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(AMBITO) Economía, llamado al diálogo, y el control del Congreso: las tres claves que marcarán los próximos meses del Gobierno
Para Alberto Fernández serán clave los 90 días que se vienen por delante. Hay tres cuestiones centrales: el manejo de la economía; la convocatoria al diálogo con la oposición, los empresarios y los gremios; y el control del Congreso.

Pasaron las Elecciones 2021 con una derrota, aunque menor que en las PASO, para el oficialismo, que marcarán lo que serán los próximos pasos del Gobierno en los dos años que le quedan de mandato a Alberto Fernández. En especial serán clave los 90 días que se vienen por delante, en las que hay tres cuestiones centrales: el manejo de la economía; la convocatoria al diálogo con la oposición, los empresarios y los gremios; y el control del Congreso.

La primera prueba para el Gobierno llegará este mismo lunes cuando reabran los mercados y las miradas se posen sobre el dólar, en sus versiones oficiales y el dólar blue, las acciones locales y en Wall Street, y el Riesgo País.

Con el dólar blue que se recalentó en la semana pero que moderó en la última rueda para quedar en $200, el Gobierno deberá salir a mantener bajo control el mercado de cambios. Y consecuentemente tendrá que encauzar la puja por la inflación, pelea que por ahora ya perdió en función de lo que estimaba el Presupuesto 2021.

Otro tema a resolver es la negociación con el FMI por la deuda. El Presidente anunció el envío al Congreso de un proyecto con «Programa económico plurianual para el desarrollo sustentable», que contendrá los entendimientos alcanzados hasta el momento con el Fondo. Buscará así comprometer a la oposición en el acuerdo.

Esta iniciativa, inesperada en ese punto, se enmarca en el llamado a un diálogo político económico con la oposición, los empresarios, los gremios, y las organizaciones sociales, con el fin de llegar a consensos que construyan los pilares de la recuperación económica y sienten las bases de políticas que trasciendan más allá del gobierno de Alberto Fernández.

Esta seguidilla de causas y efectos tienen su climax en el Congreso. Tras la elección legislativa la relación de fuerzas se modificó. En Diputados el oficialismo logró mantener la situación bajo control y el Frente de Todos seguirá, por poco, como la primera. Para poder sesionar estará obligado a negociar el quórum.

En cambio, el escenario es más complicado en el Senado, donde sí perdió el control y ahora estará a merced de la voluntad de la oposición.

“Hoy empieza la segunda parte de nuestro gobierno y sé bien que los argentinos y argentinas necesitamos un horizonte”, expresó Alberto Fernández en el mensaje grabado que difundió Presidencia apenas conocidos los resultados ya con tendencia definitiva. Esa segunda etapa será para el jefe de Estado cuesta arriba desde lo político y la economía.

¿Habrá un nuevo quiebre en la alianza oficialista como sucedió con la crisis que se desató tras la derrota en las PASO? ¿Habrá nuevos cambios de Gabinete? ¿Se torcerá el rumbo económico que trazó el ministro Martín Guzmán pese a las críticas que recibió desde sus propias filas? Son algunas de las dudas que se despejarán en los próximos días.

(AMBITO) Dólar: analistas esperan que el Banco Central acelere su “crawling peg”
Los analistas esperan, tarde o temprano, que el BCRA acelere la tasa de devaluación del peso porque ya le queda poco margen para seguir actuando en el mercado.

A partir de esta semana se abre un nuevo período en la batalla que sostiene el Gobierno para mantener a raya al dólar. Mientras trata de sumar a la oposición a un diálogo político que le conceda sustento a las medidas que vaya a ir adoptando, tanto analistas financieros como economistas esperan que el Banco Central comience tarde o temprano a acelerar la tasa de devaluación del peso hasta igualarla a la de la inflación. Sería un camino intermedio entre el ajuste en un solo tramo y lo que se denomina “radicalización”. En medio de ello, algunos suponen que se vendría un “emprolijamiento” del escenario cambiario para acotar la cantidad de mercados que funcionan en paralelo al oficial.

“Un camino intermedio entre ‘hacer todo lo que la economía necesita para comenzar a solucionar los problemas’ y ‘hacer todo lo que la economía necesita para desembocar en una crisis aún mayor’ parece el camino con mayor probabilidad de ocurrencia para los próximos meses”, plantea la consultora Invecq en su último reporte. Dicho en otros términos. Invecq sostiene que “esto implicaría en materia cambiaria ir hacia un crawling peg más rápido que el 1% mensual que observamos desde mayo pasado para hacerlo coincidir con la tasa de inflación mensual y que el tipo de cambio real deje de atrasarse”.

La consultora que dirige el economista Esteban Domecq sostiene que el peso se devaluó desde mayo 12,5%. Así considera que es probable “un levantamiento de algunas restricciones cambiarias que podría llevar a un desdoblamiento del mercado con un segmento comercial controlado y un segmento financiero libre”.

La verdad es que hasta hoy no había muchos operadores que se quisieran quedar en pesos y eso fue lo que provocó la mayor presión sobre el tipo de cambio paralelo y las versiones de dólar financiero. Pero el límite eran las elecciones y estas ya pasaron. Ahora que el gobierno comience a mandar señales para tranquilizar es escenario. .

Nicolás Zeolla, economista en jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo Económico (FIDE) sostiene que “los valores del tipo de cambio bilateral contra Estados Unidos son los más altos desde el 2010 y el tipo de cambio multilateral, que incluye a Brasil, es el que está más debilitado pero igualmente está en el valor máximo en comparación con los últimos años”. “El problema es que cuando se usa el ancla cambiaria durante mucho tiempo se empieza a perder competitividad”, indicó. Zeolla estimó que la corrección del tipo de cambio comenzará en 2002. “El año que viene van a devaluar al mismo ritmo que aumentan los precios, entonces no va a haber un atraso cambiario que implique una corrección fuerte”, dijo el economista desarrollista.

En cambio, el economista Gabriel Rubinstein, quien fuera representante del Ministerio de Economía en el Banco Central durante la gestión de Roberto Lavagna, es extremadamente más crítico, porque considera que el Banco Central tiene reservas líquidas negativas y que por ello está usando encajes de depósitos para operar en el mercado. “El tipo de cambio ya está desdoblado, existe el oficial y existen 20 paralelos. El gobierno regula e interviene de una manera arbitraria. Una vez que definas que no vas a intervenir arbitrariamente en un mercado, podés llegar a tener un mercado financiero pero no lo veo como una solución especial. Hay que apuntar a los equilibrios macroeconómicos, reducir drásticamente el déficit fiscal con el mix de impuestos y gastos que la política decida, empezar a tener menos emisión monetaria, y en ese sentido vas creando las condiciones para que la inflación baje mucho”, opinó.

La consultora LCG hace el recuento de billetes que le quedan a Miguel Pesce. “En total, al último cierre las reservas brutas suman u$s42.800 millones, las netas u$s5.000 millones y las líquidas (descontando el oro) apenas u$s1,5 millones. Es una suma tan exigua que habilita el conteo permanente e impone un grado de inestabilidad e incertidumbre que se traduce en la ampliación de la brecha cambiaria y en mayores intervenciones del BCRA en el mercado de cambios tratando de evitarlo”, dice el LCG.

Mientras tanto, Abeceb, la consultora del exministro de la Producción, Dante Sica, ve como probable que el Gobierno avance con un desdoblamiento del tipo de cambio y al mismo tiempo acelere el crawling peg. “El plan electoral (plan plata en los bolsillos) y la estacionalidad fiscal propia de esta época del año alimentan la presión cambiaria: ya se emitieron $500 mil millones para fondear al fisco desde las PASO, la inflación efectiva y esperada supera el 50% anual y acumulamos una apreciación real del peso de 15% en lo que va del año”, dice Abeceb en su último informe. La consultora señala que el Banco Central llegó a este momento con reservas líquidas tendiendo a cero.

