Lo que tenes que saber y más (02/09/2020)

 

DAILY

RIESGO PAÍS (02/09/2020)2154
 


Información Relevante
 RED SURCOS S.A..
INFORMACIÓN SOCIETARIA – OFERTA APORTE IRREVOCABLE (CONTRATO SOPORTE )
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/4C640FD5-BCD1-4828-98A1-68709598FF67#

CELULOSA ARGENTINA.
INFORMACIÓN SOCIETARIA – CONVOCATORIA A ASAMBLEA ORDINARIA DE ACCIONISTAS
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/77CFF265-B7A7-4E70-A4F8-E0D6801A8264#

TRANSPORTADORA DE GAS DEL SUR S.A..
INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – ADQUISICIÓN DE ACCIONES PROPIAS
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/58116F08-FDAB-40FF-A219-FC3AC01BDE26#

TGLT S.A..
INFORMACION JUDICIAL – INFORMACIÓN RELEVANTE
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/DBE87B2D-6D71-47F8-A171-1B96E209A8F4#

CONSULTATIO S.A.
Síntesis de Estados Contables Trimestrales 30.06.2020
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=366108

GRUPO CLARIN S.A.
Adjunta invitación a la teleconferencia y presentación vía webcast de los resultados del segundo trimestre de 2020
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=366106


Lista de empresas mas favorecidas por la reestructuración de la deuda soberana  

SECTOR BANCARIO:  ¿qué banco resistirá mejor la pandemia?
ASPECTOS TÉCNICOS DE LA ENMIENDA DEL CANJE:  UNA APUESTA DEL GOBIERNO A LA REESTRUCTURACIÓN PARCIAL  


LOCAL
(Infobae) Hoy debutan los nuevos bonos post-canje: se estima un rendimiento de arranque del 11%
Se habilitó un “mercado gris” en la plaza local para empezar a operar los títulos hasta que sean entregados efectivamente, recién el 7 de septiembre. Será la primera prueba del impacto que tuvo entre los inversores la elevada adhesión del canje. Hoy se producirá el gran debut de los nuevos bonos que surgieron del canje de deuda finalizado la semana pasada. Aunque los títulos “reales” serán entregados a quienes entraron a la operación el próximo lunes, en el mercado local ya se habilitó el “mercado gris”. Se trata de una práctica habitual en este tipo de transacciones para no tener que esperar al día de liquidación dispuesto por el emisor, en este caso la Argentina. La lupa de los inversores y operadores estará puesta, por supuesto, en el rendimiento que tendrán los flamantes papeles. La expectativa no es del todo optimista al menos para el arranque de la jornada. Se estima que los bonos saldrán a un rendimiento cercano al 11% anual en dólares, es decir más alto que la expectativa que originalmente manejaba el ministro de Economía, Martín Guzmán. El concepto de “exit yield”, algo así como “rendimiento de salida” fue uno de los temas que más se discutió mientras se llevó adelante el proceso de canje. Por eso ahora hay tanta expectativa por ver cuál será la tasa de interés que surgirá de los nuevos títulos. Si el rendimiento es más bajo, más oportunidad habrá para otros emisores argentinos (por ejemplo empresas) para financiarse en los mercados internacionales. En el corto plazo va a ser difícil que el rendimiento de la nueva deuda argentina baje del 11%. Pero a mediano plazo si se hacen las cosas bien y con señales correctas, no sería una locura pensar que los bonos pasen a rendir 8% anual en dólares (Leo Chialva)
La negociación entre el Gobierno y acreedores se efectuó bajo el supuesto de que los títulos rendirían a niveles cercanos al 10% anual en dólares. En ese contexto, el valor del canje se ubicó en casi U$S 55 por cada 100 dólares entregados de los viejos títulos. Por eso, la expectativa está puesta en determinar si ese rendimiento se podrá alcanzar o no en un plazo relativamente corto. La elevada tasa de adhesión en el canje, que llegó al 93,5% pero arrastró al 99% de los acreedores, debería ayudar para que la nueva deuda argentina tenga un mejor comportamiento. Prácticamente quedó eliminado el peligro de “holdouts” que terminen litigando en tribunales internacionales, lo que implica que se eliminó el riesgo de que fondos buitre traben los futuros pagos de capital o intereses de la nueva deuda que realice la Argentina. En estos primeros días sólo podrán cotizar los nuevos bonos (como el 2030, 2036 y 2041) y siempre aquellos emitidos bajo jurisdicción local. La entrega de los nuevos papeles será el próximo lunes. De esta manera, la liquidación no será como es habitual, es decir en contado inmediato o plazo de 24 o 48 horas. Una referencia son los bonos ecuatorianos, considerando que ese país también refinanció su deuda recientemente, en paralelo con la negociación que llevó adelante el Gobierno argentino. Esos títulos ahora están rindiendo en niveles de un dígito, cerca de 9,5% anual en dólares. Las primeras negociaciones de los nuevos bonos argentinos se harán a un rendimiento muy superior al 10% anual estimado por el Gobierno y acreedores durante las negociaciones para salir del default. Las futuras señales sobre el plan económico y el déficit fiscal serán fundamentales para que la tasa vaya bajando gradualmente
Pero por ahora parece un nivel algo lejano para los flamantes títulos que emitirá la Argentina. No existe un motivo único, pero quizás el más importante tiene que ver con la desconfianza y las dificultades que todavía ha mostrado el Gobierno por plantear un plan que le permita a la economía volver a crecer. Seguramente tampoco ayude demasiado el hecho de que Guzmán haya adelantado que el déficit fiscal estimado para el año próximo se ubicará en 4,5% del PBI. Sin ahorro, sería más difícil poder pagar la deuda a futuro. El diseño de los nuevos títulos tampoco ayuda demasiado, porque en los primeros años el flujo de pago de intereses es mínimo y el de capital nulo. Por lo tanto, para los inversores no resulta muy atractivo apostar por bonos que prácticamente no efectúan pagos por los próximos tres o cuatro años. La mirada está puesta también está puesta un poco más allá de lo que suceda en estas primeras jornadas post-default. Leo Chialva, director de Delphos Investment, consideró que “en el corto plazo va a ser difícil que el rendimiento de la nueva deuda argentina baje del 11%. Pero a mediano plazo si se hacen las cosas bien y con señales correctas, no sería una locura pensar que los bonos pasen a rendir alrededor de niveles del 8% anual en dólares. Hay muchos países y empresas de baja calidad crediticia que hoy están en ese nivel, no es imposible volver ahí, pero llevará tiempo”.

