras». Coincidió el director de PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, quien fue muy crítico por el reperfilamiento y para quien los vencimientos de esta semana son una oportunidad de reconquistar la confianza: «El reperfilamiento tuvo efecto inmediato. La paridad de los bonos en moneda local se redujo por la incertidumbre que se generó. El Gobierno transmitió su intención de seguir con el camino de recomposición de la curva en moneda local y de que el AF20 sea un caso aislado. En febrero el Tesoro realizó tres licitaciones y $12.358 millones. Tuvo que recurrir al financiamiento del BCRA, algo que no había sido necesario en enero. Los $105.000 M que se ahorró, tuvieron que ser emitidos para asistirlo». La política monetaria (sumando el canal bancario) pisó el acelerador desde noviembre, cuando en el BCRA todavía presidía Guido Sandleris, con una impresión de pesos por $284.378 millones. En diciembre, entre Sandleris y el nuevo presidente, Miguel Ángel Pesce, siguió emitiendo fuerte por $223.760 millones. En enero piso el freno y absorbió $186.510 millones. Febrero volvió a acelerar con una emisión de $98.171 millones, al día 26 del mes. Eso sí: no se tradujo en un salto de la brecha cambiaria ni en un pico inflacionario.