(AMBITO) Gobierno enviará un plan económico al Congreso, pre-acordado con el FMI
El Presidente anunció que enviará un proyecto que «explicite el programa plurianual para el desarrollo sustentable» que se negocia con el Fondo.

A última hora de la noche, y después de que se conociera el resultado de las elecciones legislativas 2021, el presidente Alberto Fernández difundió un mensaje grabado. Allí confirmó que en los próximos días convocará a la oposición para consensuar una agenda de trabajo. En la misma línea hizo un anuncio sorpresivo: que en la primera semana de diciembre enviará al Congreso un proyecto de ley que tendrá un programa económico plurianual, que contará con un detalle con referencia a los niveles de emisión, inflación, actividad económica y gasto público, entre otros datos, previsto para los próximos años.

Lo anunciado por el mandatario se relaciona en forma directa con los trascendidos previos a la jornada, donde el staff del FMI le habría solicitado al Gobierno una hoja de ruta fiscal y económica, pero, sobre todo, un compromiso de legisladores, fuerzas políticas y de parte del empresariado y conducción sindical avalando dicho derrotero.

Según pudo confirmar Ámbito, y tal como lo anticipó Alberto Fernández, esa iniciativa contaría ya con el aval de todos los socios del Frente de Todos, incluido el propio kirchnerismo. De esta manera, el Gobierno da una señal contundente sobre la posibilidad de reencausar las conversaciones con el FMI que lo depositen en un acuerdo para no caer en el default. Al mismo tiempo, le devuelve protagonismo a la discusión por el presupuesto 2022, que en forma obligada deberá conciliar las metas de carácter económico con las presentadas ante el FMI.

Para apuntalar esta discusión, el Gobierno no sólo utilizará el Congreso Nacional. También habilitará, como anticipó Ámbito y señaló esta noche el propio presidente, el Consejo Económico y Social que conduce el secretario Gustavo Béliz.

Los argentinos sufren la fractura social más importante de los últimos lustros. Inflación, dólar, empleo, salario, poder adquisitivo, productividad, puja distributiva son sólo algunos de los temas pendientes que no han encontrado aún una respuesta. Para rubricar esta terrible realidad están los datos de pobreza e indigencia. Los desafíos económicos que se inscriben para el presidente Alberto Fernández parecen estar claros.

El Gobierno quiere retomar una agenda con temas de economía y sociedad, dos pendientes mucho más urgentes que hace unos años por el impacto de la pandemia. Deberá interpelar, resultado de elección mediante, a todas las figuras de su coalición, sopesar el apoyo con el que cuenta. Pero también deberá buscar aliados en otros espacios. Para ello, Béliz tiene una función vital: nada más y nada menos que convertirse en el anfitrión de las principales discusiones que buscarán consenso. Podrá utilizar el Consejo.

El próximo miércoles, el día de la militancia, habrá, en principio, movilización y apoyos varios a la figura presidencial y al elenco, y en su figura, dicen, un nuevo voto de confianza a la coalición que es el Frente de Todos. Esa fecha gatilla la conmemoración del retorno de Juan Domingo Perón al país después de casi 20 años en el exilio. Estará la cúpula de la flamante CGT, los sindicatos peronistas, los movimientos sociales. El jefe de Gabinete Juan Manzur seguramente logrará enhebrar el apoyo de los gobernadores (exceptuando a los del peronismo sojero). También se busca, aunque aún no hay certezas en la Casa Rosada, que toda La Cámpora pueda confluir en el acto.

Hay algunas señales que ya pueden avizorarse. Fue Sergio Massa el que evidenció un punto de inflexión en la relación de los socios del Frente de Todos cuando hace unos días convocó a todos los sectores políticos, económicos y sociales para el 15N, el día después de las elecciones. Desde hoy, la convocatoria incluiría a todos los partidos de la oposición, empresarios, sindicatos y organizaciones.

El Gobierno también se ilusiona con el peso relativo que puedan aportarle los dirigentes empresarios, algo que también le pide el FMI. Algunos que ya están en la lista, como Daniel Herrero, de Toyota, Antonio Aracre de Syngenta, Sergio Kaufman de Accenture y Laura Barnator de Unilever. Pero también el ex titular de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo; el Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló; el Presidente de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni; el integrante de la flamante conducción de la CGT, Carlos Acuña; el Rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Alberto Barbieri; el Secretario de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Esteban “Gringo” Castro; el Presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech; y el Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky. Y hay más.

Con todo, el gran desafío será “meter” en esa agenda las cuestiones que urgen a los argentinos: la creación de puestos de trabajo, el freno de la erosión del poder adquisitivo, el lanzamiento de un plan integral exportador que pueda generar divisas, retomar un diálogo fluido con todo el sector agropecuario. Y hay dos más: consensuar una posición única para retomar la negociación con el FMI y encaminar la política cambiaria que no para de darle urgencias al Gobierno. En rigor, el desafío será ponerse en la piel del argentino promedio, que atravesó cuatro años de políticas económicas erradas en el desvarío de Cambiemos en el poder y dos años de pandemia que profundizaron esos desequilibrios, en medio de la fractura social más relevante de las últimas décadas.

Es cierto que los indicadores macro están en su mejor momento: la actividad, la producción industrial, los registros de exportación del sector del agro, todos mejoran los números de 2019. Pero no es menos cierto que esos números aún no pueden torcer lo que dejó la pandemia macrista y la otra pandemia, la del Covid-19.

Hay que mirar la microeconomía. A priori, el presidente y su ministro, Martín Guzmán ya adelantaron la última semana a empresarios que no habrá devaluación pura y dura, aunque es probable que hay pequeños saltos devaluatorios a un ritmo mayor al que corre la inflación, es decir, crawling peg para que el desequilibrio cambiario no haga apilar restricciones que después son complejas de desarmar. Han señalado que habrá disciplina fiscal, pero que de ninguna manera se puede implantar de la noche a la mañana y menos después de una pandemia con un costo para los sectores de menores ingresos por el menor gasto público. En síntesis, los datos que negocia Guzmán con el FMI son los que propone el presupuesto que espera en el Congreso y que también formarán parte del plan plurianual.

Para esto, el presidente extenderá las sesiones ordinarias hasta el 10 de diciembre, ya que quiere porfiar en la aprobación de leyes antes que ese día se renueve la mitad de Diputados y un tercio del Senado. Hay que recordar que en el presupuesto Guzmán pautó una inflación en 29%, pero el incremento del costo de vida podría dejarlo en evidencia. Pero si de evidencias se trata, ninguna como que para 2022, no figura en el presupuesto la devolución, hasta ahora comprometida, de casi u$s 18.000 M con el FMI, como tampoco figuran los más de U$S 2000 M que se le adeudan al Club de París. Dicho en criollo, en Economía creen que de una manera o de otra ese dinero comenzará a repagarse desde 2024 en adelante.

(AMBITO) El oficialismo perderá la mayoría en el Senado
Juntos por el Cambio se impuso en seis de las ocho provincias que debían renovar sus bancas, mientras que el Frente de Todos retuvo Catamarca y Tucumán. El schiarettismo ganó un escaño por la minoría en Córdoba.

