LO QUE TENES QUE SABER Y MÁS (24/01/2022)

DAILY

RIESGO PAÍS (24/01/2022)1917
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DÓLAR

Especie Último % Dia % Mes % Año 
MAYORISTA
OFICIAL109,251,41,4
SOLIDARIO180,261,41,4
MEP212,747,67,6
MEP GD30214,258,78,7
CCL218,828,38,3
CCL GD30223,8010,210,2
CCL CEDEAR225,1011,011,0
Información Relevante

INFORME DIARIO DEL BCRA

 MEDANITO S.A.. INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – RECTIFICATORIA AVISO DE PAGO
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CAJA DE VALORES S.A.. INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – HECHO RELEVANTE CEDEAR. AVISO DE PAGO DE DIVIDENDO. DIA
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LOCAL

(AMBITO) Dólar récord: cuáles son las causas y qué factores anticipan una mayor volatilidad en las próximas semanas
Las cotizaciones financieras mantuvieron una tendencia alcista durante toda la semana al igual que el dólar paralelo. En una semana turbulenta para el mercado de cambios, el mayorista avanzó por debajo del ajuste de la semana anterior.

El dólar fue debate entre los argentinos esta semana luego de haber alcanzado un valor récord. En el cierre de la semana, los dólares financieros tuvieron un repunte abrupto: el CCL saltó desde los $206,04 hasta los $218 (6,2%) en la semana llevando a una brecha con el tipo de cambio oficial del 109,7%, máximo desde el 7 de diciembre.

El MEP, también tuvo su récord. Su precio pasó de $202,46 hasta los $112,74 en la semana, un valor inédito en términos nominales. El blue, el más común y el más utilizado por los argentinos que buscan la dolarización por fuera de las restricciones cambiarias, acumuló una suba de $13 desde su mínimo mensual llegando a los inéditos $219, su cuarto récord nominal consecutivo. Así, la brecha con el tipo de cambio mayorista, que regula el Banco Central (BCRA), alcanzó el 109,9%, y es la más alta desde noviembre 2020.

La brecha cambiaria es uno de los principales desequilibrios que enfrenta la Argentina. El hecho de que permanezca en estos valores mantiene elevadas las expectativas de devaluación, elemento que desincentiva la liquidación de divisas y adelanta la demanda de importaciones, en una economía necesitada de dólares. Pero otro problema que se evidenció en el último tiempo es la persistencia en el tiempo. Las demoras en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue solo una de las causas más importantes que impulsaron días de movimientos erráticos en el tipo de cambio paralelo.

Un informe realizado por Econviews, dio cuenta de alguna de las causas que impulsaron esta situación: en primer lugar, los economistas señalan que una de las causas está relacionada a lo monetario. La emisión monetaria de $685.000 millones de adelantos transitorios en diciembre sumado a una menor demanda de dinero que el mes anterior produce exceso de pesos que muchos, ya no quieren tener.

Un factor señalado es en relación al comportamiento del Banco Central. Tras la suba de la tasa de interés y «al no tocar la tasa de un día y los pases a 7 días, los bancos no aumentaron lo que pagan por las cuentas remuneradas, donde se aloja el dinero institucional y por ende, terminó incentivando el contado con liquidación», afirmó Econviews.

Por otra parte, en torno a una aceleración del crawling peg, si bien el organismo optó por intentar acercarse a la inflación, emitió una nueva resolución restringiendo otro canal para el cual acceder a los dólares para evitar un drenaje mayor de las reservas. Es importante destacar que el BCRA pudo comprar recién el viernes después de ocho ruedas consecutivas en donde se tuvo que desprender de u$s140 millones.

Por último, desde Econviews señalan como un aspecto que incentiva una mayor volatilidad para las próximas semanas, la demora en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «Si bien las conversaciones siguen, el uso y abuso de la herramienta política para buscar que cambie el FMI en lugar de cambiar la estrategia argentina no genera confianza. No lo hace porque el mercado juzga que el FMI no se va a asustar con la amenaza de default argentina y nosotros coincidimos con esa visión», expresó la consultora.

«En segundo lugar, si la Argentina consiguiese torcerle el brazo al FMI y firma un programa sin ajuste (muy improbable a nuestro juicio), el resultado será el de evitar el default con el FMI, pero no se generará confianza tampoco», concluyeron. El mercado y los economistas coinciden en una sola cosa: hasta que no haya una resolución al respecto, la Argentina sufrirá coletazos cambiarios producto de la incertidumbre.

(AMBITO) Semana clave: el Gobierno deberá pagarle al FMI el primer vencimiento del año de u$s731 millones
En medio de las fuertes diferencias por la velocidad del ajuste fiscal, crece la incertidumbre sobre lo que sucederá el próximo viernes. Con una fuerte volatilidad cambiaria y las reservas en rojo, el tiempo de negociación comienza a acortarse y se barajan todas las posibilidades.

Esta semana será de definiciones. El Gobierno tiene hasta el viernes para definir qué postura tomará con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El viernes será el primer vencimiento del año que tendrá la Argentina con el organismo. Se trata de una amortización de capital por más de u$s731 millones.

Hasta el momento y según lo que se conoció de manera oficial a través de la portavoz Gabriela Cerruti, el gobierno no confirmó si realizará el pago. En medio de unas negociaciones cuyas posiciones se endurecieron en el último tiempo, el tiempo corre y las reservas podrían sufrir una fuerte retracción, mayor de la que ya viene sufriendo por los coletazos de la volatilidad del mercado de cambios. Pero el panorama se pone aún peor: el 1 de febrero, la Argentina tiene que pagar más de u$s366 millones entre capital e intereses.

Las reservas netas, están en el nivel más bajo desde mayo de 2016. El escenario se va tensando a medida que se empantana la negociación con el FMI y se acerca el 22 de marzo, la fecha del compromiso más alto. Además, este mes deben abonarse u$s68 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y u$s17 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), más otras deudas por u$s45 millones.

Febrero será un poco más aliviado con montos totales por u$s792 millones. U$s372 millones corresponderán al FMI, u$s50 millones al BID, u$s4 millones al BIRF, u$s195 millones al Club de París y u$s107 millones a «otros pagos». La fecha límite para la mayoría de los economistas es marzo: el vencimiento será de u$s3199 millones.

Actualmente, el Gobierno negocia las bases de un acuerdo de facilidades extendidas con el Staff del FMI, encabezado por la directora gerente, Kristalina Georgieva. Pero quien definirá finalmente si acepta ese entendimiento es el Directorio Ejecutivo del organismo, integrado por 24 representantes de países miembros, cuyo número de votos está basado en la cuota que cada uno aporta. El país con mayor peso dentro del organismo es Estados Unidos, que cuenta con el 16,5% de los votos totales. En nuestro país el acuerdo tampoco será automático: deberá ser refrendado por una ley votada por el Congreso, según lo dispone la Ley 27.612, aprobada en febrero de 2021.

