DAILY
| RIESGO PAÍS (05/08/2020) | 2111 |
INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – HECHO RELEVANTE CEDEARS – ANUNCIO STOCK SPLIT AAPL
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/D226B3CA-E54C-4041-B224-CBE1B92490D1#TELECOM ARGENTINA S. A.
Resultado de colocación de Obligaciones Negociables Clase 5
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=364201
Provincia de Río Negro
RND25
Nota de la Provincia de Río Negro sobre Títulos de Deuda de la Provincia al 7,75% con vencimiento en el año 2025
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=364197
PETROAGRO S.A.
PAC2O
Aviso de pago de Obligaciones Negociables Clase II
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=364173
S.A. SAN MIGUEL A.G.I.C.I. Y F..
INFORMACIÓN SOCIETARIA – ADHESIÓN CONVENIO DE ACCIONISTAS POR USUFRUCTO
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/DC5C9C82-5A91-483D-A4F2-C05E99DEC0A8#
TERNIUM ARGENTINA S.A..
INFORMACIÓN SOCIETARIA – NOTA DE PRESENTACIÓN DE ESTADOS FINANCIEROS INTERMEDIOS AL 30/06/2020
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/80D09326-F253-4A1C-8572-14931465EBA1#
BANCO COMAFI S.A..
INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – HECHO RELEVANTE CEDEARS MODIFICACION ANUNCIO PAGO DE DIVIDENDOS – ITUB – PBR – CHA – VOD
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/0D2C7B4E-BEEB-4409-970C-67B7484C5CB5
Lista de empresas mas favorecidas por la reestructuración de la deuda soberana
SECTOR BANCARIO: ¿qué banco resistirá mejor la pandemia?
ASPECTOS TÉCNICOS DE LA ENMIENDA DEL CANJE: UNA APUESTA DEL GOBIERNO A LA REESTRUCTURACIÓN PARCIAL
(Cronista) El Congreso convirtió en ley la reestructuración de la deuda bajo legislación local Tras el visto bueno en el Senado, Diputados dio el visto bueno y la oferta de canje a los tenedores de bonos denominados en dólares que están bajo legislación local ya es ley. a Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de reestructuración de la deuda.en dólares emitida bajo legislación argentina, con 247 votos a favor y 2 votos negativos. La iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo que buscará descomprimir los abultados vencimientos de los títulos emitidos bajo legislación argentina tras el acuerdo con los acreedores de la deuda externa. La sanción del proyecto se produjo horas después de que el Gobierno anunció que arribó a un acuerdo con los principales grupos de acreedores de deuda emitida bajo legislación extranjera, por un monto total estimado en alrededor de u$s 66.300 millones. La oferta de canje -que ya contaba con la sanción del Senado- autoriza al Gobierno a llevar adelante el proceso de reestructuración de la deuda en títulos públicos denominados en dólares estadounidenses y emitidos bajo ley de la República Argentina. Según estipula el proyecto, los tenedores de los títulos elegibles que ingresen al proceso que decidan no adherir al canje continuarán con sus pagos diferidos hasta el 31 de diciembre del año próximo, en el marco del plan que se encuentra actualmente vigente. Según un informe publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación, el proyecto para la reestructuración de u$s 41.717 millones de títulos en dólares emitidos bajo legislación argentina representará un alivio en los pagos por casi u$s 20.000 millones hasta 2030. En total, los títulos a reestructurar equivalen al 12,9% de la deuda total del país y a un monto equivalente al 12,5% del PBI del país, de los cuales, aproximadamente, unos u$s 14.700 millones (35%) está en manos de tenedores privados y el resto en distintos organismos públicos (BCRA, FGS, Banco Nación, entre otros). A lo largo del debate, la mayoría de los diputados de la oposición expresaron su respaldo a la iniciativa diseñada por el Gobierno y destacaron el acuerdo alcanzado hoy con los principales acreedores internacionales, que permitirá aliviar los vencimientos hasta el 2024. La presidenta de la comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, Fernanda Vallejos, aseguró que el proyecto de reestructuración de la deuda emitida bajo legislación local garantiza el tratamiento «equitativo» de todos los bonistas y dotará al Estado de «más grados de libertad para enfrentar la crisis del coronavirus”. En el cierre del debate, el diputado Itaí Hagman criticó al gobierno anterior al señalar que «hacían política diciéndole a la gente si no le pagamos a los fondos buitres tenemos que hacer un ajuste fiscal tremendo, lo que marca la perversidad. Pero lo más perverso de todo fue que le pagaron a los fondos buitres e igual después hicieron el ajuste». En el cierre del debate, el presidente del interbloque Juntos por el Cambio, Mario Negri, destacó que el acuerdo anunciado esta madrugada por el Gobierno nos «permite alejarnos del default» y «esto mejora el acceso al financiamiento de Nación, Provincias y sector privado». «El acuerdo nos demuestra que había un problema de liquidez, porque la quita de capital es chica pero se gana mucho tiempo de plazo», dijo Negri. «Hemos cumplido con responsabilidad como oposición. Fuimos a las tres citas que nos hizo el Presidente. Apoyamos la ley en febrero que permitió negociar la deuda bajo ley extranjera. Hoy estamos haciendo lo mismo con la deuda en dólares bajo ley argentina. Esta ley ingresó el 16/7 y hoy la sancionamos por unanimidad», apuntó el legislador opositor. Otro legislador opositor, el vicepresidente de la comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (Pro), aseguró que «es bueno darle igual tratamiento a los bonistas» que tienen títulos emitidos bajo legislación argentina como bajo legislación extranjera y señaló que el «porcentaje que se pone en reestructuración fue creada en los años previos al 2016». «La discusión sobre la estrategia negociadora quedará