El resultado de las elecciones legislativas de este domingo terminó de configurar las relaciones de fuerzas que se establecerán en la Cámara alta hasta fines de 2023, donde el Frente de Todos perdió el quórum propio y Juntos por el Cambio achicó las diferencias.

Según el escrutinio provisorio, el oficialismo fue derrotado en La Pampa, la única provincia que apostaba en poder remontar tras los magros resultados de las PASO. Fue 48,3% para Juntos por el Cambio y 42,19% para el Frente de Todos.

Así, la oposición se impuso en seis de las ocho provincias que debían renovar sus bancas en estos comicios, mientras que el oficialismo retuvo solo dos: Catamarca y Tucumán.

Con estos resultados, el Frente de Todos pasó de tener 41 a 35 bancas y deberá apelar a sus dos aliados -el senador rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari- para alcanzar el quórum de 37 senadores y poder seguir sancionando leyes, como hasta ahora, sin tener que apelar a los votos de la oposición.

En tanto, Juntos por el Cambio retuvo sus bancas en juego y sumó seis más, con lo que totalizará 31 escaños desde diciembre próximo.

Si se cuentan además los tres senadores del interbloque Parlamentario Federal que suele sumarse a Juntos por el Cambio: el salteño Juan Carlos Romero, la neuquina Lucila Crexell y la riojana Clara Vega, el bloque opositor alcanzaría las 34 bancas en un virtual empate con el oficialismo.

La senadora número 72 será la schiarettista Alejandra Vigo de Hacemos por Córdoba, que obtuvo su banca por la minoría y que podría conformar un monobloque.

El Senado debía renovar en esta elección 24 bancas en ocho provincias: Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. De los dos partidos con más votos en cada distrito, ingresaron dos senadores por la mayoría y uno por la minoría.

El Frente de Todos venció en Catamarca y Tucumán con lo que se aseguró cuatro bancas y obtuvo un escaño en Chubut, Corrientes, La Pampa, Mendoza y Santa Fe.

En tanto, Juntos por el Cambio obtuvo 12 bancas, tras obtener la mayoría de los votos en Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza y Santa Fe y otros dos escaños por la minoría en Tucumán y Catamarca, con lo que sumó 14.

(AMBITO) Dos misiones ante el FMI: lo que el Gobierno deberá buscar desde hoy
El Gobierno tendrá que convencer desde este lunes al Fondo Monetario Internacional y a la comunidad política y económica internacional sobre dos capítulos fundamentales que definirán el futuro del país. Uno es reducir las tasas de interés, el otro, lograr un equilibrio fiscal. El Gobierno tendrá que convencer desde hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la comunidad política y económica internacional sobre dos capítulos fundamentales que definirán el futuro del país.

Por un lado, habrá que argumentar antes de diciembre, cuando se reúna el board del organismo, de la necesidad de reducir las tasas de interés del 4,05 actual al 1,05%; una misión cuya principal meta es lograr el voto positivo de los Estados Unidos.

Por el otro, habrá que terminar la faena dentro del propio organismo que maneja Kristalina Georgieva, para que el plan de acción para lograr el equilibrio fiscal antes del ejercicio 2026 no se ejecute sobre la base de un ajuste sobre el gasto público, sino sobre la promesa de un incremento de los ingresos reales del sector público.

Se abre rally económico de conversaciones con el Fondo que, de no mediar el cierre de las negociaciones para cerrar el ya muy demorado Facilidades Extendidas, llevará a un default el 20 de marzo del 2022. Ese día el país debería pagar el primer pago del plan de vencimiento de capital por unos u$s4.050 millones, dinero que Argentina no tiene ni tendrá.

En consecuencia, ya no hay tiempo. Definir qué pasará con el FMI, será la misión más importante en materia económica que el nuevo panorama político del país tendrá que resolver desde esta misma mañana. Gobierno y oposición, ya que uno de los mandatos del Fondo es que el acuerdo pase por el Congreso Nacional, con lo que deberá ser aprobado por la composición legislativa que surgió de la elección de ayer.

La principal misión para avanzar en el acuerdo, excede al ministerio de Economía y llega a lo más alto de la diplomacia argentina. Alberto Fernández, Martín Guzmán y el embajador argentino ante Washington Jorge Argüello, tendrán que eliminar los últimos cartuchos para convencer a las autoridades competentes de los Estados Unidos, de la necesidad de apoyar el reclamo argentino para que al Facilidades Extendidas se le apliquen los intereses de país normal y en sintonía con la Carta Orgánica del FMI. Y no los de castigo para países que, como Argentina, son incumplidores y que piden dinero por encima de lo que ese documento autoriza. No es menor lograr esa meta.

Hay 1.000 millones de dólares anuales o 10.000 para toda la vigencia del acuerdo en juego; dinero que para el país obviamente es fundamental conseguir como ahorro. Y sólo con el apoyo del gobierno de Joe Biden esta posibilidad podrá concretarse, ya que una decisión de este tipo sólo puede ser tomada por el board; donde, como se trata de una alteración de la Carta Orgánica, es necesaria una mayoría especial. Como EE.UU. detenta un 17% de las acciones, y se requiere una mayoría del 85%; sí o sí es necesario que Biden personalmente apoye la moción. Todas las explicaciones técnicas que fueron explicadas desde el ministerio de Economía a la secretaría del Tesoro de Janet Yellen.

Ahora sólo resta una decisión política del presidente de los Estados Unidos, la que depende de otras cuestiones, que a veces (como en este caso) exceden la economía. Por lo que se sabe, la Unión Europea (UE) seguirá en el board la línea editorial que adopte la administración Biden. Aún no hay fecha definida, pero se sabe que esta reunión del board se concretará en diciembre, antes del inicio de la feria laboral en la capital norteamericana de las fiestas de fin de año.

Lo cierto es que lograr esta reducción de intereses es para el gobierno fundamental e imprescindible. Saben el Presidente y el ministro de Economía, que no lograr una baja en las tasas, provocaría una crisis dentro de la coalición gobernante; luego de no poder incluir en el Facilidades Extendidas una extensión de los plazos de pago a mas de 10 años, el reclamo que el kirchnerismo duro le exigía a los negociadores argentinos a comienzo del año cuando avanzaban las discusiones entre Guzmán y los hombres y mujeres del FMI. Con una reducción de las tasas, el apoyo político interno se lograría y destrabaría la aceleración de las negociaciones.

En paralelo a las negociaciones, más diplomáticas que políticas, por las tasas de interés; deberán ir definiéndose los aspectos técnicos del Facilidades Extendidas; y que deben integrar la Carta de Intención que incluya las metas fiscales, monetarias, cambiarias y macro que el país debería cumplir.

Por lo que se sabe, prácticamente los objetivos que tendría que presentar anualmente la Argentina ya están definidas, sin mayores discusiones sobre el caso. El país tendría que llegar a un equilibrio fiscal para el ejercicio 2025, presentar un incremento en las reservas del BCRA de no menos de 5.000 millones de dólares anuales, un superávit comercial anual que no debería bajar de los u$s15.000/ 18.000 millones, una emisión monetaria en constante reducción y un financiamiento del gasto público que dependa porcentualmente casi en un 80% de la colocación de deuda en lugar de la impresión de billetes. El problema es el criterio que Argentina plantea para lograr las metas.

Guzmán le dejó al FMI en claro en la última reunión de Roma en el marco de la cumbre del G20, que el país no puede entrar en nuevos ajustes fiscales y sociales; y que la vía debe ser fomentar el crecimiento. Y que a partir de allí, esperar una mejora en la recaudación impositiva real que garantice la posibilidad de la mejora de las variables. El FMI no le cree a Guzmán, y le exige medidas concretas en el marco monetario y fiscal; promesas que el ministro no quiso avalar en Italia.

