LO QUE TENES QUE SABER Y MÁS (13/12/2021)

DAILY

RIESGO PAÍS (13/12/2021)1726
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DÓLAR 12/12

Especie Último % Dia % Mes % Año 
MAYORISTA101,540,620,7
OFICIAL106,500,519,3
SOLIDARIO175,730,519,3
MEP197,10-1,840,8
MEP GD30196,99-2,438,8
CCL206,74-3,547,4
CCL GD30208,58-3,146,0
CCL CEDEAR208,29-3,844,2
IMPORTANTE LECTURA SOBRE FACEBOOK
BANCO COMAFI S.A.. INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – HECHO RELEVANTE CAMBIO DE TICKER FB
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Información Relevante

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BANCO DE VALORES S.A.. OTRA INFORMACIÓN DEL ADMINSITRADO – COMPRA DE ACCIONES DEL GRUPO FINANCIERO VALORES S.A.
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IRSA INVERSIONES Y REPRESENTACIONES S.A.. INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – PROSPECTO DE FUSIÓN ENTRE IRSA INVERSIONES Y REPRESENTACIONES S.A. E IRSA PROPIEDADES COMERCIALES S.A.
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/EED7CC8B-F359-4A06-8617-AEECEB75AE37

PROVINCIA DE MENDOZA PMEN Prospecto de emisión – Títulos de Deuda 2023 y Títulos de Deuda Para Inversión de Infraestructura Pública 2024
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LOCAL

(AMBITO) ¿Tregua cambiaria? A cuánto terminará el dólar a fin de año según el mercado
Mientras el Banco Central acelera la suba del dólar oficial, los dólares financieros sufrieron un fuerte retroceso de hasta el 5% en el CCL. Mientras tanto, el dólar blue tuvo tres bajas consecutivas y un leve repunte el viernes. Analistas consultados por Ámbito estiman cómo será la dinámica en lo que queda del año.

El Banco Central convalidó la aceleración del «crawling peg» y el viernes, el tipo de cambio oficial avanzó 39 centavos respecto a los 36 centavos de la semana anterior. El cambio de estrategia del Banco Central responde a una necesidad de comenzar a acercarse al menos al ritmo de la inflación con la voluntad de normalizar el mercado de cambios tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los dólares financieros, por su parte, han recibido un fuerte golpe esta semana con un retroceso del 5% para el Contado con Liquidación (CCL) cuya brecha con el oficial se encuentra en 108,3% mientras que, para el caso del dólar MEP el retroceso fue del 1,1% consolidando una brecha del 93,1% la más baja desde el 15 de noviembre. A este ritmo de los dólares financieros, el dólar blue también se mantiene en caída – excepto una leve suba del viernes- luego del máximo de $207 del 11 de noviembre, un día antes de los comicios legislativos. Para los economistas consultados por Ámbito, los dólares financieros y el blue seguirán con una tendencia a la baja y avizoran una «tregua cambiaria» para lo que quede del año y principios del 2022.

El Banco Central acelerará el ritmo de la devaluación, es un hecho. Pero otra certeza que la mayoría de los economistas refieren es la imposibilidad de un brusco salto devaluatorio. «De mantenerse lo que se dio en las primeras semanas de diciembre terminará el mes con un 2% de incremento (los 6 meses anteriores promedio solo 1,1% de suba mensual). Así , cerrará el año en 103 pesos por dólar», anticipó el economista Amilcar Collante, miembro del CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur).

Al mismo tiempo, afirmó que los dólares alternativos y el dólar blue se espera una especie de «tregua cambiaria» a fin de año por dos motivos: en primer lugar, por el avance del acuerdo con el FMI y porque «en diciembre se incrementa la demanda de pesos». La demanda está dada por una necesidad de las empresas de hacerse de pesos para el pago de aguinaldos y otras obligaciones. Pero no sólo por ese motivo: un gran porcentaje de la población necesitará pesos para sus vacaciones que por el tipo de cambio, serán en su mayoría dentro del país. «Es muy probable que los dólares financieros terminen por debajo de los registros del mes previo noviembre (cuando todavía había incertidumbre política por el resultado de las elecciones legislativas)», expresó el economista.

En cuanto al dólar blue es probable que «se estabilice entre $190/$195 pesos al igual que el dólar MEP. Y el Contado con Liquidación (CCL) en torno a los $200 pesos por dólar».

En el mismo sentido, opinó el economista Christian Buteler: «Los dólares alternativos han tenido un salto previo a las elecciones, una vez pasado a lo s comicios hubo un achique de los precios. De acá a fin de año veremos un dólar que se moverá 5 pesos más arriba o 5 pesos debajo del valor actual, no mucho más que eso». También, afirmó: «no creo que haya lugar para un salto importante en este mes».

En cuanto al dólar oficial, estimó que se devaluará en un 2% (más, menos) que se acercará a la inflación, pero no al 3,5% mensual. Ante la consulta sobre la demanda del dólar blue por el pago de aguinaldos, Buteler afirmó que no se verán saltos porque será «compensado con la demanda de pesos». «Honestamente ha quedado muy dañado el bolsillo salarial de la gente, motivo por el cual no veo que haya una gran presión de ese lado».

Para el economista Sergio Chouza, «era lógico que aplacado el nerviosismo electoral en los meses previo a las generales te puedas acoplar un poco más al resto de la evolución nominal de la economía».

La salida de la intervención del Banco Central a los dólares financieros generó saltos abruptos que dejaron al MEP y al CCL cerca del precio de referencia del dólar blue cercano a los $200. En ese sentido, Chouza expresó que los dólares financieros en una zona de $197 pesos «sigue siendo muy alto en términos históricos. Pagar dolarización a estos precios es una decisión temeraria por parte del sector privado. La baja en los dólares es 100% genuina».

¿Unificación del tipo de cambio?

El entendimiento del gobierno con el Fondo Monetario Internacional y los avances en el acuerdo generó expectativa sobre la posibilidad de ir hacia un esquema de salida gradual de las restricciones cambiarias. En el 2022, el Gobierno tendrá como desafío por delante consolidar el superávit comercial para que la economía crezca y hacerse de los dólares necesarios para cumplir con los vencimientos por delante.

En este marco, Chouza se animó a mencionar la posibilidad de salir del esquema de segmentación: «Argentina se debe después del acuerdo con el FMI una normalización del mercado de cambios, tenés que construir un sendero donde se pueda ir normalizando. Si se ponen objetivos, puede ir a horizontes de acumulación de reservas o un paso previo por un desdoblamiento formal, que es con un esquema planificado»

«El FMI entiende que no se puede salir ahora de un esquema segmentado porque puede ser muy complicado en términos sociales y potenciar desequilibrios macro. Quizás es algo que se amerite en una instancia posterior».

(AMBITO) Dólar: advierten que no funcionará el crawling peg con tasas negativas
Señalan que si el costo del dinero va por debajo de la inflación, habría incentivos a que los exportadores demoren liquidaciones y los importadores compren por anticipado.

La aceleración del “crawling peg”, una medida que ya fue confirmada por el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), es un elemento que ya tienen en cuenta los operadores de los mercados, quienes ahora tratan de saber cuál va a ser el ritmo de la devaluación.