(Infobae) En el primer semestre el sector agropecuario aportó más de 3.600 millones de dólares en retenciones
El mayor aportante fue el complejo sojero, con el 69% de esa cifra, según datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). La agroindustria argentina aportó en concepto de retenciones durante el primer semestre del año más de 3.600 millones de dólares. Esto significa que del total exportado por el sector durante dicho período, que cerró en poco más de USD 20.000 millones, casi el 20% quedaron en las arcas del Estado nacional. A su vez, el principal aportante de retenciones cel 69% fueron aportados por el complejo sojero. Así lo detalló un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) al relevar el aporte realizado por las 20 principales cadenas agroindustriales del país, mediante el denominado “Monitor de Exportaciones Agroindustriales”. En rigor, al sector se le retuvieron durante los primeros seis meses del año USD 3.634 millones, de los USD 20.002 millones exportados en ese lapso, o sea, un 18,17% del total despachado. Según el desagregado publicado por FADA, el mayor aportante en concepto de retenciones fue el complejo sojero (la cadena que más tributa con un derecho de exportación del 33%) con USD 2.510 millones, concentrando el 69% del monto total de retenciones. A este le sigue en importancia, pero muy alejado, el complejo maicero con USD 398 millones y más atrás el triguero, con USD 215 millones. Si a éstos se le suman la alícuota que paga la cebada, el girasol, el maní y el arroz, junto a sus subproductos, se puede decir que la cadena de cereales y oleaginosas representan el 89% del total aportado. En lo que respecta a las exportaciones pecuarias, el complejo bovino es el más importante con 136 millones de dólares, seguido por el pesquero con USD 51 millones, el lácteo con USD 41 millones y el avícola con USD 15,7 millones , entre otros. En cuanto a economías regionales, el complejo de la uva aportó USD 19,5 millones, el del limón USD 12,1 millones y el de peras y manzanas, 11,6 millones de dólares.

(Infobae) Para una calificadora de riesgo, el canje de la deuda da tiempo para volver al mercado, pero el riesgo de otro default en 2025 sigue siendo alto