(AMBITO) El Gobierno espera una respuesta del FMI
Fuentes de la Casa Rosada confirmaron a Ámbito que «el Fondo cuenta con un programa que fuera elaborado por el gobierno argentino para su aprobación». Se espera lo que responda la elección.

“Quiero anunciar que, en la primera semana de diciembre de este año, enviaremos al Congreso de la Nación un proyecto de ley que explicite el “Programa económico plurianual para el desarrollo sustentable”. Ese programa contemplará los mejores entendimientos que nuestro gobierno haya alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones que lidera nuestro ministro de economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social” adelantó el presidente Alberto Fernández en el discurso que pronunciara tras las elecciones.

En tal sentido, fuentes de la Casa Rosada confirmaron a Ámbito que “el Fondo cuenta con un programa que fuera elaborado por el gobierno argentino para su aprobación”. Dado que Argentina se encuentra negociando un acuerdo de Facilidades Extendidas con un horizonte de 10 años.

Si bien “no hay un acuerdo aún, seguimos negociando”, según reconocen estas fuentes, y aclararon que la propuesta argentina (cuyos detalles se desconocen) “contemplan lo que consideramos sostenible” para la economía argentina.

Al respecto, desde los despachos oficiales se señala que “la pelota está del lado del FMI” y consideran que es el organismo multilateral el que debe acelerar sus procedimientos para alcanzar un entendimiento.

La expectativa oficial es que esta iniciativa avance en el FMI y “este programa es el que presentará Guzmán al Congreso”, explican fuentes oficiales.

“Parece que la intención del gobierno es presentar el programa que elaboró Guzmán y que intenta que el FMI lo apruebe”, explican fuentes en Washington. Por la información que viene del país del Norte existen diferencias técnicas respecto a la política monetaria, cambiaria y fiscal que aún restan resolver.

Asimismo, otro interrogante es cómo hará Guzmán para convencer al Congreso de que apruebe sin modificación alguna un programa con el FMI.

Tensiones
El anuncio presidencial de seguir avanzando en la negociación con el Fondo reviste importancia en momentos en que se registran tensiones en el mercado de cambios con valores de los dólares alternativos llegando a niveles récord. Operadores consultados por Ámbito interpretaron esta decisión como un mensaje destinado a calmar las expectativas.

El presidente remarcó que “es tiempo también de resolver el problema derivado de la deuda contraída por el Gobierno que me precedió con el Fondo Monetario Internacional”, al que consideró “el escollo más grande que enfrentamos para continuar en la senda de la recuperación económica y de la construcción de un país con más equidad”.

El presidente afirmó que “debemos enfrentar este desafío para reparar, en la medida de lo posible, el enorme daño que este endeudamiento ha provocado, y cuyas consecuencias pesarán sobre varias generaciones”.

Recordó que tras resultar ser “un fracaso” el modelo económico del anterior gobierno, “en lugar de cambiar el rumbo, decidieron tomar esa deuda de 44 mil millones de dólares con un doble propósito: pagar la deuda insostenible que habían tomado con acreedores privados y darle salida a capitales que habían ingresado solo para especular”.

El presidente descartó “las supuestas bondades que ofrecen caminos de ajuste ya probados y fallidos”. Remarcó que “en esta nueva etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo sustentable con el FMI.

Y precisó que “debemos despejar las incertidumbres que conllevan deudas insostenibles como ésta. Y debemos hacerlo preservando las condiciones que nos permitan seguir por el sendero de la recuperación con generación de empleo, apuntando al mismo tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario”.

Cabe señalar que el presidente hizo referencia a la responsabilidad del gobierno Macri como una forma de recordar que “tienen la obligación de ayudar a solucionar un problema que ellos generaron”, en momentos en que tendrán menos poder en el Parlamento.

(AMBITO) Cuáles son los tres gigantes de la industria que se dividirán en varias compañías
General Electric, Johnson & Johnson, y Toshiba, anunciaron este semana que dejarán de ser un conglomerado para ser varias empresas.

GE, J&J, Toshiba, son los viejos conglomerados que se dividen. Lo anunciaron este semana. Se trata de un movimiento de fondo reclamado por los mercados, destinado a ofrecer coherencia al tiempo que privilegian los sectores de crecimiento.

Concretamente, General Electric dará origen a 3 grupos que cotizarán por separado, dedicados respectivamente a aviación, salud y energía, al igual que Toshiba que creará dos nuevas empresas además de su estructura existente.

Johnson & Johnson, en tanto, separará sus productos de gran consumo del resto de la empresa que reunirá principalmente los equipos médicos y medicamentos, entre ellos las vacunas, para hacer una nueva empresa que cotice en bolsa.

«Esto ilustra una tendencia que está en marcha desde hace más de 20 años y que empuja a las empresas a concentrarse en un solo mercado», analiza Michael Useem, profesor de la universidad Wharton y especialista en reestructuras industriales.

Esta serie de anuncios «destaca el hecho de que el conglomerado diversificado, incluso si ocupó un lugar enorme en la historia económica estadounidense, está en vías de extinción».

La semana pasada DuPont, que ya era independiente desde la escición, en 2019, del gigante DowDupont, también anunció un cambio estratégico y la salida del grupo de una cartera de productos industriales.

Para Gregori Volokhine, gestor de cartera de Meeschaert Financial Services, en el caso de GE, como en IBM, que introdujo en bolsa la semana pasada a Kyndryl, la desconstrucción es una ocasión de separar la paja del trigo.

«Desde hace mucho tiempo, General Electric tenía siempre una oveja negra» entre sus actividades, en este caso la energía, luego de haberse visto afectado por los servicios financieros tras la crisis de 2008. Desde entonces, «todas las otras ramas sufrían, en términos de valorización pero también de obtención» de recursos.

Por extensión, muchos de estos antiguos conglomerados ven sus cotizaciones en bolsa estancadas, argumenta Michael Useem, para quien hay una suerte de penalización a la diversificación.

Los analistas y los inversores tienen a veces dificultades para entender al grupo en su complejidad y «evaluar sus futuros resultados», sostuvo. Además, es mejor dividirse por su propia voluntad, con su propia estrategia, «antes que ser empujado por accionistas activistas», remarca Volokhine.

No todos los conglomerados que se dividen tienen problemas. «J&J es una linda empresa», recuerda Jim Osman, director de la consultora The Edge y especialista de los «spin-off» (separación de una parte de un todo). «No hay buena y mala actividad» en el seno del grupo, insiste. «Hay dos buenas ramas que (los directivos) consideran que pueden brillar solas».

Para este especialista, la secuencia está vinculada a la evolución de Wall Street, que va de récord en récord desde el inicio del año.

«Las empresas tratan de crear valor con spin-offs cuando estamos cerca de máximos bursátiles», explicó. «Es normal. No se puede impulsar más el crecimiento» de la acción sin afectar la estructura misma de la empresa, añadió.

Aunque los ejemplos se multiplicaron recientemente, «la división de grandes empresas no es estrictamente necesaria», afirma Howard Yu, profesor de la escuela IMD de Lausana, Suiza. Algunos como el estadounidense Honeywell, están bien posicionados y son bien considerados por los inversores.

Amazon por ejemplo, está presente en la nube, tiendas de alimentación, comercio en línea y contenidos de video y audio, todos dominios a priori diferentes. La firma ve, y con ella los inversores, «el beneficio de la complementariedad, que refuerza cada elemento del ecosistema», según Howard Yu.

