LO QUE TENES QUE SABER Y MÁS (06/01/2022)

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RIESGO PAÍS (06/01/2022)1755
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LOCAL

(AMBITO) Acuerdo con el FMI: el desafío del Gobierno es bajar el déficit “sin ajuste”
Expertos en finanzas públicas aseguraron que se necesitará un crecimiento “fuerte” de la actividad económica pero, además, debería discutirse “la estructura tributaria o el gasto público”.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, anticipó que uno de los objetivos de política económica será tender a una reducción del déficit fiscal, en el marco de la negociación de la deuda con el FMI, “sobre la base de la recuperación económica, que genere más empleo y recaudación”, y agregó que es “este es el camino virtuoso”. Analistas económicos consultados por Ámbito aseguraron que además se necesitarán también medidas relacionadas a un aumento de los ingresos o a una baja del gasto público, o a una “combinación de ambas”.

Para Alejandro Vanoli, expresidente del Banco Central (2014-2015), es posible tender a una baja del déficit fiscal a través del crecimiento de la actividad. “Tiene que ser un ritmo de al menos 4%”, aseguró en diálogo con Ámbito. Consultado acerca de si se puede llegar a ese 4%, aseguró que “es una meta posible”, debido al arrastre estadístico de 2021, los altos precios internacionales de commodities, y con salarios que le puedan ganar a la inflación.

De todas formas, Vanoli aseguró que para “defender el crecimiento” no se deberían recortar las partidas sociales ni las de infraestructura y obra pública. Por ese motivo, más allá del crecimiento para bajar el déficit, el extitular de Anses destacó que “van a hacer falta cuestiones adicionales, como aumentar ingresos tributarios”.

En ese sentido, recordó que en 2021 los impuestos a los sectores con mayor capacidad contributiva fueron de un punto del PBI. “Hay varias ideas relacionadas a hacer una reforma tributaria que no significan solamente volver a hacer un aporte extraordinario a las grandes fortunas”, aclaró.

Consultado acerca de qué reforma impositiva podría hacerse, Vanoli mencionó que deberían discutirse las exenciones. “Siempre hablamos de los subsidios, pero las exenciones impositivas, en el Poder Judicial, o en los regímenes promocionales, significan 2 puntos del PBI”, mencionó. Además, agregó que deberían hacerse “más progresivos” los impuestos actuales, como el Impuesto a las Ganancias, que “enseguida llegas al 35%”, y agregó que deberían discutirse otros gravámenes, como el impuesto a la herencia. “Nada genera más desigualdad que arrancar a partir de un patrimonio”.

Para Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), también se necesitará más que una mejora de la actividad. “Crecimiento tiene que haber, pero vas a requerir cuestiones del lado de los ingresos, o del lado del gasto, o ambas combinados”, afirmó. Del lado de los ingresos, el doctor en economía planteó que el problema es que en 2021 ya se recuperó la recaudación de 2019, año sin pandemia, debido a que la recaudación trepó el 73,6%.

“Este 2022 puede haber una mejora en impuestos relacionados a la seguridad social por el empleo, pero menor crecimiento por derechos de exportación. Entonces ahí la pregunta es cuánto más vas a recaudar, y si en cambio van a modificar algún impuesto o se bajará la evasión impositiva”, se preguntó Argañaraz en diálogo con Ámbito.

Del lado de la baja del gasto, el economista señaló que el nivel de gasto es “inferior al de 2017” en términos reales. La comparación surge del último informe del IARAF, que compara con 2017, el último año con el mayor gasto. “En 2021 tuviste una caída del nivel de gasto, pero además, cambió la participación: hoy es más importante el gasto en subsidios y bajó el peso relativo en las jubilaciones”. Por eso, el analista aseguró que deberá definirse no solo el nivel de gasto sino la estructura del mismo. Lo que se observa en el informe, es que jubilaciones cayó 16,6% en términos reales y subsidios creció 56,6%.

Ante la difícil situación social, Argañaraz opinó: “No se ve sencillo reducir los principales gastos del Estado, como las jubilaciones o salarios públicos, y en cuanto a los subsidios, si las tarifas suben menos que la inflación, el gasto real va a seguir siendo mayor”, aseguró. Según el proyecto ley de presupuesto que finalmente no fue aprobado, una parte de la reducción del déficit fiscal la explicaba una baja en los subsidios energéticos, a usuarios y empresas. Los subsidios cerrarán en 2021 en más de u$s10 mil millones, según Julián Rojo, economista especializado en energía.

Según un cálculo realizado por el Instituto IAE General Mosconi, las tarifas deberían subir al menos 60% para que los subsidios no sigan creciendo. En principio, los aumentos serán del 20%, y habrá una segmentación y mayores aumentos a 500 mil usuarios del área metropolitana.

“Hay jurisprudencia del fallo judicial Cepis de 2016 que establece que no podés hacer aumentos excesivas. 500 mil usuarios no pueden compensar a 11 millones de hogares”, opinó Rojo. En la presentación con gobernadores, el presidente, Alberto Fernández, anticipó que las subas serán menores al aumento de los salarios.

(AMBITO) La negociación con el FMI punto por punto
El ministro de Economía, Martín Guzmán, detalló a los mandatarios provinciales cuales son los escollos en la negociación con el FMI.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que «la diferencia medular» que separa al país de un acuerdo con el FMI es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica.

«La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía», afirmó en su presentación ante los gobernadores en Casa de Gobierno.