Es decir, que aunque se firme un acuerdo habrá que cumplir una serie de pasos que podría evitar el pago de marzo pero no estarán exentos de incertidumbre que genere saltos cambiarios. Si bien el Banco Central podría afrontar con dificultad los pagos de enero y febrero, no podría suceder lo mismo en marzo.

En 2022 vencen unos 19.100 millones de dólares en pagos de capital e intereses. Si no se logra un nuevo programa a 10 años con revisión de sobretasas, el Gobierno deberá pagar 19.300 millones de dólares en 2023 y 4.900 millones de dólares en 2024.

Si bien no se considera que la Argentina podría caer en default en caso de no efectuar el pago este viernes, si se considerará como un «atraso» y pone en una situación aún más compleja al gobierno en su capacidad de negociación. El próximo viernes, podría ser histórico – o no- en la Argentina.

(AMBITO) FMI: qué muestran y enseñan los 32 casos de default de la historia
El último registro data de hace dos décadas. A mediados del año pasado, el Fondo anunció que no había ningún país con atrasos de más de 6 meses.

En más de siete décadas de vida el FMI solo registra 32 casos de default con el organismo de los cuales la gran mayoría (28 casos) ocurrieron entre principios de los 80 y los 90. Cabe señalar que estos casos se refieren a lo que el Fondo califica como atrasos prolongados de más de 6 meses o “Protracted Arreas”, dado que también hubo defaults transitorios o “Short-term arreas” cuando fueron por períodos menores a los 6 meses. En general estos casos de atrasos cortos han estado vinculados con bretes técnicos a la hora de concretar los pagos pero que fueron subsanados en pocas semanas. Lo que sí se observa de las estadísticas del Fondo es que en las últimas dos décadas la cantidad de países en situación de default prolongado superaban ampliamente a los transitorios en una proporción mayor a 3 -con excepción del 2003 cuando fueron cinco veces más-, pero eso cambió a partir de los prolegómenos de la crisis financiera mundial cuando bajó abruptamente el número de países en default prolongado y casi se equipararon a los calificados como incumplimientos cortos.

El último caso de default prolongado o “Protracted Arreas” data de principios del 2001 cuando incumplió Zimbawe, de modo que hace más de dos décadas que no se da un hecho así, y explica, quizás, el interés por el caso argentino, más allá de la magnitud de los montos involucrados. La serie histórica del FMI de los “Protracted Arreas” muestra que la mayor cantidad de casos se dieron entre julio de 1983 y junio de 1993 cuando el número de incumplimientos de más de 6 meses rondaba los 12 y 14 países.

En la actualidad el FMI no registra ningún caso de “Protracted Arreas” desde mediados del 2021 cuando Sudán canceló un atraso que arrastraba desde mediados de los ’80, gracias a un préstamo bilateral de Francia. Es más, el 29 de junio pasado la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y David Malpass, titular del Banco Mundial, al celebrar la puesta al día de Sudán señalaron que “era un día histórico para el FMI, ya que los atrasos con el FMI ya están liquidados y, a partir de hoy, por primera vez desde 1974, no hay países con atrasos prolongados con el FMI”. Algo similar se dio con el caso de Somalia que con ayuda de Italia canceló un atraso a comienzos de la pandemia global en 2020.

Claro que cuando uno observa la lista de países que tuvieron default con el FMI por un plazo de al menos 6 meses, más allá de los casos de Egipto y Cuba, ambos en la década de los 60, el resto son países que a priori parecen muy lejanos del potencial socioeconómico de Argentina, Por ejemplo en los ’80 los casos están vinculados con países como Honduras, Haití, Congo, Panamá, Somalia, Sierra Leona, Jamaica, Zambia, Gambia, Zambia, Tanzania, Liberia, Sudán, Vietnam, Chad, Guyana, Nicaragua y Perú. En los ’70 se registra el caso de Camboya. Mientras que el resto se dieron en los ’90, Afganistán, Bosnia, Yugoslavia, Congo, República dominicana, Iraq, y de nuevo Haití. De todos estos casos el que más duró fue el de Sudán (casi 37 años), seguido por Somalia con casi 33 años y Liberia con más de 23 años. Otros como Zimbawe, Iraq, Camboya y Chad duraron entre 10 y 16 años. El promedio de los 32 casos es de casi 8 años.

Ahora bien con respecto a los montos involucrados se observa que nunca han sido relevantes. El peor momento de atrasos con el FMI fue a principios de los ’90 cuando los incumplimientos eran unos 3.600 millones de DEG (u$s5.000 millones) y representaba el 10% del stock total de préstamos del Fondo. En general han equivalido a poco más de un 125% promedio de la cuota asignada a cada país en el FMI. Por lo que el caso argentino se destaca ampliamente por el monto del préstamo (es casi un tercio de la cartera total del FMI), por cuánto representa en términos de su cuota en el organismo y por la dimensión macro del país. Ya que en general las economías de los países que tuvieron atrasos con el FMI no le llegan ni le llegaron a los talones del PBI argentino.

El tema de los atrasos con el organismo ya fue todo un tema luego de la crisis financiera mundial pero recientemente volvió al tapete del debate interno. En 2016 un working paper del FMI “Arrears to the IMF – A Ghost of the Past?”, los economistas Anne Oeking and Mariusz Sumlinski analizaron los determinantes y la dinámica de los incumplimientos frente al FMI y concluyeron que entre las variables macroeconómicas e institucionales, “encontraron que la morosidad con el FMI en los últimos cinco años, la cobertura de reservas de las importaciones y la calidad institucional se encuentran entre las más importantes factores que se correlacionan con la ocurrencia de atrasos”. “Con respecto a la duración de los atrasos prolongados, concluimos que el crédito del FMI pendiente de pago de la cuota, el crecimiento del PIB real, los episodios de disturbios civiles y la participación porcentual de las exportaciones a las economías avanzadas están correlacionados con el tiempo que un país permanece en mora con el FMI”, explicaron. También “una narrativa histórica sugiere un papel para los factores políticos: parecen importar tanto para la aparición de atrasos como para su duración”. “Basándonos en el análisis, recomendaríamos que se preste mayor atención a los arreglos repetidos y a los acontecimientos políticos”, recalcan.