para los historiadores», agregó Laspina respecto a la responsabilidad que el actual oficialismo le endilga a la administración macrista. «Salir del default y aliviar el peso de los vencimientos de deuda en el corto plazo es condición necesaria pero no suficiente para la estabilidad y la recuperación», agregó Laspina. Por su parte, el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, destacó el consenso logrado con la oposición y reivindicó «lo que dijo el ministro Martín Guzmán, en cuanto a que éste es el máximo esfuerzo que podía hacer la Argentina; porque no queremos prometer cosas que no podemos cumplir”. En tanto, el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, dijo que «desde el inicio de las gestiones apoyamos el proceso de reestructuración de la deuda porque lo importante era evitar un nuevo período de incumplimiento de nuestras obligaciones, cuestión recurrente histórica en nuestro país. Una vez más, manifestamos nuestro acompañamiento en este proceso que ahora comprende a la deuda tomada bajo ley local»
(Infobae) Las provincias aceleran la reestructuración de sus deudas luego del acuerdo alcanzado por la Nación Catorce de los 24 distritos están renegociando. El caso más importante es Buenos Aires que extendió el canje hasta el 14 de agosto pero hay otros distritos de peso como Córdoba, Mendoza y Chubut. Con la deuda de la Nación encaminada tras el acuerdo alcanado, los gobernadores y los ministros de Economía de las provincias comienzan a acelerar sus conversaciones con los acreedores para seguir el mismo camino que el soberano y reestructurar sus deudas. La segunda mitad del año encuentra a los equipos económicos de 14 de las 24 provincias trabajando para llevar adelante una reestructuración de deuda. Mientras miran como caen los números de la recaudación y buscan implementar herramientas de reactivación para los sectores que ya comienzan a salir de la cuarentena, los ministros de Economía de la provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Neuquén, Salta, Jujuy, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Chaco, Entre Ríos, Tierra del Fuego y La Rioja, observan el calendario ya que en los últimos seis meses del año acumulan vencimientos de deuda por 1.380 millones de dólares. Algunas de estas provincias ya están en default, como es el caso de Buenos Aires o Mendoza, otras como Córdoba pagó sus vencimientos y se apresta a negociar los vencimientos de 2021, pero todas encararon un proceso de renegociación. “El acuerdo de la Nación genera un mix de factores para las provincias. Por un lado, puede suceder que los acreedores le exijan más porque con acuerdo de la deuda nacional la situación no se vuelve tan mala para los distritos y, en términos relativos, podrían llegar a conseguir financiamiento. Esto podría generar que los acreedores tengan más pretensiones. Sin embargo, todas las provincias ya tienen conversados de manera preliminar los términos de una renegociación. Algunos ya lo hicieron explícitos, como es el caso de Mendoza, pero la mayoría ya lo conversó informalmente”, explicó a Infobae un hombre que suele asesorar a los gobiernos subnacionales en deuda. “Por otro lado, los fondos también quieren arreglar rápido por el efecto de la deuda nacional, algo que hasta hoy no pasaba. Todos entendemos que el tiempo es importante vis a vis el posible ahorro por negociar más duro. Pero entiendo que ahora fluirá más rápido”, agregó. En el Ministerio de Economía de una de las provincias que enfrentará un proceso de renegociación se mostraron cautos. Entienden que ahora las miradas “van a estar puestas en la provincia de Buenos Aires” pero, en paralelo, se preocupan sobre cómo presionarán sobre los estados subnacionales. “El acuerdo nos da tranquilidad porque sabemos que nuestras negociaciones no van a afectar las del soberano. Sin embargo, también ese acuerdo es el piso y que con nosotros van a ser más pretenciosos”, explicó un ministro de economía provincial. Y ponen como ejemplo lo que le sucede a Mendoza “que no puede cerrar y eso que ofreció más que la Nación”. Por el lado de la provincia de Buenos Aires el ministro Pablo López festejó en la red social en Twitter. “El acuerdo alcanzado con los acreedores privados internacionales es consecuencia de un gran trabajo que permite recuperar la sostenibilidad de la deuda pública. Felicitaciones al Ministro Martín Guzmán y al Secretario de Finanzas Diego Bastourre y a todo el equipo de Economía”. Pero mientras López aplaudía el acuerdo, sus pares de otras provincias señalaban que no se entendió “por qué se anunció una nueva extensión del plazo”. Desde el entorno del ministro bonaerense explicaron que “ahora hay tiempo hasta el 14 de agosto así que ahora vamos a seguir las conversaciones. La intención de la Provincia, como dijimos en varias oportunidades, es llegar a un acuerdo. El acuerdo de Nación es muy bueno, pero la Provincia de Buenos Aires sigue trabajando con sus bonistas para buscar una solución a esta situación”. Un caso especial es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no planteó un proceso de renegociación, pero sigue de cerca el derrotero del soberano porque su resultado impactará en las posibilidades de futuros endeudamientos. Hasta diciembre, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene vencimientos por 44 millones de dólares, tras haber efectivizado recientemente un pago de USD 33 millones. Los tres distritos que concentran la mayor cantidad de población del país son los que tiene más deuda que afrontar este año. Si se tiene en cuenta lo que pagó, lo que se está renegociando y que resta, durante este 2020 los tres distritos acumulan USD 1.790 millones sobre un total de USD 2.257 millones (el 79,3%) que suman los 14 distritos que tienen vencimientos este año.