Puntos salientes de la negociación con el FMI
Es realmente muy valiosa la presencia de los gobernadores y gobernadoras en este ámbito de discusión sobre un proceso de absoluta trascendencia para el presente y el futuro de cómo vamos a transitar los próximos años como sociedad.
El aspecto medular para alcanzar un acuerdo: el sendero fiscal. Es el punto en el cual hoy no hay acuerdo.
Ha habido una reducción muy fuerte del déficit entre el año 2020 y 2021 de una forma virtuosa desde la base de la recuperación económica y del empleo, que genera más recaudación._
Se llevó a cabo una política fiscal contra cíclica, expansiva focalizada en el gasto de capital que contribuyó a la recuperación del producto en 10% y al mismo tiempo haber bajado el déficit primario más del doble de lo que fue en 2020.
Hacia adelante se plantea ir ordenando esto de manera gradual, que el Estado pueda llevar a cabo políticas públicas que le den a la Argentina más riqueza, dinamismo productivo, también al sector privado (que tenga mejores condiciones en lo inmediato, que tenga demanda de lo que produce) y también productividad en el mediano plazo.
Lo que pide el FMI es diferente de lo que hemos presentado. La diferencia entre lo que plantea el FMI y lo que plantea el gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad detendría la recuperación económica que Argentina está viviendo y que es esencialmente un programa de ajuste del gasto real versus tener un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte que la economía está viviendo.
Es importante que como Estado Nación estemos alineados en defender los intereses de la Argentina. Estamos negociando cosas que importan para ahora y los próximos meses, es para todos los próximos años. Nos ponemos la camiseta de Argentina. Cada quien define qué camiseta tiene puesta. Esta es la realidad que se vive en un escenario geopolítico complejo.
Se ha venido negociando detalle por detalle, punto por punto. Junto al Presidente visitamos países, hablamos con líderes del mundo, articulamos apoyos de la comunidad internacional pero los apoyos son importantes en ciertos aspectos. En algunos son plenos y otros son apoyos de parte de la comunidad internacional y no de toda la comunidad. Esa es la razón por la cual aún no hay acuerdo en este punto medular que es el tema fiscal.
El segundo criterio de desempeño tiene que ver con las reservas internacionales. Aquí sí hay un punto de entendimiento: FMI y Argentina están en la misma página. Entendemos que es importante que haya un crecimiento de las reservas nacionales que nos permitirá construir una estabilidad económica duradera. Son rangos, pero un sendero que esté en 3 /4 mil millones de dólares por año y si puede ser más mejor y si es menos en un escenario contingente es razonable.
En cuanto al financiamiento monetario del déficit fiscal: está atado al resultado fiscal que es la base del programa. Desde el gobierno planteamos que haya reducción que converja a que no haya financiamiento monetario sistemático del BCRA al Tesoro. Debe respetar la premisa central que el Estado tenga un rol que ayude a que la economía argentina continúe en la senda de la recuperación y de desarrollo inclusivo.
Para llegar a un acuerdo tiene que haber una revisión del programa anterior de 2018. Es un paso necesario. Se hizo pública la evaluación post programa. Los resultados tienen un contenido valioso por lo que dice y nos pone en un lugar más positivo para seguir construyendo las condiciones para un acuerdo.
El FMI dijo que el programa anterior no restauró la confianza del mercado, subió el riesgo país, no protegió a los más vulnerables de la sociedad, subió la pobreza y cayó el empleo, no fortaleció el marco para reducir la inflación, de hecho aumentó y no disminuyo las tensiones de la balanza de pagos.
En estas negociaciones las políticas de precios e ingresos son parte. La secretaria de comercio interior está negociando con el sector privado un acuerdo de precios que nos dé un elemento más para coordinar y anclar expectativas
Cuando hablamos de un Estado Nación negociando hablamos de toda la argentina. Por eso es importante el acompañamiento del sector privado. Ha habido reuniones y se van a incluir en un eventual acuerdo.
Para nosotros la prioridad es que Argentina siga en la senda de la recuperación. Para otros es diferente, ahí es como Nación es muy importante que actuemos con la firmeza que corresponde para defender los intereses que tenemos como Nación.
El principal condicionamiento y tensión para poder continuar en la senda de la recuperación es precisamente la deuda con el FMI, que tiene vencimientos concentrados en los años 2022, 2023 y 2024. Toda deuda condiciona, pero no hay nada que condicione más que la deuda con el FMI.
Estamos transitando un proceso de negociación de toda la República Argentina con el resto del mundo; con todos los Estados Nación del mundo. Eso es lo que significa una negociación con el FMI.
Hubo un crecimiento de la deuda en moneda extranjera en alrededor de U$S 100.000 millones. Deudas insostenibles significan menos posibilidades de empleo, menos oportunidades para las argentinas y argentinos, y más presiones inflacionarias.
Es claro que el problema de endeudamiento en moneda extranjera es muy serio y hemos dado pasos importantes, y las provincias han dado pasos importantes, pero hay una serie de pasos que dar y van a llevar tiempo. El acuerdo que buscamos alcanzar con el FMI no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo que tiene la Argentina.
Es tan grande la magnitud del problema que va a llevar años poder resolverlo.
Necesitamos refinanciar esas deudas, necesitamos tener la capacidad de seguir adelante con nuestra visión de programación económica para la economía argentina, sin tener condicionamientos, tanto desde el punto de vista de los pagos de deuda que tengamos que hacer al FMI, ni desde el punto de vista de las políticas.
Es muy importante para el presente y para el futuro de la economía argentina que tengamos la capacidad soberana de llevar adelante las políticas económicas que consideramos que cuidan a nuestra Nación.
Lo que estamos negociando es poder tener apoyo internacional al esquema de política económica que plantea el gobierno nacional para que podamos llevar adelante ese programa sin tener que pagar ahora las deudas que enfrentamos con el FMI.
Es tan importante negociar con absoluta firmeza como Estado Nación porque aquí lo que estamos negociando es la capacidad soberana de llevar adelante nuestro programa de política económica como Estado Nación.
El Programa Plurianual para el Desarrollo Sustentable será sometido y enviado al Congreso de la Nación para su aprobación.