Claro que cada instancia de atraso tiene su “disparador”. Para un atraso a corto plazo, puede ser tan simple y fácil de identificar (y corregir) como contar mal los días anteriores a la fecha de vencimiento de una obligación. Mientras que en el caso de los atrasos prolongados, la identificación de los factores desencadenantes puede ser más complicada.

(AMBITO) Gobierno define agenda de gira a Rusia y China
Cristina de Kirchner está invitada a concurrir el jueves a la asunción de Xiomara Castro en Honduras. Cancillería estudia detalles del viaje de Alberto Fernández.

China, prácticamente aislada del mundo por la pandemia mantiene un ingreso muy restringido. Bajo esas condiciones, Alberto Fernández podrá arribar para el inicio de los Juegos Olímpicos por contar con una invitación especial como jefe de Estado. Será bajo estrictas medidas sanitarias y de control. La Cancillería argentina define esos detalles, junto también con las condiciones y agenda que tendrá el Presidente en su encuentro en Rusia con Vladímir Putin, previsto para el próximo 3 de febrero, un día antes de su visita a China donde se verá con Xi Jinping,

El Presidente y sus acompañantes irán en una “cápsula”, el equivalente a una “burbuja” sanitaria, pero en materia de seguridad. Esa cápsula está limitada a 20 personas como máximo, una comitiva reducida si se tiene en cuenta que en el viaje, en noviembre pasado, a la cumbre por el cambio climático en Glasgow hubo alrededor de un centenar de acreditados. El viaje, así, está blindado y será cubierto por la prensa oficial. Desde Argentina acompañará al Presidente, presencia que quedó confirmada el jueves cuando se publicó en Twitter una foto de la vocera con Alberto Fernández para dar cuenta de los preparativos de la gira

La gira se realiza en momentos de tensión entre Rusia y Estados Unidos por la posible invasión de Rusia a Ucrania. A la vez en medio de la negociación con el FMI con una foto de Alberto Fernández, por caso con Putin, que incomodará a Washington. De allí que aún no está diagramada la entrevista con Putin ni tampoco los detalles del viaje que hoy revisará el canciller Santiago Cafiero.

El próximo 3 de febrero será el encuentro con Putin en Moscú y al día siguiente se verá con Xi Jinping, a poco de cumplirse los 50 años de relaciones diplomáticas con China y para asistir en Beijing a la inauguración de los XXIV Juegos Olímpicos de Invierno, que se extenderán hasta el 20 del mes próximo en la capital Beijing y en Zhangjiakou.

El embajador argentino en Rusia, Eduardo Zuain, ya dijo que haye “una predisposición positiva” de ese país hacia “todo planteo argentino” en las negociaciones con el FMI.

“Los encuentros en estos tiempos de pandemia son excepcionales, por lo que se pone de manifiesto la importancia que le da Rusia a la relación con Argentina. Descuento que vamos a tener el apoyo de ellos dentro del FMI”, aseguró Zuain ante las radios la semana pasada.

Invitado
Se espera que en Beijing se firme un memorándum de entendimiento con la empresa estatal china State Power Investment Corporation Limited (SPIC), la gran generadora de energía solar, entre otros acuerdos.

Por otra parte se espera la confirmación de Cristina de Kirchner, quien fue invitada a la asunción, el próximo jueves, a la ceremonia de asunción de Xiomara Castro, la primera mujer electa como presidenta en la historia de Honduras.

El senador Adolfo Rodríguez Saá viajará tanto a Honduras como acompañando a Alberto Fernández a China. Por un lado participará de la asunción de Castro como Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, por otro, invitado por Presidencia.

(AMBITO) Los próximos compromisos de deuda que enfrenta Argentina
El viernes 28 de enero vencen u$s730 millones y el martes 1 de febrero otros u$s365 millones. Esta cifra, u$s1.095 millones, representa más de la mitad de las reservas netas del Banco Central.

El Gobierno enfrentará esta semana el primer vencimiento de 2022 con el Fondo Monetario Internacional. El viernes 28 de enero vencen u$s730 millones y el martes 1 de febrero otros u$s365 millones. Esta cifra, u$s1.095 millones, representa más de la mitad de las reservas netas del Banco Central. Ocurre en el marco de la negociación con el organismo multilateral para reprogramar los u$s44.000 millones de deuda correspondientes al programa Stand By de 2018.

De acuerdo a ese programa, el país debería afrontar compromisos por u$s19.100 millones en 2022, u$s19.300 millones en 2023 y cerca de u$s5.000 millones en 2024. Durante el 2022, además de los pagos previamente mencionados de enero y febrero, el país debería cancelarle al Fondo en marzo u$s4.039 millones. En junio, vencen otros u$s5.353 millones. Y el mayor pago será en septiembre por un total de u$s5.931 millones, lo que representaría el mayor desembolso de todo el plan firmado en el 2018. En diciembre, el monto a pagar es por unos u$s5.631 millones.

En el 2021, la Argentina desembolsó un total de u$s5.200 millones al FMI entre capital e intereses. El último pago al organismo internacional fue el 22 de diciembre, cuando le giró u$s1.892 millones. Los últimos vencimientos se pagaron con los Derechos Especiales de Giro, que el organismo distribuyó entre sus accionistas, de los cuales argentina recibió el equivalente a u$s4.326 millones.

La necesidad de llegar a un acuerdo con el Fondo es clave, ya que los pagos estipulados para este año exceden a las reservas del Banco Central. Asimismo, en el mes de marzo, también vencen u$s2.100 millones de dólares con el Club de París. El punto central es que, para avanzar un acuerdo de pagos con el Club, es una condición indispensable haber firmado un previo acuerdo con el FMI. En junio pasado, Martín Guzmán le pidió a ese conjunto de países acreedores que le brinden tiempo para llegar a un acuerdo con Washington, por lo que se cuenta hasta el 31 de marzo de 2022 para apuntar a una reestructuración.

El ministro de Economía informó, en una reunión con líderes provinciales, acerca de las tres variables en las que se sostendrá el acuerdo de Facilidades Extendidas que negocia con el FMI. Los puntos centrales son la emisión monetaria, la necesidad de aumentar la cantidad de reservas disponibles del Banco Central y el sendero fiscal. Este último eje es el principal foco de discrepancia ya que el Gobierno propone lograr un equilibrio primario en 2027, mientras que el Fondo pide un equilibrio para 2024.