(Infobae) El Gobierno cerró julio con un déficit fiscal de más de $160.000 millones El mes pasado cerró con un déficit primario de $111.327 millones, el cual se elevó a $163.134 millones con el agregado del pago de intereses de la deuda por $51.807 millones; y representaron 22,4% y 32,9%, respectivamente, de los recursos totales del período. Las finanzas públicas no pasan por su mejor momento, porque por efecto de la irrupción del COVID-19 y de las consecuentes medidas preventivas y paliativas que tomó el Gobierno nacional desde fines de marzo, se ingresó en un sendero de caída de los ingresos tributarios, como los impositivos, aduaneros y de la seguridad social y de aumento del gasto, en particular de carácter social y de asistencia financiera a las provincias. Puesto en números de la oficina de Presupuesto Abierto de la Secretaría de Hacienda, ese proceso determinó en el acumulado del año hasta el cierre de julio la ejecución de gastos por $3,78 billones del total previsto antes del Proyecto de Ley de Ampliación Presupuestaria que ayer aprobó la Cámara baja por $5,72 billones, de los cuales se encontraban efectivamente pagados $3,65 billones; e ingresado recursos totales por apenas $3,39 billones, del total presupuestado para el año de $4,51 billones. De ahí surgió un déficit financiero de $258.857 millones, que representó el 7,6% de los ingresos totales de ese período, y 1,6% del PBI generado desde el inicio del año, mientras que antes del pago de intereses de la deuda pública por $391.114 millones, cerró el período con superávit equivalente a 0,8% del PBI. En los primeros 7 meses la Administración Pública Nacional acumuló un superávit primario de $132.257 millones y déficit financiero, luego del pago de intereses, de $258.857 millones Sin embargo, para lograr ese resultado fue clave la modificación al inicio del actual Gobierno de la base de valuación de los activos del Banco Central a valor técnico, en lugar de mantener el criterio tradicional del valor de mercado que es sustancialmente menor, porque determinó ganancias contables de la entidad que fueron transferidas al Tesoro y hasta el presente aportaron $1,17 billones, equivalentes a 7,2% del PBI. De ahí que sin ese ingreso extraordinario que no se repetirá el año próximo las cuentas de la Administración Central hubiesen acumulado un déficit primario de 6,4% del PBI de los 7 meses, y elevado el rojo financiero a 8,8% del PBI, unos 2 puntos porcentuales por debajo del previsto en el Proyecto de Ley de Ampliación del Presupuesto 2020, cuya versión original no llegó a debatirse en el Congreso por decisión presidencial. Como es habitual, poco más de la mitad de la partida presupuestaria ejecutada (51,2%) estuvo encabeza del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, con el pago de jubilaciones, pensiones, AUH y Asignaciones Familiares, principalmente. En segundo lugar, y pese a la situación default parcial de la deuda desde fines de abril, el pago de intereses explicó el 10,7% del total; seguida por el Ministerio de Desarrollo Productivo 7,1%; Obligaciones a Cargo del Tesoro 6,3%; Ministerio de Educación 3,4%; Ministerio de Desarrollo Social 3,1%; y Ministerio de Salud 2%, mientras que el resto se distribuyó entre el resto de los ministerios, Jefatura de Gabinete de Ministros, Poder Judicial de la Nación y Poder Legislativo Nacional. Por tanto, tras el acuerdo que el Gobierno logró con los bonistas bajo legislación extranjera, y que luego seguirá con los tenedores de títulos bajo ley nacional, y el reperfilamiento de vencimientos de la deuda con el FMI, no son pocos los economistas que esperan la presentación de un plan económico plurianual que de sustentabilidad a las negociaciones, más allá de la incertidumbre que plantea el escenario inédito del COVID-19, por sus efectos recesivos sobre la economía mundial, que conduzcan a recuperar el camino hacia el equilibrio presupuestario final, y comienzo a generar un superávit primario para poder honrar los compromisos postergados a partir de 2022, de modo de despejar cualquier expectativa de suba de impuestos.