(AMBITO) FMI: las dos condiciones que exige Cambiemos para apoyar el acuerdo
Juntos por el Cambio exigirá al Ejecutivo un “certificado de autenticidad” del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la garantía de que el kirchnerismo votará a favor en el Congreso Nacional, para acompañar el Facilidades Extendidas.

Aunque muestren en público las diferencias inocultables que existen (más en términos económicos) los radicales y el PRO, la posición del principal grupo opositor es firme ante el potencial apoyo al acuerdo que se discute con el organismo que maneja Kristalina Georgieva. Elaborada a partir de la colaboración de los economistas que asesoran a Cambiemos (varios exministros y funcionarios del gobierno de Mauricio Macri), se le exigirán al Gobierno estas dos condiciones para acompañar como “clase política” el acuerdo.

La posición de Juntos por el Cambio es, en cierto sentido, clara y directa. Y fue expuesta sin mayores vueltas por el jujeño Gerardo Morales en la conversación que mantuvo con el Presidente el martes por la tarde, cuando se resolvió desde el bando de los tres gobernadores radicales (Rodolfo Suárez, por Mendoza, y Gustavo Valdez, de Corrientes) no vaciar la convocatoria a la presentación (serán dos) de la oferta argentina al FMI. El radicalismo (y el PRO), en general, quieren apoyar el Facilidades Extendidas.

Pero antes reclaman el anuncio de un acuerdo final; o al menos la presentación de una Carta de Intención con el FMI que lleve la firma de los técnicos responsables del Fondo. No quieren mostrarse como avales de una oferta confeccionada en el Palacio de Hacienda y refrendada por el Ejecutivo, sin que antes tenga el “certificado de autenticidad” desde Washington. No quieren que se los tome como participantes de una foto de apoyo político para luego presionar ante el FMI, ante un acuerdo que, considera, algo estancado y que no avanza por la posición irreductible del gobierno de no aceptar las condiciones desde Washington.

El segundo motivo es político. Dicen en el principal frente opositor, que, hasta hoy no existe una sola declaración pública o privada desde el principal accionista de la coalición gobernantes; que abierta y de manera irrestricta anticipe la firma a la Carta de Intención y garantice el voto positivo en el Congreso Nacional cuando el Facilidades Extendidas deba ser tratado y aprobado.

Máximo Kirchner declaró antes de terminar el 2021 que debía aguardarse a conocer la letra fina del acuerdo negociado para después hablar de un apoyo o rechazo. Y que, mientras tanto, sólo debía dejarse trabajar a Guzmán; pero marcándole explícitamente los límites de acción para el ministro de Economía.

Desde Juntos por el Cambio sospechan que las trabas para tener definido el Facilidades Extendidas con el FMI en tiempo y forma antes que haya terminado 2021 (y, específicamente, antes de haber pagado los u$s1.830 millones del último vencimiento del ejercicio pasado), se deben a la falta de acuerdo dentro de la coalición gobernante; ante la negativa del kirchnerismo de apoyar las exigencias del staff técnico del FMI, en variables clave como el déficit fiscal, la política monetaria, la necesidad de robustecer reservas, las propuestas para reducir la inflación y las promesas sobre el futuro crecimiento del país.

Los economistas que asesoran a todos los sectores del principal frente opositor coinciden en reafirmar la sospecha que el Gobierno Nacional aún está lejos de cerrar el acuerdo con el FMI, y que las diferencias son hoy lo suficientemente amplias como para dar por cerradas las negociaciones. Y que, además, no hay acuerdo dentro de la propia coalición gobernante para asegurarse los votos propios en el Congreso. Y que por estos motivos Alberto Fernández y Guzmán buscan una foto política que incluya a la oposición para una doble presión. Por un lado para buscar torcer el rumbo de los técnicos del FMI para que “aflojen” sus exigencias en términos macro. Por el otro, para que desde el kirchnerismo se perciba la sensación de cierto aislamiento ante una especia de acuerdo entre el Gobierno Nacional y los representantes de las provincias; muchos de los cuales están en condiciones de ordenar a sus legisladores cercanos que voten de manera positiva en el Congreso.

(AMBITO) Cepo más duro: no habrá más dólares para importar autos
El Gobierno se lo comunicó a distribuidores de marcas no radicadas en el país. Deberán conseguir financiación propia en el exterior.

El 2022 no comenzó con buenas noticias para los importadores de autos. El Gobierno les comunicó oficialmente que durante este año no dispondrán de divisas para ingresar vehículos del exterior a través del Banco Central. A partir de ahora, deberán buscar financiación internacional para poder seguir operando.

Este es un nuevo endurecimiento del “cepo” del mercado cambiario para el comercio exterior que se viene registrando desde hace dos años. La noticia fue transmitida por funcionarios de la secretaría de Industria a directivos de la cámara que agrupa a los importadores de autos sin radicación industrial en el país (CIDOA).

En la práctica, en los últimos tres meses del 2021, el funcionamiento de las operaciones venía realizándose de esta manera, ya que la caída de las reservas obligó a las autoridades nacionales a restringir aún más las divisas para importar. Es por eso que la nueva modalidad no cayó de sorpresa en el sector. De hecho, el encuentro se mantuvo en un clima de cordialidad y reconocimiento de la difícil situación del país en materia de reservas. Durante la primera parte del año, los importadores recibían, desde el Banco Central, una cantidad de dólares determinada para ingresar vehículos. Ahora, deberán recurrir al financiamiento externo.

