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(Ámbito) Oficial: el Gobierno posterga el pago de u$s10.000 millones de deuda hasta 2021. Libera pagos de dólares locales, que no son susceptibles de juicios, a la espera de renegociar los vencimientos internacionales. En total se postergan pagos por u$s9.800 millones. El Gobierno, mediante un decreto, dispuso diferir los pagos de los servicios de intereses y amortizaciones de capital de la deuda pública nacional instrumentada mediante títulos en dólares emitidos bajo ley de la República Argentina hasta el 31 de diciembre de 2020. La decisión adoptada por Alberto Fernández es arriesgada, aunque entendible en el cambio de reglas de juego que supone la pandemia del coronavirus. La fecha podría ser anterior si así lo determina el Ministerio de Economía «considerando el grado de avance y ejecución del proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública». Esta decisión del gobierno nacional ya es considerada como un default selectivo. De esta forma el Gobierno logra liberar los pagos de dólares locales, que no son susceptibles de juicios, a la espera de renegociar los vencimientos internacionales. En total se postergarán pagos por unos u$s9.800 millones, y quedarían sólo por liquidar unos u$s3.500 de títulos en moneda extranjera emitidos bajo legislación internacional. Los mercados darán este lunes su opinión y veredicto, pero se anticipa que no será un día fácil para el mercado local. Se sabrá también con los días si la estrategia oficial incluye el diálogo con los acreedores externos y la posibilidad de dar ventajas a las operaciones en bonos en pesos. Lo dispuesto por el Gobierno nacional fue publicado en el Boletín Oficial, a través del decreto 346/2020 con fecha del domingo 5 de abril. En el texto del decreto se destaca que «la crisis sanitaria mundial generada por la pandemia del coronavirus Covid-19 ha alterado los plazos previstos oportunamente en el ‘Cronograma de acciones para la gestión del Proceso de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa'». «Que a este contexto de deterioro de la situación económica y social, producto de la emergencia sanitaria, se le adiciona la inminencia de próximos vencimientos de los servicios de la deuda pública del Gobierno Nacional emitida bajo ley de la República Argentina y denominada en dólares estadounidenses», explica el texto oficial. Y agrega que «a presente medida se ajusta a la razonabilidad que exige el ejercicio responsable de la función de gobierno». Por esos motivos, mediante un decreto que lleva la firma de todo el gabinete, el Gobierno determinó la postergación de los pagos de los servicios e intereses de la deuda.
Al quedar postergados todos los pagos de la deuda en dólares emitidos bajo la legislación nacional, el primero en no efectuarse será el vencimiento del Bonar 24 que debía liquidarse el 7 de mayo próximo, y que, para el mercado, significaba el faro donde el gobierno mostraría si quería o no entrar en default. En el decreto, el Gobierno asegura que “resolver la situación de actual inconsistencia macroeconómica requiere de políticas de deuda como parte de un programa integral a los efectos de restaurar la sostenibilidad de la deuda pública y recuperar un sendero de crecimiento sostenible”. Del decreto se decidió exceptuar del diferimiento a los siguientes instrumentos de deuda pública emitidos bajo ley de la República Argentina denominados en dólares estadounidenses:
Letras intransferibles denominadas en dólares estadounidenses en poder del Banco Central de la República Argentina, incluidas aquellas emitidas en el marco del artículo 61 de la Ley N° 27.541, y Letras suscriptas en forma directa por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional Argentina de la Administración Nacional de la Seguridad Social.
Letras emitidas en virtud del Decreto N° 668/19.
Letras del Tesoro emitidas mediante la Resolución Conjunta N° 57/19 de la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Hacienda.
Letras del Tesoro en Dólares Estadounidenses emitidas mediante la Resolución Conjunta N° 17/18 de la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Hacienda.
«Bonos Programas Gas Natural» emitidos mediante la Resolución Conjunta N° 21/19 de la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Hacienda.
Letras del Tesoro en Garantía emitidas mediante la Resolución N° 147-E/17 del ex Ministerio de Finanzas y la Resolución Conjunta N° 32/18 de la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Hacienda.