(INFOBAE) Semana clave: el Gobierno debe definir entre acelerar el acuerdo, pagar o incumplir con el FMI
El viernes el país debería abonar USD 717 millones al organismo, pero el Ejecutivo y el Fondo aún no llegaron a un consenso técnico. Los escenarios si Alberto Fernández decide no pagar

La cuenta regresiva antes de un nuevo vencimiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional comenzará a recorrer su tramo final esta semana. En estos cinco días hasta el viernes el Gobierno deberá decidir si acelera las conversaciones con el FMI lo suficiente para alcanzar un acuerdo técnico o bien tomar una decisión sobre las obligaciones de pago de los próximos días: pagarlos y afectar así las reservas del Banco Central o no pagar y agregar aún más ruido en un mercado financiero con presiones crecientes.

La hoja de ruta de la negociación con el FMI comenzará a coincidir en las próximas semanas con un calendario de exigencias de devolución del préstamo Stand By cada vez más marcado. El 28 de enero es la primera parada en del año, cuando el Gobierno debería repagar al organismo internacional unos 717 millones de dólares, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso. La semana siguiente, el 1° de febrero, el pago debería ser de otros 368 millones en concepto de intereses.

En total, serían unos 1.085 millones de dólares, una suma alta considerando las reservas internacionales del Banco Central. Según algunas estimaciones privadas, el colchón de divisas neto de la autoridad monetaria ronda entre los 1.500 y 2.000 millones de dólares, por lo que el impacto en su poder de fuego en el mercado cambiario se vería notablemente disminuido.

El 28 de enero es la primera parada en del año, cuando el Gobierno debería repagar al organismo internacional unos 717 millones de dólares. La semana siguiente, el 1° de febrero, el pago debería ser de otros 368 millones en concepto de intereses
En caso de que el Gobierno decidiera pagarle al FMI mientras sigue negociando, la totalidad de los Derechos Especiales de Giro (DEG), que el Fondo envió a la Argentina en agosto como parte de su plan de asistencia a países miembro en contexto de pandemia, habrían completado su retorno a las arcas del organismo, en apenas cinco meses.

Ya antes de la llegada de ese refuerzo que el Fondo hizo a sus socios, en el Banco Central se agarraban la cabeza cada vez que se aproximaba un vencimiento de deuda. La entidad tiene a su cargo la intervención en el mercado cambiario y la administración de divisas para realizar importaciones.

Aún no es seguro que el Gobierno decida pagar sin más los próximos vencimiento ante el Fondo. Mientras, sigue en conversaciones técnicas con el organismo. tal como hizo a lo largo de 2021, año en que desembolsó más de USD 3.700 millones al organismo, que a su vez le envió, a fines de agosto pasado, USD 4.355 millones que el gobierno usó para afrontar los vencimientos.

El saldo a favor se está agotando, las reservas del Banco Central son escasas, la distancia hasta la fecha de pago es corta y persisten las diferencias entre el equipo económico y el staff del FMI sobre qué tan rápido el Estado argentino convergería hacia un escenario de equilibrio fiscal.

Esa es, a esta altura de la negociación, la diferencia principal entre las partes. No es una diferencia menor, porque la pendiente del sendero hacia el déficit cero determinará, cada año, cuánto financiamiento necesitará el Tesoro, y en particular cuánto debería ser cubierto por el Banco Central a través de emisión monetaria.

“La diferencia que tenemos con el FMI es la velocidad de consolidación fiscal y las combinaciones entre gastos e ingresos. No queremos penalizar la demanda cuando la economía se está recuperando”, dijo Martín Guzmán en una entrevista con el diario francés Le Figaro. A grandes rasgos, el ministro de Economía plantea alcanzar el equilibrio fiscal en 2027 y el organismo quiere que sea un par de años antes.

La distancia hasta la fecha de pago es corta y persisten las diferencias entre el equipo económico y el staff del FMI sobre qué tan rápido el Estado argentino convergería hacia un escenario de equilibrio fiscal
A partir del acuerdo o desacuerdo sobre el nivel de déficit y el tiempo necesario para recortarlo se ramifican las demás variables de un eventual programa a 10 años. Entre ellas, la cantidad de pesos a emitir cada año por el BCRA, las previsiones de inflación, cuánto podría recolectar el Tesoro en licitaciones de deuda, cómo apuntalar la recaudación tributaria, la cantidad de reservas internacionales, el nivel de gasto público en sectores como subsidios, entre otras cuestiones.

La decisión de efectuar o no el pago al Fondo Monetario está en análisis por parte del presidente Alberto Fernández, que sopesa pros y contras. Abonar casi 1.100 millones al FMI en medio de un clima áspero con el organismo y reducir ostensiblemente las reservas del Central o no pagar y que el mercado lea esa señal como un alejamiento de las chances de acuerdo. Un mensaje de este tipo provocaría, estiman algunos analistas, un escenario de presiones cambiarias aún mayores.

El incumplimiento ante el Fondo no es igual, en términos técnicos, a un default. Hay una instancia previa que la jerga legal del Fondo llama arrears, traducible como atrasos. Habría, de esa forma, una ventana de tiempo de 180 días desde el hecho de impago hasta que el directorio del FMI pueda discutir si el país ingreso en situación de default propiamente dicho. Más allá del tecnicismo, la señal sería leida de forma negativa por inversores.

“Las expectativas continuarán siendo negativas. Los mercados financieros ya descuentan la falta de acuerdo y la escasa posibilidad de Argentina de acumular reservas, es decir, trabajan sobre la hipótesis de un nuevo default. La expectativa de déficit fiscal financiado con inflación o deuda deriva en más inflación y un incremento del endeudamiento en pesos del Gobierno y del Banco Central e incrementa el riesgo de reestructuraciones en pesos con la consiguiente reducción de la demanda de pesos y de la demanda de títulos de la deuda pública. La caída de la demanda de dinero se traducirá en una mayor brecha cambiaria. Todo esto terminaría afectando la inflación, actividad económica, salarios y empleo”, consideró el economista de Quantum Juan Sommer.

Desde el Ministerio de Economía en las últimas horas pensaban en el acuerdo como un esquema de tenaza en que el acercamiento técnico con el staff y la presión geopolítica en el directorio deberán apretar al mismo tiempo para poder llegar a un programa financiero nuevo
“La Argentina está comenzando el 2022 sin instrumentos genuinos de política económica. La coincidencia entre los vencimientos de deuda y la falta de esas herramientas es la que debería impedir que el gobierno persista en dilatar decisiones y se aboque a replantear objetivos e instrumentos de política económica. La cuenta regresiva ya ha comenzado, aunque todavía no se perciba suficiente urgencia del lado de la administración nacional”, cuestionó por su lado un informe de Fundación Mediterránea.