Desde el Gobierno se les explicó que esta situación regirá durante todo el 2022 por lo que recién después podrán recuperar los dólares. Mientras tanto, deberán tomar créditos en el exterior. «Es una medida que se entiende en un contexto de falta de divisas. Tenemos que financiarnos en el exterior para obtener los dólares para importar» explicó a Ámbito el presidente de CIDOA, Hugo Belcastro.

Con la venta de los autos, recibirán dólares o pesos, por parte de los clientes. Si reciben divisas extranjeras – más allá de que la operación quede registrada en pesos – podrán utilizarlas para ir pagando el crédito. En caso de cobrar en moneda nacional, deberán acceder a los distintos mercados cambiarios para hacerse de dólares y saldar la deuda.

Lo que queda claro y es el mensaje que quiere transmitir el Gobierno Nacional es que, a partir de ahora, no se liberarán dólares desde el Central para importar autos. También que la oferta de vehículos estará limitada a las posibilidades que tenga cada importador de conseguir crédito y por el monto que le otorguen. Es decir, la cantidad de unidades estará limitada al financiamiento.

En el mercado se registran distorsiones debido a la falta del vehículos. Esto hace que existan sobreprecios o que se exija el pago en dólares billetes, más allá de que los 0km se vendan en pesos al valor del dólar oficial. La ley de oferta y demanda es la que determina hoy el valor de un auto.

Por otro lado, este mecanismo insumirá un mayor costo de importación que terminará pagando el consumidor.

Esta medida afecta a los distribuidores de marcas importadas sin fábricas en la Argentina. En tanto, las terminales radicadas en el país seguirán importando bajo el sistema actual que entrega divisas en la medida en que exporten.

Las autoridades de la asociación que agrupa a las fábricas locales (ADEFA) se reunieron hoy con el presidente Alberto Fernández para hacer un balance del 2021 para el sector, una industria considerada clave para la economía. En ese sentido, se destacó que se espera para el 2022 un aumento de alrededor del 30% en la producción y las exportaciones de vehículos.

(AMBITO) Martín Guzmán reveló cuáles son los escollos en la negociación con el FMI
El ministro de Economía presentó el escenario actual de la negociación con el Fondo. En ese marco afirmó que el principal motivo que evita el acuerdo es el sendero para reducir el déficit fiscal que propone la Argentina.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó junto al presidente, Alberto Fernández, y los gobernadores el escenario actual de la negociación con el FMI. En ese marco, afirmó que el principal motivo que separa al país de un acuerdo es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, sobre un mayor crecimiento de la actividad económica.

«La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que, con alta probabilidad, sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es, esencialmente, un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía», afirmó el ministro y aseguró que el sendero fiscal “es el punto donde no hay acuerdo».

El titular de Hacienda también reconoció que en este momento el Gobierno «está negociando poder tener apoyo internacional al esquema de política económica que plantea el gobierno nacional» y aseguró que «cuando se alcance un acuerdo, el mismo deberá dar financiamiento para pagarle al propio FMI las deudas que se tomaron en el 2018 y 2019. En el detalle de puntos que tendrá este programa, el ministro aseguró que apunta a una reducción de emisión monetaria.

Guzmán remarcó que «la principal tensión» que enfrenta la economía argentina para poder continuar en la senda de la recuperación es la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que resolver el problema de la deuda “no es una cuestión de visiones sino de intereses en juego”. En ese sentido, analizó que “los intereses de los acreedores son cobrar y si la economía argentina hace un programa recesivo, crecerá menos; la prioridad del Gobierno es que siga Argentina en la senda de la recuperación. Por eso es importante que actuemos con la firmeza necesaria».

Sobre el futuro, el ministro advirtió que «el acuerdo con el FMI no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo de la Argentina; hay mucho trabajo por hacer; es tan grande el problema que va a llevar años resolverlo» y recordó que los compromisos de deuda plantean una «situación absolutamente insostenible», al asegurar que el sector público y el sector privado en la Argentina deberán enfrentar vencimientos por US$ 28.000 millones en 2022 y US$30.000 millones en 2023, el doble del superávit comercial del país.

Sobre esto, el ministro aseveró que «es necesario poder refinanciar esas deudas, porque representan la capacidad de seguir adelante con una visión de programación económica sin condicionamientos» y detalló: «Se tomó una deuda insostenible que sólo podía pagarse si había un shock de confianza y sabemos que nada de eso ocurrió. La situación económica empeoró de forma profunda», apuntó. De todos modos, advirtió que el acuerdo debe ser «sin tener condicionamientos desde el pago al FMI, ni desde las políticas. Es muy importante que tengamos la capacidad soberana de llevar adelante las políticas económicas de la Nación», sostuvo.

Guzmán explicó que cuando el gobierno de Fernández asumió el 10 de diciembre de 2019 «el perfil de vencimientos de todo el sector público eran pagos por 23.000 millones de dólares en el 2020, casi 25.000 millones de dólares en el 2021 y casi 32.000 millones de dólares en los años 2022 y 2023». «Es tan grande la magnitud del problema que va a llevar años resolverlo», sostuvo.

(AMBITO) El BCRA emitió $1,33 billones solo para el pago de intereses en 2021
Se trata de la emisión que “no se ve” pero que pesa y cada vez más. Está vinculada con el stock de Leliq y de Pases que ya supera ampliamente los 12 puntos del Producto Bruto Interno.

Se están terminando de cerrar los números del año pasado y si algo es insoslayable es el costo de la pesada deuda que sigue acumulando el BCRA. En 2021 solo por el pago de intereses y “otras yerbas” el BCRA emitió la friolera de más de $1,33 billones. Esto representa más de 3 puntos del PBI. Con relación al año anterior, el primero de la pandemia global, este monto implica un aumento del 85%, o sea, más de 611.000 millones.