Los números preliminares de julio
Ayer la AFIP dio cuenta de una nueva contracción de los recursos tributarios generados por sus tres fuentes de ingreso: impositiva, aduanera y de la seguridad social. Y si bien, como viene ocurriendo desde mayo, tras la brutal caída registrada en abril en términos reales, mostró una nueva desaceleración de ese proceso, se mantuvo por cuarto mes consecutivo en el rango de los dos dígitos, 13,2% menos que un año antes. De ahí que para atenuar el efecto sobre las ya debilitadas finanzas la Administración Central volvió a contar con el aporte del giro de utilidades del Banco Central, principalmente, el cual ascendió a $127.929 millones, y explicó poco más de la cuarta parte de los ingresos totales del mes. Para atenuar el efecto de la caída real de la recaudación de la AFIP, la Administración Central volvió a contar con el aporte del giro de utilidades del Banco Central, principalmente, el cual ascendió a $127.929 millones, y explicó poco más de la cuarta parte de los ingresos totales del mes Sin embargo, ese aporte fue insuficiente para evitar cerrar el mes con un déficit primario de $111.327 millones, el cual se elevó a $163.134 millones con el agregado del pago de intereses de la deuda por $51.807 millones; y representaron 22,4% y 32,9%, respectivamente, de los recursos totales del período. Sobre un PBI equivalente mensual de unos $2,32 billones, semejantes desequilibrios representaron el 4,8% y 7%, respectivamente, varias veces superiores a los registrados un año antes, e incluso precuarentena que posibilitaron que en el acumulado de los 7 meses aun mantuviera un superávit antes del pago de intereses de 0,8% del PBI y el financiero se atenuara a 1,6% del producto. De todas formas, se advierte que en perspectiva, hacia 2021 cuando el Gobierno no pueda contar con las rentas contables del BCRA derivada del comentado cambio en el criterio de valuación de los activos, si se excluyen esos ingresos el déficit primario hubiese trepado en julio a 10,3% del PBI y el financiero a 12,6% del PBI; y cerrado los 7 meses con sendos saldos negativos de 6,4% y 8,8% del producto, en cada caso.
(Ambito) El BCRA maniobrará esposado al déficit fiscal del segundo semestre. El canje distrajo, pero tapó muchas cosas. Ahora comienza otro partido en el mercado monetario y cambiario. Será una dura pulseada para cerrar el año. Se acabaron las excusas. Ahora muchos ministros y demás funcionarios, incluso el propio Banco Central, deberán encarar la travesía hacia lo que sea la pospandemia. Se cerró el bendito canje de la deuda externa. Ya nadie puede mirar para otro lado culpando al timing del ministro Guzmán. Y, sin duda, mientras los jerarcas económicos diseñan la salida de la crisis, el BCRA será uno de los principales protagonistas de lo que viene. Claro que su suerte, o más bien su accionar, está soldado a la suerte de las cuentas fiscales. De modo que uno de los grandes interrogantes para discernir cuán turbulentas serán las aguas que deberá navegar el BCRA y el resto de la economía por lo que resta del año pasa por si el Gobierno dosificará las píldoras del gasto público pandémico (IFE, ATP, etc.) en el tercer trimestre y si el déficit primario del cuarto trimestre tenderá a normalizarse hacia niveles prepandémicos. Porque, como viene ocurriendo desde comienzos del año y más aún a partir de la cuarentena y sus esquirlas, la emisión monetaria es la única fuente de financiamiento del déficit fiscal. Dado que nada hace prever que esto cambiará en los próximos meses el BCRA seguirá siendo al actor protagónico de la Tesorería. Pero esto tiene sus bemoles. Ya algo se vio en el mercado cambiario en los últimos meses. El BCRA tiene por delante el gran desafío de: intentar tener bajo control la inflación, o por lo menos que no se le dispare alocadamente; de alentar el ahorro en pesos, o sea que la demanda de dinero acompañe la maratón monetaria, pero además no ahogar la supuesta reactivación y no dejar que se atrase demasiado el tipo de cambio. Sin duda un rompecabezas de mil piezas. Es decir tiene que seguir emitiendo, pero a la vez deberá continuar esterilizando gran parte de esa emisión, para lo cual necesitará una tasa de interés real atractiva para los ahorristas en detrimento del dólar, pero que simultáneamente no encarezca demasiado el crédito privado. Pero también debe mantener un tipo de cambio real competitivo sin que eso genere presiones inflacionarias. Menudo reto para el jefe del BCRA, Miguel Pesce. Más aún cuando parece surgir cierta contradicción entre un escenario de contención o dosificación fiscal y monetaria cuando a la vez el Gobierno se ve obligado a alargar la cuarentena ante rebrotes del virus. Por lo visto hasta ahora, el BCRA no parece comulgar mucho con la nueva teoría monetaria, por algo procuró esterilizar todo lo que pudo y cuando cometió el error de bajar apresuradamente la tasa lo enmendó luego. Para entender el desafío por delante hay que mirar los números del BCRA. En lo que va del año emitió para el Tesoro casi $1,4 billones ($380.000 millones en Adelantos Transitorios y más de $1 billón vía Transferencia de Utilidades). Sin embargo la base monetaria solo creció en $400.000 millones en los primeros siete meses del año. La emisión quedó en manos del público (creció $441.000 millones) y un poquito en los bancos (+$51.000 millones) los que además bajaron sus encajes ($97.000 millones) y así la base se elevó a $2,3 billones. Pero para eso el BCRA intensificó la absorción de semejante emisión para el Tesoro vía las famosas Letras de Liquidez (Leliq) y vía los Pases. Por ambos canales en este período contrajo la base en casi $1,3 billones con el consiguiente aumento del stock de deuda. Hoy la deuda remunerada del BCRA asciende a $1,7 billones en Leliq (que rinden 38% anual a 7 días) y $700.000 millones en Pases (a una tasa del 19% a un día). El BCRA ya pagó intereses por esta deuda por $360.000 millones. Por otro lado, los depósitos privados en pesos han crecido en $1,6 billones ($400.000 millones en cuentas corrientes, $500.000 millones en cajas de ahorro y $690.000 millones en plazos fijos). De modo que los agregados monetarios han acompañado el crecimiento de la oferta monetaria. Sin embargo, el crédito privado apenas creció $450.000 millones. Lo que habla de la liquidez excedente. Un caldo de cultivo para cualquier desacierto de la política económica, con serios riesgos inflacionarios y cambiarios. El consenso del mercado espera un segundo semestre con más inflación, nada descabellado pero una tasa mensual dos puntos arriba de lo visto en cuarentena. Ahora bien, el Gobierno cuando arrancó tenía cierta licencia monetaria producto del bajo nivel de monetización que heredó de la gestión Macri. Pero ese colchón que tenía para emitir ya lo cubrió con creces. También el de esterilizar con Leliq. Y otro tanto pasó con el tema fiscal. Ya no hay más colchones. Ahora, audacia e ingenio.
