Local
(Ambito) Deuda: la misión del Fondo, de regreso. La información que recaben será trascendental para que luego el board analice el nuevo acuerdo con el país. La misión del Fondo Monetario Internacional regresa hoy a Argentina para continuar con las conversaciones con el Ministerio de Economía, enfocadas en la refinanciación de la deuda del país con el organismo (u$s 44.000 millones). Pero, sobre todo, el objetivo de los enviados del FMI es auditar las cuentas públicas: la información que recaben será trascendental para que luego el board analice el nuevo acuerdo con el país. “Hubo un diálogo continuo y activo entre las autoridades argentinas y el FMI, y se realizaron reuniones muy importantes entre Kristalina Georgieva y Guzmán”, afirmó el jueves el vocero del organismo Gerry Rice, durante su rueda de prensa en Washington. El último de los encuentros entre la directora del Fondo y el ministro de Economía tuvo lugar en Riad, el 22 de febrero, y luego del mismo trascendió que el diálogo entre la Argentina y el FMI continuará “con el artículo IV y un programa en el futuro”. Ese artículo del estatuto del Fondo comprende un monitoreo pormenorizado sobre la situación fiscal, monetaria y externa de cada país miembro del organismo multilateral.
(Ámbito) Menor recaudación obliga al BCRA a auxiliar más al Tesoro. La «maquinita» de emitir está trabajando a pleno. Ante la baja en los ingresos tributarios y la estabilidad del gasto, el Palacio de Hacienda requiere, sí o sí, de la asistencia creciente del Central. En la actual coyuntura el BCRA, a cargo de Miguel Pesce, no tiene escapatoria y debe seguir asistiendo al Tesoro. Por eso, y pese a que aún resta computar los últimos tres días hábiles del mes pasado, el BCRA ya lleva transferidos $107.000 millones al Tesoro bajo la figura de los Adelantos Transitorios (ATN). De modo que en la era Pesce-Guzmán el ente monetario acumula ATN por $267.000 millones ($160.000 M corresponden a diciembre 2019 y el resto a los primeros 21 días de febrero 2020). Esta emisión monetaria para auxiliar al Tesoro explica, en gran parte, la fuerte expansión que registra la base monetaria a lo largo de febrero pasado en torno de los $147.000 millones. Según datos del BCRA, la base está creciendo a un ritmo anual del 42,9%. Todo ello se da en un contexto donde la demanda de dinero, bajo el imperio del CEPO, no da señales de una agresiva recuperación. Lo cual enciende la alarmas de los analistas sobre el devenir de la inflación y del tipo de cambio informal. Lo cierto es que el mes pasado la emisión monetaria tuvo como protagonista al Tesoro y al Sistema Financiero vía las Leliq. Ya que por un lado el sector público fue expansivo, como se explicó vía ATN por $107.000 millones, pero fue contractivo en $25.451 millones vía otras operaciones. Pero también los pasivos remunerados del BCRA siguen alimentando la emisión: vía Leliq se emitieron $55.598 millones y otros $30.234 millones en concepto de intereses. En menor medida también las ventas de divisas del BCRA al sector privado ayudaron a compensar el aumento de la base monetaria al absorber $17.349 millones (las reservas cayeron u$s287 millones por estas operaciones). Por lo tanto, el ciclo de recuperación de reservas parece haberse detenido luego de dos meses consecutivos, dado que en febrero las reservas caen u$s191 millones. La magra performance recaudatoria del Gobierno está, de esta manera, obligando a recibir mayor asistencia del BCRA. Por el momento, no ha recurrido a la transferencia de utilidades del ente monetario, pero se está acelerando el auxilio tras el “veranito” enero pasado que no requirió auxilio. Ahora bien ,si la base monetaria está creciendo a casi el 43% interanual, bajo un contexto aún recesivo, tarde o temprano y a pesar del cepo, el mercado de cambios será la caja de resonancia, junto con la evolución de los precios domésticos del exceso de pesos en circulación, dado que la demanda de dinero sigue estable con caída en las tasas de interés. Ahora comienza el año “en serio” y se verá qué hará el público y empresas con los mayores pesos en circulación. Un reto para la estrategia expansiva de Pesce.