Para los economistas la medida es impostergable ya que así se evitará que la autoridad monetaria siga perdiendo reservas internacionales. Pero advierten que si la tasa de interés no acompaña como mínimo la devaluación mensual puede resultar un esfuerzo en vano. Los exportadores tendrían incentivos a financiarse en moneda local y demorar el ingreso de dólares, mientras que los importadores tendrían mejores condiciones para comprar por anticipado.

“Si el dólar se moviera al ritmo de la inflación (3% mensual) y la tasa en pesos permaneciera por debajo de ese umbral, incentivos perversos podrían reavivarse y poner en jaque el plan oficial de evitar una devaluación abrupta”, advirtió en su reporte semanal la consultora GMA Capital.

Precisamente, en la charla que Pesce le dio a los industriales, señaló que los saltos bruscos devaluatorios no han sido en general exitosos en el país porque producen una sobre reacción, lo que se conoce como “overshooting”.

En base a datos oficiales, GMA advierte que el costo del dinero, medido por la tasa Badlar (promedio de plazo fijo de más de un millón) o con la tasa de Leliq, “terminaría en la zona de 34,5% anual en 2021, mientras que se ubicaría en 36,45% anual hacia fines de 2022”.

Así, sostiene que “este ‘endurecimiento’ nominal de 195 puntos tendría un efecto muy limitado sobre la tasa real y la demanda de pesos”. “Actualmente, la recompensa esperada por un ahorrista una vez descontada la inflación proyectada de corto plazo es -8,6%”, dice la consultora. GMA plantea en ese sentido que “$100 colocados a tasa el día de hoy comprarían bienes por $91,4 dentro de un año dadas las expectativas de precios”.

La cuestión de la tasa de interés negativa forma parte de las negociaciones con el FMI. El organismo le pidió a los funcionarios argentinos que viajaron a Washington la semana pasada que lleven las tasas de interés a terreno positivo.

El FMI sabe que de los últimos 20 años, en 14 (70% del tiempo) la tasa nominal no pudo hacerle frente al avance del costo de vida, “profundizando la debilidad de la demanda de pesos y canalizando poder de compra hacia bienes (mayor inflación) y moneda extranjera (pérdida de reservas y presión depreciatoria del peso)”, señala GMA Capital.

Incentivos
Si la tasa de devaluación del peso, señala el informe, se equipara a la de la inflación, con una tasa de interés negativa “los productores agropecuarios tendrían incentivos a endeudarse en moneda local, optar por financiarse y no liquidar los granos”. “En tanto, a los importadores les convendría tomar crédito para adelantar pagos de bienes importados”, advirtió GMA. Para evitar el drenaje de divisas en BCRA debería aumentar la tasa, lo que a su vez deterioraría su pasivo y provocaría una caída de la actividad económica.

No obstante, el informe expresa que una mayor tasa real “podría colaborar para ralentizar el pass-through desde la devaluación del peso hacia precios”. Funcionaría como un “dique de contención” que ayudaría a evitar un escenario de espiralización entre el dólar y la inflación,

A una conclusión similar llegaron los economistas de Fondos Quinquela. Señalan en un reporte que “para poder acelerar el ritmo de depreciación es necesaria una tasa de interés algo más alta, inclusive a pesar de los controles cambiarios y que aun así el contexto externo seguirá siendo un factor determinante y no controlable”.

El informe indica que hay que mirar dos períodos puntuales. El más reciente fue entre noviembre de 2020 y febrero de 2021. En ese período el ritmo de depreciación fue del 3,5% mensual, con una inflación que promedió el mismo ritmo, pero con tendencia ascendente y una tasa de interés del 2,8% mensual. El aumento del precio de la soja y el ingreso de divisas permitió que el BCRA comprara u$s15 millones por día y que en paralelo bajara la brecha (-1,6% mensual), pero a costo de una intervención en el mercado de bonos de u$s10 millones diarios. El anterior período fue el segundo semestre de 2013. En ese momento el ritmo de depreciación promedio alcanzó al 2,9% mensual, aunque acelerándose en los dos últimos meses del año. La inflación era del 2,3% promedio mensual con una tasa de interés del 1,6% mensual. “Esa búsqueda de ganar tipo de cambio real mes a mes con tasas de interés bajas generó un quiebre de expectativas, llevando al BCRA a vender dólares a razón de u$s55 millones promedio por día”, advirtió el trabajo.

(AMBITO) La inflación de noviembre se ubicó en torno al 3% (mañana, dato oficial)
Señalan que los alimentos presionaron al alza, sumado a algunos incrementos en sectores puntuales. Advierten, además, que el indicador se acelerará a partir de diciembre.

La inflación de noviembre habría desacelerado su marcha, aunque de todas formas se ubicó en torno al 3%. Así surge de distintos relevamientos privados, cuyas proyecciones en torno a la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) oscilan entre el 2,9% y el 3,2%, con los alimentos y algunos “aumentos puntuales” traccionando al alza. Luego de dos meses consecutivos con un dato de 3,5%, mañana el INDEC dará a conocer la cifra oficial.

De acuerdo al relevamiento de precios de los alimentos que realiza la consultora LCG, este rubro presentó en noviembre una suba del 3%, acelerándose 0,5 puntos porcentuales contra el mes anterior “aún en un contexto de congelamiento de precios”. “Así las cosas, y sumado a los aumentos puntuales autorizados en noviembre (como el servicio doméstico, colegios privados y expensas), esperamos un registro nuevamente superior al 3% mensual, que sucedería a dos meses con inflación de 3,5% al hilo. En el año, la suba de precios ascendería a 47% y un 52% en relación con un año atrás”, remarcaron desde la firma.

Para Orlando Ferreres, en tanto, la inflación del mes pasado se ubicó en 2,9% y registró un crecimiento interanual del 46,7%. “Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 3,3%, marcando un aumento de 48,5% anual”, remarcó la consultora, que destacó: “En cuanto a los principales rubros, ‘Vivienda’ encabezó las subas del mes, registrando un alza de 4,9% mensual. Por su parte, Indumentaria lo hizo en 4,6% mensual, mientras que Transporte y comunicaciones avanzó 4,3% mensual”. Los alimentos, en tanto, treparon 2,3%.

Para FIDE, el aumento de precios en noviembre se ubicó en torno al 3% y proyectan para diciembre una inflación de punta a punta cercana al 50%. Según estimaron desde Eco Go, la “tracción vino por el lado de ‘Alimentos y Bebidas’, que aumentaron un 3,9% promedio. “Cuestiones coyunturales como la aceleración de la brecha cambiaria y el consecuente efecto sobre las expectativas de devaluación se filtraron a los precios de ‘Equipamiento del Hogar’ donde también se vieron subas por encima del promedio”, agregaron. En ese escenario, para la consultora Libertad y Progreso el IPC del mes pasado reflejará una suba del 3,2%.

“La inflación general parte del 3% en noviembre, con desaceleración de la categoría alimentos y bebidas al 2,8%. Sin embargo, ‘Indumentaria y Calzado’ y ‘Vivienda’ están por encima del indicador general, superando ambos casos el 4% de inflación mensual”, sostuvo por su parte Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, y en relación a lo que puede ocurrir hacia adelante, agregó: “En diciembre, estacionalmente hay una suba de precios. Por lo cual se podría acelerar incluso por encima de la inflación de octubre, pasando al 3,8 %”.

