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(Ámbito) Martín Guzmán se reúne con la misión del FMI, que hoy concluye su revisión de cuentas públicas. En el encuentro entre el ministro de Economía y el jefe de la misión del FMI para la Argentina, Luis Cubeddu, y la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, se realizaría un análisis informal de los resultados de la misión. El ministro de Economía, Martín Guzmán, recibirá hoy a la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluye la revisión de las cuentas públicas de la economía. Los técnicos continuaron su análisis sobre la situación económica en distintas reuniones que mantuvieron con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. La misión ya se había reunido también con la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont. En el encuentro entre Guzmán y el jefe de la misión del FMI para la Argentina, Luis Cubeddu, y la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, se realizaría un análisis informal de los resultados de la misión. Fuentes del Palacio de Hacienda definieron el encuentro como de tono «más que protocolar que político» y que las negociaciones continuarán más adelante una vez que el directorio reciba el informe de la misión. «Las reuniones son técnicas y están orientadas a profundizar la comprensión del programa económico de las autoridades, incluso su estrategia de deuda», explicaron voceros de la misión, que este viernes retorna a Washington. Los técnicos recopilaron información con el fin de continuar las discusiones sobre el programa económico y la estrategia de las autoridades argentina para lograr el objetivo de la sostenibilidad de la deuda que busca el gobierno. La visita de la misión tiene lugar luego de que Guzman se reuniera con la directora ejecutiva del organismo, Kristalina Georgieva, durante la Cumbre de Ministros de Finanzas del G20 en Arabia Saudita.
(BAE) Guzmán recibió a bonistas extranjeros y persisten las tensiones por la oferta. Presión por un canje amigable. A días del lanzamiento de la oferta oficial de reestructuración de la deuda con acreedores privados, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con algunos de los grandes fondos de inversión que viajaron a Buenos Aires para presionar por una reestructuración más amigable, es decir, sin quita de capital o con una reducción baja del valor presente de sus títulos. En el Palacio de Hacienda confirmaron que Guzmán recibió a representantes de Blackrock, la administradora de fondos más grande del mundo y uno de los mayores acreedores privados del país; Pimco, otro de los «top five» de las finanzas; Ashmore, tenedora de un importante set de bonos argentinos; Gramercy; y Fintech. Según supo este medio, los bonistas salieron disconformes de los encuentros que mantuvieron por separado. Criticaron la «falta de plan» del Gobierno, de acuerdo con sus palabras. Sin dar detalles de las conversaciones, en Economía replicaron: «Será porque el que hay no les conviene». Entre la próxima semana y la siguiente, el Ejecutivo lanzará su oferta formal para la reestructuración de la deuda privada bajo ley extranjera. Su intención es conseguir un amplio período de gracia y una importante quita de capital e intereses para impulsar una reactivación de la economía y recuperar el acceso a los mercados globales. Para ello cuenta con el apoyo del FMI, cuya misión continúa en Argentina. El Fondo declaró insostenible la deuda soberana y pidió una «contribución apreciable» de los acreedores privados. Como contrapunto, los bonistas se resisten a una fuerte quita y se agrupan para ganar poder de veto sobre la propuesta oficial.
(Ámbito) Tras un buen comienzo de año, la producción de autos cayó un 20% en febrero. La producción había rebotado casi 40% en enero. Por su parte, las ventas retrocedieron un 10,6% y las exportaciones un 6,8% en la comparación interanual. Luego de cortar una racha negativa de 16 meses en baja, la producción automotriz cayó un 20% interanual en febrero, de acuerdo a lo informado por la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA). Con 18 días hábiles y con algunas terminales aun sin reanudar su actividad como consecuencia de la ejecución de mejoras en sus plantas industriales, ADEFA informó que la producción del mes pasado fue de 26.133 vehículos de pasajeros y utilitarios livianos, un 26,4% más respecto del volumen de enero. La nueva merma se produjo tras el repunte de casi el 40% que se había registrado a comienzos de año. De esta manera, la cantidad de autos 0km fabricados durante el primer bimestre acumuló un total de 46.816 unidades, un 1,4% por debajo de las 47.465 producidas en similar período del año anterior. En la búsqueda por reactivar la industria, Gabriel López, Presidente de ADEFA, afirmó que es «importante implementar las medidas propuestas en el trabajo elaborado en conjunto con la cadena de valor en el Plan Estratégico 2030 para la mejora de la competitividad». Paralelamente, las ventas mayoristas del sector arrojaron una cifra de 27.191 unidades, un 10,6% más bajas en la comparación con las entregas de febrero de 2019. En consecuencia, el acumulado del primer bimestre exhibió una reducción del 12,4% interanual. En materia de comercio exterior, en el mes pasado se exportaron 18.115 vehículos, un 6,8% menos respecto del volumen del año anterior pero un 108,4% superior en relación al de enero. Si se suman los dos primeros meses de 2020, se percibe un total de 26.806 vehículos, tan solo 28 unidades menos que en el mismo período de 2019. «Los datos de producción, ventas mayoristas y exportaciones, teniendo en cuenta el perfil de nuestra industria, son señales que indican que hay que reforzar el trabajo que se viene realizando», señaló López.