(Ámbito) Canje: Alberto inicia hoy los 70 días que definirán su Gobierno. Todo listo para el anuncio de la oferta. Lazard repite (como en 2005) como banco asesor. HSBC y Bank of America serán colocadores. Superan en experiencia y alcance al Bank of New York Mellon. Alberto Fernández inicia hoy los dos meses más difíciles de su gestión, y los que marcarán a fuego las probabilidades de éxito o fracaso de su presidencia. Desde hoy, y no más allá de abril, deberá completar el proceso de canje de deuda por unos u$s 70.000 millones a privados, con tenencias de bonos en divisas bajo legislación externa. Según el cronograma oficial, el ministerio de Economía tendría hasta la última semana de marzo para terminar el proceso. Sin embargo, y aunque desde el oficialismo aún no se habló del tema, en el mercado se descarta que habrá una prórroga importante en los tiempos; los que podrían extenderse hasta abril o la primera quincena de mayo. No más. Si el gobierno no completara el llamado para la tercera semana de ese último mes, debería enfrentar vencimientos en dólares con privados por unos 5.000 millones. Es dinero en carpeta para ser canjeado o reperfilado; pero si no se llega a tiempo con la negociación, debería ser el Banco Central el que acuda en ayuda del gobierno nacional aportando reservas. Si no lo hace, el país ingresará en default. Suponiendo que la de mayo fuera la última frontera para discutir con los acreedores privados con bonos para llegar a la renegociación o el eventual default; el gobierno de Alberto Fernández inicia así hoy un proceso que debería estar cerrado, como máximo, en 70 días. En este tiempo se sabrá si la oferta y eventual contraoferta que Martín Guzmán presentará esta semana o, a más tardar, la próxima; satisface a los tenedores de bonos emitidos tanto por el gobierno de Mauricio Macri como los residuales de la reestructuración ejecutada por Néstor Kirchner entre el 2005 y el 2006; y que también será incluida en el proceso actual. Según el cronograma oficial presentado en enero pasado (y que ya tiene un delay de más de 15 días), antes del viernes Economía tendría que presentar la oferta. Para la semana próxima, la oferta tendría que ser lanzada y haber comenzado los road shows con los acreedores en las plazas más importantes (New York y Londres). Para la cuarta semana de marzo, el cronograma oficial aclaraba que “expira el período de aceptación de la oferta” y que comenzaba el proceso de “preparación de la documentación necesaria para ejecutarla”. Como se descarta que los tiempos no podrán cumplirse, el punto final del proceso pasará a ser decisión del gobierno. Lo que quedó definido ayer, es que la banca Lazard fue la elegida por Economía para que asesore al gobierno en el mecanismo de puesta en marcha y ejecución de la oferta. Se trata de un viejo conocido del país. Especialmente en tiempos de crisis. Concentrado en las áreas de finanzas corporativas, gestión de carteras y otros servicios financieros, principalmente con clientes institucionales; se lo considera como el banco de inversión independiente más grande del mundo, con oficinas ejecutivas en New York, París y Londres. Fue fundado en 1848, opera en 43 ciudades y provee asesoría en fusiones y adquisiciones, asuntos estratégicos, reestructuraciones y estructura de capital, finanzas corporativas; además de gestión de carteras para empresas, inversores institucionales, gobiernos e individuos. En el proceso de default argentino de 2005, fue convocado por el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, y encabezó el proceso de asesoramiento con Matthieu Pigasse como principal ejecutivo. En los últimos años trabajo en las reestructuraciones de deuda de Irak, Ecuador, Chipre y Grecia. Ahora, nuevamente, pasará a trabajar con un gobierno argentino en un proceso terminal; pero con una gran diferencia con el 2005: el país aún no cayó en default. Economía también anunció ayer que eligió a dos bancos como los ejecutores de la oferta: el HSBC y el Bank Of América. Descartados quedaron las ofertas del Barclays, Citi, J.P.Morgan, Morgan Stanley y Merrill Lynch. En todos los casos, más que por no haber hecho una propuesta interesante, se trata de entidades con tenencias importantes en los bonos que se quieren restructurar; con lo que se entendió en el gobierno que no es bueno contratar entidades que puedan llegar a estar en los dos lados del mostrador. Especialmente si, ante una eventualidad, no aceptan la oferta oficial original ni una eventual contraoferta. La presencia del HSBC y el Bank of America como interesados y ejecutores del proceso es auspiciosa. Se trata de dos entidades con probado conocimiento para el proceso y con cercanía a los acreedores. En el caso del HSBC, una entidad que se mantuvo muy cerca del proceso de endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri, muestra además cierta apertura ideológica desde el “albertismo” para trabajar con cierto pragmatismo. Es además un upgrade en relación con la elección que en 2005 había tomado el kirchnerismo primario al contratar al Bank of New York Mellon como agente financiero; entidad de características e importancia en los mercados internacionales muy inferior a las elegidas ahora por el gobierno de Alberto Fernández. Pero que además quedó prendada por el “Juicio del Siglo” que los fondos buitre le hicieron al país desde 2008, y donde se consideró a ese banco como poco colaborador con el país. Que luego de ese proceso haya interesados más importantes que el Bank of New York Mellon es una noticia algo auspiciosa.