Pero para Useem, el mercado podría pedir pronto a los gigantes de la tecnología, Amazon o Google (Alphabet) entre otros, escindirse.

«Waymo podría valer 100.000 millones de dólares», lanzó Gregori Volokhine, sobre la filial de vehículos autónomos de Alphabet. «Incluso para Google, es mucho dinero».

(INFOBAE) El Gobierno ahora promete un plan y acuerdo con el FMI: el objetivo inmediato es evitar una crisis cambiaria
El Presidente convocó al diálogo a la oposición. El objetivo sería alejar los fantasmas de una devaluación brusca, pese a la suba de la brecha. También habría metas de déficit fiscal y otras variables para los próximos tres años

Avanzar en un acuerdo con el FMI, la explicitación de un “programa económico plurianual”, control del déficit fiscal, convocatoria al diálogo y respaldo a Martín Guzmán. En un inesperado discurso grabado tras el nuevo revés electoral, Alberto Fernández procuró dar algunas señales de lo que se puede esperar para la segunda parte de su mandato. El apuro del mensaje es entendible: tiene el desafío de mostrar un rumbo y mostrar gobernabilidad para evitar que la situación crítica en materia cambiaria genere un nuevo estallido durante el verano.

Es esperable que la nueva derrota del kirchnerismo, incluyendo el resultado un poco más ajustado en la provincia de Buenos Aires, tenga un impacto favorable en los ánimo de los inversores. En los próximos días cabe esperar que se calme el impulso del dólar libre e incluso que el Banco Central deje de perder reservas. No sería extraño además que se produzca un fuerte repunte en acciones y bonos.

Aún en caso de que se produzca una reacción positiva de los mercados tras el resultado electoral, habrá que trabajar a fondo para solucionar los problemas que arrastra la economía argentina. Los desequilibrios fiscales y monetarios requieren de un acuerdo con el FMI

De todas formas, posiblemente no ocurra el escenario de una remontada eufórica de los activos argentinos, ante por una sencilla razón: la “paliza” que muchos esperaban para el Gobierno en la elección tras el resultado de las PASO no tuvo la contundencia que muchos esperaban en la previa. Si bien el oficialismo perdió el quórum en la provincia de Buenos Aires, achicó fuertemente la diferencia en la provincia de Buenos Aires.

La ausencia de Cristina Kirchner, que evitó participar en la foto de la derrota, marca un enorme interrogante, que deberá ser digerido por los inversores. Luego de las PASO, la vicepresidenta dio a conocer una dura carta con críticas al Presidente y precipitó varios cambios en el Gabinete. Cuesta pensar que ahora se mantendrá al margen o no volverá a reaccionar tras otro resultado desfavorable.

Una reacción positiva de los mercados, sin embargo, no corrige ninguno de los grandes desequilibrios que acumula la economía argentina. La inflación del 50% anual y una brecha cambiaria del 100% reflejan con crudeza el tamaño de los problemas que deberá afrontar el Gobierno en los próximos dos años.

El Presidente dejó en claro que no piensa en un recambio de Gabinete y seguirá con su ministro de Economía. Es la señal más clara respecto a la decisión de buscar un acuerdo con el FMI. Sin embargo, aún no hay un plan concreto que plantee una salida gradual del cepo o una baja en serio de la inflación. Al contrario, hasta ahora todos fueron parches de corto plazo, como nuevas restricciones para acceder al mercado cambiario o congelamientos de precios.

Luego de las PASO, la vicepresidenta dio a conocer una dura carta con críticas al Presidente y precipitó varios cambios en el Gabinete. Cuesta pensar que ahora se mantendrá al margen o no volverá a reaccionar
Habiendo dejado atrás las elecciones, ahora ya no hay excusas para seguir dilatando las negociaciones con el Fondo. El interrogante es qué apoyo tendrá Guzmán dentro del Gobierno para aceptar las exigencias que lleguen desde Washington. La normalización del mercado cambiario y plantear un escenario de equilibrio para las cuentas públicas serán contenidos imprescindibles del eventual acuerdo. Sin embargo, hasta ahora no hubo señales concretas de avances en esa dirección.

El anuncio de un proyecto de “programa plurianual” marca el principal giro de Alberto Fernández. El Presidente siempre se mostró contrario a elaborar “un plan”. Pero ahora las urgencias ante la falta de reservas y el pico inflacionario desencadenaron un súbito cambio de postura.
La promesa es entregar este plan en los primeros días de diciembre. No hay tiempo para perder, considerando que el aumento de la brecha hizo crecer aceleradamente las expectativas de una devaluación del tipo de cambio oficial. El objetivo de Guzmán, que incluso está explicitado en el proyecto de Presupuesto 2022, es avanzar con un ajuste más rápido del dólar oficial pero sin generar movimientos “disruptivos”. Para avanzar con ese plan, el Gobierno apuesta ahora al arreglo con el FMI, el cual deberá hacer equilibrio entre la expectativa de los mercados y las presiones de la tropa propia. Avanzar con un ajuste, descongelar las tarifas de los servicios públicos o incluso cambiar los aliados internacionales que hoy tiene la Argentina no son cuestiones en las que el kirchnerismo duro estaría dispuesto a ceder.

El rol de los gobernadores, cómo queda el poder del Presidente y el rol de Cristina Kirchner dentro del Gobierno serán los temas que se seguirán con atención en las próximas jornadas. Recién después llegará el turno, si es que ocurre, de sentar en una mesa de diálogo a la oposición, empresarios y sindicalistas para discutir qué rumbo debería adoptar la futura política económica.

(INFOBAE) El camino para cerrar con el Fondo: cómo será la negociación con “el escollo más grande” que enfrenta Argentina
Desde el inicio de las conversaciones, las condiciones económicas empeoraron y los tiempos se estrecharon irremediablemente

El anuncio del presidente Alberto Fernández de que en diciembre enviará al Congreso un “programa económico plurianual para el desarrollo sustentable” puso en el centro de la agenda oficial alcanzar un acuerdo con el FMI para refinanciar USD 42.300 millones de deuda pendiente del crédito otorgado por el Fondo en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.

Aunque esperado, el anuncio no deja de provocar perplejidad, por al menos dos motivos.

El primero es que suena a poco cuando transcurrieron ya 20 meses desde las primeras reuniones que el ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvo con funcionarios del organismo, a quienes vio en repetidas ocasiones, así como a la directora-gerente del organismo, la búlgara Kristalina Georgieva.

La aprobación parlamentaria de un acuerdo que la contraparte negociadora y la oposición desconocen es un misterio
El segundo es que el Presidente procure la aprobación parlamentaria de una oposición electoralmente agrandada a la que endilga casi todos los males y problemas de la Argentina en los últimos dos años, período en que los pagos de deuda fueron en verdad menores a los que el gobierno precedente enfrentó en idéntico período. Con los acreedores privados, Guzmán pateó vencimientos hasta después de 2024. Y los pagos al FMI fueron menores a los fondos que el propio organismo acreditó en agosto pasado al país, en virtud de una emisión de liquidez equivalente a USD 650.000 millones.

El tiempo no para

El tiempo transcurrido no fue neutral. La economía está en peores condiciones que cuando el Gobierno asumió: menos reservas brutas y casi inexistentes reservas netas en el Banco Central, más déficit fiscal, más emisión de pesos que nadie quiere retener, una inflación superior al 50% anual (más un margen importante de “inflación reprimida”), un dólar que cuesta el triple que en diciembre de 2019, una brecha cambiaria del 100% y expectativas económicas negativas, sobre un fondo social de más del 40% de pobreza, ingresos deteriorados y más alto desempleo.