(Ámbito) HSBC, Pimco, Greylock, Templeton y las amables tertulias previas a la batalla. Economía sólo explica por qué se llegó a esta situación. Fuerte desembarco en Bs. As. con potente despliegue tecnológico y de personal de visitantes importantes del mundo financiero internacional. Cordial y amable el tono. Se ofrecen explicaciones técnicas sobre por qué el país no puede cumplir con sus vencimientos de deuda y la insostenibilidad del pasivo financiero argentino en el corto y mediano plazo. Se concede que sobre el PBI nacional, los títulos públicos emitidos bajo legislación extranjera no implican un porcentaje alto; pero que por el perfil de vencimientos y deuda pública hacen imposible su cumplimiento. Se muestran además gráficos sobre la economía argentina, los dos años y medio de estancamiento y la necesidad de volver a crecer para generar divisas que garanticen el pago futuro. Y se concluye el encuentro sin que se de ningún tipo de anticipo sobre la oferta de canje, sobre los títulos que se emitirán, las fechas en las que se concretará el proceso de negociación y cierre del proceso. Tampoco se menciona palabra sobre el sendero fiscal que el país mantendrá hasta el 2024, fecha teórica en las que comenzarán los pagos; como tampoco cual es el plan de liquidación y cumplimiento de la deuda en pesos emitida bajo legislación nacional. Todo termina con un apretón de manos, el deseo de un final feliz y una sonrisa de despedida. Así son los encuentros que en estos días mantiene el equipo de Martín Guzmán con los representantes de los fondos de inversión Greylock, Fidelity, BlackRock, Pimco y Templeton; entre otros, quienes van manteniendo reuniones privadas con el ministro de Economía. El funcionario está cumpliendo una orden de Alberto Fernández, que conminó al titular del Palacio de Hacienda a recibir a los acreedores más importantes, antes del lanzamiento de la oferta y con el objetivo de mejorar la imagen negativa que la Argentina mantenía con los acreedores. El cambio de actitud fue uno de los primeros consejos de Lazard, contratado para asesorar al país en el proceso de reestructuración de los aproximadamente u$s70.000 millones que se incluirán en la oferta; y que había advertido a los funcionarios argentinos sobre el mal clima exterior ante la posición de amenaza que se presentó a los acreedores y el adelanto de la “frustración” que generará la oferta. La actitud de recibir a los principales fondos tenedores de deuda apunta a mejorar el clima, y a preparar el terreno para unas negociaciones que se descartan serán durísimas; pero que tendrían una peor escenografía si se concretaran con mala predisposición de ambas partes. El primer acto para mejorar la relación la dio el propio gobierno el domingo pasado, al anunciar que el Bank of América y el HSBC, serán los bancos colocadores. La recepción personal a los bonistas, es el segundo acto. El tercer momento, serán las reuniones particulares que los fondos mantendrán con los dos bancos contratados para la colocación; los que, junto con Fernández, Guzmán y un puñado limitadísimo de funcionarios, son los únicos que conocen la oferta que hará el Gobierno en los próximos días. Para estos encuentros, el Bank of América y el HSBC están desplegando en Buenos Aires verdaderos bunkers de preparación de la documentación que se desplegará para establecer las condiciones de negociaciones para que el proceso sea exitoso. En el caso del HSBC, llegó ya a Buenos Aires Gerardo “Gerry” Mato, CEO regional del banco, quién personalmente se podrá al frente del desafío. Mato, también argentino, tiene su historia reciente con la crisis financiera. Una de sus últimas visitas al país fue antes de las elecciones PASO de agosto del 2019; donde cuestionó los diagnósticos del anterior CEO local del banco, Gabriel Martino, quién aseguraba