Sería muy simplista comparar/criticar el costo anual de las Leliq y Pases en términos de escuelas, hospitales, caminos, rutas, salarios, planes, etc. Lo cierto es que el tamaño que ha alcanzado la deuda remunerada del BCRA, bajo el comando de Miguel Pesce, es realmente inquietante.

Entre Leliq y Pases ya hay casi $4,8 billones (de los cuales más del 61% son Pases). Esto equivale a más de 11 puntos del PBI, amén que la inflación licue el stock. Es más, al analizar el panorama monetario completo del BCRA en 2021, la emisión monetaria para hacer frente al pago de los intereses de la deuda remunerada fue prácticamente igual a la contracción monetaria vía Pases. De modo que es como el perro que persigue su cola, una especie de retroalimentación. Ya que para pagar intereses se terminan emitiendo más Leliq y Pases y así sucesivamente.

Claro que en este intríngulis de financiar con emisión gran parte del déficit fiscal, cada vez se le hace más cuesta arriba al BCRA esterilizar colocando deuda (Leliq y Pases) por lo que los pasivos remunerados del Central resultan monetariamente expansivos como lo fueron en septiembre, noviembre y diciembre. Esto plantea serias dudas sobre la capacidad futura del BCRA de colocar deuda. Tampoco debe soslayarse que esto es parte o la contracara de otro problema. Pero dada la magnitud alcanzada es para estar bien atentos.

Cuando empezó la crisis del gobierno de Macri el pago de intereses del BCRA no superaba los $132.000 millones en 2018 (vale señalar que en 2017 fue de $23.000 millones). Un año después escaló a nada menos que $693.000 millones. Claro que el stock de deuda remunera alcanzó a fines del 2019 casi los $1,2 billones. Al año siguiente, ya bajo al gestión de Fernández el pago de intereses pasó en 2020 a $722.000 millones pero el stock de deuda remunerada trepó a $2,8 billones. No explotó todo por los aires porque las tasas a las que se remuneran las Leliq y los Pases fueron un tercio de las que imperaban en la gestión de Macri en sus últimos años.

Hoy con un stock de casi $4,8 billones cualquier ajuste en las tasas que cobran las Leliq o los Pases implica seriamente un fuerte aumento en el pago de intereses y por ende más emisión por tal concepto. De modo que el manejo de la tasa de política monetaria, que impone que el resto de las tasas pasivas se sumerjan por debajo de la inflación, o sea, sean negativas en términos reales es un tema clave, y que está seguramente en el menú de la negociación con el FMI.

Como reza la canción, “desde lejos no se ve” pero esta emisión que “no se ve” es cada vez más problemática. En una economía anémica de crédito destinar $1,3 billones al pago del déficit cuasi fiscal es, digamos, políticamente “incorrecto”. Pero muchas alternativas no hay, salvo hacer los deberes. Tarde o temprano. Con o sin Fondo.

(CRONISTA) Emisión récord: el BCRA le giró al Tesoro más de $ 200.000 millones en la última rueda del 2021
El jueves 30 de diciembre, la autoridad monetaria realizó un último giro y diciembre finalizó con casi $ 700.000 millones enviados al Tesoro
El jueves pasado, 30 de diciembre, el Banco Central (BCRA) efectuó el último giro del 2021 y cerró un diciembre de emisión récord. La entidad que preside Miguel Pesce le transfirió al Tesoro otros $ 203.184 millones y redondeó así envíos por $ 685.000 millones durante el último mes del año, cifra que equivale al 1,5% del PBI.

Con esta última transferencia, que se conoció recién a última hora del miércoles, la emisión acumulada del año para asistir al Tesoro cerró en $ 2,12 billones. Aunque si se computa la maniobra contable con los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que envió el FMI, realizada en septiembre para incrementar los límites de emisión, el saldo total de transferencias en 2021 se reduce a $ 1,7 billones.

El mercado había estado especulando durante toda la jornada con esa abultada transferencia. «El 30 de diciembre la base monetaria creció $ 123.000 millones, los pasivos remunerados avanzaron $ 71.000 millones y el BCRA habría vendido unos u$s 100 millones. Estas cifras sugieren que en el último día del año hubo un giro del BCRA al Tesoro en torno a los $ 200.000 millones», había adelantado un informe de Facimex Valores firmado por su economista jefe, Adrián Yarde Buller.

Con la confirmación de este nuevo giro, explicó Yarde Buller, el financiamiento monetario de diciembre cerró en torno a los $ 685.000 millones (1,5% del PBI), alcanzando un máximo en la historia reciente para ese mes.

«La asistencia monetaria se iría a 1,5% del PIB en el mes de diciembre, más del 20% de la base monetaria actual en un mes», enfatizó un economista de la City. Este dato, sumado al buen resultado de recaudación que reveló Economía el lunes ya que Finanzas captó pesos en el mercado de deuda en el mes, eleva las proyecciones de déficit fiscal de diciembre, y sobre todo las de gasto de diciembre», agregó.

Por cuestiones estacionales, diciembre siempre es el mes de mayor déficit primario del año. Por ello es que dentro del mercado se esperaba una aceleración. Sin embargo, el número final se ubicó por encima de las previsiones.

«Creo que la asistencia terminó sorprendiendo un poco teniendo en cuenta que diciembre combinó un buen desempeño para la recaudación tributaria y resultados favorables en las licitaciones de deuda en pesos. Todo esto apunta a un elevado crecimiento del gasto primario en el último mes del año», dijo el economista de Facimex.

Con este último giro del año, dice el economista de Empiria Juan Ignacio Paolicchi, las asistencias totales al Tesoro equivalen a 4,6% del PBI. Cifras similares arroja Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma.