Desde el Ministerio de Economía en las últimas horas pensaban en el acuerdo como un esquema de tenaza en que el acercamiento técnico con el staff y la presión geopolítica en el directorio deberán apretar al mismo tiempo para poder llegar a un programa financiero nuevo, y aseguraron que se trabaja en el “día a día”. Aún no existe una respuesta en concreto sobre si el Gobierno pagará el viernes y lunes próximo al FMI, tal como dejó explícito la portavoz Gabriela Cerruti.

El horizonte será incluso más exigente hacia adelante. Más allá del vencimiento conjunto de casi 1.100 millones de dólares entre viernes y lunes, entre fines de febrero y marzo tendrá lugar una obligación de pago aún mayor: no solo caerán otros USD 2.800 millones de deuda hacia el FMI -que ya lucirá imposible de pagar- sino que además deberá girar otros USD 200 millones al Club de París a fines de febrero. Luego, quedarán otros USD 1.900 millones a refinanciar. El acuerdo sobre ese monto dependerá, como muchas otras cuestiones en la hoja de ruta económica, del resultado de la negociación técnica con el FMI todavía sin resolver.

(AMBITO) Más inflación: los 5 factores que pueden hacer que los precios suban este año bastante más que el 50,9% de 2021
Los economistas advierten que la suba promedio de los precios al consumidor ya está en zona de máximos en tres décadas

Según los analistas privados, el panorama inflacionario para 2022 sigue complicado y la carrera de precios podría sostener la suba del Índice de Precios al Consumidor en torno al 50% anual. Incluso hay motivos para proyectar una aceleración respecto del año previo, cuando concluyó en 50,9% entre extremos- debido al descongelamiento de tarifas de luz y gas, que podrían aumentar hasta 20% en el primer bimestre, y un aumento de la cotización del dólar mayorista a más velocidad.

A esto se suma el hecho que los bienes de consumo masivo volverían a acoplarse a la evolución de la inflación núcleo en el corto plazo, la cual se elevó más que el promedio general de precios que releva el Indec.

La inflación argentina se ubica hace tiempo entre las más altas del mundo. En 2019 alcanzó el 53,8%, la más elevada desde 1991, que fue el último año con la secuela de la hiperinflación de 1989 y 1990. Superar en 2022 dicha barrera llevaría a volver a las tasas de más de 31 años antes.

¿Cuáles factores pueden empinar aun más la velocidad de suba generalizada de los precios este año?

1) Aceleración del ajuste del dólar oficial. En 2022, el Banco Central empieza a darle un poco más de flexibilidad al ritmo devaluatorio suave o gradual puesto en práctica desde que se reforzó el “cepo” cambiario a fines de 2019, también llamado “crawling peg”.

Esta devaluación gradual da previsibilidad a los agentes financieros, que anticipan los movimientos esperados para el resto de las variables y también evita saltos bruscos o discretos de los dólares alternativos, cuya cotización despierta tensiones en la economía cuando se mueve por encima de las expectativas.

Pero en las últimas ruedas cambiarias se evidenció un avance más rápido del dólar mayorista, utilizado en las operaciones de comercio exterior y que influye en la inflación a través de los precios de piezas, insumos y bienes terminados que se importan.

El BCRA aceleró a partir del jueves 13 el movimiento del crawling peg a una Tasa Nominal Anual (TNA) que se acerca al 40% anual. Aunque esta tendencia devaluatoria todavía no corrige la brecha con la inflación, destaca que se trata de las tasas máximas de ajuste desde el 46,8% en febrero del año anterior.

Quinquela Fondos Comunes de Inversión destaca en sus informes que “hasta mediados de noviembre el ritmo de depreciación era del 1% mensual, en las últimas semanas se acrecentó para llegar al 2% y entendemos que es un proceso que todavía no terminó. Para evitar que se pierda tipo de cambio real se requieren niveles piso de 2,6% a 2,8% mensual y necesitarían ser mayores si la inflación se mantiene elevada como en diciembre 2021″, cuando se alcanzó 3,8% en el nivel general, y 4,4% de inflación núcleo.

2) Ajuste tarifas. En 2020 y 2021 el Gobierno apeló a utilizar “anclas” para reducir el ritmo inflacionario. Así como aplicó una devaluación gradual, también le puso freno a un aumento de tarifas de servicios públicos y, en los últimos meses, agregó al menú un plan de Precios Cuidados.

Dado que las medidas anti-inflacionarias continúan siendo medidas cortoplacistas, consideramos que las presiones persistirían, y no descartamos que puedan aun intensificarse (Gándara)
Paula Gándara, Head Portfolio Manager de AdCap, dijo a Infobae que “el Gobierno está trabajando en implementar una nueva etapa del acuerdo de precios, habiendo finalizado la anterior a principios de enero. Se sumarían 1.300 productos con revisiones basadas en aumentos del 6% trimestral con actualizaciones mensuales, que podrían diferir según el producto. Dado que las medidas anti-inflacionarias continúan siendo medidas cortoplacistas, consideramos que las presiones persistirían, y no descartamos que puedan aun intensificarse ante un potencial aumento de la tasa de devaluación y revisión de tarifas”.

“No parece haber espacio para profundizar el uso del tipo de cambio y las tarifas como ‘anclas’ inflacionarias, que deberán moverse en un esquema coordinado para cumplir con las metas fiscales que el Gobierno finalmente acuerde con el FMI”, resaltó la consultora Delphos Investment.

Para Ecolatina, “el panorama inflacionario para 2022 no luce optimista. En 2021, la inflación fue de 50,9% interanual, retornando a los niveles pre-pandemia (50,7% fue el promedio del período 2018-2019). Esta cifra se alcanzó con tarifas de servicios públicos sin importantes correcciones y un ritmo de depreciación del peso, según el tipo de cambio oficial que se ubicó por debajo de la inflación, especialmente en la segunda mitad del año”.

“En el presente año es esperable una corrección -al menos, parcial- de estos precios relativos. Por un lado, habría un aumento que, en principio, rondaría el 20% para las tarifas en los próximos meses. Además, el dólar oficial ya aceleró el ritmo de depreciación en las últimas semanas, lo cual da señales de un cambio en la estrategia cambiaria. De esta manera, dos de los drivers que se encontraron prácticamente desactivados en el año anterior, volverían a encenderse desde el comienzo del año”, subrayó Ecolatina.

La evolución de la inflación núcleo les está poniendo un piso de 56% anual a la inflación general
3) Inflación núcleo más fuerte. La core inflation es la que excluye los precios regulados (tarifas de luz, gas, agua y teléfono), el valor del boleto de transporte y aquellos precios en general que son fijados por el Estado, y también los bienes y servicios con alta estacionalidad, como algunos productos primarios, el turismo, entre otros.