una buena fortuna electoral para Mauricio Macri. Mato (que contaba con sus propios asesores) anticipaba una elección más reñida y una posibilidad cierta de triunfo de opositor, pronosticó una inflación de más de 40% para el 2018 un salto del dólar ante la posibilidad de un triunfo opositor en las PASO, y, lo más importante, la necesidad de una posible reestructuración de la deuda si vencía Alberto Fernández. Antes le había prohibido a Martino continuar con el financiamiento del Programa de Participación Público Privada (PPP) para concretar proyectos de obra pública. Fue también quien dispuso un cambio en la cúpula de la entidad, con la mudanza de Martino a Londres (a quién había defendido en los peores años de embestida kirchnerista) y la llegada de Juan Marotta como CEO local. Ahora, triunfador en sus pronósticos y sus decisiones, Mato será la “Lethal Weapon” que el HSBC desplegará para su actuación en el proceso de reestructuración de la deuda Los tenedores de la deuda argentina comenzaron a llegar al país desde el viernes pasado, desafiando cualquier amenaza de coronavirus y de potenciales problemas de visibilidad pública. Se comenta en la plaza hotelera más exigente de la ciudad, que las habitaciones más importantes están absolutamente colapsadas, así como las salas de reuniones de los bussines center. Cuentan empleados de esos hoteles que nunca vieron semejante tecnología informática y de comunicaciones; y las órdenes de los gerentes de los establecimientos de mantener el más absoluto secreto sobre lo que se ve y escucha. Una de los equipos más sofisticados que se están viendo en estos días, traídos para la ocasión por los propios acreedores, son las pantallas transparentes de 42 pulgadas que combinan la posibilidad de desplegar cuadros, diseñar gráficos, escribir textos, recibir ordenes verbales y comunicarse vía satelital con las sedes de Nueva York, California o Londres. Semejante demostración de tecnología inédita en el país, tiene su justificación. Muchos de los acreedores se juegan, en algunos casos, hasta u$s 5.000 millones en un puñado de bonos comprados durante el macrismo; y por esto decidieron desplegar durante estas semanas en Buenos Aires sus principales armas humanas negociadoras y a toda la tecnología que sea necesaria. Son los jugadores de póker que tanto promocionaron desde el gobierno con los que se deberá negociar, y de los que, en definitiva, dependerá que el país caiga o no en default.
(bae) ¿Cómo quedan las nuevas retenciones al campo? Las actualización a las alícuotas sobre la comercialización de los granos y derivados había sido anunciada por el ministro de Agricultura Luis Basterra. El gobierno nacional oficializó este miércoles la suba del 3% de las retenciones para la exportación de granos de soja y sus derivados, mientras que mantiene la misma tasa para Maíz, Trigo y la Cebada y baja en un 5% para el girasol. De esta forma, la resolución 230/2020 publicada hoy en el Boletín Oficial que eleva al 33% en el derecho de exportación para este sector había sido anticipado a la Mesa de Enlace por el Ministro de Agricultura, Luis Basterra. Desde el oficialismo aseguran que el aumento resulta «imprescindible» para mejorar los ingresos fiscales en un contexto económico de endeudamiento, alta inflación, recesión creciente, desempleo generalizado y emergencia alimentaria». Además, el texto oficial agrega que las modificaciones son de carácter «transitorias». Desde el sector agrariario rechazan el alza en las retenciones a la soja y desde la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se anunció un cese de comercialización de hacienda para faena y granos desde el lunes 10 al jueves 12 . Este aumento se suma a la última variación del 27,7% al 30 para este grano, además del 6,7 al 12% en trigo y maíz, entre otros productos.