(Ambito) Buscarán ahora convencer a los inversores particulares (tienen u$s15.000 millones en bonos) El proceso terminará el próximo 24. El 4 de septiembre se emitirán los nuevos bonos. El Gobierno y los acreedores con deuda emitida bajo jurisdicción internacional comenzarán desde hoy a transitar el primer día del fin de la negociación. La frontera a la que deberá llegar Martín Guzmán ahora, con un clima obviamente más distendido, será a lograr el mayor porcentaje posible de aceptación. Se descarta que se superará el 75%; el nivel necesario para despejar los peligros judiciales en los tribunales de Nueva York, amparados por una baja adhesión del canje. Cuando la suma de los adherentes supere el 85% en la cantidad de bonistas con títulos públicos emitidos bajo legislación internacional durante los canjes de 2005 y 2010, y el 65% de los lanzados luego de 2016 el temor de presentaciones judiciales por no haber logrado los mínimos requeridos para formar mayorías estará liberado. Pero la intención del Ministerio de Economía es la de acercarse lo máximo posible al 90% de avales; para que el proceso de reestructuración de los u$s66.000 millones tenga el respaldo final más abultado posible. Y que quede en la jurisprudencia del mercado de capitales de Nueva York como un proceso de reestructuración de deuda soberana sólido e inquebrantable. Para esto, el Gobierno iniciará un proceso acelerado de contactar a la mayor cantidad de inversores particulares, quienes no están representados por ninguno de los tres grupos de bonistas que firmarán el acuerdo final y que detentan entre 15.000 y 20.000 millones de dólares. Guzmán ahora tendrá el tiempo a su favor. El límite de aceptación está ahora fijado para el 24 de agosto, con un “settlement” para la emisión del nuevo mix de bonos estipulado para el 4 de septiembre. Ese será entonces el día de la foto final del apretón de manos que, después de una batalla que quedará en la historia de las reestructuraciones de deuda soberana, tanto esperan en Buenos Aires y Wall Street. Y como se prometieron entre las partes, con Alberto Fernández como el ganador político. En este punto no hay problema por parte de los acreedores. Siempre tuvieron el foco en que lo importante era un acuerdo con el que perdieran la menor cantidad de dinero posible sin importar quién quede como el principal artífice de la fumata final. En el Palacio de Hacienda se asegura que el nivel del 80% de aceptación está garantizado. Y que la nueva meta podría acercarse al 90% de avales. El primer paso para comenzar con el operativo de suma de adhesiones, será terminar de redactar, en conjunto con el estudio de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGS&H), la adenda ante la Security and Exchange Commission (SEC) para que las modificaciones a la oferta vencida el viernes pasado sea legalmente modificada. Sólo es un paso burocrático y formal, pero necesario e imprescindible para que en Wall Street el proceso sea legal y formal. A partir de ese momento se abrirá el cuaderno de adhesiones. Se trata, literalmente, de una libreta formalizada vía escribano y bajo declaración jurada, de la aceptación por parte de los bonistas y el gobierno argentino de las condiciones de pago y las formas de liquidación. Estas, hacia delante, no podrán ser modificadas por las partes, y si la Argentina consigue las mayorías necesarias, cerrará la alternativa de los bonistas para hacer juicio. Los tenedores de la nueva deuda sólo podrán reclamar mejoras en el caso que el país decida pagarle más dinero o mejores condiciones a los titulares de deuda que no adhieran al canje; derecho incluido en la nueva versión de la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO), la que estará vigente por una plazo de tiempo no menor a cinco años. Se supone que ya desde la próxima semana el proceso de suma de adhesiones se acelerará, con lo que Guzmán comenzará a contabilizar los ingresos de los fondos de inversión que están representados por el AdHoc, Exchange Bondholders y el Comité de Acreedores. Si bien la firma de la adhesión es secreta y bajo juramento de confidencialidad, podrá saber Economía cual del listado de más de 80 fondos de inversión se van incorporando a la propuesta. Más rápido o más lento en el tiempo, el Gobierno podrá contabilizar los ingresos de Fidelity, Monarch, Gramercy, Pharo Managment, Redwood Capital, Oaktree Capital, VR Capital, HBK, Pimco, Mangart Capital, Amundi, BlueBay, Rowe Price, Western Asset Management, Wellington, Alliance Bernstein y Cyrus; además de, obviamente, BlackRock, el principal contrincante dialéctico que los negociadores de Martín Guzmán tuvieron frente a frente desde abril en las interminables batallas de telenegociación entre el Palacio de Hacienda y la oficina de la abogada Jennifer O´Neil, la profesional contratada por Larry Fink, que, finalmente, cerró un muy buena relación personal con Guzmán. Ambos se juramentaron poder conocerse personalmente y hablar