Gabriel Torres, vicepresidente regional de Moody’s, anticipó que la Argentina crecerá en 2021 y advirtió que la deuda con el FMI tendrá que ser pagada con acceso al mercado; S&P esperará el cambio de títulos para sacar al país del default. Gabriel Torres, vicepresidente regional de Moody’s, trazó un panorama sobre el horizonte económico y financiero de la Argentina, una vez cerrado el acuerdo por la reestructuración de deuda. “El año que viene tiene que ver un crecimiento fuerte, como consecuencia de la caída de este año. El 2021 va a ser más fácil que 2022 y 2023, si es que pasa la pandemia, por el efecto estadístico de la caída brutal de este año”, definió. Torres consideró que tras el acuerdo informado por el presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán este lunes, “el riesgo de default sigue siendo muy alto para 2025, pero este margen de tiempo le da una oportunidad al Gobierno para ver cómo va a obtener financiamiento”, cuando empiece a pesar la carga de vencimientos dentro de cuatro años. “No hay un cambio en cuanto a la deuda bruta. La Argentina va a pagar lo mismo, pero más extendido en el tiempo. No se va a pagar con superávit comercial, sino con acceso al mercado a una tasa razonable, que es lo que hacen todos los países del mundo, y eso va a requerir confianza”, definió Torres. “De lo más importante que puede hacer Argentina es mejorar su ahorro interno, para que el Gobierno tenga financiamiento, pero lo más difícil va a ser el corto plazo, que la gente tenga confianza en instrumentos en pesos, eso va a tardar más que los ocho meses que llevó alcanzar el acuerdo”, puntualizó el experto de Moody’s. “El acuerdo no reduce la deuda total, lo que ha bajado es la cantidad de intereses y otorga varios años de plazo antes de recurrir al mercado internacional, en dólares. El acuerdo da flexibilidad, pero tarde o temprano el Gobierno va a tener que volver al mercado y ahí importa a qué tasa de interés podrá hacerlo”, añadió. “El problema fundamental de Argentina no es la cantidad de deuda ni el tipo de deuda, es que Argentina no tiene acceso al mercado. Todos los países pagan su deuda no con impuestos, si no con el acceso al mercado. Argentina no tiene mercado de deuda propio, por eso debe recurrir a los mercados internacionales”, recordó Torres. “Nuestra calificación para Argentina hoy es CA con perspectiva negativa, es el escalón 20 sobre 21, un nivel de los más bajos de calificación. No es default, si no que asume una pérdida esperada del 35 al 65 por ciento con el proceso de reestructuración. La semana que viene vamos a tener el dato concreto, que va a ser de alrededor un 45%, lo que despejaría la perspectiva negativa”, acotó el analista de Moody’s.

Lo que viene: acordar con el FMI
Además, el vicepresidente regional de Moody’s consideró que “la deuda con el Fondo Monetario Internacional tarde o temprano va a tener que ser pagada con el acceso a los mercados”. Por eso planteó que “la Argentina debe desarrollar el mercado propio en pesos. Sería el mejor punto para la Argentina y el punto de comparación en Brasil, donde menos del 5% del financiamiento es en moneda extranjera, puesto que tiene un mercado de crédito propio, en su propia moneda y muy profundo”. “A la Argentina le vienen pagos importantes del FMI por el préstamo stand by de USD 44.000 millones. Con el FMI no habrá quitas, es un prestamista de última instancia y pone condiciones, porque acepta prestar cuando cree que el Gobierno que le pide va a poder pagar ¿Qué condicionalidades va a pedirle el FMI? Fuentes genuinas de financiamiento y acceso a los mercados”, advirtió Torres. En este aspecto, enfatizó las señales oficiales, como el anuncio de una reducción del déficit fiscal de 2021, para llevarlo al 4,5% del PBI. Asimismo, prevé que hay interés del Gobierno en aumentar ingresos y bajar gastos, una dinámica posible porque “en 2021 la economía va a volver a crecer y eso va a dar flexibilidad. Igual va a haber un déficit importante”. Detalló que Moody’s está revisando sus proyecciones de caída de la actividad económica para este año y adelantó que “va a ser mayor al 10%, una caída muy puntual por la pandemia y la cuarentena, pero que se añade a las caídas de 2018 y 2019, son muchos años”. “Ya el Gobierno argentino dio una señal con el cambio en las jubilaciones. El Gobierno tiene menos gasto previsional que con la fórmula de actualización anterior, eso es un ahorro real y es un ajuste. Indica que el Gobierno está dispuesto a tomar ciertas decisiones y busca limitar el gasto para que no explote”, evaluó Torres. Y agregó que “en los ingresos también hay ajuste a través del aumento de impuestos, hay iniciativas sobre varios nuevos impuestos en mente y tenemos que ver qué se reflejará en el nuevo Presupuesto para 2021”.

Dólar y reservas
Torres también hizo referencia a la dinámica del mercado de cambios doméstico, con pérdida de reservas aún con la vigencia de estrictos controles: “Nos preocupa la caída de reservas, que el dólar no refleje lo que reflejaría si cotizara libremente, cuando en Argentina las devaluaciones tienen un impacto mucho más grande que en otros países de la región, es algo inmediato”. “El acuerdo de deuda puede bajar la presión cambiaria por el corto plazo, pero eso solo va a tener éxito si baja la inflación y se recupera la confianza. Con el cepo bastante fuerte que hay, sin pago de deuda desde abril, las reservas no hacen más que caer, en una economía en la que no hay tanta demanda por importaciones. Los estimados de reservas líquidas son de USD 5.000 millones, no hay USD 40.000 millones para usar como quiere, porque mucho de ese dinero no es propio, como los depósitos en dólares del sector privado”, dijo Torres. Y se preguntó: “¿Han funcionado en la Argentina alguna vez los controles de cambio a largo plazo? Nunca, tarde o temprano explotan. La cantidad de pesos no ha dejado de crecer. La presión va a seguir y sospecho que en algún momento va a tener que haber una devaluación más fuerte que la que hubo hasta ahora”. Por su parte, Sebastián Briozzo, de Standard & Poor’s dijo que “de acuerdo a nuestra metodología, podremos quitar los ratings de default una vez que estén emitidos los nuevos bonos, tanto los internacionales como los locales. En ese entonces emitiremos un comunicado con la nueva calificación que tendrá el soberano, reflejando su calidad crediticia post default”.