Lo que viene
Justamente, al analizar la evolución que puede tener la inflación en los próximos meses, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, se prevé una aceleración en los precios a partir de diciembre. Mientras que las consultoras relevadas proyectan (en promedio) un alza del IPC del 3,1% para noviembre, pronostican una suba de 3,4% para diciembre; del 3,7% en enero; 3,7% en febrero y 4% en marzo.

En relación a lo que puede ocurrir el año próximo, Walter Morales, presidente de Wise Capital, sostuvo que “la inflación con piso en 50% durante el 2022, es posible”. “El año que viene debería de haber un ajuste cambiario de al menos 38%, que es la tasa que el BCRA paga por los pasivos monetarios. Ese aumento en el valor del dólar debería ocasionar una inflación de al menos 13,3%; considerando un pass through de 35% por lo pisado que se encuentran varios precios de la economía. Suponiendo que el aumento de precios mensual se redujera a 2,75%, variaciones que arrojan 38,5% al año, pero sumado el traspaso del dólar a precios, la inflación de 2022 se ubicaría por encima de 51,7%”, señaló Morales.

(AMBITO) Trigo: súper cosecha asegura un ingreso de divisas récord
Las proyecciones indican una campaña de entre 21 y 22 millones de toneladas. En diciembre el sector liquidaría u$s2.300 millones.

A pesar de los pronósticos climáticos adversos la cosecha de trigo sigue batiendo todos los récord y de la mano de los altos rindes se espera una súper campaña de alrededor de 21 millones de toneladas, que redundaría además en un ingreso de divisas del campo en dos meses claves como diciembre y enero. Según las proyecciones del departamento de estudios económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el último mes del año las empresas agroexportadoras liquidarían alrededor de u$s2.300 millones, cifra récord para este mes.

Por lo pronto, hasta el viernes pasado el campo había ingresado al mercado de cambios local poco más de u$s553 millones y a partir de esta semana se espera una aceleración en el ingreso de divisas. Un escenario ideal para el BCRA que necesita dólares frescos en medio de las negociaciones con el FMI.

Altos precios
Lo cierto es que en todos los meses en lo que va de este año, el campo liquidó cifras récord ante la fuerte suba que mostraron los precios de los commodities y parte de ese escenario, a pesar de los vaivenes, aún se sostiene. En lo que respecta a precios desde la Bolsa de Comercio de Rosario detallan: “Mientras las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de trigo 2021/22 se mantienen estables hace semanas apenas por encima de las 9 millones de toneladas, los precios locales crecieron en la semana en torno a un 2,5%. Luego de caer por debajo de los u$s228 a principios de diciembre, en las últimas jornadas se recuperó dinamismo comercial sumado al impulso de Chicago, lo que llevó los precios arriba de u$s240 por tonelada en plena cosecha, considerando el precio de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario. Con los buenos niveles de demanda y las optimistas perspectivas comerciales, el abanico de posiciones abiertas de compra en la plaza local oscilaron entre los u$s230-235 para posiciones cercanas, y un progresivo incremento de precios hasta llegar a los u$s255 por mercadería con entrega diferida en el mes de junio del año próximo. En este marco, las compras internas de trigo ya suman 11,4 millones de toneladas, un número cómodamente por encima de las 6,5 millones de toneladas de trigo que fueron compradas para esta misma altura del año pasado”.

En tanto, desde la Fundación Mediterránea van más allá y explican: “Con un escenario de 13,5 millones de toneladas de exportaciones de trigo y 3,5 millones de toneladas de cebada (ciclo completo), se estima que estos dos cereales podrían estar generando exportaciones por u$s810 millones durante el mes de diciembre, u$s1.100 millones en el mes de enero 2022 de y u$s735 millones en febrero próximo. En estos próximos tres meses el flujo sólo de estos dos granos se aproximaría entonces a u$s2.645 millones, una cifra que más que duplica el ingreso de divisas generado en similar período del ciclo previo y en el ciclo comercial completo la cifra podría llegar a los u$s4.940 millones”.

La clave está en que sin lugar a dudas, diciembre terminará mejor que noviembre y en enero se espera otro nuevo repunte en el ingreso de dólares frescos para luego estabilizarse en febrero. Mientras tanto los ojos del mercado continúan estando en un posible acuerdo del Gobierno con el FMI teniendo en cuenta que entre febrero y marzo, se le deberán pagar u$s3.245 millones al FMI y u$s670 millones a otros organismos multilaterales. Es por ello que un fuerte ingreso de divisas, luego de un acuerdo puede ser el puente necesario que necesita el Gobierno para mantener la reactivación.

(AMBITO) EEUU: la inflación se dispara, las tasas bajan y la Bolsa celebra
¿Qué hará la Fed? Reunirse, como estaba previsto, martes y miércoles. ¿Llegó la hora de ponerse agresiva? Su presidente, Jay Powell, que la vio venir, le avisó ya al Congreso que la inflación no es transitoria, y a los mercados, que acelerará la poda de la compra de bonos.

Son excesos que se manifiestan antes de las fiestas pero se van a prolongar, por lo menos, hasta bien entrado el año próximo. La inflación al consumidor escaló 6,8% interanual en noviembre, un récord de 39 años. ¿Qué hará la Fed? Reunirse, como estaba previsto, martes y miércoles. ¿Llegó la hora de ponerse agresiva? Su presidente, Jay Powell, que la vio venir, le avisó ya al Congreso que la inflación no es transitoria, y a los mercados, que acelerará la poda de la compra de bonos. Se acaba a fin de marzo es su mensaje. Apurar un taper anunciado no es hostilidad, es reducir más rápido la oferta de liquidez extra. ¿Y el aumento de las tasas de interés? Esta semana, ocurrió sólo en la periferia, en Brasil, Polonia y Perú. En los confines del sistema internacional se trabaja a destajo; en su centro, lo intenso es el debate (aunque la inflación en ascenso rápido irradia desde allí a los arrabales). Cinco bancos centrales de las ligas mayores sesionarán en los próximos días. Es muy probable que Noruega ejecute su segundo retoque de tasas. El Banco de Inglaterra tenía todos los boletos, era casi una fija en noviembre, pero sorprendió y faltó a la cita. Y ahora el covid se antepuso, Boris Johnson mandó a la gente a trabajar desde sus casas, y la suba potencial se desdibujó aún más. Por último, ni Japón ni el BCE ni la Fed piensan en recurrir al expediente.