(Cronista) Apuran oferta a bonistas: nombran bancos, llegan fondos. i uno calcula el porcentaje del discurso de Alberto Fernández dedicado el domingo a la economía y las finanzas observa que se trata de un número menor. Tampoco había mucho para expresar. La renegociación de la deuda es el punto central y no había avances concretos hasta el viernes. Martín Guzmán tiene un activo intangible: si no es él, es decir si fracasa, a su reemplazante lo designa Cristina Kirchner. Por ello el silencio empresarial, compasivo, ante su figura. Es el temor a «Maléfica», apodo que algunos en el entorno presidencial utilizan para referirse a la ex presidente. Así Guzmán está en una situación similar a la de Mauricio Macri en el pasado: su base de apoyo es el temor a lo que viene si él no está. Pero detrás del discurso y de los anuncios, hay movimientos importantes a tener en cuenta. Alberto Fernández dio la orden a Martín Guzmán de acelerar todo el proceso de negociación con los bonistas. No hay margen de error. Es consciente de que el resultado de la elección legislativa del 2021 depende de la economía y por ende de esta renegociación de la deuda. El domingo se designaron al asesor financiero, Lazard, y a los bancos colocadores, el HSBC y el Bank of America. En el primer caso se trata de una «NFI» (siglas correspondientes a «Non Financial Institution») con la que el gobierno aparentemente busca poner una suerte de intermediario y contralor de los bancos. Ese será el rol de Lazard simplemente. No tiene ni quiera una base de clientes en «Asset Management» importante. HSBC y Bank of America serán los que se deberán contactar con los tenedores de papeles locales y canalizar la oferta. En el proceso compitieron además el Citi, JP Morgan, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Credit Suisse. Dado que se trata de entidades de primera línea las que fueron seleccionadas y saldrán a participar del proceso de renegociación, se puede descontar que no habrá posturas bolivarianas. La propuesta será racional. Hasta ahora el mercado había descontado que la Argentina iba a efectuar una propuesta que iba a ser rechazada, y que luego sobrevendría otra y otra. Prueba y error. Dadas las entidades participantes, se puede hablar de oferta y acuerdo. Si se arrojan a la pileta, es porque antes comprobaron que hay agua. Mañana precisamente llegarán al país ejecutivos de PIMCO, Fidelity, Greylock, Blackrock para ir tanteando las negociaciones. Para ir llenando la pileta de agua. De nuevo, Alberto Fernández aspira a cerrar rápido el acuerdo y que el riesgo país se ubique en 900 puntos tras ese proceso. El discurso en el interín será siempre de combate. El marketing político así lo requiere. Los tiempos son distintos a los inicialmente previstos. El 31 de marzo fijado para el cierre de las negociaciones ya era utópico al momento del anuncio del cronograma de Guzmán. Quizás se extienda 15 días siempre que predomine un accionar racional. Para los road shows de la oferta a bonistas se contará con la presencia de ejecutivos de los bancos contratados para darle una dosis de credibilidad al proceso. El coronavirus y la depresión de los mercados puede ayudar a que bonistas acepten una oferta que les haga pasar de tener papeles al 35% al 55% de su valor. ¿Y el FMI? Esta semana llega una nueva misión del organismo para trabajar en ese sentido. El óptimo hubiera sido que los técnicos del organismo avalen la propuesta y que existiera un programa antes de la oferta. Y hasta que participen del road show. No quiso, no supo, no pudo ser. En las reuniones con Guzmán, la flamante Directora Gerente, Kristalina Georgieva, avaló el deseo argentino de avanzar con un programa pero diseñado por las autoridades locales. Al fin y al cabo, el Fondo Monetario tiene tiempo de sobra habida cuenta que lo vencimientos importantes son recién en 2022 y 2023. Uno de los temores es que «Maléfica» bloquee la oferta que el gobierno haga a los bonistas. Como siempre sucede, la propuesta podrá disfrazarse poniendo como eje del marketing «la alta quita aplicada a los bonistas» y que «cedieron ante la oferta argentina». La misma estrategia se viene aplicando con las negociaciones con el FMI, ( el «se dieron cuenta que la deuda es impagable como decíamos nosotros») y la supresión de la ley de movilidad para los jubilados. De corto plazo hay que instaurar algo de confianza en los tenedores de deuda en pesos. Todo lo contrario sucedió hasta ahora. En cada licitación se renueva el 15% de lo que vence. Y todas las semanas el equipo económico se plantea el dilema, ante cada vencimiento, de imprimir más pesos para pagar o reperfilar compulsivamente. Dentro del gobierno, se califica al estado actual de la renegociación de la deuda, como «en medio del río». Ahora al menos, tras la decisión de Alberto Fernández de apurar proceso, la orilla esté más cerca. La aceleración, o improvisación, se dio también con anuncios en el discurso presidencial en el Congreso. En lo que respecta a la reforma judicial, los funcionarios a cargo ni los integrantes de la Corte Suprema estaban al tanto de lo que se estaba informando. Esconde un triunfo para Gustavo Béliz como «influencer» del presidente. Igualmente hay que ver la reacción del Poder Judicial. Hay que tener en cuenta que siempre en las colisiones de poderes, el Ejecutivo juega a las damas y el Judicial al ajedrez. El primero usa movimientos rápidos y básicos. El segundo usa los tiempos y es estratégico. En esa metáfora de damas y ajedrez se inscribe también la modificación del régimen especial de jubilación para judiciales que seguramente terminará con amparos que los protejan. Y en definitiva, las damas y el ajedrez sirven para graficar la relación que se viene entre el gobierno y los bonistas.