(Infobae) Canje: Gobierno acelera contactos y busca cerrar con el 1% que no ingresó.
Son tenedores del Par emitido en 2010 y residen en Europa. Buscan ganarle la carrera a los fondos buitres.El Gobierno intentará llegar al 100% del canje de deuda. Para esto, iniciará un proceso de contacto con el 1% que aún quedó fuera del llamado a reestructurar, y buscar la manera de poder incorporarlo; en las mismas condiciones que el 99% restante. No se podría actuar de otra manera. Para los fondos de inversión y particulares que ingresaron en el proceso, rige ya la cláusula Right Upon Future Offers (RUFO), por la cual, y durante cinco años contando desde el 4 de septiembre, cualquier mejora en las condiciones de pago para los “holdouts”, deben ser aplicadas para todos los que ingresaron. Con lo cual, la oferta al 1% que quedó fuera, no debe superar el 54,8% de Valor Presente Neto (VPN), que recibieron los bonistas que sí ingresaron al llamado. En total se trata de unos u$s653 millones; distribuidos casi en partes iguales entre bonos Par en euros y dólares, provenientes del canje del 2010 organizado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con Amado Boudou como ministro de Economía. Y, por la manera en que se organizó ese llamado, se concentró en los bonistas europeos (muchos de ellos jubilados y pensionados o sus herederos), los que, enojados con el país en el 2005, eligieron rechazar el primer llamado del kirchnerismo a reestructurar la deuda en default del 2001 y esperar nuevas oportunidades legales. Finalmente eligieron entrar en el segundo llamado. El Bank of America y el HSBC trajeron ayer tranquilidad al Gobierno; al confirmar que esos tenedores que no ingresaron hasta el viernes pasado, son inversores que no reestructuraron sus bonos por cuestiones instrumentales, y no por la negativa a aceptar los términos del proceso de canje. Esos inversores no habrían tenido tiempo de aceptar la oferta en tiempo y forma, a causa de la velocidad del cierre. Se trata, según la información de los dos bancos colocadores, de personas con nombre y apellido que venían sosteniendo estos títulos Par desde el canje del 2010, y dentro de un mix de deuda de países emergentes. Y, evidentemente, sin ningún interés particular sobre los complicados devenires de la economía local en el tiempo. También habría en el listado algunos fondos de inversión europeos pequeños y medianos, con problemas de llegada financiera a la Security and Exchange Commission (SEC) que debía aceptar las ofertas. Según las dos entidades que actuaron como colocadores de la deuda, hubo desde ayer llamados de varias de sus sucursales europeas para solicitar el ingreso al llamado pese al cierre. Ante el problema, desde el ministerio de Economía se intentará solucionar la dificultad; y hacer ingresar a los hoy “holdouts” en el canje. En el estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&h), creen además que no habrá problemas en aceptarlo. La visión de los abogados es que se podría reclamar a la SEC que existieron problemas técnicos y temporales para que este dinero pueda ser reestructurado, con lo que se requeriría un permiso especial. Luego, si la SEC pone reparos, la propuesta de CGS&H es la de presentar un escrito ante la SEC donde se aclare que el canje permanecerá abierto en el tiempo para todos los holdouts que quieran ingresar. Esta decisión es privativa del ministerio de Economía de Martín Guzmán. La opción que queda rechazada es la de continuar liquidando en tiempo y forma el bono Par para los tenedores de los u$s653 millones; sugerencia que ayer le llegó al gobierno desde el mercado. Se afirmaba que el costo de reconocer sólo esta deuda como la vigente sería pequeño (menos de 50 millones contra el nuevo Global 2041 con el que se reestructuró el Par con el que no se llegó a la mayoría del 66%); con lo que lo mejor sería cerrar el canje con el 99%, y liquidarle a este 1% el título según las cláusulas del 2010. CGS&H desaconseja esta alternativa, ante la vigencia de la RUFO, y la posibilidad que el resto de los acreedores con deuda emitida en 2010 reclamen las mismas condiciones. Aunque los nuevos contratos permitirían la operación, hay un gris legal en la materia; ya que las reasignaciones no tienen jurisprudencia legal en los tribunales de Nueva York. Si un bonista reclamara ante el tribunal de Loretta Preska, la jueza del segundo distrito sur de Nueva York no tendría jurisprudencia sobre la que basar un fallo; con lo que debería tomar una decisión inédita. Por esto, la recomendación de los abogados que representan al país, es la de ubicar a los tenedores del Par, y convencerlos de ingresar. Según Cleary, la SEC lo permitiría. Por ahora hay tiempos legales e institucionales para resolver el problema. Sólo habrá que extender los plazos de contratos del Bank of América y el HSBC y dejarlos actuar unas jornadas más para contactar a los inversores europeos del Par y hacerles una propuesta de ingreso avalada por la autoridad de Wall Street. Para que la historia tenga un final feliz (y definitivo) sólo hay un peligro, que por ahora no se vislumbra: la aparición de algún fondo buitre que agrupe a los bonistas del 1%, o directamente les compre sus papeles, para iniciar una disputa legal por lo que consiga de los u$s653 millones. Si bien por ahora no hay células buitre activas en este canje, hay dos candidatos en la mira: Aurelius y Burford Capital. El primero mantiene un litigio con el país por las liquidaciones del Cupón PBI. El segundo es el principal contendiente en la causa por la manera en que Argentina reestatizó YPF. El dato sobre el potencial vuelo de Burford, Aurelius o similar lo tendrán los dos bancos colocadores; ya que las eventuales ventas quedarían registradas en los bancos internacionales con sede en Europa donde los acreedores tienen sus cuentas.