La aprobación parlamentaria de un acuerdo que la contraparte negociadora y la oposición desconocen es un misterio, más si se tiene en cuenta que el Presidente dijo en su discurso: “es necesario seguir el camino del ordenamiento de las cuentas del Estado, pero jamás a costa de un ajuste del gasto”.

Es dudoso, en primer lugar, que el Gobierno haya iniciado ese camino. Y aún más, que pueda recorrerlo sin recortar algunas partidas del gasto público. ¿Acaso los subsidios o las transferencias a las empresas públicas son intocables? Sin algún tipo de ajuste fiscal, es impensable un acuerdo con el Fondo, salvo que el Gobierno piense en aumentar impuestos y desalentar aún más la inversión y la actividad productiva del sector privado, algo incompatible con “la creación de empleo” a la que hizo referencia el discurso presidencial.

Sin algún tipo de ajuste fiscal, es impensable un acuerdo con el Fondo, salvo que el Gobierno piense en aumentar impuestos y desalentar aún más la inversión y la actividad productiva del sector privado
Fuente oficiales reconocieron a Infobae que el anuncio de anoche no implica que la negociación con el Fondo esté cerrada. Lo que se enviará al proyecto será una suerte de puesta al día del ida y vuelta de las conversaciones con el organismo. Suerte de “presupuestos mínimos” de un futuro entendimiento.

Decisión política

El Presidente también dijo que el plan que enviará al Congreso “es una decisión política que cuenta con el pleno aval del Frente de Todos” y que “ha sido el fruto del trabajo conjunto con la Vicepresidenta de la Nación, el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y mi gabinete de ministros y ministras”. Si así fuera, lo podrían aprobar antes del recambio legislativo, con los votos y las alianzas que la coalición oficialista aún tiene en ambas cámaras.

Habrá que ver, a partir de hoy, si es que el Fondo emite alguna señal. Hasta ahora, sus palabras y sus gestos fueron inequívocos: quieren conocer qué quiere hacer el Gobierno, algo que Guzmán no les ha dicho en más de 20 meses de conversaciones en las que los funcionarios del organismo se cansaron de que el gobierno los use de punching-ball para ajustar cuentas políticas con la oposición y, en particular, de las críticas al monto del crédito de 2018, aprobado por el directorio del organismo.

Habrá que ver, a partir de hoy, si es que el Fondo emite alguna señal. Hasta ahora, sus palabras y sus gestos fueron inequívocos: quieren conocer qué quiere hacer el Gobierno
Niegan también que el Fondo exija aprobación legislativa. Lo que pretenden es el consenso interno del propio Gobierno. Tienen presente, por ejemplo, la carta recriminatoria que un grupo de senadores K envió a Georgieva y la acusación de Cristina Kirchner de que el FMI violó sus propios estatutos. De la oposición lo que esperan es que no trabe las leyes necesarias para la gestión de gobierno, como el presupuesto. Pero fue el oficialismo legislativo el que todavía no trató el proyecto de presupuesto 2022 que Guzmán envió hace dos meses a Diputados.

Lo cierto, en todo caso, es que el tiempo para un acuerdo se está agotando. El propio gobierno lo marcó cuando, en junio, postergó hasta el 31 de marzo de 2022 pagos al Club de París, a condición de un acuerdo con el Fondo. Sin éste, un Gobierno ya sin acceso al crédito privado internacional y que financia el gasto público a puro impuesto, emisión e inflación, perderá también el crédito externo público (Banco Mundial, BID, Corporación de Fomento, garantías o créditos bilaterales). Ya no hay margen para seguir ocultando las cartas.

(INFOBAE) Con el aumento de la brecha cambiaria, las reservas del BCRA quedaron en un nivel crítico
Se agotaron las divisas propias de alta disponibilidad. En la última semana la entidad vendió USD 634 millones que corresponden a depósitos de familias y empresas en entidades financieras

Los analistas económicos, como también los fondos de inversión, locales e internacionales, y en especial los técnicos del Fondo Monetario Internacional, siguen habitualmente diversos indicadores para detectar el “pulso” de los mercados, como la brecha cambiaria y el índice de riesgo país, porque su nivel es consecuencia no sólo de la salud de las finanzas públicas y monetarias, como el déficit fiscal y la inflación-, sino también de la posición neta de reservas internacionales del Banco Central de libre disponibilidad.

EL índice de Riesgo País cerró el viernes a 1.748 puntos básicos, equivalente a unos 2.750 pb según la medición de JP Morgan con los bonos previos al canje de agosto 2020
La resistencia del Gobierno en la primera mitad de gestión a guiarse por un plan económico, y presentar un Presupuesto consistente y acorde a la realidad macro y microeconómica, ha llevado a un sostenido deterioro de los índices de confianza de la población, aumento de la brecha cambiaria de 13% inicial, el 10 de diciembre de 2019, a un rango de 89% a 102%, según los diferentes tipos de cambio de mercado, y el índice de riesgo país que elabora JPMorgan de 2.180 puntos básicos a un equivalente actual de 2.750 pb del nivel de 1.748 pb de cierre del viernes: la diferencia de 1.000 pb es la baja que generó en septiembre 2020 el cambio en la canasta de bonos que componen el indicador, luego del canje de deuda con acreedores privados internacionales en agosto de ese año.

En ese período, el total de reservas brutas del BCRA se redujo de USD 43.797 millones a USD 42.607 millones, según surge de la comparación de los balances de la entidad que preside Miguel Pesce al cierre de la primera semana de diciembre de 2019 y el estimado al viernes último, principalmente por efecto del saldo negativo de las “operaciones de pases pasivos con el exterior” por casi USD 6.400 millones, y pagos de deuda a organismos internacionales por USD 2.608 millones, los cuales superaron al saldo neto de compra de divisas de USD 3.215 millones -remanente del superávit comercial acumulado de más de USD 28.500 millones-; y los aumentos en USD 3.600 millones de los encajes en moneda extranjera, y de USD 1.250 millones de “otras operaciones” del sector público.

El deterioro de la posición de activos externos se amplió en el bienio a más de USD 10.370 millones si se consideran únicamente las tenencias propias del Banco Central, esto es excluidos el canje de monedas con China -préstamo potencial para pago de importaciones de ese origen- por el equivalente a casi USD 20.370 millones; el swap con el Banco de Basilea y el saldo remanente de los DEG transferidos a la Tesorería -en conjunto suman unos USD 6.700 millones-; y los encajes en divisas del sector privado que al martes último totalizaba USD 11.640 millones. Cayeron a unos USD 3.900 millones.

El deterioro de la posición de activos externos se amplió en el bienio a más de USD 10.370 millones si se consideran únicamente las tenencias propias del Banco Central
Netas de libre disponibilidad

En un contexto de crecientes controles e intervenciones del Banco Central, a través de operaciones de contado, pero también de futuros -a plazo-, el ojo del mercado sobre los activos externos se pone más fino, y busca determinar el saldo neto de divisas líquido propio de libre disponibilidad -sinónimo de efectivo o débito inmediato-, el cual surge de restar los depósitos en organismos internacionales por su cuota como país miembro, principalmente en el Fondo Monetario, es equivalente a casi USD 2.000 millones; y la valuación de las tenencias de oro, unos USD 3.600 millones.

El resultado de todas esas deducciones al monto bruto provisorio informado al cierre de las operaciones de cambio del último viernes arroja un saldo negativo de casi USD 1.700 millones.