Que conste: la inflación minorista más alta desde 1982 no urge a Powell & Compañía. ¿Y qué dicen los otrora irascibles “bond vigilantes” que más de una vez forzaron a un banco central remiso a meterse en el barro? En pocas palabras, que dejen todo como está, que así está bien. Los bonos son los únicos que no dudan de que la inflación es transitoria. O, con más precisión, temporaria. ¿Que el dato anualizado de noviembre supere 10% no los inquieta? No. Se conoció, y las tasas largas cayeron con ganas. La prueba está servida sobre la mesa. La tasa a 10 años es 1,49% anual (al ritmo actual, la inflación la devora en dos meses). Que nadie crea entonces que es el imperio de la Fed. Los bonos mandan. La política económica procíclica se apalanca sobre sus expectativas de inflación férreamente ancladas. Está bien, los bonos saben que el pico de los precios de la energía se desinfló y traerá alivio en las cifras de diciembre. Aun así, la velocidad de crucero de la inflación minorista no es inferior a 6%. Triplica la meta oficial. La conclusión es obvia. No importa que la inflación sea la más elevada desde los tiempos en los que Paul Volcker debió usar el matafuego y provocó dos recesiones en tres años para dominarla. Que Powell diga una cosa u otra se digiere bien. Ómicron se combate con el comodín de más dosis de Pfizer. Pero subsiste un enorme talón de Aquiles. Toda la arquitectura financiera, la babel que crece hasta el cielo sin fatiga, necesita sí o sí que los bonos no cambien de opinión.

Mientras sea así, Powell tiene tiempo para doblar el volante de la política monetaria con suavidad, sin verse obligado a tomar curvas cerradas sobre la marcha, lo que a grandes velocidades atenúa sustancialmente el riesgo de accidentes. El nuevo enfoque de la política monetaria no es preventivo. Corre de atrás sin que los bonos lo apuren. La economía se beneficia. Se discute la inflación pero no la recuperación. Nadie objeta la realidad de un crecimiento vigoroso (aunque, en el bache del tercer trimestre, la moda fue hablar de estancamiento con inflación). El mercado laboral precisa ese tiempo para restaurar la oferta de trabajo. En paralelo, con once millones de búsquedas abiertas y 6,9 millones de desocupados, los pedidos iniciales de subsidios de desempleo bajaron a un mínimo de 52 años. La Bolsa agradece la parte que le toca. La inflación se dispara pero ya bajará más adelante. En cambio, las tasas de interés bajan ahora, de contado. Y por primera vez, también las tasas cortas. No ejercen presión adicional sobre la Fed. Antes y después del 6,8% la primera suba de tasas está “agendada” para mayo. Hay que verlo para creerlo. Y hay que sacudir las ramas para convencerse. Es lo que pasó. Otra ola de delta, una nueva cepa ultra-contagiosa, la inflación que se sale de la vaina, la Fed que eleva el tono de voz. Y al final, lo que no mata, fortalece. A pesar de los contratiempos, la Bolsa cruzó el Rubicón. Es tiempo de excesos y de recompensas. Sin demoras, el mismo día que amaneció con la inflación de 6,8%, el S&P 500 estampó un nuevo máximo, el número 67 en 2021. Veni, vidi, vici.

(INFOBAE) Martín Guzmán va al Congreso a defender el presupuesto 2022: expectativa por los cambios y la negociación con el FMI
El avance del PBI en 2021, superior al que se esperaba, le da aire al ministro para apostar a una meta mayor de crecimiento el año próximo. El proyecto no incluye un sólo dolar de pagos al organismo, por lo que la opción es acuerdo o default

Martín Guzmán se presentará hoy en la Cámara de Diputados para explicar y defender el proyecto de presupuesto 2022 que envió al Congreso el 15 de septiembre pasado, en una jornada políticamente cargada.

Aquel día seis kirchneristas indudables, encabezados por el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, renunciaban mediáticamente a sus posiciones en el Gobierno, en una maniobra de brutal presión política sobre Alberto Fernández tres días después de la derrota del Frente de Todos en las PASO y uno antes de que la vicepresidente, Cristina Kirchner, pusiera la frutilla del postre del apriete con una carta pública en la que recordó al presidente haberle planteado varias veces la “delicada situación social”, “la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno” y –tiro a Guzmán- “una política de ajuste fiscal equivocada” que “iba a tener consecuencias electorales”.

El resultado del choque no dejó deudas. La vice forzó la renuncia del vocero y amigo del presidente, Juan Pablo Biondi, e impuso al tucumano Juan Manzur como jefe de Gabinete, mientras los renunciantes siguieron en sus puestos y el presidente enviaba a Cancillería a Santiago Cafiero, a reemplazar al inadvertido Felipe Solá.

Tres meses después, el Gobierno parece convencido de que no puede seguir postergando un acuerdo con el FMI y debe embutir el presupuesto en el “plan plurianual” que el presidente dijo que enviaría al Congreso los primeros días de diciembre y que ahora se promete para fin de año.

Guzmán presentará algunos cambios al proyecto. Mientras hace cuentas sobre el “bono a los jubilados” cuyo monto se anunciará antes de Navidad, ya acordó aumentos de partidas con el ministro de Educación, Jaime Perczyk. Son cambios de bajas calorías: el estado nacional provee 5% del gasto en educación básica del país; el 95% proviene de los gobiernos provinciales, por tratarse de una “facultad no delegada” y responsabilidad primaria de las provincias. Más importante es que Guzmán garantizará que no habrá recortes a la obra pública, dijeron desde Hacienda. También reconocieron que responderá preguntas sobre las negociaciones con el FMI.

El titular de Economía ya abrochó el apoyo de la bancada oficialista en un almuerzo que le organizó el reelecto presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien invitó solo a kirchneristas de paladar negro: Máximo Kirchner, el senador formoseño José Mayans, la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti y, a los postres, la visita estelar de De Pedro, el ministro que se iba pero no se fue.

La idea de la bancada oficialista es acelerar el proceso. El proyecto se tratará en el plenario de Diputados el próximo jueves.

El poroteo

En principio, Guzmán expondrá a las 13 horas, pero concurrirá a las 11, momento en que también se irán organizando las comisiones de la Cámara, en la que ahora el Frente de Todos cuenta con 116 votos, la oposición de Juntos por el Cambio 114; ambos pujarán por tener de su lado a los 15 votos que suman los interbloques Provincias Unidas y Ser. Para el sí de la Cámara Baja, se necesitan 129 votos.

Tales son las cifras políticas. El misterio mayor está en las económicas y cómo encajarían en el eventual acuerdo con el FMI. Cuando envió el proyecto original, Guzmán lo presentó en su introducción como “la hoja de ruta para las políticas públicas necesarias para comenzar a transitar hacia una economía más tranquila”, que sienten las “bases para un crecimiento sustentable”, definan “un sendero fiscal sostenible”, contribuyan al “fortalecimiento del mercado interno” y defiendan “un valor competitivo de la moneda local” que permita “un incremento de las exportaciones argentinas al mundo y la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central”.

En una visita anterior, a micrófono abierto, Guzmán se jactó ante Massa de su capacidad de sarasa, pero con los números y el FMI el ejercicio se torna más difícil.

El proyecto enviado en septiembre proyecta para 2022 un crecimiento del PBI del 4%, que seguramente –y con buenos argumentos, pues la recuperación de este año dejará un “efecto de arrastre” cercano al 2,5% para el próximo- Guzmán querrá revisar al alza. Más complicado le será convencer que la inflación, que este año cerrará arriba del 50%, pese al cuasi-congelamiento de tarifas y el retraso del dólar oficial, será en 2022 del 33% y que el próximo diciembre el dólar costará 131,1 pesos. El déficit fiscal proyectado es del 3,5% y el financiero en 4,9%, del cual dos puntos se cubrirían con emisión de deuda, 1,8 con aportes del Banco Central (emisión de dinero) y 1,1% con crédito de organismos internacionales.