De esta manera, 2021 se posicionó como el segundo año de mayor asistencia sobre PBI desde la salida de la Convertibilidad, detrás de 2020, en el que las transferencias representaron 7,6 puntos del producto.

Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen, también había anticipado el giro para el 30 de diciembre. Consultado respecto a sus proyecciones para el corriente año, indicó: «No creo que baje de 2,5% del PBI».

(INFOBAE) La deuda pública aumentó más de USD 40.000 millones durante el Gobierno de Alberto Fernández
Al 30 de noviembre de 2019 la deuda pública nacional era de USD 313.299 millones. Dos años después, se disparó a USD 353.514 millones mayor cifra histórica. Según Alfonso Prat Gay, el ritmo de endeudamiento del Gobierno es mayor al de Macri y al de Cristina Kirchner
La deuda pública nacional, en dólares y pesos, crece a un ritmo cada vez más acelerado. En noviembre de 2021, tuvo un incremento nominal de USD 5.168 millones y ascendió a un total de USD 353.514 millones. Si se compara con noviembre de 2019, la suba durante la gestión del presidente Alberto Fernández fue de USD 40.215 millones.

Los datos corresponden a la Secretaría de Finanzas, actualizados al 30 de noviembre pasado. La suba se da, entre otros motivos, por más demanda y colocaciones de bonos en pesos y adelantos transitorios del Banco Central a la Tesorería para cubrir el abultado bache fiscal, más allá de las partidas extraordinarias vinculadas con la irrupción de la crisis sanitaria.

“Es el mayor ritmo de endeudamiento de la Argentina en la historia. La deuda pública aumentó unos USD 20.000 millones en el primer año de Gobierno de Alberto Fernández y una cifra similar en 2021″ (Castiñeira)

Parte del discurso del oficialismo está enfocado en los abultados niveles de deuda que se alcanzaron durante el gobierno de Mauricio Macri, sin embargo de la lectura de los datos de la Secretaría de Finanzas surge con claridad que esa práctica no sólo no detuvo sino que se mantuvo en los dos primeros años del gobierno de Alberto Fernández.

El 15 de diciembre pasado, el primer ministro de Finanzas de Cambiemos, Alfonso Prat Gay, había tuiteado al respecto. “Datos oficiales actualizados hoy: USD 5.168 millones aumentó la deuda neta AF en noviembre. 5 mil palos en un solo mes. USD 40.215 millones en dos años. USD 20.108 millones por año. Ritmo inigualable. Avísenle a Máximo quién es el goloso. Y no engañen más!!”, escribió en la red social.

Cuatro días antes de esa fecha, y sobre los números de octubre, el economista había destacado que el ritmo de toma de deuda de Fernández era mucho más alto que el Macri, incluso más alto que el de Cristina Fernández. Dijo que el actual Presidente “subió la deuda USD 35.047 millones en 23 meses, a un ritmo de USD 18.285 millones por año. Es más rápido que los USD 16.000 millones por año de CFK y mucho más rápido que los USD 12.000 millones x año de MM”.

“Y eso que me agarré los DEGs del FMI como si fueran un regalo (que no son) y me los anoté como una reducción de deuda (que no es) por USD 4.300 millones, bajándola un ratito en septiembre! Un crack!”, ironizó Prat Gay.

También tuiteó en ese sentido, días atrás, otro ex funcionario de Cambiemos, Guido Sandleris. “El gobierno de Alberto Fernández en sus dos primeros años se endeudó (Gobierno Nac.+BCRA) a un ritmo anual de USD 33,1 mil millones. Esto es casi el triple del endeudamiento anual del gobierno de Mauricio Macri (USD 12,1 MM) y el doble del de CFK entre 2011 y 2015 (USD 16,9 MM)”, destacó el ex presidente del Banco Central.

Según el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en noviembre se realizaron tres licitaciones de mercado por $479.410 millones. Se suscribieron en pesos títulos públicos en pesos por $391.075 millones y bonos denominados en dólares (USD linked) por $37.875 millones. Se trató de valores muy superiores a los vencimientos del período, y se fundamentó en la aceleración del gasto en la previa de las elecciones legislativas.

La suba se da por más demanda y colocaciones de bonos en pesos y adelantos transitorios del Banco Central a la Tesorería para financiar el déficit fiscal
Incluso la deuda pública continuó creciendo en términos del PBI, del 70,9% que recibió Fernández del gobierno de Macri, subió a 86,2% en 2020; y desaceleró a 72,7% del PBI en 2021, un año que por efecto del atraso cambiaria (la cotización del dólar mayorista aumentó 20 puntos porcentuales menos que la tasa de inflación), se magnificó la medición del PBI en dólares, y posibilitó esa mejora relativa.

“Para determinar cuánto aumentó la deuda durante la gestión de Alberto Fernández cambia mucho qué mes se toma como punto de partida para hacer el cálculo. Si se toma desde noviembre de 2019 a noviembre de 2021 da como resultado USD 40.215 millones. Pero si se toma desde diciembre de 2019 se limita a unos USD 10.000 millones, casi un cuarto del total”, explicó el economista Lucio Garay Méndez, analista de la consultora EcoGo. Entre noviembre de 2019 y diciembre de 2019 el salto fue de USD 313.299 millones a USD 323.065 millones (USD 9.766 millones en un mes).

La base de noviembre de 2019 se explica porque el gobierno anterior finalizó el mandato el 9 de diciembre, y estadísticamente más de las dos terceras partes del movimiento de diciembre respondió a la gestión a cargo del Frente de Todos.

Con todo, hace dos años, al 30 de noviembre de 2019, la deuda pública nacional era de USD 313.299 millones. Un año después, al 30 de noviembre de 2020, pasó a USD 333.254 millones. Mientras que para el 30 de noviembre pasado el número se disparó a USD 353.514 millones.