Además, en el decreto se autoriza al Ministerio de Economía «a efectuar las operaciones de administración de pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los títulos cuyos pagos se difieren en virtud de lo establecido en el presente, con el fin de recuperar y asegurar la sostenibilidad de la deuda pública, la que deberá ser compatible con la recuperación de la economía productiva y con la mejora de los indicadores sociales básicos, de acuerdo con lo previsto en el inciso a) del artículo 2° de la Ley Nº 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública».
(Ámbito) Acreedores creen que Alberto Fernández quiere un arreglo pronto. Una información que trascendió entre los acreedores, da cuenta de que el presidente Alberto Fernández habría dado «instrucciones firmes» al ministro de Economía, Martín Guzmán, en cuanto a que su decisión no es ir a la cesación de pagos y que arbitre los mecanismos necesarios para llegar a un acuerdo en las próximas semanas. “La posibilidad del default de la deuda argentina está un poco más lejos”, señaló a Ámbito un directivo de uno de los fondos que concentra una buena cantidad de bonos emitidos por el país. Según la información que se maneja en estos círculos, la mejora en la expectativa deriva de una información que trascendió entre los acreedores y que da cuenta de que el presidente Alberto Fernández habría dado “instrucciones firmes” al ministro de Economía, Martín Guzmán, en cuanto a que su decisión no es ir a la cesación de pagos y que arbitre los mecanismos necesarios para llegar a un acuerdo en las próximas semanas. Es más, se comentan en los pasillos oficiales, que esta situación habría afectado el buen vínculo que tenían el presidente y el ministro. Las conversaciones entre los acreedores y el Palacio de Hacienda vienen siendo “tensas”, según coinciden fuentes de ambas partes. El ministro Guzmán se mantiene firme en que” “sólo es posible garantizar la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad bajo los supuestos del marco macroeconómico elaborado por el Ministerio de Economía. Para los representantes de los acreedores estos supuestos implican períodos de gracia en los pagos y descuentos que no son aceptables para los fondos. Uno de las versiones que más preocupa a los acreedores se refiere a que el ministro Guzmán estaría siendo influenciado por la posición negociadora “dura” que lidera la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Es que, Guzmán ha comenzado a mantener un diálogo fluido con la ex presidente. Por esta razón tomaron como una buena noticia la directiva que habría dado el presidente Alberto Fernández en cuanto a la necesidad de llegar a un acuerdo. Precisamente este fin de semana el primer mandatario se refirió al problema de la deuda. ”Lo que vamos a hacer es una propuesta sensata, que quiere decir, una propuesta que nosotros podamos cumplir y que para cumplirla no tengamos que postergar a los argentinos”, sostuvo Fernández y destacó: “Para mí la palabra es muy importante. Es a lo que me comprometí con los argentinos en el primer día y lo voy a hacer”, sostuvo en un reportaje radial. “A mí no me interesa caer en default, quisiera no entrar en default, e hicimos todos los pasos para no entrar en default, pero es necesario que todos entiendan la situación en que vivimos”, dijo Fernández.