Un informe de GMA Capital puntualizó que “el IPC núcleo marcó su máximo registro anual (54,9%) desde al menos 2016 y deja un piso alto para la medición general en 2022, que el mercado espera que sea 54,8%”, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central en base a consultas con analistas.

“Un acuerdo con el FMI que proponga ajustes en las tarifas, que están 57% atrasadas respecto a la inflación, y en el tipo de cambio oficial, que tuvo la apreciación real más alta en 20 años, podrían agregar más revoluciones al costo de vida”, agregó el informe de GMA Capital.

“Así, encadenaremos otro año en el cual el poder de compra del peso seguirá cayendo. Desde diciembre de 2002, la capacidad de compra de la moneda local se destruyó 98,8%. Las alternativas de ahorro tradicionales tampoco trajeron resultados positivos ya que solo preservaron parcialmente el valor del capital invertido. Frente a este panorama de inflación persistente mayor a 50% anual, el mercado sigue buscando cobertura, aunque con riesgos crecientes”, completó el estudio de GMA Capital.

Un análisis de Invecq Consultora Económica refirió que “hace 15 meses consecutivos que la inflación núcleo no baja del 3% y en un tercio del tiempo se ubicó por encima de 4%, con un promedio total de 3,8%, lo que significa una inflación del orden del 56% si esto se replicara durante 12 meses. Es claro entonces que los diagnósticos errados o que las medidas laxas tendrán poco efecto en una economía que cuenta con un alto desorden de precios relativos y sobre todo de expectativas de los agentes, que la falta de un programa económico acrecienta de cara a 2022″.

En 20 años, la capacidad de compra del peso argentino se destruyó en un 99 por ciento
4) Déficit y emisión. El factor monetario es el principal motor de la inflación. Con un déficit fiscal que los últimos gobiernos se han resistido a reducir, la inyección de pesos sin respaldo de reservas en divisas es una constante que se perpetuará en el 2022.

La inflación acumulada en dos años (2020 y 2021) fue de un 105%, mientras que en ese lapso, la Base Monetaria creció 93%, desde $1,9 billones a $3,65 billones. Asimismo, la circulación monetaria (efectivo más depósitos en cuentas a la vista), que es el principal componente del dinero primario, trepó 133%, desde $1,15 billones a $2,69 billones.

Los expertos de IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino) enfatizan que “que en materia de administración de las finanzas públicas no hubo ‘grieta’, sino un sólido acuerdo en gastar por encima de los ingresos. Esto fue sostenido independientemente del color político o el contenido ideológico de los gobiernos. No es exagerado afirmar que tener déficit fiscal constituye una ‘política de Estado’ en Argentina”.

La inflación acumulada en el bienio 2020-2021 fue de 105%, mientras que la Base Monetaria creció 93%, y la circulación monetaria, 133 por ciento
5) Sin fondos extra como en 2021. “El año que pasó tuvimos unos 10 mil millones de dólares extra gracias a los precios altos de los commodities de exportación a nivel internacional y también Argentina recibió unos USD 4.300 mil millones de los DEG (Derechos Especiales de Giro del FMI). Esa afluencia de divisas, que no estaba prevista en octubre de 2020, le permitió a la economía expandirse de una manera muy fuerte y muy significativa”, comentó Martín Rapetti, director Ejecutivo de Equilibra.

“Argentina va a tener que tomar medidas que no son indoloras. Ajustar tarifas por encima de la inflación, eso va a ocurrir; seguramente algún tipo de corrección del dólar van a pedir (desde el FMI) y otros precios atrasados como las naftas van a tener que corregirse. Corrección de gasto público también. Todas esas medidas son recesivas en el corto plazo”, agregó Martín Rapetti.

 

 INTERNACIONAL 

(INVESTING) Duelo de titanes: Warren Buffett pisa los pies a Cathie Wood
El fondo insignia Ark de Cathie Wood está a punto de ser superado por Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa) de Warren Buffett en la tabla de rendimiento posterior a la pandemia, lo que refleja un cambio dramático en las fortunas entre estos dos grandes inversores.

El fondo cotizado en bolsa ARK Innovation ETF (NYSE:ARKK) aplastó a la mayoría de sus competidores en 2020, gracias a las agresivas apuestas de Wood en empresas disruptivas de alto crecimiento como el fabricante de automóviles Tesla (NASDAQ:TSLA). Eso atrajo miles de millones de dólares de los inversores, elevando los activos generales de Ark Invest a un máximo de 61.000 millones de dólares a principios del año pasado y ayudó a que Wood fuera la reina de la carrera alcista, explica Financial Times.

Sin embargo, muchas de las mayores apuestas de Wood comenzaron a decaer el año pasado, y este año se han desplomado aún más en un giro violento hacia acciones más baratas en industrias a menudo menos glamurosas, anticuadas o con menos suerte en Bolsa.

Mientras tanto, las acciones de Berkshire Hathaway han seguido subiendo de manera constante, reduciendo la brecha de rendimiento entre el conglomerado de inversiones de Buffett y el ETF Ark Innovation desde principios de 2020 a solo 8 puntos porcentuales.

La rentabilidad de los dos administradores de fondos ha sido particularmente marcada este mes, con las acciones de Berkshire subiendo alrededor de un 2% desde principios de enero, incluso cuando el ETF más grande de Ark ha caído un 24%. ARKK ahora ha caído un 43% desde principios de 2021 hasta el cierre del viernes, mientras que Berkshire Hathaway ha subido un 34%, recoge Financial Times.

Ark y Berkshire Hathaway a menudo se consideran ejemplos principales de dos estilos de inversión muy diferentes: crecimiento y valor, respectivamente.

El comienzo de 2022 está siendo particularmente difícil para las acciones de crecimiento tecnológico, a menudo no rentables, favorecidas por Wood, y optimista para las acciones más estables que son el sello distintivo del estilo de inversión de Buffett. El poder del cambio ha llamado la atención en todos los mercados y ha desencadenado la especulación de que se avecina un nuevo entorno de mercado.

Los inversores en crecimiento buscan empresas que pueden no ser rentables pero que se están expandiendo rápidamente, a menudo en sectores candentes como la tecnología. Los inversores de valor son más sensibles a los precios y, a menudo, buscan gangas en otros sectores, como la energía o la banca.

La mejora de las perspectivas de crecimiento económico y el cambio de los bancos centrales a una posición más agresiva sobre la inflación (encabezada por la Reserva Federal estadounidense) han sido los principales desencadenantes de la rotación de los inversores del crecimiento al valor.

Muchos administradores de fondos encuestados por Bank of America (NYSE:BAC) esperan que este cambio continúe, con un 50% neto de los encuestados en enero prediciendo que el valor continuaría superando el crecimiento, cerca de un máximo histórico, concluye Financial Times.