Cuestión de fondo

En todo esto es clave saber qué trajo en mano la misión técnica que Guzmán envió a Washington. El proyecto no incluye un solo dólar de pagos al FMI, lo que implica que las opciones son acuerdo de refinanciación de los cerca de USD 17.800 millones a pagar en 2022 (los USD 1.880 que vencen el próximo 22 de diciembre se pagarían con los propios DEGs que envió el organismo), o default.

Entre otras estimaciones, Guzmán proyectó una recaudación impositiva de $ 15,7 billones (léase, millones de millones), sin nuevos tributos ni reedición del “impuesto a la riqueza”, y subsidios tarifarios de 1,8% del PBI, que una “segmentación tarifaria” podría afeitar a 1,5 por ciento.

En qué medida se mantendrán esos guarismos depende en buena parte del toma y daca con el FMI, que el viernes dio por primera vez señales concretas de que se avanza hacia un acuerdo pero marcó también puntos conflictivos, como la necesidad de tasas de interés reales positivas (las actuales son groseramente negativas) y un tipo de cambio que permita acumular reservas y haga “sostenible” la recuperación.

La batería de cifras y proyecciones entró sobre la hora de una jornada caliente y todo indica que se debatirá con intensidad. La oposición ya señaló que no votará a favor ni del presupuesto ni del prometido “plan plurianual”, mientras la vicepresidente, Cristina Kirchner, no los apoye explícitamente y se limite al rol de calificadora expost. La política fiscal de Economía ya fue bochada por la vice. El ministro va ahora por el recuperatorio.

(INFOBAE) Tarifas, dólar, tasas y emisión: los números detrás de las exigencias del FMI para cerrar el acuerdo
El Fondo Monetario explicitó cuáles serán sus requerimientos de cara al cierre de la negociación. Un informe de una consultora detalla esos pedidos y destaca que acordar implica hacer ajustes

El comunicado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió el viernes empezó a dar certezas sobre las conjeturas de los analistas acerca de qué es lo que le van a pedir al Gobierno para cerrar un acuerdo. Los tiempos se agotan, los dólares no están y la narrativa no alcanza. Para cerrar un acuerdo, ya sea en marzo o un poco después, el Gobierno deberá hacer cambios rotundos o al menos deberá variar sus posturas de los dos primeros años de gestión.

“Abordar la persistente y alta inflación requiere un enfoque múltiple que implique una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y salarios”, destacó el Fondo para marcar por dónde viene su agenda.

¿Aceptará el Congreso aprobar lo que el Gobierno acuerde con el staff del Fondo, una instancia preliminar del acuerdo? ¿O exigirá revisar el texto definitivo, validado por el <i>board </i>del organismo? El interrogante podría atravesar todas las fuerzas políticas

La “lista corta” de exigencias de corto plazo del FMI incluirá al menos cuatro puntos críticos: una normalización de las tarifas, un tipo de cambio más elevado, tasas de interés más altas y un menor financiamiento del Banco Central al Tesoro, según explicaron Martín Rapetti y Diego Bossio, de la consultora Equilibra. Su escenario para 2022 casi excluye la posibilidad de no acordar con el FMI, sencillamente porque “no están los dólares” para pagar los compromisos vigentes. Pero sí contempla la posibilidad de que la negociación se extienda en demasía.

La fecha de marzo no está tallada en piedra. Bossio explicó que aunque el cronograma es exigente los tiempos son manejables de manera de evitar cualquier situación extrema. A la vez, , el ex diputado y titular del Anses plantea una pregunta inquietante. ¿Aceptará el Congreso aprobar lo que el Gobierno acuerde con el staff del Fondo, una instancia preliminar del acuerdo? ¿O exigirá revisar el texto definitivo, validado por el board del organismo? El interrogante podría atravesar todas las fuerzas políticas.

Alberto Fernández y Martín Guzmán deberán conseguir apoyo parlamentario para un acuerdo que puede incomodar a propios y extraños. Aún cerrando con el FMI, Equilibra espera un 2022 con un crecimiento del PBI de apenas 0,8%, prácticamente el arrastre estadístico del 2020. También prevé una inflación del 57%, una caída del salario real del 1,5%, un dólar oficial en diciembre del año próximo a $166 y un déficit fiscal primario del 2,3%. El panorama mundial, aún pendiente de la pandemia, anticipa un caudal de exportaciones similar al de este año.

Ese duro escenario para el año próximo, que la consultora denomina de “estanflación controlada”, presupone un acuerdo con el FMI que no podrá obviar algunas decisiones que el Gobierno hasta ahora nunca puso sobre la mesa. Uno de ellos consiste en modificar la política cambiaria para bajar la brecha del 100% actual a, por lo menos, un 75%. Y en cierta forma ya empezó: el Banco Central en los últimos días empezó a acelerar la suba del dólar oficial. Mientras que este año, en promedio, la devaluación fue del 1% mensual frente a una inflación superior al 3%, en Equilibra esperan que en 2022 vayan a la par, con una devaluación del 58 por ciento.

Para salir de una situación de crisis es necesario tener un tipo de cambio más alto que el promedio (Rapetti)
“Para salir de una situación de crisis es necesario tener un tipo de cambio más alto que el promedio”, explicó Martín Rapetti. La confianza que genere el acuerdo podría hacer descender los dólares financieros, para confluir en una brecha de 75 por ciento.

El acuerdo con el FMI implica, según el economista, que se llegará a esa nueva brecha con cepo cambiario pero con cierta flexibilización, especialmente en lo referente al giro de utilidades y transferencias al exterior. Y que si bien esto implicará por un lado una mayor salida de divisas, tiene una contraparte positiva en materia de clima de negocios y recepción de inversiones.

La reducción de los subsidios de las tarifas de los servicios públicos tampoco podrá evitarse. Martín Guzmán prometió que las tarifas iban a aumentar a la par la inflación y la realidad estuvo muy lejos de eso, al punto que quiso echar al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, por no implementarlo y no pudo.

En Equilibra admiten que la segmentación de tarifas, necesaria para salir del subsidio “pro-ricos” que reconoció el propio Guzmán, no es sencilla de implementar. El Presupuesto prevé que esa segmentación permitirá un 3,5% de aumento real para el año próximo. En Equilibra esperan, post-acuerdo, que el aumento sea del 20 por ciento.

Otro punto resistido por el Gobierno es el aumento de la tasa de interés, cada vez más lejana de la inflación. Tener “una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas”, tal como explicitó el Fondo, obliga a tomar una decisión que será resistida dentro del Frente de Todos. Pese al escaso crédito que hay en la Argentina, algunos sectores del oficialismo ven una suba de tasas como un riesgo para la recuperación económica. Equilibra pronostica un alza de por lo menos 2 puntos porcentuales para la tasa de política monetaria, que llegaría al 40 por ciento.