Posiciones encontradas
Sin embargo, los trascendidos dan cuenta de que llegar a un acuerdo implica acercar posiciones entre el Ministerio de Economía y los acreedores que todavía están distantes. Un especialista con buen conocimiento de las negociaciones, señaló a Ámbito: “no creo que la Argentina vaya al default, se puede llegar a un acuerdo que no contemple quita de capital y que resulte en un valor presente neto para los títulos más cerca de 60 que de 40%, con un exit yield (la tasa a la cual se descuentan los flujos de los nuevos bonos) de 10%”. Sin embargo, en fuentes del Palacio de Hacienda insisten en la necesidad de una baja significativa en el costo del financiamiento externo. De acuerdo con el documento oficial “Lineamientos para la Sustentabilidad de la Deuda, la sostenibilidad está relacionada con los costos de refinanciación a mediano y largo plazo, en particular en los mercados de crédito internacionales. Y señala “Como tal, la exit yield de referencia implícita en cualquier potencial operación de deuda deberá ser coherente con el costo de refinanciación implícito en el marco de sostenibilidad de deuda; cualquier exit yield de referencia excesivamente alta sugiere la necesidad de una combinación más fuerte de cupones más bajos, períodos de gracia más largos, mayores extensiones de vencimiento o reducciones en los valores nominales más importantes”. Los desacuerdos no se limitan al costo de la deuda, sino que también abarca el problema de los plazos y, sobre todo, los períodos de gracia. La opinión del Ministerio de Economía es que dadas las restricciones de la balanza de pagos y la incapacidad de Argentina de regresar a los mercados de crédito internacionales en un futuro cercano, “se requiere un período de gracia sustancial para la deuda en moneda extranjera”. El gobierno argentino considera que “este período de gracia es esencial para los años venideros de forma tal de abrir el espacio necesario que permita la recuperación de la actividad real de Argentina después de la serie de shocks que ha venido atravesando la economía”. Coherente con este planteo, las proyecciones macroeconómicas que presentó el Palacio de Hacienda – antes de contemplar el impacto de la recesión desatada por el coronavirus – contemplan que recién en el año 2023 la Argentina tendía superávit primario, de 0,5% del producto bruto interno, es decir capacidad para hacer frente a compromisos externos. La proyección oficial estima que a partir de ese año el país tenga superávit creciente alcanzando 1,2% del PBI en 2027, nivel que se mantendría en los siguientes años. No obstante, en medios cercanos a los acreedores se afirma que “los fondos se oponen fuertemente a la propuesta de no cobrar nada durante tres años”. Se trataría, explican, una situación muy parecida a un eventual default ya que, argumentan, nada asegura que la Argentina dentro de tres o cuatro años no se vea necesitada de una nueva reestructuración. El riesgo es, concluyen, que ante la falta de pago, al menos una parte de los acreedores decida ir a juicio.
(Ámbito) Refuerza Nación auxilio a gobernadores con más de $20.000 millones extra. Alberto Fernández le da forma a una nueva asistencia de fondos adicionales a las provincias, que terminará de ser definida esta semana. El auxilio incluirá otra remesa en Aportes del Tesoro Nacional (ATN), más allá de los $6.000 millones ya anunciados. La administración de Alberto Fernández planea habilitar esta semana una nueva y millonaria asistencia de fondos nacionales a los gobernadores, golpeados por la brutal caída de ingresos que les generará la cuarentena obligatoria producto de la pandemia. El auxilio en este caso sería superior a los $ 20 mil millones. El nuevo derrame de recursos se enmarca en las crecientes dificultades que afrontan los mandatarios -en medio de los reforzados gastos sanitarios y sociales por el Covid-19- para hacer frente a los compromisos mínimos, incluído el pago de sueldos. Una situación límite que agita la amenaza del retorno de las prohibidas cuasimonedas. La ayuda se activará luego de una “Decisión Administrativa” oficializada el sábado en el Boletín Oficial, que da luz verde a una modificación del “Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2020”. La resolución -rubricada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía nacional, Martín Guzmán- es amplia e involucra recursos por cerca de $ 65 mil millones. Sin embargo, desde despachos nacionales aseguraron este domingo a Ambito que se habilitaría esta semana un nuevo refuerzo en la asistencia de fondos a los gobernadores, en este caso por “más de 20 mil millones de pesos”. Se trata de una nueva asistencia, más allá de los fondos ya anunciados para las provincias, incluídos los $ 6 mil millones en dos tramos iguales -el segundo será transferido esta semana- en Aportes del Tesoro Nacional (ATN), pensados para situaciones de emergencia. “Esto abre la puerta a más”, dijeron desde filas nacionales a este diario para anticipar una nueva remesa en ATN, aunque sin precisar monto, entre otros ejes. La seguía de fondos en las provincias es grande, y los gobernadores miran con ansiedad la totalidad de más de $ 70 mil millones en ATN acumulados. En los considerandos de la resolución publicada en el Boletín Oficial el sábado se remarca que, “atento la situación de emergencia sanitaria de nuestro país, es necesario adecuar el presupuesto del Ministerio del Interior con el objeto de incrementar las transferencias a Provincias correspondientes al Fondo de Aportes del Tesoro Nacional, financiado con recursos remanentes de ejercicios anteriores”.También se argumenta que “resulta oportuno incrementar el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Productivo con destino al Fondo de Garantías Argentino (FoGAr)”, y que “en el marco de la emergencia sanitaria, es menester adecuar el presupuesto vigente del Ministerio de Obras Públicas con el objeto de afrontar la construcción de hospitales modulares”. Además se define, entre otros puntos, que “es menester incorporar en el presupuesto vigente los recursos provenientes de la recaudación del Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), en función de lo establecido en el artículo 42 de la Ley N° 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública”. En las últimas horas distintos gobernadores salieron a insistir en voz alta sobre la necesidad de una urgente asistencia financiera nacional a las provincias, ya planteada por los mandatarios de todo signo político al propio Fernández, y por sus ministros de Economía a la cartera de Interior que conduce Eduardo “Wado” de Pedro. Uno de ellos fue el peronista entrerriano Gustavo Bordet, quien -en declaraciones a Oíd Mortales Radio- se pronunció a favor de que el Estado nacional amplíe la base monetaria y “de esa manera coparticipar a las provincias, o poner por lo menos un piso de garantía en los montos coparticipables que cada provincia reciba, que aseguraría cumplir con las obligaciones básicas de funcionamiento del Estado”. En sintonía, el chaqueño Jorge Capitanich presentó a Fernández -en el marco del último encuentro virtual del Presidente con los mandatarios- un amplio plan de acción para pararse ante el Covid 19 que incluye en uno de sus puntos “establecer un financiamiento con piso de garantía de coparticipación federal durante el período abril – mayo, es la base para cubrir las erogaciones de corto plazo”. Con ese telón de fondo, Bordet trazó un duro diagnóstico de la situación que atraviesa Entre Ríos -representativo, en rigor, del presente de muchas otras provincias- producto del impacto del aislamiento obligatorio. Respecto de las finanzas locales, advirtió que “están muy mal, como también lo está la economía en general en el país”. “El 70% de los comercios hoy están cerrados y hay una situación económica realmente muy preocupante, más allá de la salud”, dijo. Y remarcó que “ésto también repercute en las finanzas provinciales, porque nadie paga impuestos y, al no pagar impuestos, cuesta hacer frente a los salarios”. Bordet enfatizó que “hoy todos los recursos provinciales” son destinados a blindar la asistencia sanitaria y alimentaria. “Seguiremos cumpliendo en la medida que podamos con el pago de salarios y el lunes continuaremos con el cronograma de pagos”, afirmó.