(Ambito) Advierten que en julio se desaceleró la recuperación de la economía.

Analistas sostienen que la mejora mensual que se evidenciaba desde abril se ralentizó por efecto de las restricciones para circular en el AMBA. A su vez proyectan un leve rebote durante agosto. La recuperación de la actividad económica en términos mensuales, luego del desplome de abril, parece haberse desacelerado durante julio. Así lo indicaron distintos analistas consultados, quienes adujeron como una de las variables una mayor restricción en la circulación para la zona del AMBA durante ese mes. De todas formas, también indicaron que las consecuentes aperturas propiciarían a un rebote “algo” más notorio durante agosto. En ese sentido, el Índice Mensual de Actividad elaborado por el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la fundación Germán Abdala, se contrajo en julio un 11% con respecto al mismo mes de 2019, por lo que en los primeros siete meses de 2020 se acumula un retroceso del 10,9%. El indicador mensual sin estacionalidad, reflejó un incremento del 1,5% mensual, cifra que se ubicó por debajo del 7,3% que había tenido junio en relación a mayo. “La dinámica de julio refleja una caída generalizada de casi todos los componentes del IMA, con la excepción de los préstamos comerciales. En particular, se destacan por su magnitud las caídas de las ventas minoristas (-28%), cantidades importadas (-22%) y la recaudación de seguridad social en términos reales (-17%)”, señaló el informe, que consideró que el mes de abril se registró el piso de la actividad. “Para julio estimamos una caída del 12%, puesto que hubo una parte del mes con mayores restricciones y que además la recuperación se vendría desacelerando, demostrando que la convergencia a los niveles anteriores a la pandemia sería lenta. En términos desestacionalizados, se vería un registro positivo, pero muy leve”, señaló a Ámbito Juan Pablo Di Ioro, de la consultora ACM, quien de cara a lo que pueda ocurrir en agosto sostuvo: “Se vendría dando una recuperación más acelerada del sector de la construcción (principalmente en el interior del país) que a mediano plazo parecería ser uno de los sectores que podrían traccionar la actividad, tanto por los costos bajos como por el plan de obras públicas que se encararía. Es así que en agosto se podría ver un mayor impacto de esta mejora, por lo que estimamos una caída interanual en torno al 8%”. Desde Ecolatina, en tanto, remarcaron que se proyecta una caída del 23% interanual en julio. “Si bien no tenemos proyecciones desestacionalizadas, se reflejaría una caída reflejada por la contracción interanual”, sostuvieron desde la consultora, que estimaron que “en agosto, se vería una recuperación mensual por la flexibilización de la cuarentena y el retroceso interanual sería del 15%”. “Para julio esperamos una desaceleración momentánea de la tendencia percibida en mayo y junio, significando algo más cercano a un mantenimiento del nivel del mes pasado. Dado esto esperamos una variación cercana al -15% interanual”, analizó Sebastián Einstoss, de Eco Go, quien agregó: “En agosto parece haberse dado una continuidad en la recuperación de los últimos meses, que podría tener un impacto positivo sobre la recaudación”. Desde Orlando Ferreres también hicieron referencia a la desaceleración en la recuperación de la actividad. La consultora observó una baja del 0,5% en julio con respecto a junio. En términos interanuales, la caída fue de 8, 9%. “Durante julio la actividad económica detuvo la recuperación que venía mostrando desde el desplome de abril. La marcha atrás de la liberación de las medidas restrictivas a la circulación durante ese mes tuvo un impacto negativo en varios ámbitos”, señaló el informe.