de las anécdotas del acuerdo, una vez que la pandemia permita los viajes. Sabe Economía que habrá holdouts. Se tiene el dato en Buenos Aires de que alguno de los fondos de inversión que integran los grupos AdHoc y el Exchange no aceptan la oferta y piden aún mejores condiciones. Y que incluso están en una actitud de rebeldía ante BlackRock. Se supone que estos fondos esperarán hasta último momento para saber si la Argentina consigue las mayorías necesarias, para luego decidir ingresar al canje ante la impotencia teórica por avanzar en juicios ante Wall Street. Una capítulo particularmente interesante para seguir, será la actitud que adopten dos fondos en particular: Ashmore y Autority. Se trata de los dos protagonistas de la resistencia más dura contra el país. El primero incluso fue el autor de la frase “deudor recalcitrante”, con la que se lo atacó a Guzmán en varias etapas de la discusión. Economía quiere conocer si antes del 24 de agosto estos fondos ingresan. Si lo hacen será para el ministro una especie de victoria estratégica y dialéctica. En medio de la suma de los fondos de inversión, el Gobierno avanzará en un proceso de convencimiento para los tenedores particulares que están dispersos por el mundo financiero, y que no están representados por ninguno de los tres grupos de acreedores. En general se trata de inversores que poseen los bonos argentinos como activos elegidos durante los años de Mauricio Macri en el poder, o que aceptaron los canjes de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, y que no están bajo custodia de ningún fondo de inversión. Será la próxima tarea de la que se deberán ocupar el banco Lazard, a punto de terminar exitosamente su tarea de intermediario, función que ya cumplió dos veces en la historia de las reestructuraciones locales, luego de haber sido contratado también por el kirchnerismo para esta tarea. Podrán intervenir también en la detección y convencimiento de tenedores particulares, el Bank of América y el HSBC, con contactos directos en todos los bancos colegas de Wall Street, donde en general están los clientes con deuda argentina. En las últimas horas hubo reconocimientos también a los dos bancos contratados como colocadores de la deuda. Se sabe en Economía que las dos entidades se volcaron en los últimos tiempos a favor de la aceptación de la oferta que Guzmán presentó en julio ante la SEC, criticando la actitud de BlackRock y compañía.
Estados Unidos y China retomarán las conversaciones de alto nivel el próximo 15 de agosto para evaluar el cumplimiento de Pekín del acuerdo comercial bilateral firmado a principios de este año, según informa MarketWatch de fuentes cercanas a este asunto. “El acuerdo comercial se ha convertido en una de las pocas vías restantes para que los dos países se involucren en asuntos de interés mutuo. Las relaciones se han deteriorado en los últimos meses, con la Administración Trump en contra de Pekín por el brote de coronavirus y la crisis de Hong Kong”, entre otros aspectos, apunta este medio. El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el viceprimer ministro chino, Liu He, serán los dos hombres clave en las conversaciones, que seguramente se realizarán por videoconferencia. La atención se centrará en el acuerdo de Fase 1, que incluye el compromiso de China de impulsar sus importaciones estadounidenses en 200.000 millones de dólares durante dos años. Hasta ahora, China no ha alcanzado el ritmo necesario para alcanzar el objetivo, a pesar de que ha aumentado las compras de soja, cerdo, maíz y otros productos agrícolas estadounidenses en los últimos meses. Se espera que Liu, el principal negociador chino cuya cartera incluye la supervisión del sector tecnológico de China, también traslade a la parte negociadora estadounidense las preocupaciones del gigante asiático sobre la represión de Estados Unidos contra las empresas tecnológicas chinas. «Le gustaría preguntar cómo Estados Unidos puede trabajar para no sorprender a los chinos con acciones políticas diarias», apunta una de las fuentes a MarketWatch. Y es que, según apuntan en Renta 4 (MC:RTA4), “continúan las tensiones entre EE.UU. y China, con las pretensiones de Trump de que el Tesoro americano reciba parte de los fondos de la potencial adquisición de TikTok y el gobierno chino advirtiendo de represalias si se obliga a dicha operación”.
(Investing) Los Gobiernos de Estados Unidos y China se disponen a discutir su acuerdo comercial en agosto, entre otras cuestiones. Mientras tanto, Wall Street apunta a una apertura al alza ante los progresos en el próximo proyecto de ley de ayuda para el coronavirus, e impulsada por los positivos resultados de Walt Disney (NYSE:DIS) gracias a la demanda de su servicio de streaming. Por otra parte, la atención se centra en el oro que se dispara superando el nivel de 2.000 dólares por onza y en los últimos datos de empleo del sector privado antes de la publicación del informe de empleo del viernes.