(Ambito) Virus BCRA: ya llegó la primera ola monetaria (ahora esperan la segunda). Por suerte aún la del Covid-19 no arribó pero sí la del Central, y con fuerza (ya esperan la otra). Todavía no se siente de lleno en la calle por el efecto cuarentena y otros factores. La base monetaria está creciendo a una velocidad del 72% interanual. Mientras los sanitaristas, la mesa chica de expertos epidemiólogos y el sistema sanitario en su conjunto se preparan para recibir la primera ola del brote del coronavirus (Covid-19), en materia monetaria la primera ola ya pasó y ahora se espera la segunda. Falta aún contabilizar el último día hábil de marzo, pero mucho no cambiará, y ya la Base monetaria registra una expansión de $575.949 millones lo que representa una velocidad de crecimiento mensual del 34% punta a punta y del 72% interanual. De modo que en lo que va del 2020 la Base ha crecido $396.702 millones (el 82% de todo el 2019) alcanzando un nivel de $2.292.083 millones (o sea, casi $2,3 billones). En marzo, con el efecto Covid-19 y el inicio de la cuarentena, el crecimiento de las Base se explica principalmente por el desarme de Leliq $304.421 millones (52,8% del total); la creciente asistencia al Tesoro $205.000 millones (35,6% del total); el pago de intereses $52.972 millones (9,2% del total) y $22.687 millones vía Pases. También hubo una leve expansión por compra de dólares al sector privado por $8.606 millones neutralizada por completo por contracción vía el sector público de $17.029 millones. Vale señalar que en marzo por primera vez en el año, algo que se da generalmente más entrado el segundo trimestre, el BCRA ya comenzó a transferirle utilidades al Tesoro fueron $60.000 millones el 26 y otros $20.000 millones el 27. La semana pasada desde este diario advertimos que frente al tsunami de pesos que el Tesoro iba a necesitar por causa de la crisis y de no haber hecho los deberes oportunamente los últimos gobiernos iba a recurrir a este as bajo la manga, que según cálculos privados rondaría los $1,5 billones. Lo que habla a las claras del margen operativo que tiene el BCRA para asistir al Tesoro este año. Ahora bien, semejante emisión de pesos en marzo, todavía no pega de lleno en la calle ni en los bolsillos de la gente. Es que la tenencia de billetes y monedas del público apenas creció 4% en marzo frente a un aumento del efectivo de los bancos del 29% y del 86% de los encajes. Los bancos están muy líquidos en niveles del 64%, según el índice del BCRA (era 54% a fin del 2019). Resta ahora que estos fondos se derramen sobre el mercado financiero en las empresas y familias. Por suerte la demanda de dinero está acompañada, es que la cuarentena despertó la sed de pesos de la gente, sin presionar sobre otros mercados. Sin embargo, ya los analistas alertan porque la segunda ola monetaria, para cubrir el mayor déficit, está a la vuelta de la esquina. Claro que después se verá como absorber, ese es otro tema.
(Ámbito) Guzmán: «La decisión de prorrogar pagos estaba contemplada en el proceso de restauración de la deuda» El Gobierno postergó hasta 2021 los pagos de la deuda pública en dólares correspondientes a este año, como consecuencia de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus. El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró anoche que la decisión de prorrogar hasta el año próximo el pago de la deuda pública «estaba contemplada» en el proceso de reestructuración decidido por el gobierno nacional. «Está decisión constituye un paso que estaba contemplado en el proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública», precisó Guzmán a Télam. El titular del Palacio de Hacienda subrayó que desde el Gobierno se apunta «a un tratamiento equitativo para la deuda pública en dólares bajo la ley argentina y las leyes extranjeras». El gobierno nacional postergó hasta 2021 los pagos de la deuda pública en dólares correspondientes a este año, como consecuencia de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, a través del decreto de necesidad y urgencia 346 publicado en el Boletín Oficial. El decreto indica que al «deterioro de la situación económica y social producto de la emergencia sanitaria se le adiciona la inminencia de próximos vencimientos de los servicios de la deuda pública del Gobierno Nacional emitida bajo ley de la República Argentina y denominada en dólares estadounidenses». El vencimiento más urgente es el del Bonar 24 (AY24) que debe pagar amortización de capital e intereses el 7 de mayo unos u$s 1500 millones, y luego, hacia octubre, unos u$s 2500 millones del Bonar 2020. El resto de vencimientos relevantes son de intereses de los Bonar 23, 25 y 37, y los Descuento ley argentina y Par.