(Ambito) Otra reestructuración masiva: cerró el primer tramo del canje de deuda local con una adhesión superior al 90%

Se trata de la inforación que circula en el mercado. El anuncio oficial será entre el jueves y el viernes. Habrá un período de aceptación tardía hasta el 15 de septiembre para completar la conversión de los USD41.715 M en bonos en dólares bajo ley argentina.
Tras el anuncio de la masiva reestructuración del 99% de los bonos bajo legislación extranjera, el Gobierno se anota otro canje masivo: el de los títulos en dólares con jurisdicción local. La operación, que se extenderá hasta el 15 de septiembre tuvo un primer corte a las 20 de este martes, en un período de aceptación temprana que ofrecía un pago mayor de intereses corridos como incentivo para que los acreedores no demoren su ingreso. Si bien el Ministerio de Economía no difundió aún los datos oficiales, fuentes de la cartera adelantan una elevada participación y en el mercado afirman que la adhesión aquí también superó el 90%. El canje local incluye títulos por USD41.715 millones, de los cuales el 55% está en manos privadas, y plantea un trato equitativo respecto de la oferta acordada con BlackRock y sus aliados para el canje externo. Ofrece cuatro bonos en dólares a 2030, 2035, 2038 y 2041. Para las Letes y los Bonar más cortos, hay una opción de pesificación a cambio de dos títulos atados a la inflación: los Boncer 2026 y 2028. De acuerdo a la información que circulaba entre operadores, BAE Negocios supo que la adhesión cosechada hasta el momento se ubicaba entre el 90% y el 95%. Como el canje tendrá un período de aceptación tardía entre el 2 y el 15 de septiembre, la expectativa es que el número finalmente reestructurado en el tramo local se acercará al 99% conseguido en el canje externo. El anuncio oficial del resultado del primer corte se hará entre el jueves y el viernes, señalaron fuentes oficiales a este diario. La liquidación está pautada para el próximo lunes. Así, entre ambas operaciones el alivio en los pagos será de casi USD42.500 millones de acá a 2024 y de USD37.700 millones para la próxima década en relación al perfil de vencimientos actual. Como la quita de capital promedio es de apenas el 1,9%, la principal reducción de los compromisos vino por el lado de los intereses, que en el canje externo pasaron de un cupón promedio de 7% a uno de 3,07% y en el canje local de 7,6% a 2,4%. Quienes hayan ingresado hasta el martes cobrarán los intereses devengados desde el último pago realizado en cada bono hasta el 4 de septiembre, la fecha de emisión de los nuevos títulos. En cambio, quienes ingresen en el período tardío recibirán los intereses corridos solo hasta el 6 de abril. El Gobierno ya tenía garantizado un piso del 45% para el canje local. Según datos expuestos por la Secretaría Finanzas en el Congreso durante la presentación del proyecto, ese era el porcentaje que había en manos del sector público, principalmente del Banco Central y la Anses, que ya habían adelantado su adhesión. Ahora la autoridad monetaria se quedará con un importante poder de fuego para intentar acortar la brecha cambiaria, si así lo decide, ya que obtendrá una gran masa de los nuevos títulos cortos a 2030 y 2035 que serán el nuevo vehículo para operar el dólar MEP y el contado con liqui. Entre los privados, se descontaba la aceptación de la mayoría de los tenedores institucionales (aseguradoras, fondos comunes de inversión, bancos, empresas) y también la de los grandes fondos extranjeros que más cantidad de títulos bajo ley argentina tenían, Pimco y Templeton, con quienes el Gobierno encaminó su relación una vez que anunció las nuevas subastas de títulos en dólares para dar salida los acreedores externos que quedaron atrapados en instrumentos en pesos, que comenzarán el 29 de septiembre. A ellos, se les sumó una importante participación entre los tenedores minoristas. Este lunes el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron que el canje de títulos bajo ley extrajera recibió una aceptación del 93,5% que, por la aplicación de las cláusulas de acción colectivas (CAC), significó la reestructuración del 99% de los USD66.238 millones en cuestión. Así, entre las dos operaciones el total de deuda convertida y sacada del default supera los USD100.000 millones. El próximo paso será la negociación del nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se inició formalmente la semana pasada. Será una de las pulseadas más duras ya que incluirá un debate respecto de las condicionalidades que ponga el organismo para avalar el acuerdo, concentradas fundamentalmente en las metas fiscales. Guzmán buscará allí estirar los plazos de repago de los USD45.000 millones de deuda con el FMI que dejó el stand by firmado por Mauricio Macri en 2018. Como anticipo, el ministro señaló ayer que la proyección de déficit primario que incluirá el proyecto de presupuesto 2021, que enviará al Congreso el 15 de septiembre, será del 4,5% del PBI. Lo que adelanta una voluntad de comenzar a acortar el rojo, que este año rondará el 8%, aunque sin un ajuste en shock.

(BAE) En agosto se moderó la contracción continuada del comercio bilateral con Brasil.