(BAE) El coronavirus golpea la actividad: la electrónica aplica suspensiones. La causa es la demora en recibir los insumos para fabricar celulares. En lo que representa el primer caso en la industria nacional derivado del coronavirus, la multinacional fabricante de teléfonos móviles, Brightstar, suspendió hasta el viernes a su personal de la planta de Tierra del Fuego por la demora en el abastecimiento de insumos procedentes de China, situación que se podría repetir en otros sectores fabriles. Fuentes de la industria electrónica radicada en Tierra del Fuego confirmaron a BAE Negocios que la medida de Brightstar -adoptada durante la semana pasada- se extenderá hasta viernes. «El viernes es el último día de suspensión. El lunes ya se trabaja pero por ahora la empresa está sin producción», señalaron. La decisión empresarial forma parte de un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Asociación de Supervisores de la Industria Minera, Metalúrgica y Mecánica (ASIMRA). Ante la situación generada por el cierre de fábricas en China, sumado a la paralización de tareas en los puertos, la producción de celulares y también de televisores en la provincia más austral de la Argentina corre serios riesgos en el corto plazo. En diálogo con este medio, la ministra de Producción fueguina, Sonia Castiglione, expresó que «el coronavirus está dilatando la importación desde China de piezas para electrónica, principalmente para telefonía y televisores». En esta línea, la ministra de Producción aseguró que «si la situación no mejora en un par de semanas, en mayo ya no tendrían stocks», en alusión a los dos segmentos citados anteriormente. «Probablemente esto signifique que la producción esté por debajo del año pasado, aunque la tendencia se puede revertir en el transcurso del año», añadió. Otras fuentes del sector industrial indicaron anoche que tanto el Grupo Mirgor como Newsan (también establecidas en Tierra del Fuego) sufren demoras en la provisión de insumos desde el gigante asiático, aunque no detuvieron su producción por el momento. En cuanto a Brightstar, ya se vio obligada en agosto de 2019 a recortar sus jornadas de producción debido a la caída de ventas. La industria electrónica en Tierra del Fuego fue una de las más afectadas por la crisis económica. Desde el pico de 12.000 puestos de trabajo en 2015, los planteles se redujeron a menos de 6.000 el año pasado. Entre las marcas que se producen en la isla fueguina están Samsung y LG. Como era previsible, finalmente el coronavirus causa alteraciones en los procesos productivos de la industria nacional. En el caso de la cadena automotriz habrá demoras en el suministro de autopartes de China para la fabricación de algunos vehículos, aunque para el mercado de reposición es una buena noticia ya que se cubrirán con piezas argentinas. «La realidad es que el virus va a generar baches en el abastecimiento. Todo dependerá de cuánto se extiendan las medidas sanitarias y el impacto que tengan en la actividad productiva en origen», analizaron fuentes industriales.
(BAE) Massa y Bolsonaro coincidieron en la necesidad de fortalecer el Mercosur. El mandatario brasileño recibió al titular de Diputados. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en el Palacio de Planalto, y ambos coincidieron en la necesidad de trabajar juntos para fortalecer la relación bilateral y «consolidar el Mercosur». Sin fecha confirmada de reunión entre el presidente Alberto Fernández y Bolsonaro, Massa se entrevistó con el mandatario y destacó que hubo «coincidencias» a la hora de trabajar juntos para «potenciar» las economías de los dos países. «La importancia de la consolidación del Mercosur, que es un deseo de la Argentina y un deseo que el presidente Bolsonaro me manifestó, que es el deseo del gobierno Brasil», subrayó Massa. En conferencia de prensa tras la reunión con el mandatario brasileño, el líder del Frente Renovador destacó «la importancia de la consolidación de la relación Argentina- Brasil, como una forma de trabajo coordinador para potenciar las economías». El titular de la Cámara de Diputados afirmó que el objetivo es profundizar la relación entre los dos países e ir «de la mano y en bloque» a negociar con la Unión Europea (UE). «Nuestro deseo en avanzar en la consolidación del Mercosur, como paso previo al acuerdo con la Unión Europea», señaló el titular de la Cámara baja. En tanto, remarcó que el objetivo es ir «de la mano y en bloque» con Brasil, para que ambos países «tengan la capacidad de disputar» con «los grandes sectores productores de alimentos del bloque europeo», que ponen trabas a la exportación regional. «Nuestro principal valor es ser productores de alimentos, -por eso- es muy difícil que podamos avanzar en un acuerdo si no nos permiten ser proveedores de alimentos», indicó Massa. Antes del encuentro con Bolsonaro, Massa se reunió con el titular de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, y con una delegación de parlamentarios de ambo países. Su visita oficial también incluye encuentros con el titular del Senado, Davi Alcolumbre, y de la Corte Suprema, Antonio Dias Toffoli.