Atado a ese esquema de tasas más altas, la consultora previó que el gasto también tenga recortes en relación a este año, que en parte llegarán sin esfuerzo por dos factores: la reducción del “gasto Covid” y la eliminación del “plan platita”, el gasto electoral. No obstante, el acuerdo con el FMI podría requerir una reducción del déficit primario del 1,5%, el doble del 0,7% establecido en el Presupuesto. “Un acuerdo con el Fondo va a traer impactos recesivos sobre el gasto”, puntualizó Rapetti.

Guzmán prometió que las tarifas iban a aumentar a la par la inflación y la realidad estuvo muy lejos de eso, al punto que quiso echar a un funcionario por no implementarlo y no pudo
El FMI también obligaría a reducir el financiamiento directo del BCRA al Tesoro a través de transferencia de utilidades y adelantos transitorios. Guzmán espera usar esos fondos para financiar el 60% del déficit; Equilibra espera que el Fondo pida un 45 por ciento.

Aquí también se librará una batalla política. El ministro de Economía siempre abogó por corregir el déficit fiscal a través de una mayor recaudación provocada por la recuperación económica y desechó cualquier recorte de gastos, lo que inevitablemente pedirá el Fondo. Y es aquí donde terminan los relatos: “Acordar con el FMI es condición necesaria pero no suficiente para reducir la incertidumbre y dar un horizonte a la economía. Pero advertimos también que ordenar la economía implica ajustes (fiscal/monetario/cambiario/tarifario) que, en el corto plazo, frenarían la demanda interna y mantendrían la inflación arriba del 50% anual”, aseguran en Equilibra.

(CRONISTA) La emisión no para: el Banco Central volvió a enviarle pesos al Tesoro
La autoridad monetaria le giró al Ministerio de Economía otros $ 120 mil millones. Según los últimos datos, el dinero aún se encuentra en la cuenta de la cartera económica en el Central, pero pronto circulará en la economía.

El lunes 6 de diciembre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) le giró al Tesoro de la Nación otro $ 120 mil millones, en concepto de adelantos transitorios.

Por el momento los pesos quedaron guardados en la cuenta que el Ministerio de Economía posee en el BCRA, pero pronto verán la luz y generarán una nueva expansión de la base monetaria.

Con este envío, la asistencia del equipo de Miguel Ángel Pesce al de Martín Guzmán llega a los $ 1,563 billones en lo que va de 2021. De esa cifra, $ 1,233 billones fueron transferidos durante el segundo semestre.

Del total de giros que se pudieron observar este año para financiar el déficit fiscal, $ 775 mil millones correspondieron a adelantos transitorios y $ 788 mil millones fueron en concepto de giro de utilidades.

Hay que recordar que el Gobierno y el Banco Central apelaron a una jugada contable a la hora de sumar los derechos especiales de giro (DEG) enviados por el Fondo Monetario Internacional, de manera tal de poder ampliar la emisión más allá de los límites que hubiese impuesto la propia normativa de la autoridad monetaria.

Por otro lado, buena parte del financiamiento de mercado que obtiene el Tesoro también es monetariamente expansivo. Esto se debe a que a fines de mayo el Banco Central emitió una normativa que permite a los bancos contabilizar como encajes la suscripción primaria de bonos en pesos.

De esta forma, buena parte de los pesos que de otra forma hubiesen estado esterilizados en Leliq y pases fueron a financiar los gastos del Estado.

«Si miramos el mix de financiamiento de las necesidades del Tesoro, podemos concluir que en 11 meses ya tuvimos 4% del PIB de financiamiento neto monetariamente expansivo», había destacado Gabriel Caamaño Gómez, director de la consultora Ledesma, previo a la última transferencia.

 

 INTERNACIONAL

(INVESTING) Reunión virtual entre Putin y Xi este miércoles, tras la tensión con Biden
El presidente chino, Xi Jinping, se reunirá virtualmente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, este próximo miércoles, según ha informado hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Los dos líderes se reunieron por última vez a finales de junio, también de forma telemática.

Esta reunión se produce cuando las crecientes tensiones en la frontera entre Rusia y Ucrania han captado la atención internacional.

Estados Unidos y otros líderes del G7 emitieron el domingo una declaración en la que condenaban «el fortalecimiento militar de Rusia y la retórica agresiva hacia Ucrania». Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido forman parte del bloque de las principales economías, recoge CNBC.

China, que comparte una extensa frontera con Rusia, ha centrado gran parte de su relación bilateral en el comercio, especialmente en energía. En medio de la escasez de carbón este año, China ha comprado cantidades significativas de carbón y otros combustibles este año a su vecino del norte.

No está tan claro cuál es la posición de Pekín sobre Ucrania. Xi habló por teléfono con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en julio, según informa el Ministerio de Relaciones Exteriores de China y se hace eco CNBC.

En una reunión virtual con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la semana pasada, Putin dijo que Washington no debería permitir que Ucrania se una a la Organización del Tratado del Atlántico Norte a cambio de garantías de que las tropas rusas no llevarán a cabo un ataque.

Biden dijo que Washington no aceptaría tal requerimiento.

(INVESTING) Semana intensa: Qué esperar de las reuniones de los bancos centrales
Los mercados afrontan una intensa semana de bancos centrales. Las miradas se centran en la Reserva Federal estadounidense (Fed), que comunicará su decisión de tipos el miércoles, y un día más tarde lo harán el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE).

“El escenario más probable, una vez que su presidente, Jerome Powell, ha dado por descartada la ‘transitoriedad’ de la inflación -el viernes se supo que esta variable se situó en noviembre en EEUU a su nivel más elevado desde 1982-, es que la Fed acelere su proceso de retirada de estímulos monetarios, en un primer lugar reduciendo más rápidamente de lo en principio esperado sus compras mensuales de activos en los mercados secundarios -esperamos que anuncie el final de este proceso para marzo en lugar de para junio, como estaba estipulado-, y que durante el segundo semestre de 2022 comience a subir sus tipos de interés de referencia. El mercado espera que lo haga entre 2 y 3 veces», explican en Link securities.

«Habrá que esperar al miércoles para saber qué es lo que esperan los miembros del FOMC en este sentido, algo que plasmarán en el famoso diagrama de puntos que será publicado tras la reunión del Comité. Entendemos que la positiva reacción del viernes de las bolsas estadounidenses y la tranquilidad mostrada por los bonos a los datos de inflación indica que los inversores ya descuentan el escenario que acabamos de describir y que se encuentran a gusto con el mismo. No esperamos, por tanto, movimientos extremos en los mercados financieros de cumplirse nuestras previsiones”, añaden estos analistas.

Mark Holman, CEO de Twentyfour AM (boutique de Vontobel (SIX:VONN)), explica que “la Reserva Federal ya debería haber terminado con el tapering, pero lo cierto es que solo acaba de empezar y lo está haciendo a un ritmo muy lento, lo que indica que tardará siete reuniones más en completar la retirada de estímulos”.

“Teniendo en cuenta nuestro temor a que la Reserva Federal actúe con retraso, pensamos que el ritmo de reducción se incrementará en la reunión del 15 de diciembre y finalizará en la reunión de marzo, dando así a la Reserva Federal la flexibilidad que necesita para subir los tipos antes si tuviese que hacer frente a una tasa de desempleo en rápido descenso”, añade este experto.