Aunque todavía arrojó números muy negativos, el comercio bilateral con Brasil mostró buenas señales acerca de los niveles de actividad económica de ambos países. Si bien hubo un déficit de USD110 millones, que más que duplicó al del mismo mes del 2019, con un desplome de las exportaciones de 25% interanual y una caída de las importaciones de 16,2%, lo cierto es que la visión de la dinámica mostró una desaceleración en esas contracciones. Tal como destacó Ecolatina, el ritmo parece marcar cierta mejora y la interpretación de que lo peor ya quedó atrás. La consultora remarcó lo ocurrido con los datos de importaciones y exportaciones: «Si bien ambos números son preocupantes, implican una desaceleración de la caída respecto del segundo trimestre (45% interanual en ambos componentes) y también en relación con julio (39% interanual en el caso de los envíos a Brasil y 16% interanual para las compras a ese origen). En consecuencia, la crisis de ambos países pareciera ir quedando atrás y, aunque todavía resta muchísimo terreno por recuperar, podríamos afirmar que lo peor ya pasó». Y agregó: «Por primera vez en el año la caída de las exportaciones fue menor que la del resto de las compras del gigante sudamericano. Las importaciones de Brasil excluyendo Argentina retrocedieron casi 29%, 4 puntos más que las compras a nuestro país. La participación argentina en la canasta importadora brasileña pasó de 5,3% en agosto de 2019 a 5,6% en igual mes de 2020». Por su parte, Abeceb realizó proyecciones para el 2020: «Estimamos un moderado déficit bilateral en torno a los USD100 millones, donde las exportaciones a Brasil caerían este año en promedio un 29% y las importaciones desde ese origen un 26%. En 2019, Argentina había conseguido un superávit en torno a los USD230 millones tras 16 años de resultados negativos.

 


INTERNACIONAL

(Investing) Fed: Todos los focos en el tono de Powell y la evolución del balance.
Las bolsas europeas esperan con tono mixto la cita del día: la decisión de tipos de la Fed y la posterior rueda de prensa de su presidente, Jerome Powell. El consenso no espera cambios en los tipos de interés (2,25%-2,5%), y la atención estará centrada en el tono del discurso de Powell. “Los inversores estarán muy pendientes de lo que Powell diga sobre el estado de la economía estadounidense y sus expectativas sobre la misma -es factible que hable del impacto del cierre del Gobierno Federal- y, sobre todo, de qué planes tiene el FOMC en relación al balance de la Fed: si va a seguir con el proceso de reducción del mismo al ritmo que lo viene haciendo o si se va a replantear esta estrategia por el impacto que pudiera tener en los mercados”, comentan los analistas de Link Securities. En este sentido, estos expertos recuerdan que “algunos analistas achacaron la reciente volatilidad de los mercados de bonos y de renta variable a ‘la agresividad’ con la que la Fed estaba llevando a cabo este proceso”. “La Fed debería mantener un discurso acomodaticio en el actual entorno de desaceleración (con riesgos a la baja por las tensiones comerciales) y con el agravante de que el cierre de la Administración americana (provisionalmente levantado hasta el 15 de febrero) ha impedido la publicación de muchos datos macroeconómicos que nos ofrezca la visión más actualizada del actual momento económico”, explican desde Renta 4 (MC:RTA4). Estos analistas han hincapié en que el ‘dot plot’ de la Fed apunta a 2 subidas de 25 puntos básicos en 2019 y una adicional en 2020, mientras que el mercado no descuenta ninguna subida en 2019 e incluso apunta a una bajada en 2020. “La atención estará también en cualquier referencia a la evolución del balance de la Fed, que por el momento se reduce a un ritmo de 50.000 millones de dólares al mes, reducción que podría frenarse en caso de que se complique la situación”, añaden estos expertos. De la misma opinión son los analistas de Bankinter (MC:BKT): “Se espera una confirmación del reciente tono de cautela y dependiente de los datos. Esto podría llevar a una pausa en la subida de tipos en 2019 junto con un menor ritmo en la reducción del balance de la Fed”. Los expertos por tanto mantienen la cautela en las bolsas, al menos hasta después de la reunión. “Muchos inversores no querrán problemas hasta que se dé a conocer el comunicado, ya que a menudo estos momentos de mucho volumen son aprovechados por las manos fuertes para forzar movimientos que ya tienen preparados de antemano, salga lo que salga en el comunicado”, apunta José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets.

(Investing) Trump desoye a la OMS: ‘No escatimará en gastos’ para la vacuna
«Estados Unidos continuará comprometiéndose con nuestros socios internacionales para asegurarnos de que derrotamos este virus, pero no nos veremos limitados por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China», ha sentenciado Judd Deere (NYSE:DE), portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado. «Este presidente no escatimará en gastos para asegurar que cualquier nueva vacuna mantenga el estándar de nuestra propia FDA en cuanto a seguridad y eficacia, y que sea examinada a fondo y salve vidas», dijo, refiriéndose a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., según recoge Reuters. Estas declaraciones se han dado como respuesta a las advertencias lanzadas ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pide no adelantarse en la carrera para encontrar la vacuna contra la Covid-19. Para el organismo, es necesario finalizar la fase 3 de las pruebas para poder empezar a vacunar a la población de forma masiva y así evitar los falsos resultados o problemas de seguridad que puedan afectar la salud de las personas. “Los científicos alrededor del mundo están pidiendo a las agencias reguladoras y a las compañías que la aprobación de una vacuna se haga en función de datos obtenidos en la fase 3 de los ensayos clínicos”, explica Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS. El organismo advierte de los peligros de querer ser el primero en tener lista la vacuna, ya que un candidato experimental “con un perfil de seguridad que no sea aceptable” podría tener el efecto contrario al que se busca y reitera que la vacuna debería tener una efectividad de al menos el 50%. De hecho, apuntó que “no queremos que una vacuna con menos del 30% de eficacia reciba aprobación». La científica advierte de que un riesgo es que la vacuna aprobada con prisas tenga una eficacia demasiado baja, con lo cual «no haría su trabajo de poner fin a esta pandemia». Recordamos que Rusia anunció recientemente que ya tenía lista una vacuna, pese a que acaba de entrar en la fase 3 de los ensayos, y China ha empezado la vacunación en la población de 2 dos vacunas que no han terminado la fase 3 de los ensayos clínicos. Por su parte, Trump afirmó que era posible tener lista una vacuna en Estados Unidos antes de las elecciones de noviembre.