(Cronista) Deuda: creen que el FMI insistirá con reformas estructurales en el nuevo programa En los EE.UU. quieren más precisiones del programa de Alberto. Avanzan las negociaciones con los bonistas y con el FMI. La revisión del Artículo 4° con la misión del FMI en la Argentina puede poner sobre la mesa nuevamente la necesidad de comprometer reformas laborales y del sistema jubilatorio. a Argentina cuenta para la reestructuración de la deuda, con el beneficio de que los tres principales implicados tienen el deseo y la necesidad de un arreglo. Ese es uno de los motores que permitiría un arreglo ordenado a un proceso que aquí, en Washington, se aprecia como demorado y teñido de la subjetividad política por parte del Gobierno. Diversas fuentes vinculadas con la Argentina y del mundo financiero revelan una fotografía de lo que van siendo los pasos de la administración. El punto de partida que fijó el Gobierno es de un plazo de gracia de dos a tres años, con pagos parciales de los cupones En ese sentido, se afirma aquí, -donde El Cronista junto con otros medios fueron invitados a una ronda de entrevistas con diversos referentes vinculados en la relación bilateral por AmCham Argentina, la cámara de comercio norteamericana en el país-, que el gobierno de Alberto Fernández debe aún mostrar más cartas de lo que quiere hacer en la Economía. Incluso para tener un respaldo mayor del Tesoro de los EE.UU. El gobierno de Donald Trump está «distraído» en temas como el proceso electoral, el coronavirus, la guerra comercial con China, la situación en Irán y en Siria. Por eso, el proceso argentino no es una prioridad en la agenda, lo cual algunos think tanks evalúan como una ventaja para el país. Pero aquí se observa que para el gobierno argentino la reestructuración de la deuda no es sólo el factor ordenador fiscal del programa económico. Su éxito, creen, terminará por «empoderar» a la gestión de Alberto Fernández y permitirá el despliegue de sus propias ideas. «El punto de partida de la renegociación con los acreedores privados es despejar entre dos y tres años de vencimientos, a lo sumo con el pago de parte de los cupones en el inicio», apunta una fuente involucrada en las conversaciones. En la negociación de estiramiento de plazos, «haircut» de capital y están dadas las conversaciones en Nueva York con los fondos de inversión. A partir de ahora, continuarán los contactos que entablaron desde hace semanas los organizadores de Lazard, Bank of America y HSBC, preparando el terreno para negociar la oferta. Causó sorpresa la designación de los bancos colocadores por parte del Gobierno. Se lee también como parte del equilibrio de poder que debe saldar Alberto Fernández En ese sentido, fuentes involucradas en las conversaciones se mostraron sorprendidas de la definición, la semana pasada, de los bancos que contratará el Gobierno. Se espera ahora que haya una serie de subcontrataciones, en gran medida impulsadas por los fondos de inversión, que podrían sentirse más cómodos con otros actores. Según entienden en Washington, la extrema liquidez de los mercados empuja a un arreglo a estos fondos. Sobre todo después de la nueva baja de tasas dispuesta por el Fed el martes para responder a la depresión provocada por el coronavirus. «Los fondos de inversión con tenencias a largo plazo necesitan hacer colocaciones en un mundo que no les da rendimiento», indican. El papel del FMI «El peligro es que la volatilidad de los mercados y la retórica política termine por derrumbar el precio de los bonos y atraer a fondos buitre», advierten. Los fondos de inversión tienen el incentivo para reestructurar los bonos argentinos de un mundo de, nuevamente, «tasa cero», pero la retórica política en su contra puede atraer a los buitres hacia bonos muy complejos de reestructurar Observadores políticos señalan a la tercera parte de la mesa de la deuda: el FMI. En ese sentido, apuntan a que el organismo ha comprendido la necesidad política de Alberto Fernández, pero que lejos está de haber resignado sus posiciones en torno de lo que debe ser la sustentabilidad de la deuda. «En el Fondo tienen que dar algunas explicaciones acerca de la exposición con la Argentina», apuntan, en sentido contrario, desde el mercado financiero, para señalar el interés del organismo en llegar a un acuerdo. Los propios acreedores privados esperan que el Fondo señale el camino que recorrerá la Argentina para pagarles a ellos, señala Benjamín Gedeon, miembro del grupo de trabajo sobre Argentina en el Wilson Center. «Normalmente el camino es acordar primero con el FMI, con quien se tienen compromisos escritos y estrictos, y luego ir con los fondos de inversión», señala. En Washington afirman que, contrariamente a lo que se piensa, el FMI no ha abandonado las ideas básicas sobre reformas estructurales que necesita la Argentina, como la laboral y las jubilaciones «Aquí se ha avanzado primero con los bonistas, pero eso no quiere decir que el Fondo tenga un papel menor. Argentina le está pidiendo la