Algunos economistas suelen quitar de la deuda de la Administración Central la asumida con el Banco Central, porque es un deudor y acreedor en el conjunto del sector público, y por tanto suma cero. Se trata del equivalente a USD 14.744 millones. Aunque, por el contrario, habría que agregar como parte del financiamiento del Estado las obligaciones asumidas por el ente monetario con la colocación de Leliq y Pases, la cual acumuló en el promedio de noviembre último el equivalente a USD 40.622 millones, y un crecimiento en el bienio de USD 24.358 millones.

Con esas sumas y restas, el resultado final de la deuda pública arrojó un incremento neto en el bienio equivalente a USD 52.616 millones, a un ritmo de más de USD 100.000 millones en el período presidencial de 4 años; y en 5,6% del PBI, de una herencia de 75,5% del PBI a 81,1 por ciento.

“Es el mayor ritmo de endeudamiento de la Argentina en la historia. La deuda pública aumentó unos USD 20.000 millones en el primer año de Gobierno de Alberto Fernández y una cifra similar en 2021. Si sigue a este ritmo va a superar los USD 80.000 millones. Lo que pone en evidencia que la Argentina necesita acomodar sus cuentas públicas al margen de lo que pida el FMI”, anticipó el economista Ramiro Castiñera.

“El escenario es peor porque el Banco Central también tomó deuda a un ritmo vertiginoso. Las Leliq aumentaron el equivalente de USD 10.000 millones en 2020 y otros USD 10.000 millones en 2021″, agregó el economista. “Toda esta deuda es contra argentinos porque cualquier no residente argentino no toma deuda argentina por el riesgo de default”, agregó.

Es el mayor ritmo de endeudamiento de la Argentina en la historia.. Si sigue a este ritmo va a superar los USD 80.000 millones en los 4 años de gobierno
Para Castiñeira, la deuda pública es hija del déficit fiscal y el déficit fiscal es hijo de un modelo económico que ya agoniza hace más de una década: “la economía ya no crece, no genera empresas, no genera empleo. No genera futuro. Lo único que crece es la inflación, la pobreza y la deuda”, dijo ante la consulta de Infobae.

El aumento de la deuda pública de la administración nacional también tuvo un incremento muy importante entre octubre y noviembre del año pasado (USD 10.895 millones en dos meses) por varias dinámicas diferentes. “Mientras sigue cerrado el acceso al financiamiento en dólares, el stock de la deuda en dólares con privados se mantiene y va bajando con los organismos internacionales, que se va rolleando (renovación de vencimientos) con desembolsos que están haciendo. La deuda en moneda extranjera se mantiene constante excepto con el Fondo Monetario Internacional”, dijo Garay Méndez.

En el último período del año pasado hubo dos pagos importantes al Fondo Monetario, de USD 1.883 millones en septiembre y de USD 1.854 en diciembre, correspondientes al préstamo Stand-By acordado en 2018.

El Gobierno usó gran parte de los DEG que recibió del FMI para cancelar los vencimientos de septiembre y diciembre últimos
De esta forma, lo que está haciendo crecer la deuda pública es sobre todo la contraída en pesos. “Al medirlo en dólares, hay que ver la relación con el tipo de cambio. En 2021 la cotización del dólar subió un 30% mientras que la inflación se elevó al 50%. Esa relación hace que la deuda medida en dólares crezca aun más. El endeudamiento se magnifica”, explicó.

El mayor endeudamiento en pesos corresponde a la necesidad del Gobierno de financiar el déficit fiscal, que según las estimaciones de EcoGo cerrará el año en un porcentaje estimado del 3% del PBI. “Son unos $700.000 millones para financiar el déficit a través de instrumentos atados a la inflación y al dólar, que ante la expectativa de devaluación aumentan su demanda. Es una forma de endeudarse en pesos para financiar el déficit”, agregó Garay Méndez.

(INFOBAE) Tras la presentación de Guzmán, crecen las dudas sobre si se llegará en marzo a un acuerdo con el FMI que evite el default
El ministro sugirió que aún están lejos de un entendimiento, sobre todo por el ritmo que debe tener el ajuste fiscal. La acumulación de reservas que exige el organismo también luce como una meta lejana

La discusión respecto al ritmo del ajuste fiscal que debería encarar la Argentina domina la agenda con el Fondo Monetario, según explicitó ayer el ministro de Economía. En su presentación ante gobernadores, Martín Guzmán dejó en claro que se trata del tema principal que traba el acuerdo con organismo. Según su visión, el equilibrio fiscal recién se terminaría alcanzando en 2027. Aunque no lo dijo, está claro que para el FMI esto debería suceder mucho antes.

El propio ministro reconoció que la disminución del déficit fue mucho mayor que la esperada, pasando de 6,5% en 2020 a sólo 3% en 2021. Sin embargo, también dejó sobrevolando la idea que un ajuste más acelerado en los próximos años iría en contra del crecimiento económico.

Una disminución lenta del déficit fiscal implica mayor emisión monetaria por parte del Banco Central para financiar al Tesoro. Por ende también implicaría una reducción más lenta de la inflación

Las consideraciones efectuadas por Guzmán no despejaron las dudas respecto a los tiempos para llegar al acuerdo. En realidad, la Argentina ingresó en la cuenta regresiva para alcanzar un entendimiento, ya que el 22 de marzo vencen USD 2.800 millonens con el FMI que resultan imposibles de pagar. Además, hay otros dos vencimientos entre enero y febrero por poco más de USD 1.000 millones, que serán cancelados nuevamente con reservas.