(Cronista) Para la consultora Analytica “es necesario recurrir a la emisión” Según sus directores, es para hacer frente al ahogo financiero y de iliquidez en este contexto. a consultora económica Analytica publicó su informe semanal, en el que analiza de la emisión monetaria en el contexto de la actual situación económica. Es decir, en medio del aislamiento social por el coronavirus, que generó una contracción aún mayor de la actividad. En el informe, se detalla que el coronavirus impacta “sobre una estructura económica y social ya debilitada por el freno de la actividad productiva desde agosto pasado y la crisis financiera que derivó en el reperfilamiento de la deuda del sector público nacional”. La situación de las empresas que se arrastra desde el año pasado genera además que “este nuevo evento sea definitorio para la suerte de sus negocios”. Por eso, siguiendo el razonamiento, desde Analytica consideran que “para hacer frente al ahogo financiero y de liquidez es necesario recurrir a la emisión monetaria”. Igualmente, agregan que no debe ser “de manera permanente, ya que llevaría a nuevos desequilibrios macroeconómicos. De lo que se trata es de hacer coincidir un salto espectacular en la demanda de pesos por los motivos anteriores con una mayor emisión de carácter transitoria”. Por otro lado, estiman la caída proyectada de la actividad en un 4%, lo que llevaría a que el PBI se derrumbe hasta un 6% durante 2020. Esta previsión está hecha con la extensión del aislamiento hasta el 13 de abril. En esta línea, agregan que “en teoría” una emisión monetaria como la estimada para contener la crisis de liquidez generada por el coronavirus tendría efectos claros sobre los precios y la tasa de interés. Sin embargo, los directores Ricardo Delgado y Rodrigo Álvarez realizan la salvedad de que en este contexto “la caída en la demanda de bienes y servicios propia del aislamiento y de la incipiente reducción de salarios en algunos sectores como automotrices y petroleros que pueden reproducirse en otras actividades para preservar fuentes de trabajo no permiten ser tan concluyentes respecto de una aceleración de los precios por encima de las proyecciones previas”.
(Cornista) Pesce: “El financiamiento en este contexto es solamente la emisión monetaria” En una entrevista con Perfil, el titular del BCRA destacó que la estrategia del gobierno es “inyectar dinero y crédito para sostener la demanda, que no caiga más y que la recesión se morigere con estas medidas”. El titular del Banco Central, Miguel Pesce, destacó que la estrategia del Gobierno para intentar morigerar los efectos de la pandemia en una economía como la argentina que ya estaba en recesión antes del golpe del coronavirus es “inyectar dinero y crédito para sostener la demanda”. Y reconoció que, en el contexto actual, la única forma de financiar ese aumento del gasto público es con emisión monetaria. “Sobre la situación recesiva que ya tenía la Argentina y a la cual le estábamos buscando salida, se agregó este nuevo componente”, apuntó Pesce en una entrevista con el diario Perfil. En ese marco, agregó el titular del Banco Central, “lo que está haciendo el Gobierno es inyectar dinero y crédito para sostener la demanda, que no caiga más y que la situación de recesión en la que nos encontrábamos se morigere con estas medidas”. “Estamos en un contexto de emergencia. Hay que invertir en salud, en muchas cosas y hay que compensar a la gente que no está pudiendo trabajar, especialmente los sectores más desprotegidos de la sociedad”, añadió. Emisión convalidada De inmediato, el titular del BCRA se mostró esperanzado en que “la emisión sea convalidada con sostenimiento del producto y el crédito que genera, que al final del camino termina en manos de las empresas que venden comida o lo que fuere a las personas que están en cuarentena”. Y que “luego pueda ser digerido por el mercado de capitales en mayor inversión y mayor desarrollo” en un “círculo virtuoso”. “Antes de la crisis del coronavirus veníamos con un plan heterodoxo. El Banco Central financiaba el déficit primario tratando de sostener fundamentalmente la inversión pública. Habitualmente en los primeros trimestres del año, especialmente cuando hay un cambio de gobierno, la inversión pública no tiene el impulso que después consigue en los trimestres subsiguientes. Esto lo vamos a seguir haciendo, sin dudas”, sentenció. E instistió: “Para crecer necesitamos que el riesgo de la pandemia se diluya y vuelva todo el mundo a trabajar. No hay manera de que nosotros podamos compensarlo. Ahora, una vez generado el crédito que se está generando ahora con la expansión monetaria y cuando la máquina productiva vuelve a funcionar, el crédito disponible puede ser un motor para la inversión y el crecimiento”. Golpes también en el flanco externo Por otra parte, el presidente del Central destacó que si bien la pandemia de coronavirus no generó “una caída vertical” en el precio de los granos, el principal complejo exportador argentino, sí lo hizo con el precio del petróleo, lo que, apuntó, va a afectar a Barsil, el principal socio comercial al que la Argentina exporta “fundamentalmente industria”. También apuntó que uno de los “componentes que había que resolver” en busca de resolver “un cuadro recesivo que ya llevaba tres años” era el de “la sustentabilidad de la deuda Argentina”. “Y esto (el coronavirus) lo ha agravado”, indicó.