Casi un tercio de este monto se agregó en la semana previa a las elecciones legislativas de este domingo, habida cuenta de que fuentes del mercado estimaron en USD 634 millones las ventas netas del Banco Central para contener el apetito del mercado y atenuar la suba sostenida de los tipos de cambio alternativos al regulado oficial.

Claramente, ese proceso no parece sostenible. De ahí que las miradas de los operadores de cambios estarán concentradas esta semana en las decisiones políticas y económicas que espera tome la coalición de Gobierno.

“Con la caja cambiaria crujiendo, brecha cambiaria arriba de 100%, sin reservas, inflación de 50% y riesgo país en 1.750 puntos, no hay mas espacio para indefiniciones, mala praxis y radicalización”, destacaba este fin de semana el economista Esteban Domecq, director de Invecq Consultora.

 

INTERNACIONAL

(INVESTING) Covid-19, de nuevo ‘factor riesgo’ en el mercado: Vuelven las restricciones

Hans Kluge, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, afirmó recientemente que el continente podría sufrir medio millón de muertes más el próximo mes de febrero.

La tasa de vacunación se ha ralentizado en todo el continente en los últimos meses. Mientras que en España la tasa es de alrededor del 80%, en Alemania es del 66% y en Rusia, del 32%.

Así, la pandemia vuelve a colarse entre las preocupaciones de los inversores, “así como de su potencial efecto sobre la recuperación económica y la inflación”, señalan en Link Securities.

“En el corto plazo, y hasta que no se aclare cómo van a afrontar las autoridades, concretamente en Europa, el nuevo repunte de casos de Covid-19 que se está produciendo en la mayoría de los países de la región, entendemos que los inversores optarán por la prudencia, lo que puede llevar a los principales índices bursátiles europeos a entrar en fase de consolidación, algo que, por otra parte, no sería nada anormal teniendo en cuenta las fuertes alzas registradas por estos mercados en el último mes”, afirman estos analistas.

“Si los distintos gobiernos optan nuevamente por las restricciones a la movilidad y a la actividad de las empresas y/o por nuevos confinamientos de la población, es factible que asistamos a una pequeña corrección de los mercados de renta variable europeos”, añaden.

Alemania se plantea imponer la vacunación obligatoria para los cuidadores y sanitarios, Holanda ha adelantado el cierre de los servicios no esenciales y Austria ha confinado a la población no vacunada.

Hungría ha vuelto a imponer el uso obligatorio de la mascarilla en algunos lugares públicos y ha restringido las visitas en los hospitales, y Eslovaquia ha cerrado establecimientos en las poblaciones con mayor número de contagios.

(AMBITO) Rusia dice que no desviará los flujos de gas de Bielorrusia
Rusia no tiene planes de desviar los flujos de gas natural de Bielorrusia pese a la amenaza que hizo su dirigente sobre la posibilidad de cortar el tránsito hacia Europa en plena crisis de inmigrantes en sus fronteras occidentales, dijo el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, advirtió el jueves de posibles represalias contra cualquier nueva sanción de la UE por el enfrentamiento con los migrantes atrapados en la frontera entre Bielorrusia y la UE, incluido el cierre del gasoducto Yamal-Europa a su paso por el país.

El presidente Vladimir Putin dijo el sábado que tal medida podría perjudicar los lazos entre Minsk y su aliado clave, Moscú, y añadió que hablaría con Lukashenko sobre el tema.

(INVESTING) Cae el dólar a la espera del relevante dato de ventas minoristas de EE.UU.
El dólar baja este lunes, retrocediendo tras registrar máximos de 16 meses, mientras los traders buscan nuevos indicios de la postura de la Reserva Federal sobre la agenda de subidas de los tipos de interés.

A las 9:05 horas (CET), el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, baja un 0,1% hasta 95,073, retrocediendo con respecto a los máximos de 16 meses registrados el viernes en 95,267.

El par EUR/USD apenas registra variaciones y se mantiene en el nivel de 1,1449, justo por encima de los mínimos de 16 meses del viernes, registrados en 1,1433, el USD/JPY sube un 0,1% hasta 113,95, mientras que el GBP/USD sube hasta 1,3416, recuperándose tras registrar mínimos el viernes en el nivel de 1,3354, su cota más baja de este año.

El dólar registró máximos de más de un año la semana pasada tras conocerse que los precios al consumo de Estados Unidos aumentaron el mes pasado al ritmo anual más rápido desde 1990, lo que arroja dudas sobre si la Reserva Federal puede defender su teoría de que el repunte de la inflación de este año será transitorio.

«El aumento de las presiones sobre los precios requiere que la Reserva Federal sea más flexible para hacer frente a los posibles resultados», explica Marc Chandler, estratega jefe de mercado de Bannockburn Global Forex. «El ritmo del tapering es la principal limitación de la política monetaria. Las declaraciones del FOMC comprometieron a la Fed a reducir la compra de bonos en 15.000 millones de dólares en noviembre y diciembre. Aunque anticipó que el ritmo continuaría, se reservó el derecho de ajustar los tipos. Es probable que la atención se centre en esto durante el período previo a la reunión de mediados de diciembre».

Antes de eso, el dato económico de Estados Unidos más esperado de esta semana es el informe de ventas minoristas del martes, sobre todo después de que la encuesta de la Universidad de Michigan del viernes mostrara que la confianza de los consumidores se desplomó inesperadamente hasta registrar mínimos de una década a principios de noviembre.

Además, los traders estarán atentos a las declaraciones que surjan de la cumbre virtual entre el presidente Biden y el líder chino Xi Jinping que se celebrará el lunes, dada la tensa relación entre las dos superpotencias económicas mundiales. XI acude a la reunión tras haber consolidado su posición en la cúpula del Partido Comunista la semana pasada en una reunión que podría suponer la prolongación de su mandato. Esto supondría una importante ruptura con los precedentes de los últimos 30 años. El par USD/CNY sube ligeramente hasta el nivel de 6,3812, y el yuan sigue en máximos de tres años, ya que el crecimiento anual de las ventas minoristas de China y la producción industrial de octubre superaron las expectativas.

El fortalecimiento del yuan también da al Banco Popular de China más margen de maniobra para recortar su requisito de reservas mínimas, una medida que, según los analistas, es cada vez más probable dadas las tensiones del sector inmobiliario del país.

Por otra parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparecerá ante el Parlamento Europeo más tarde el lunes, y es poco probable que cambie su prudente postura política en un contexto de ralentización de la economía y aumento de los casos de Covid.

(INVESTING) Resultados empresariales, pandemia en Europa: 5 claves esta semana
Es probable que la preocupación en torno al aumento de la inflación siga presente esta semana, ya que los inversores están pendientes de las últimas cifras de ventas minoristas de Estados Unidos y de los resultados de las principales empresas minoristas, como Walmart (NYSE:WMT).

Se espera que la última tanda de datos económicos de China de este lunes confirme una ralentización de su recuperación económica, justo cuando Europa está experimentando un nuevo aumento de las infecciones por el virus Covid-19. Por su parte, las cifras de empleo de Reino Unido han levantado gran expectación después de que el Banco de Inglaterra dijera que necesita ver más pruebas de la mejora del mercado laboral tras sorprender a los mercados al no anunciar la subida de tipos tan esperada a principios de este mes.

Esto es lo que hay que saber para empezar la semana.

1. Ventas minoristas de Estados Unidos
El dato más destacado de la agenda económica de la semana de Estados Unidos será el de ventas minoristas de octubre, que se publicará el martes, y los economistas esperan un aumento del 1,1%, tras el incremento del 0,7% en septiembre.