(INVESTING) Bolsas en rojo: Cómo el conflicto Rusia-Ucrania puede influir en la Fed
Los mercados europeos comienzan la semana en negativo. Aunque la cita de la semana es la reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed), realmente hasta marzo el consenso no espera subida de tipos, por lo que la tensión geopolítica en Ucrania empieza a captar cada vez más la atención de los inversores.

“Este fin de semana el Gobierno de Reino Unido ha acusado al de Rusia de querer poner al frente del gobierno de Ucrania a un político ‘títere’, afín a sus intereses. Además, esta madrugada se ha sabido que el Gobierno de EE.UU. ha dado instrucciones para que los familiares de su personal diplomático en Kiev abandonen Ucrania. Desconocemos cómo va a finalizar este ‘tira y afloja’ entre Rusia y Occidente con Ucrania como ‘campo de juego’. Lo que sí sabemos es que un conflicto bélico no beneficia a ninguna de las partes, lo que puede facilitar una solución diplomática, al menos temporalmente”, explican en Link Securities.

“Los inversores llevan días muy atentos a lo que pueda ocurrir en Ucrania, con algunos de ellos optando por reducir posiciones por si finalmente Rusia opta por el conflicto. En los próximos días es posible que podamos salir de dudas”, añaden estos expertos.

En este sentido, los analistas de Bankinter (MC:BKT) consideran 3 escenarios: “bueno, malo y pésimo”, apuntan.

Escenario bueno: pacificación mediante diplomacia. Rebote de las bolsas, aunque su vigor estaría condicionado a lo que diga la Fed el miércoles.
Escenario malo: “invasión light”, desde este y sur, pero sin aislar las 3 repúblicas bálticas de Polonia mediante una invasión desde Bielorrusia para conectar Kaliningrado con el resto de Rusia. Dependiendo del alcance de los daños y del tiempo que tarde en estabilizarse la situación (es decir, fin de la acción militar), así de breves o prolongadas serán las caídas de las bolsas.
Escenario pésimo: el grado de invasión del “escenario malo”, más el comentado aislamiento de las 3 repúblicas bálticas, lo que supondría un acto de guerra contra la OTAN de consecuencias inciertas. Este es el escenario menos probable y el único que nos forzaría a realizar un cambio rotundo de nuestra estrategia de inversión.
“Si se produce el ‘escenario bueno’, lo más probable es que la Fed mantenga su actual enfoque, pero moviéndose poco a poco hacia una menor agresividad en relación a la reducción de su balance. En ese caso nuestra estrategia de inversión permanecería intacta. Sin embargo, si tuviera lugar el ‘escenario malo’ las bolsas -y especialmente la tecnología- sufrirían hasta que la situación se estabilizase (fin de la acción militar)”, destacan en Bankinter.

“La Fed probablemente pospondría cualquier endurecimiento (tapering más lento, subidas de tipos más tarde y ninguna alusión a su balance), al igual que el Banco de Inglaterra (BoE), que ya no subiría tipos el 3 de febrero, como ahora se descuenta. En ese caso sería muy probable que redujéramos algo nuestros niveles de exposición recomendados por perfiles de riesgo (25% Defensivo/35% Conservador/50% Moderado/65% Dinámico/80% Agresivo), así como el peso de la tecnología, aunque la profundidad de nuestros movimientos dependería de cómo evolucionase la situación en detalle”, concluyen estos analistas.

(INVESTING) El dólar, plano antes de los PMI y de la Fed; cae el rublo en un entorno de guerra
El dólar sube discretamente al comienzo de la jornada de negociación de este lunes en Europa, con el interés por los activos de riesgo todavía limitado a causa de los temores a la subida de los tipos de interés y a la guerra en Europa del Este.

Hacia las 9:00 horas (CET), el {{índice dólar}}, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, sube un 0,1% hasta 95,773, todavía dentro de su rango reciente y luchando por alcanzar nuevos máximos.

El dólar se mantiene estable frente al euro, en el nivel de 1,1321 dólares, mientras que la libra esterlina se mantiene sin apenas cambios en 1,3551 dólares.

Marc Chandler, director gerente de Bannockburn Global Forex, ha señalado que el repunte del dólar a principios de mes fue claramente falso, dejando al yen como ganador del año hasta la fecha entre las monedas del G10, con una subida del 1,2%.

Sin embargo, las correlaciones habituales entre los activos de riesgo se han disuelto, añade Chandler. La segunda divisa de mejor rendimiento en lo que va de año, señala, es el dólar canadiense, muy sensible al riesgo.

La paradoja no es más clara que con el rublo ruso, que registró nuevos mínimos de nueve meses frente al dólar al comienzo de la jornada de negociación de hoy en Europa, ante la preocupación en tomo a que los avances diplomáticos de la semana pasada no basten para detener una segunda invasión rusa de Ucrania en ocho años.

El Departamento de Estado ha dado instrucciones a las familias de los diplomáticos estadounidenses en Ucrania para que abandonen el país, lo que sugiere que Estados Unidos sigue creyendo que hay una muchas probabilidades de conflicto. El Reino Unido ha seguido su ejemplo este lunes.

El rublo cae a 77,479 por dólar, a pesar del continuo fortalecimiento del precio del crudo, que suele determinar su rumbo.

Sin embargo, es probable que los acontecimientos en Europa del Este pasen a un segundo plano frente a los que se produzcan en Washington DC a lo largo de la semana. El comité de política monetaria de la Reserva Federal comienza el martes una reunión de dos días y seguramente propiciará un cambio de rumbo del dólar.

Por el momento, los futuros de los tipos de interés a corto plazo sugieren la posibilidad de que la Fed eleve el rango objetivo de los fondos federales en más de 25 puntos básicos para el final del trimestre, lo que implica un pequeño riesgo de una subida de tipos esta semana o una subida de 50 puntos básicos en marzo. Sin embargo, una abrumadora mayoría sigue apostando por una primera subida de 25 puntos básicos en marzo, lo que significa que lo más importante de la reunión de la Fed serán sus previsiones, especialmente en lo que respecta a cuándo —y con qué rapidez— empezará a vender su cartera de bonos acumulada de nuevo en el mercado.

El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense ha aumentado durante las tres primeras semanas del año, en parte debido a las expectativas de una mayor oferta neta impulsada por las ventas de bonos de la Fed durante el año. Pero tras haber registrado máximos de más del 1,80% la semana pasada, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años ha vuelto a descender hasta el 1,76%.