(Clarin) Coronavirus en Argentina: el Gobierno diagrama la cuarentena “light” pero teme por un aumento de los casos. En la Casa Rosada definen los protocolos para la segunda fase del aislamiento después de Semana Santa. Construcción y comercio tendrán mayor flexibilidad, aunque se seguirá de cerca la evolución de contagios. – Vamos despacio. Todo debe ser muy pausado. Alberto Fernández puso a su staff a diseñar protocolos para flexibilizar, a partir del lunes 13 de abril, la cuarentena total. Pero, en paralelo, el Presidente bajó la orden de ser cautos y decidir con criterio. La frase del inicio la crónica, Fernández la pronunció este domingo en Olivos y muestra el mapa entero. Fernández anima la hipótesis de una cuarentena light pero lo supedita a un factor: la evolución, en contagios y muertes, del coronavirus. Hay una micro historia detrás de eso que remite a un relato infantil con moraleja. Los dos últimos fines de semana de marzo -la de los sábado 21 y 28- el Presidente asumió que era inminente el estallido de contagios. Pero no ocurrió: desde la suspensión de clases, aunque la curva de confirmados aumentó de manera continua y pronunciada, siempre lo hizo con una pendiente controlada. ¿Qué significa, en la lógica de Fernández, que estalle la pandemia a nivel local? El Presidente toma como parámetro un planteo que le hizo Ginés González García cuando empezó a asomar la crisis: el virus se habrá desmadrado cuando el número de contagios o de muertes aumente, de un día para el otro, en más del 50%. Hasta el sábado se registraron 1.451. El teorema del ministro de Salud supone que el brote se saldría de control si de un día para el otro se confirmasen más de 750 casos. El máximo, hasta ahora, fueron 146 confirmados. Ocurrió el 30 de marzo. La semana que pasó, antes del almuerzo de cumpleaños que tuvo el jueves -amigos, ministros, familiares y su secretaria María-, Fernández habló con un especialista que le inoculó la idea de que el temido aumento de casos podría ocurrir esta semana. ¿Porqué esta vez sí puede ocurrir y no ocurrió antes? Por el repetido asunto de la circulación comunitaria: aunque la cuarentena lleva hasta el domingo 17 días -llegará a 24 el 12 de abril-, el virus igual se ramificó aunque no se puede saber cuánto. «No estalló antes porque la cuarentena funcionó», dice un funcionario clave que prefiere, siempre, los escenarios pesimistas. Observa que, finalmente, la crisis podría darse esta semana aunque «menos grave que si no se hubiese dispuesto la cuarentena». Las largas colas en los bancos días atrás fue un mal indicio y generó el enojo de Fernández con Miguel Pesce, el titular del BCRA y con Alejandro Vanoli, al frente del ANSeS. «Estuvo tres horas diseñando el operativo y pasó lo que pasó», apuntan desde el entorno presidencial. En Olivos perdura el malestar, pero descartan que pueda haber cambio de funcionarios. «Ya puso en caja a los que tenía que poner», dicen desde la quinta presidencial. La vice de Salud, Carla Vizzotti, dice que la aglomeración del viernes no rompió la cuarentena, aunque hay dudas. Y si lo hubiese hecho, el rebote estadístico se observará dentro de una semana o más. En criollo: si hay un pico de casos en estos días, no es por la cola en los bancos. El Presidente, dicen a su lado, enfrenta una encerrona: está convencido de que debe disponer un ablande la cuarentena, pero teme que eso coincida con un aumento de casos. Hace días, la mesa de coordinación que comparten Fernández con su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, González García y ministros como Eduardo «Wado» De Pedro, Gabriel Katopodis y Matías Kulfas, trabajan en los protocolos para la cuarentena light.