posibilidad de postergar su repago. Se dice que el Fondo tiene que proteger su imagen y no estoy de acuerdo», agrega Gedeon. A su juicio, el grupo de economistas del FMI va a decir que la Argentina necesita cambios estructurales. «No tiene sentido que ahora no marque el tema de las reformas laborales o del sistema de pensiones, después de haberlo recomendado en el pasado. Hay un consenso dentro del Fondo de que la Argentina necesita esas reformas estructurales. Pero todo eso se dará dentro del diálogo de la revisión del Artículo 4°», indicó. Allí juega -según la visión de analistas y desde las finanzas- la falta de definición de un programa económico consolidado. En ese sentido, en Washington apuntan a que el Gobierno, a través del ministro Martín Guzmán en el Congreso, sólo definió el período de dos años hasta el logro del equilibrio fiscal como el margen mínimo de gracia para pagar tras la reestructuración que aceptará . Aunque el proceso se dio al revés, un programa del FMI indica claramente y por escrito, con compromisos, cuál será el programa del país. Eso se verá en el «artículo 4°» «Tanto los bancos, como el FMI, quieren un camino previsible para el crecimiento sostenible, tienen que mostrar una visión económica, y no lo están haciendo mucho», afirma Gedeon. Mientras tanto, se asegura aquí que en la negociación del nuevo programa con el FMI que sucederá al stand-by, allí si tendrá un rol relevante el Tesoro norteamericano, por su peso específico en el directorio. Sin embargo, Gedeon advirtió que el Tesoro querrá poner foco en el plan económico. «No va a apoyar en el Fondo Monetario Internacional sin tener una visión sobre la economía del país», acotó.
(Cronista) Bienes Personales: a semanas del plazo de repatriación, advierten por indefiniciones de la norma El 31 de marzo es la fecha límite para traer al país una parte de sus activos en el exterior y pagar una alícuota menor del tributo. El Gobierno ofrece tres opciones para estos fondos, pero hay preocupación por la falta de detalles que pueda dar lugar a discrecionalidades. l 31 de marzo es la fecha límite para concretar la repatriación de fondos en el exterior que representen al menos el 5% del total de los activos fuera de la Argentina. Esa operación permite no pagar la tasa duplicada de Bienes Personales y abonar el impuesto como si estuvieran dentro del territorio nacional, dados los cambios introducidos por el gobierno de Alberto Fernández. No obstante, la falta de precisiones al respecto enciende las alarmas entre los analistas. A través del decreto 116 (modificatorio del 99), el Ejecutivo dispuso tres senderos posibles para el 5% repatriado: puede volcarse al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para ser pesificado, invertirse en fideicomisos orientados a la producción del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y mantener la posición hasta el 31 de diciembre o suscribir a fondos comunes de inversión «que cumplan con los requisitos exigidos por la Comisión Nacional de Valores (CNV)». Mirá también El Gobierno aceptó la renuncia de otros cinco jueces Sin embargo, la falta de detalles del destino que pueden tener estos fondos que vuelven al país preocupa a expertos en la materia. César Litvin, CEO de Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, rechazó la opción de vender los activos en el MULC, dada la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el dólar contado con liqui, y criticó la ambigüedad de los otros dos caminos. Es que la norma no puntualiza qué fideicomisos ofrece el BICE ni cuáles son los requisitos de la CNV a los que tendrán que ajustarse los fondos comunes de inversión pasibles de ser destino del dinero repatriado y faltan apenas casi cuatro semanas para que el programa expire. «Estamos a poco y nada del plazo, y todavía no sabemos qué tipo de fideicomiso hará el BICE, aunque ya deberíamos saberlo, y lo mismo ocurre con la tercera opción dado que no se conocen todavía los requisitos que impondrá la CNV», señaló en una conferencia sobre los cambios impositivos en Ganancias y Bienes Personales, brindada en el Four Seasons. Y agregó: «Pensábamos que a esta altura íbamos a tener más información. Necesitamos más datos, estamos hablando de repatriación de moneda dura y no sabemos qué regresa de ese dinero a nuestro patrimonio. ¿La inversión en los fideicomisos del BICE serán en pesos o en dólares? ¿Cuándo voy a poder salir de esa inversión? ¿En qué moneda?» Litvin destacó la ocasión en la que la Corte Suprema de Justicia (CSJN) declaró que la conversión de los plazos fijos a títulos públicos a través del Plan Bonex en 1990 no fue confiscatoria, lo que a su entender constituye un «precedente importante» de cara a eventuales arbitrariedades por parte del Gobierno que atenten contra la libre disposición que puedan tener los contribuyentes de sus bienes repatriados. «Nadie va a defender al contribuyente en caso de que el Gobierno quiera utilizar estos fondos repatriados ante una eventual crisis de financiamiento», dijo.