En cuanto al BCE y al BoE, “ambos órganos de gobierno se enfrentan a una difícil papeleta: endurecer sus políticas monetarias para intentar controlarla inflación, con el impacto negativo que ello tendría en unas economías en franca desaceleración o, por el contrario, dejar ‘correr’ la inflación y mantener sus actuales políticas acomodaticias, decisión que también conlleva un elevado riesgo, ya que la inflación a la larga también penaliza el crecimiento económico”, señalan en Link Securities.

«En principio la institución, a través de su presidenta, la francesa Lagarde, había anticipado que en esta reunión se determinarían las líneas básicas de la nueva política monetaria del organismo. Los estragos que está generando en la Eurozona la última ola de la pandemia y las restricciones impuestas por muchas autoridades de la región entendemos que han trastocado los planes del BCE», añaden estos expertos.

Para Mark Holman, la previsión más complicada es lo que hará el BCE con los dos programas de flexibilización cuantitativa que tiene en marcha, a saber, el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), que actualmente compra 70.000 millones de euros de deuda soberana al mes, y el antiguo programa de compra de activos (APP), que adquiere mensualmente 20.000 millones de euros.

“Pensamos que el BCE aumentará temporalmente el APP y después intentará que el mercado se desprenda de este aumento en 2023. Nuestra previsión principal es que el APP se incremente hasta alcanzar 50.000 millones de euros al mes para evitar un endurecimiento no deseado de las condiciones financieras”, destaca el CEO de Twentyfour AM.

Por su parte, en Banca March recuerdan que “Isabel Schnabel ha advertido sobre los efectos negativos del programa de compras. La ejecutiva del BCE ha valorado las compras de bonos como una herramienta importante en periodos de turbulencias, aunque ha puesto en la balanza los efectos negativos que provoca en las valoraciones de activos y las distorsiones en la toma de riesgos. Las palabras de Schnabel, que suena para ocupar el trono del Bundesbank, apuntan a una menor intensidad del programa de compras para el próximo año”.

En cuanto al Banco de Inglaterra, «el Comité de Política Monetaria ya sorprendió en su anterior reunión cuando no subió sus tipos de interés de referencia en contra de lo que esperaban los mercados. Tampoco creemos que lo haga en esta ocasión ya que sus miembros esperarán a comprobar el impacto de la última ola de la pandemia en la economía británica antes de hacerlo -el mercado descuenta que sea en la reunión de febrero-. Lo que sí dará por finalizado el BoE, en línea con lo previsto, será su programa de compra de activos, aunque, como ya señalamos la semana pasada, seguirá reinvirtiendo el importe de los bonos que venzan, al menos hasta que los tipos de interés de referencia alcancen el 0,5% (actualmente están en el 0,1%)», comentan en Link Securities.

«De cumplirse lo aquí expuesto, no esperamos que la reunión tenga un gran impacto en los mercados financieros británicos. Sin embargo, si el BoE opta por comenzar a subir sus tipos de interés, algo que no esperamos ni nosotros ni la mayoría de los inversores, los mercados bursátiles europeos reaccionarán de forma negativa», concluyen estos analistas.

(INVESTING) El dólar gana posiciones; la reunión de la Fed es lo más destacado de la semana

El dólar gana posiciones al comienzo de la jornada de negociación de este lunes en Europa, al inicio de una semana que incluye una serie de reuniones de bancos centrales, incluida la de la Reserva Federal, mientras persiste la preocupación en torno a la variante Ómicron del Covid.

A las 8:55 horas (CET), el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, sube un 0,2% hasta 96,243.

El par USD/JPY sube un 0,1% hasta el nivel de 113,52, el EUR/USD baja un 0,2% hasta 1,1286, y el AUD/USD, muy sensible al riesgo, se deja un 0,2% hasta 0,7154.

El par GBP/USD desciende un 0,3% hasta el nivel de 1,3230 después de que el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, advirtiera el domingo de que el Reino Unido se enfrenta a una «avalancha» de la variante Ómicron del virus Covid-19, al tiempo que aceleraba el programa de distribución de refuerzos en el país para intentar contener sus daños.

El Banco de Inglaterra es uno de los principales bancos centrales que tiene previsto celebrar reuniones para fijar su política monetaria esta semana, y se espera que estas nuevas preocupaciones en torno al virus hagan que el banco central opte por la cautela, retrasando su primera subida de tipos desde la pandemia hasta 2022.

También hay programadas reuniones del Banco Central Europeo y del Banco de Japón, pero es la reunión de dos días de la Reserva Federal}}, que concluye el miércoles, la que acapara la mayor atención.

Todo apunta a que la Fed anunciará esta semana una reducción más rápida de la compra de activos y, por tanto, un inicio más temprano de las subidas de tipos, especialmente tras el reciente discurso agresivo del presidente Jerome Powell ante el Congreso y con los precios al consumo de Estados Unidos registrando el viernes su mayor subida anual desde 1982.

«La Fed está a punto de señalar que necesita acelerar su proceso de tapering, pero el precio del mercado aún podría ser más agresivo», dicen los analistas de Nordea (ST:NDASE) en una nota. «El BCE procederá más lentamente. A las autoridades chinas les preocupan más además las perspectivas de crecimiento».

El mercado ya da por sentado una subida de los tipos de interés de Estados Unidos de 25 puntos básicos en mayo, y una medida de la Reserva Federal para acelerar el final de su programa de compra de bonos probablemente impulsará el dólar, especialmente frente a las divisas cuyos bancos centrales probablemente sean más lentos a la hora de ajustar la política monetaria.

Por otra parte, el par USD/CNY se deja un 0,1% hasta el nivel de 6,3629, acercándose el yuan a máximos de tres años, incluso cuando las autoridades chinas fijaron sus tipos de referencia en un nivel ligeramente inferior al esperado.

El Banco Popular de China ha anunciado una subida del coeficiente de reservas obligatorias de divisas en 200 puntos básicos, del 7% al 9%, a partir del 15 de diciembre.

El par USD/TRY sube un 3,2%, hasta el nivel de 14,3220, ya que el banco central turco no consiguió frenar el debilitamiento de la lira a pesar de intervenir a finales de la semana pasada en el mercado de divisas por tercera vez este mes.

La agencia de calificación S&P rebajó el viernes la perspectiva de la calificación crediticia soberana de Turquía a negativa, citando el reciente debilitamiento de la lira y el aumento de la inflación.

(INVESTIN) Bancos centrales, tapering, datos: 5 cosas a vigilar esta semana
La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo son algunos de los bancos centrales mundiales que celebrarán sus últimas reuniones del año la semana que viene, en un contexto de aumento de la inflación y problemas provocados por la variante Ómicron.

Las acciones de Estados Unidos han vuelto a alcanzar máximos históricos, pero todavía existe la posibilidad de una nueva volatilidad tras la venta de la semana pasada.

Mientras tanto, los datos económicos, incluidos los informes sobre los precios al productor y las ventas minoristas, serán centro de todas las miradas pues la Fed está cada vez más cerca de la subida de tipos.

Esto es lo que hay que saber para empezar la semana.