En Europa, la atención se centrará este lunes en las lecturas preliminares de los índices de gestores de compras de enero. También será importante el informe mensual del Deutsche Bundesbank, dada la preocupación de los alemanes por los 30 años de inflación en el país y la falta de voluntad del Banco Central Europeo para reaccionar ajustando la política monetaria.

(INVESTING) Resultados, datos y reunión de la Fed: 5 claves a vigilar esta semana
Se prevé una semana importante en los mercados, entre la reunión de la Reserva Federal y una avalancha de grandes resultados. Todo apunta a que el presidente de la Fed, Jerome Powell, señalará que el banco central va camino de llevar a cabo su primera subida de tipos desde 2018 en marzo, en un intento de hacer frente a la creciente inflación.

Los gigantes tecnológicos Microsoft (NASDAQ:MSFT), Apple (NASDAQ:AAPL) y Tesla (NASDAQ:TSLA) presentarán sus informes, y los inversores buscarán en los resultados la tranquilidad que necesitan tras la venta de la semana pasada, aunque la volatilidad del mercado parece ir a continuar por ahora.

También se conocerá el PIB del cuarto trimestre de Estados Unidos, mientras que los datos económicos del Reino Unido y la eurozona mostrarán el impacto de la variante Ómicron.

Esto es lo que hay que saber para empezar la semana.

1. La Fed señalará una subida de tipos en marzo
Los inversores miran a la Fed en busca de más claridad sobre el futuro rumbo de los tipos de interés después de que los datos de la semana pasada indicaran que la inflación de Estados Unidos ha subido hasta máximos de casi 40 años.

Se espera que Jerome Powell indique que la Fed finalizará su programa de estímulo de compra de bonos según lo previsto en su reunión de marzo y que subirá los tipos de interés en un cuarto de punto con respecto a los actuales niveles de cerca de cero en la misma reunión.

Dado que los mercados ya prevén unas cuatro subidas de tipos este año, los inversores también se centrarán en lo que diga la Fed sobre su balance de casi 9 billones de dólares.

Los mercados esperan que la Reserva Federal empiece a recortar el balance a finales de año como forma de ajustar la política monetaria. Las actas de la reunión de diciembre de la Fed indicaron que los funcionarios mantuvieron largas discusiones sobre la reducción de la tenencia de bonos.

Cualquier indicio de que el balance podría reducirse más rápido que en el pasado podría ampliar la venta de bonos del Tesoro y acciones tecnológicas.

2. Aluvión de resultados
Los gigantes tecnológicos Microsoft, Apple y Tesla se encuentran entre las grandes empresas que deben presentar sus informes en lo que será una movida semana de resultados, pues los inversores pretenden separar las historias puntuales de éxito derivado de la pandemia de las empresas fundamentalmente fuertes.

La favorita de entre las empresas del grupo FAANG, Netflix (NASDAQ:NFLX), se desplomó más de un 20% el viernes, lastrando al S&P 500 y al Nasdaq, tras pronosticar que el crecimiento de nuevos suscriptores en el primer trimestre sería inferior a la mitad de las predicciones de los analistas.

Todo apunta a que Microsoft, que presenta su informe el martes, reportará unos ingresos trimestrales que superarán por primera vez los 50.000 millones de dólares, según datos de FactSet (NYSE:FDS).

Se espera que Tesla y Apple, que presentan sus resultados el miércoles y el jueves respectivamente, registren beneficios récord, según FactSet.

Además de las empresas tecnológicas, hay otras grandes compañías que presentan sus informes trimestrales, como 3M (NYSE:MMM), GE, IBM (NYSE:IBM), Intel (NASDAQ:INTC), Caterpillar (NYSE:CAT) y American Express (NYSE:AXP). También conoceremos los resultados de Boeing (NYSE:BA), Mastercard (NYSE:MA), Visa (NYSE:V), McDonald’s (NYSE:MCD), Johnson & Johnson (NYSE:JNJ) y Colgate-Palmolive (NYSE:CL).

3. Turbulencias en los mercados
Parece que los mercados seguirán siendo turbulentos durante la próxima semana, y los inversores se centrarán en la Fed y en los resultados.

Los principales índices de Wall Street cerraron el viernes a la baja, como continuación de la venta de acciones tecnológicas que ha llevado al Nasdaq a un territorio de corrección. El S&P 500 y el Nasdaq, cargados de tecnológicas, registraron sus mayores caídas porcentuales semanales desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.

Las empresas tecnológicas se beneficiaron enormemente durante la pandemia y sus acciones se han disparado estos últimos dos años.

Pero las acciones tecnológicas y de crecimiento se han visto muy afectadas desde el comienzo de 2022 por un rápido aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro debido a las expectativas de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés de forma agresiva para combatir la alta inflación.

Los tipos más altos podrían perjudicar a las empresas tecnológicas con valoraciones elevadas basándonos en la perspectiva de beneficios futuros.

4. Datos económicos de EE.UU.
El jueves se publicará en Estados Unidos la lectura preliminar del producto interior bruto del cuarto trimestre, y los economistas prevén un crecimiento anualizado del 5,2%. Las expectativas se han reducido en las últimas semanas debido al aumento de los casos de coronavirus, impulsado por la variante Ómicron, que ha afectado a la actividad económica.

La agenda económica incluye también los datos de diciembre de ingresos y gastos personales. Los economistas esperan que el gasto personal caiga bruscamente, dado el fuerte descenso que ya experimentaron las ventas minoristas el mes pasado.

También se publicará el informe semanal sobre las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, que la semana pasada alcanzaron máximos de tres meses.

A algunos economistas les preocupa que el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo junto con la fuerte caída de las ventas minoristas de diciembre pueda ser un indicio de que la economía está perdiendo fuelle, pero es poco probable que esto impida que la Fed suba los tipos de interés en marzo.

5. Datos de la eurozona y de Reino Unido
La mayor economía de la eurozona, Alemania, publicará el viernes los datos del PIB del cuarto trimestre, junto con los de Francia y España. Las cifras mostrarán el impacto de la variante Ómicron en la recuperación económica a la espera de los datos del PIB del bloque de la semana que viene.

La zona euro publicará el lunes las cifras del PMI, que mostrarán la evolución de la actividad económica este mes.

El Reino Unido también publicará el lunes los datos del PMI y, aunque la actividad del sector servicios se ralentizó bruscamente en diciembre ante la ola de Ómicron, otros datos han indicado desde entonces que la actividad económica ha empezado a repuntar. Se espera que los datos muestren un ligero repunte con respecto a diciembre y, por el momento, el Banco de Inglaterra parece seguir camino de una nueva subida de tipos en febrero.

 

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