(Investing) Mnuchin rechaza la medida de estímulo de Pelosi
Tres portavoces más de la Reserva Federal podrán expresar su opinión sobre la economía de Estados Unidos: el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, a las 11:00 horas (CET), la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, a las 14:00 horas (CET) y Nealkari Kash, de la Fed de Minnesota, a las 16:00 horas (CET). Los mercados seguirán de cerca cualquier reacción al continuo fracaso de los políticos para romper el estancamiento en cuanto a la próxima ronda de medidas de apoyo económico para la economía estadounidense. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, rechazó anoche una propuesta de 2,2 billones de dólares de la portavoz de la Cámara de Representantes. Nancy Pelosi, que ha dicho que siguen existiendo “graves diferencias» entre ambas partes. Los Centros para el Control de Enfermedades neutralizaron uno de los mayores riesgos para la confianza de los consumidores el martes, emitiendo una orden nacional que impide temporalmente que millones de inquilinos estadounidenses sean desalojados, añadiendo que los desalojos acelerarían la propagación de Covid-19.

(Investing) Las acciones apuntan a una apertura al alza
Las acciones de Estados Unidos apuntan a una apertura al alza, respaldadas por el hecho de que al menos los políticos están volviendo a hablar de un nuevo paquete de estímulo. Los signos de los mercados predictivos sobre que las opciones de reelección de Donald Trump están mejorando también parecen estar impulsando la confianza. A las 18:30 horas (CET), el contrato de futuros del Dow Jones 30 sube un 0,7% o 188 puntos mientras que el contrato de futuros del S&P 500 sube en paralelo. Los futuros del Nasdaq 100 suben otro 1,0%, tras conocerse que la acción de los precios cada vez se ve más impulsada por una actuación a escala relativamente pequeña en los mercados de opciones por parte de los traders de minoristas. Los inversores estarán pendientes de las acciones en dificultades –Macy’s presentará sus resultados antes de la apertura. Se espera que anuncie una pérdida neta de 1,80 dólares por acción. AT&T también podría acaparar la atención después de que el Wall Street Journal informara de que quiere vender su negocio de anuncios digitales Xandr, pocos días después de un informe similar que decía que su unidad DirecTV también podría ir en el lote.

(Investing) A Australia se le acaba la suerte; el BCE se preocupa por el euro
A Australia, “La Nación Afortunada”, se le ha acabado por fin la suerte en el segundo trimestre de 2020, y ha confirmado su primera recesión en más de 30 años. La economía del país se redujo un 7,0% entre abril y junio, al colapsar la demanda china de sus materias primas —en particular el mineral de hierro y el carbón para alimentar sus fábricas de acero. Australia ha disfrutado de tres décadas de enorme demanda de materias primas de China. Sin embargo, la desaceleración no ha impedido que el dólar australiano suba. Ha subido ya un 29% con respecto a sus mínimos de marzo frente al billete verde y ha caído sólo un 0,4% tras las últimas noticias para dejarlo cerca de máximos de dos años. Los datos de Europa también han entrado en territorio negativo: el desempleo español aumentó en casi 30.000 en agosto, frente a los 10.000 previstos, mientras que las ventas minoristas de Alemania cayeron por segundo mes consecutivo en julio. El euro ha perdido más de un céntimo frente al dólar; las declaraciones del economista jefe del BCE, Philip Lane, ayudado a reforzar un poco la recogida de beneficios atrasada.

(Investing) Los datos de reservas mantienen bien respaldado el petróleo
El Gobierno de Estados Unidos dará a conocer su previsión semanal sobre las reservas de petróleo de Estados Unidos, un día después de que el Instituto Americano del Petróleo sugiriera que la semana pasada se observó otra fuerte caída de las reservas de crudo. Se estima que las reservas de crudo han descendido en 1,89 millones de barriles la semana pasada, mientras que todo apunta a que las reservas de gasolina hayan caído en 3,04 millones, y los minoristas tendrán que reducir las reservas para reemplazar el suministro de las refinerías que cerraron durante el inicio del huracán Laura.

 

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