(Cronista) El coronavirus y la política enferma a YPF y la dejan peor que en 2002 Junto con el derrumbe de los precios del petróleo, el congelamiento local de los combustibles y la parálisis en Vaca Muerta juegan en contra de la petrolera estatal, que presenta sus resultados 2019 este jueves. l pánico global que trajo aparejada la propagación del coronavirus ya hizo mella en Argentina. La suma del temor que se apoderó de las finanzas mundiales con la cuestión local del extendido congelamiento de precios de combustibles y una política energética todavía incierta dejó a la acción de petrolera estatal YPF en su nuevo mínimo histórico en Wall Street. Según confirmó El Cronista por fuentes oficiales, el Gobierno postergará esta semana por tercera vez un aumento de impuestos internos a los combustibles, que haría subir 5,9% la nafta súper y 4,2% el gasoil común solo por ese componente, en un intento de prolongar la baja de la inflación que se verificó en enero y que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) corroboraría también en febrero. Además, mantiene congelados los precios locales del crudo y los biocombustibles, por lo que ya empiezan a sonar alarmas en el sector privado mientras hay una abierta crisis laboral en Vaca Muerta y las provincias productoras de bioetanol y biodiesel. La acción de YPF tocó el viernes 28 los u$s 7,79 en la New York Stock Exchange (NYSE), su precio más bajo desde que empezó a cotizar en la Bolsa de Nueva York, Estados Unidos, el 1° de junio de 1993, hace más de 26 años. Su valor bursátil, según Bloomberg, apenas supera los u$s 3100 millones y está por debajo de junio de 2002 (pos crisis a la salida de la convertibilidad), de abril de 2012, cuando fue reestatizada, y de septiembre de 2019, cuando el resultado de las elecciones PASO derrumbó las acciones argentinas, a lo que se sumó un congelamiento por decreto de los combustibles. De hecho, la petrolera vale hoy en total menos que lo que pagó el Gobierno a Repsol por el 51% de su acciones. En 2014 se le abonaron u$s 6000 millones a la empresa española. El combo del derrumbe de los precios del petróleo (cayó a u$s 49 por barril en el mercado a futuros de Londres, Gran Bretaña, que es la referencia local para Argentina) y el bloqueo oficial desde fines del año pasado a la propuesta de las refinadoras de recomponer marginalmente sus finanzas con un incremento cercano al 5% -el presidente, Alberto Fernández, desautorizó el 30 de diciembre al titular de YPF, Guillermo Nielsen- arrojan un manto de incertidumbre sobre el futuro de la petrolera estatal, que presentará este jueves 5 en la NYSE y en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) los resultados finales de sus operaciones en 2019. El Gobierno no ve motivos razonables para habilitar un alza de la nafta mientras cae el crudo a nivel internacional y cree que ya se alcanzó la paridad. YPF es un jugador clave para el desarrollo de Vaca Muerta, la fábrica de dólares que podría corregir para siempre la histórica restricción externa del país. A todo esto, pese a la promesa de Fernández a los ejecutivos de las principales petroleras que operan en Argentina de que en febrero se trataría en el Congreso la ley para blindar las inversiones en la Cuenca Neuquina, que tornó en régimen de promoción para la industria de los hidrocarburos -así garantiza el apoyo de los gobernadores y legisladores de otras provincias-, todavía no ingresó como proyecto y deberá esperar a que se cierre el capítulo de la reestructuración de la deuda externa. De este modo, y ante la evidente parálisis de la actividad en Neuquén, sobre el final de la semana pasada la empresa de Miguel Galuccio, Vista Oil & Gas, pidió empezar a pensar una suerte de regreso del «barril criollo» para sostener el precio (restadas las retenciones, hoy por debajo de los u$s 45). «De lo contrario, la parálisis en Vaca Muerta de profundizará», advirtieron.