(Investing) Estados Unidos y China debatirán el acuerdo comercial, entre otras cosas
Estados Unidos y China han acordado reunirse a mediados de agosto para revisar la primera fase del acuerdo comercial que firmaron a principios de este año, según ha informó el Wall Street Journal el martes. Ambos países están seguros de aprovechar esta oportunidad para discutir el creciente número de quejas mutuas que han ido envenenando lo que en el momento de la firma parecía una relación razonablemente agradable. En el marco de la fase 1 del acuerdo comercial firmado en enero, China se había comprometido a aumentar las compras de productos estadounidenses en unos 200.000 millones de dólares más que en 2017, incluidos los productos agrícolas y manufacturados, la energía y los servicios. Sin embargo, eso fue antes de que la pandemia mundial del coronavirus hundiera a gran parte del mundo en recesión, y China, que fue golpeada primero, ni siquiera se acerca a mantener esa promesa. Las tensiones entre ambos países han aumentado considerablemente por varias razones, incluyendo la gestión por parte de China del coronavirus, las sanciones de Estados Unidos relacionadas con las medidas de seguridad de China en Hong Kong, la amenaza del presidente de Estados Unidos Donald Trump de prohibir el uso en Estados Unidos de la app de videos china TikTok a menos que se venda a un comprador no chino, y ahora los planes del secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Alex Azar, de visitar Taiwan en los próximos días en lo que sería la visita del funcionario estadounidense de más alto rango en cuatro décadas.
(Investing) Los progresos en el nuevo paquete de ayuda impulsan las acciones
Los mercados bursátiles de Estados Unidos apuntan a una apertura al alza este miércoles, ante las esperanzas de que el Congreso esté progresando en un nuevo paquete de ayuda para el virus. A las 12:30 horas (CET), el contrato de futuros del Dow Jones 30 sube un 0,7% o 184 puntos mientras que el contrato de futuros del S&P 500 se apunta un alza del 0,5% y el contrato de futuros del Nasdaq 100 avanza un 0,3%. Tras más de una semana de acaloradas discusiones, las negociaciones sobre una nueva ronda de medidas de alivio para el coronavirus han comenzado a moverse en la dirección correcta, aunque ambas partes siguen sin ponerse de acuerdo en absoluto, según dijo el martes el principal demócrata del Senado de Estados Unidos. «Tenemos posturas muy diferentes en una serie de cuestiones. Pero finalmente estamos avanzando en la dirección correcta», ha asegurado el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. «Por el momento, la brecha entre nuestras posturas en las negociaciones son una cuestión de prioridades y de alcance». Hay algunas esperanzas de que se pueda llegar a un acuerdo a finales de esta semana y aprobarse ya la semana que viene, lo que serían buenas noticias para decenas de millones de estadounidenses desempleados cuyas ayudas adicionales al subsidio por desempleo ya han expirado. La temporada de presentación de resultados continúa este miércoles, con la publicación de los informe de Moderna (NASDAQ:MRNA), Etsy (NASDAQ:ETSY), Zynga (NASDAQ:ZNGA) y CVS Health Corp (NYSE:CVS). Otra empresa que no debemos perder de vista es Apple (NASDAQ:AAPL), que ha cerrado la jornada en nuevos máximos históricos este martes. La capitalización de mercado del fabricante de iPhone asciende ya a 1,87 billones de dólares, lo que significa que ahora supone el 6,5% del S&P 500, batiendo el récord del 6,4% que ostentaba IBM (NYSE:IBM) desde 1985.
(Investing) ADP encabeza la semana de informes de empleo
El empleo de Estados Unidos acapara la atención esta semana, y los inversores esperan que los datos sobre el mercado laboral arrojen luz sobre la fuerza del repunte económico. En primer lugar, a las 8:15 horas (CET), se publicará el informe de empleo de ADP, que se espera muestre un aumento de 1,5 millones de trabajadores, una ralentización del crecimiento con respecto a los 2,369 millones de junio, ya que el aumento de los casos de Covid-19 ha detenido la reapertura de empresas en varios estados. El jueves se publica el informe semanal de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo. Las cifras de la semana pasada indicaban un segundo aumento semanal consecutivo de estas solicitudes, junto con el mayor aumento de las solicitudes recurrentes desde mayo. «Tanto las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo como las recurrentes han repuntado en las últimas semanas, lo que podría aparecer como una disminución del empleo durante el mes de agosto si la tendencia persiste», ha dicho Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton. El informe oficial de empleo no agrícola de julio que se publica el viernes es el dato más importante, tras la cifra de 4,8 millones de dólares de junio. «Todavía reina una gran incertidumbre, y se espera que el dato de empleo se desacelere pero no se contraiga en julio», añade Swonk, pronosticando que la cifra total aumentará en 750.000 en julio, «menos de una quinta parte del aumento observado en junio».