1. La Fed debatirá sobre un tapering más rápido
La Fed celebra su última reunión del año entre el martes y el miércoles y se espera que el presidente Jerome Powell y sus colegas discutan la aceleración de la reducción del programa de compra de activos de 120.000 millones de dólares al mes de la era de la pandemia.

En noviembre, la Fed comenzó a reducir su programa de estímulo a un ritmo que la habría puesto en camino de completar la reducción a mediados de 2022. Los analistas creen que si la Fed acelera la reducción, el proceso podría terminar en marzo, lo que dejaría el camino libre para dos subidas de tipos en 2022.

Los inversores también estarán atentos a cualquier señal de que la Fed está cada vez más preocupada por la inflación, que según Powell ya no puede calificarse de «transitoria». Los datos del viernes mostraron que los precios al consumo subieron a su ritmo más rápido en casi cuatro décadas el mes pasado, lo que subraya las expectativas de subida de tipos.

2. Decisiones del Banco de Inglaterra y el BCE
El jueves, el Banco de Inglaterra y el BCE anunciarán sus últimas decisiones de política monetaria del año con 45 minutos de diferencia, y ambas podrían influir en el rumbo del mercado.

La incertidumbre sobre la variante Ómicron del Covid-19 hace prever que el Banco de Inglaterra no subirá los tipos hasta febrero.

Los datos sobre el empleo y la inflación proporcionarán a los responsables de la política monetaria del Reino Unido una última visión de la fortaleza de la economía antes de la reunión del jueves, en la que se prevé que la inflación alcance máximos de una década.

Se espera que el BCE anuncie que su plan de estímulo de la pandemia de 1,85 billones de euros finalizará en marzo, pero la cuarta ola de la pandemia y la nueva variante Ómicron han empañado las perspectivas de la economía de la zona euro.

3. Datos económicos de EE.UU.
El martes se publicarán en Estados Unidos los datos sobre la inflación de los precios al productor, que serán el plato fuerte del calendario económico.

La alta tasa de inflación está siendo impulsada principalmente por los problemas de la cadena de suministro y, como esos problemas muestran pocas señales de alivio y las empresas suben los salarios para competir por los escasos trabajadores, la elevada inflación podría persistir hasta bien entrado el año 2022.

Los datos del Departamento de Trabajo del viernes mostraron que los precios al consumo aumentaron un 6,8% interanual en noviembre, máximos de más de 39 años.

Mientras tanto, las cifras sobre las ventas minoristas se publicarán el miércoles, seguidas por los datos de producción industrial y las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo del jueves.

4. Volatilidad de los mercados
Las acciones estadounidenses vuelven a estar en máximos históricos, tras una venta desencadenada por la preocupación en torno a la variante Ómicron y la perspectiva de un tapering más rápido.

Pero los mercados podrían volver a agitarse por los indicios de que a la Fed le preocupa cada vez más la inflación. Los indicios de una trayectoria de subida de tipos más agresiva en la previsión sobre los tipos del «gráfico de puntos» también podrían provocar una nueva volatilidad.

Los inversores también están ansiosos por conocer la opinión de la Fed sobre el posible impacto de la variante Ómicron en el crecimiento económico o la inflación.

Mona Mahajan, estratega senior de inversiones de Edward Jones, dijo a Reuters que la reunión de la Fed podría aportar más claridad a los inversores tras un repunte de la volatilidad en las últimas semanas.

«Da la sensación de que el mercado ya ha escalado dos muros de preocupación: la variante Ómicron y los planes de la Fed», dice. «Estoy convencida de que en las próximas dos semanas obtendremos un poco más de certeza en ambos frentes».

5. Banco de Japón
El Banco de Japón concluirá su reunión de política monetaria de dos días el viernes y parece que mantendrá la política monetaria ultrarrelajada, pero debatirá si amplía su programa de emergencia de la pandemia más allá de la actual fecha de finalización prevista para marzo de 2022.

El banco central de Turquía se reúne el jueves para decidir si recorta los tipos de interés, tal y como exige el presidente Recep Tayyip Erdogan, ante el aumento de la inflación (que actualmente supera el 21%) y la debilidad de la lira.

Los bancos centrales de Suiza, Rusia y Hungría también se reúnen esta semana, y se prevé que los dos últimos subirán los tipos.

(INVESTING) La UE propondrá compra conjunta de gas en respuesta a los altos precios de la energía -documento

La Comisión Europea propondrá un sistema para que los países de la UE adquieran conjuntamente gas para formar reservas estratégicas del combustible, una medida elaborada en respuesta a la subida de los precios de la energía, según un documento compartido con los países antes de una cumbre esta semana.

Los precios del gas en Europa alcanzaron máximos históricos en octubre debido a la escasez de suministros y a la elevada demanda de las economías mundiales que se recuperan de la pandemia del COVID-19. Los precios retrocedieron desde esos máximos, pero han vuelto a subir en las últimas semanas debido al frío invernal y a unas importaciones de Rusia inferiores a las previstas.

El aumento de los precios de la energía hizo que los Gobiernos se apresuraran a utilizar subvenciones y desgravaciones fiscales para proteger a los consumidores de las elevadas facturas, y provocó que algunos países pidieran un sistema de compra conjunta de gas en la UE.

Una propuesta para actualizar las normas del mercado del gas de la UE, que la Comisión publicará el miércoles, establecería dicho sistema.

«Las propuestas incluirán un marco que permita la adquisición conjunta de reservas estratégicas de gas por parte de las entidades reguladas de forma voluntaria», dijo la Comisión en un documento distribuido a los países antes de una cumbre de líderes de la UE el jueves, y al que tuvo acceso Reuters.

El sistema «contribuirá a las medidas coordinadas de la UE en caso de darse gran emergencia en Unión», dijo.

El documento no confirmaba cómo funcionaría en la práctica el sistema de adquisición conjunta, pero decía que formaba parte de un impulso de Bruselas para reforzar los sistemas de almacenamiento de gas de la UE.

«Los Estados miembros, a través de la cooperación conjunta a nivel regional, deberían poder contar con el almacenamiento en otros países en caso de necesidad», decía el documento.

El almacenamiento pasaría a formar parte de las evaluaciones de los países de la UE sobre los riesgos de seguridad del suministro de gas, incluidos los relacionados con la propiedad extranjera de las infraestructuras de almacenamiento, según el documento.

Los volúmenes inferiores a los previstos procedentes de Rusia han llevado a algunos países de la UE y a los legisladores a pedir que se investigue si Gazprom (MCX:GAZP) ha retenido el suministro para hacer subir los precios del gas en Europa en los últimos meses.

La empresa ha afirmado que cumple todas las obligaciones de suministro contratadas, mientras que sus principales clientes han dicho que no han pedido suministros adicionales.

Las importaciones de gas de Rusia a la UE en octubre-noviembre fueron un 25% menores que en el mismo periodo de 2020, mientras que el almacenamiento de Gazprom en la UE es «significativamente menor» que el del año pasado, según el documento de la UE.

Bruselas ha dicho que la solución a largo plazo para los altos precios de los combustibles fósiles es una transición más rápida a la energía renovable producida a nivel local, como está previsto en los objetivos de cambio climático de la UE.

 

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