La inflación de Estados Unidos se ha disparado a su cota más alta en más de 30 años, ante una crisis de la cadena de suministro mundial, y los datos del viernes indican que la confianza de los consumidores ha registrado este mes su cota más baja en una década, ya que la subida de los precios ha hecho descender el nivel de vida.

Los inversores apuestan por que la Reserva Federal tendrá que subir los tipos de interés antes de lo que se indica actualmente para frenar la espiral inflacionista.

La agenda económica también incluye los datos de producción industrial del martes, los informes sobre promociones de vivienda y licencias de obra del miércoles y los datos semanales de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo del jueves.

2. Resultados de empresas minoristas
La temporada de presentación de resultados del tercer trimestre sigue su curso, pero los inversores obtendrán una nueva actualización esta semana sobre la fortaleza del gasto de los consumidores con los informes de los principales minoristas, como Home Depot (NYSE:HD), Walmart, Target (NYSE:TGT) y Macy’s (NYSE:M).

Los informes de resultados se enfrentarán a un escrutinio mayor de lo normal ante el inminente inicio de la temporada de compras navideñas, pues los inversores estarán pendientes de las directrices de los minoristas para determinar si la inflación se comerá los beneficios o se trasladará a los consumidores.

La temporada de presentación de resultados del tercer trimestre ha sido en general optimista. Según Reuters, hasta el viernes, 459 de las empresas del S&P 500 habían presentado sus informes, y el 80% de los resultados superaron las previsiones de los analistas.

3. Ralentización de China
La recuperación de la segunda economía del mundo se está debilitando y se espera que los datos de este lunes, que incluyen informes de ventas minoristas, inversión en activos fijos y producción industrial, lo confirmen. La pérdida de impulso en China, uno de los principales motores del crecimiento mundial, está ensombreciendo la desigual recuperación económica mundial tras la pandemia.

La recuperación en China se ha visto lastrada por el agresivo enfoque para contener los brotes de Covid-19, la crisis de deuda masiva del sector inmobiliario del país y una crisis energética que ha lastrado la actividad manufacturera.

Los analistas creen que el banco central del país probablemente adoptará un enfoque de cautela a la hora de flexibilizar la política monetaria para reforzar la economía, ya que la ralentización del crecimiento, combinada con el aumento de la inflación, alimenta la preocupación en torno a una posible estanflación.

Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebrará el lunes una reunión virtual con el líder chino, Xi Jinping, ante las crecientes tensiones entre las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses no han expresado muchas esperanzas de que se produzcan avances en materia de comercio.

4. Datos de empleo de Reino Unido
El Banco de Inglaterra ha indicado que necesita tener más información sobre la fortaleza del mercado laboral británico antes de subir los tipos por primera vez desde el inicio de la pandemia, por lo que el último informe de empleo del martes será centro de todas las miradas.

Los datos de empleo de octubre mostrarán si se ha producido un aumento del desempleo tras la expiración del plan de subsidios salariales de la época de la pandemia a finales de septiembre.

A los datos de empleo les seguirán las cifras de inflación del miércoles y las de ventas minoristas del viernes. La previsión indica que la inflación siga acelerándose por ahora, de manera que el Banco de Inglaterra podría proceder a una subida de tipos en su reunión de diciembre, salvo que se produzca un debilitamiento inesperado de los datos del mercado laboral.

5. El resurgimiento de la pandemia llega a Europa
En Europa se está produciendo un resurgimiento de la pandemia del virus Covid-19, lo que añade vientos en contra a la ya frágil recuperación económica de la región.

En Europa se producen más de la mitad de los contagios medios en todo el mundo en una media de siete días y cerca de la mitad de las últimas muertes, según los datos recopilados por Reuters, los niveles más altos desde abril del año pasado, cuando el virus estaba en su pico inicial en Italia.

Varios países, como Holanda, Alemania, Austria y la República Checa, están aplicando restricciones o planeando nuevas medidas para frenar la propagación.

Holanda inició el sábado un confinamiento parcial de tres semanas, el primero en Europa Occidental desde el verano. Alemania reinstauró el sábado las pruebas gratuitas de Covid-19 y Austria ordenó el domingo el confinamiento de las personas no vacunadas.

(INVESTING) La gripe aviar se extiende por Europa y Asia
En los últimos días se han notificado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) varios brotes de gripe aviar grave en Europa y Asia, en una señal de que el virus vuelve a propagarse rápidamente.

La propagación de la enfermedad altamente patógena, comúnmente llamada gripe aviar, ha puesto en alerta a la industria avícola después de que brotes anteriores provocaran el sacrificio de decenas de millones de aves. Los brotes también suelen dar lugar a restricciones comerciales.

El nuevo brote también está atrayendo la atención de los epidemiólogos, ya que el virus puede transmitirse a los humanos. China ha notificado 21 infecciones humanas por el subtipo H5N6 de la gripe aviar en lo que va de año, más que en todo el año 2020.

Corea del Sur informó de un brote en una granja de unas 770.000 aves de corral en Chungcheongbuk-do, dijo el lunes la OIE, citando un informe de las autoridades surcoreanas. Todos los animales fueron sacrificados.

También en Asia, Japón notificó su primer brote de la temporada de invierno de 2021, en una granja avícola del noreste del país, dijo la OIE, confirmando un comunicado de la semana pasada del Ministerio de Agricultura japonés. El serotipo de este brote fue el H5N8.

En Europa, Noruega informó de un brote de gripe aviar H5N1 en la región de Rogaland en una manada de 7.000 aves, según la OIE.

Los brotes suelen producirse en otoño y se propagan a través de las aves silvestres que migran.

El Gobierno belga aumentó la alerta por riesgo de gripe aviar y ordenó que las aves de corral se mantuvieran en el interior a partir del lunes, después de que se identificara una variante altamente patógena de la gripe aviar en un ganso silvestre cerca de Amberes.

Esta medida se produce después de que la vecina Francia adoptara una medida similar a principios de este mes y los Países Bajos en octubre.

La gripe aviar no se transmite por el consumo de productos avícolas.

(INVESTING) Oro cae mientras los inversores sopesan posible respuesta de la Fed a la inflación

Los precios del oro bajaban el lunes, mientras los inversores evaluaban una posible respuesta de la Reserva Federal a las altas expectativas de inflación, pero un retroceso en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidenses limitaba las pérdidas.

* El oro al contado caía un 0,1% a 1.862,51 dólares la onza a las 1052 GMT, mientras que los futuros del oro de Estados Unidos bajaban un 0,2% a 1.865,00 dólares.

* El oro enfrenta nuevamente una resistencia de alrededor de 1.870 dólares, dijo Ole Hansen, analista de Saxo Bank, quien agregó que si el lingote no logra aprovechar los recientes avances pronto «podría entrar en el mercado alguna toma de ganancias».

* El lingote subió a un máximo de casi cinco meses la semana pasada, ya que los precios al consumidor de Estados Unidos registraron su mayor salto anual en 31 años, lo que llevó a los inversores a adelantar sus expectativas de alza de tasas.

* Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años caían, lo que reducía el costo de oportunidad de tener lingotes.

* El presidente del Banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, dijo el domingo que espera una inflación más alta en los próximos meses, pero sostuvo que el banco central no debería reaccionar de forma exagerada ante la inflación elevada, ya que probablemente sea temporal.

* Los aumentos de las tasas de interés tienden a reducir el atractivo del oro, que no devenga intereses, ya que aumenta el costo de oportunidad del metal.

* En tanto, la plata al contado caía un 0,3% a 25,20 dólares la onza. El platino bajaba un 0,7% a 1.075,15 dólares y el paladio cedía un 0,7% a 2.095,15 dólares.

 

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