(Investing) El oro se dispara más allá de los 2.000 dólares por onza
El oro ha tenido muy poca dificultad para superar el nivel de 2.000 dólares por onza por primera vez en la historia, pues el metal precioso superó esa barrera histórica a última hora de la jornada del martes. Los dos factores principales presentados para el aumento del precio del oro han sido el debilitamiento del dólar estadounidense, divisa en la que se denomina el oro, y el bajísimo nivel de los tipos de interés, lo que significa que hay muy poco coste de oportunidad en mantener las materias primas, como el oro, que no proporcionan ingresos. «El debilitamiento del dólar ha sido uno de los factores para comprar oro, pero el índice dólar ha efectuado una pequeña pausa correctiva en los últimos días, así que no creo que podamos achacar la última subida a eso», explica Robert Carnell, director regional de investigación de la región Asia-Pacífico en ING (AS:INGA), en una nota de investigación. «Las tasas reales negativas son una razón más convincente a largo plazo para mantener el oro. Los tipos de interés política y el rendimiento de los bonos a largo plazo parecen estar fuera de juego para el resto de este año y el próximo, y tal vez más».
(Investing) Sube Disney al anunciar que Mulan irá a su plataforma de streaming
Las acciones de Walt Disney suben antes de la apertura a pesar de asumir un cargo de casi 5.000 millones de dólares; el gigante del entretenimiento logró registrar un beneficio ajustado a última hora del martes, a pesar de que la pandemia de coronavirus ha forzado el cierre de sus parques, así como de las salas de cine y muchos eventos deportivos. Lo más destacado viene de su servicio de streaming Disney+, que tenía 60,5 millones de clientes de pago según cifras del lunes, tras sólo nueve meses de vida. Junto con Hulu y ESPN+, Disney ha atraído a un total de más de 100 millones de clientes a los servicios de streaming en todo el mundo desde el lanzamiento de su plataforma hace nueve meses. Disney también ha anunciado que su esperado éxito de taquilla Mulan irá directamente a esta plataforma de streaming en septiembre, saltándose la mayoría de las salas de cine. Los suscriptores estadounidenses de Disney+ tendrán que pagar 29,99 dólares además de su cuota mensual para alquilar y ver la película, el primer intento de la compañía de cobrar por contenidos además de su cuota de suscripción regular.
Tras superar los 1.900 dólares hace alguna jornada, el oro finalmente ha pulverizado sus máximos y rebasa los 2.000 dólares por onza. Esta mañana se dispara por encima de los dos dígitos y se mueve en el entorno de los 2.030 dólares. Tal como decíamos ayer en Investing.com, son varios los expertos que auguran más potencial alcista para este activo. La plata también se ha disparado. Esta mañana sube un 2%, hasta los 26,5 dólares. En JP Morgan (NYSE:JPM) apuntan que el oro sigue teniendo potencial alcista y Goldman Sachs (NYSE:GS) apunta a subidas de hasta 2.300 dólares. Steven Dunn, Head of Exchange Traded Funds de Aberdeen Standard Investments, estima que “el rally del oro hasta la cota de 2.000 dólares ha sido ciertamente impactante, pero no es una sorpresa. La combinación de la escalada de tensiones entre EE.UU. y China y los temores permanentes sobre el impacto económico de la pandemia del coronavirus han proporcionado mucho combustible para este aumento, y no parece probable que ninguno de los dos factores se vaya a disipar a corto plazo. A medida que los inversores siguen enfrentando la volatilidad y la incertidumbre, el atractivo de los activos refugio seguros como el oro y la plata sólo aumentará». Norman Villamin, CIO Wealth Management de UBP (Union Bancaire Privée), cree que tanto para el oro como para la plata estamos en las primeras etapas de un mercado alcista a largo plazo. “A pesar de la impresionante subida del 30% del oro y del 70% para la plata desde los mínimos de marzo, es probable que los metales preciosos estén todavía en las primeras etapas de un mercado alcista de ciclo largo”, apunta este experto. “Mientras que los inversores en oro ya se han beneficiado de un cambio a un entorno de tipos de interés reales negativos (ajustados a la inflación) y de las compras de deuda del gobierno además del sector privado por parte de la Reserva Federal, el inicio de un mercado bajista del dólar estadounidense, una creciente lucha por el oro y la plata físicos en lugar de financieros, así como una política fiscal y monetaria coordinada y centrada en el crecimiento deberían proporcionar el próximo catalizador tanto para el oro como para la plata”, añade. Según Villamin, “incluso con la fuerte subida de los precios de los dos principales metales preciosos, el oro sigue estando por debajo de nuestra estimación del valor razonable en relación con la expansión monetaria que ya ha tenido lugar. Los precios de la plata siguen siendo históricamente baratos en relación con su primo de los metales preciosos y, los inversores en plata requieren casi 78 onzas de plata para comprar una onza de oro, en comparación con su promedio histórico más cercano a una onza de oro por 52 onzas de plata”. “En este contexto, vemos oportunidades para que el oro continúe su recuperación hasta los 2.100 dólares por onza. En la plata, buscamos oportunidades para construir posiciones mientras el mercado alcista de la plata continúa en 2021. Con la intensificación de la lucha por el metal físico, seguimos prefiriendo el oro y la plata físicos a sus contrapartes financieras”, concluye el CIO Wealth Management de UBP.