Con este panorama, resulta vital ahora alcanzar un entendimiento dentro de los próximos 60 días. Esto permitiría postergar postergar más de USD 40.000 millones que habrá que pagarle al Fondo entre 2022 y 2023, incluyendo una deuda con el Club de París.

En caso que no se llegue a un arreglo para ese momento, la Argentina corre riesgo de caer en default con el organismo. Esto generaría fuertes consecuencias desde el punto de vista financiero y también de pérdida adicional de la confianza de los inversores, lo que podría repercutir en el valor de los bonos y del dólar.

La presentación de Guzmán mezcló algunos aspectos más técnicos, con otras consideraciones con tono fuertemente político e ideológico. Entre otras cuestiones, aseguró que “primero que todo está cuidar los intereses de nuestra patria”, luego afirmó que “nosotros nos ponemos la camiseta de Argentina para negociar”.

Faltaron referencias claves en la presentación, por ejemplo no se mencionó cuál es el objetivo de reducción de la inflación, el ministro solo defendió que se trata de un “fenómeno multicausal” y no causa estrictamente de aspectos monetarios. Tampoco fue explícito a la hora de explicar cuál es la postura del FMI respecto a la reducción del rojo fiscal. Y en todo momento se mostró contrario a la idea de aceptar un ajuste.

La presentación de Guzmán mezcló algunos aspectos más técnicos, con otras consideraciones con tono fuertemente político e ideológico
Uno de los pocos datos concretos fue el relacionado a la necesidad de acumular reservas, algo en lo que coinciden ambas partes.

Guzmán aseguró que el objetivo sería que aumenten entre USD 3.000 y USD 4.000 millones por año para fortalecer el balance del Banco Central, aunque tampoco explicitó cómo se podría lograr. Se trata de otro aspecto delicado del acuerdo, ya que no está para nada claro de qué manera el Gobierno puede conseguir ese objetivo, cuando ni siquiera lo logró tras la cosecha récord del 2021.

El ministro también reconoció que el objetivo es que con el tiempo deje de haber una ayuda sistémica del Banco Central al Tesoro, vía emisión monetaria. Sin embargo, esto queda supeditado al ritmo de reducción del déficit fiscal. En la medida que el rojo de las cuentas públicas disminuya será más fácil financiarse exclusivamente con colocación de deuda en el mercado local. Pero hoy todavía es una opción lejana.

De la exposición de Guzmán no termina de quedar claro si continúa planteando las diferencias con el FMI para hacer más digerible el acuerdo desde el punto de vista político. O si realmente las diferencias de criterio en materia de déficit fiscal podrían hacer naufragar el entendimiento, al menos en los tiempos que requiere el Gobierno para evitar el default con el organismo.

(INFOBAE) Guzmán confirmó por qué todavía no hay acuerdo con el FMI: rechazo a un ajuste y a un aumento de tarifas
El ministro de Economía planteó ante gobernadores el estado de negociación con el organismo de crédito internacional y afirmó que la diferencia medular es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa de mas recuperación

Frente a los gobernadores convocados en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno para hablar de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que el punto en el que no hay acuerdo hasta el momento con el organismo de crédito internacional es el del “sendero fiscal”.

Tanto el ministro como el presidente Alberto Fernández, destacaron que no habrá programa de ajuste y que se buscará una suerte de gradualismo para sostener la recuperación. Guzmán habló del crédito fallido del FMI a Cambiemos y Fernández remarcó que “no vamos a firmar ningún acuerdo con el FMI que suponga tarifazos”.
El titular del Palacio de Hacienda destacó que “la diferencia medular” que separa al país de un acuerdo con el FMI es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica. Además, destacó que el acuerdo que busca alcanzar el Gobierno con el FMI no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo que tiene Argentina. “Va a llevar años poder resolver el problema”, advirtió.

Al explicar el contexto internacional, Guzmán aseguró que no existe un buen acuerdo. “Lo que existe es un acuerdo bueno en términos relativos, que nos permita dar un paso adelante para seguir en la senda de la recuperación”, dijo.

Argentina propone un escenario para reducir el déficit al mismo tiempo que el Estado puede jugar un rol contracíclico que apuntale la recuperación. Ha habido una reducción grande del déficit pero de una forma virtuosa que es la recuperación de la economía
”La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía”, afirmó en su presentación ante los gobernadores en Casa de Gobierno.

El propio Guzmán fue quien brindó detalles a los mandatarios provinciales sobre las variables más importantes en torno a las cuales gira un posible acuerdo con el organismo de crédito internacional. Estas son: la emisión monetaria; el sendero fiscal y las reservas disponibles del Banco Central. Se trata de los puntos más relevantes que Argentina deberá privilegiar para avanzar con una restructuración del crédito stand by tomado en 2018 durante la gestión de Cambiemos para avanzar con uno de facilidades extendidas a 10 años de plazo.

“El punto donde no hay acuerdo hoy es el sendero fiscal”, remarco el funcionario. Y agregó: “Argentina propone un escenario para reducir el déficit al mismo tiempo que el Estado puede jugar un rol contracíclico que apuntale la recuperación. Ha habido una reducción grande del déficit pero de una forma virtuosa que es la recuperación de la economía.”.

En es sentido, destacó que el déficit primario va a haber bajado más del doble de lo que fue el 2020. Mientras que hacia adelante se propone ordenar esta situación de forma gradual. “Que el Estado pueda llevar a cabo un programa de políticas públicas que le dé más dinamismo productivo y más riqueza”, detalló.

El titular del Palacio de Hacienda convocó a los mandatarios provinciales para informarles sobre la propuesta que Argentina le hizo al staff del organismo de crédito internacional para renegociar la deuda de USD 44.000 millones que contrajo el gobierno de Mauricio Macri.

“Las expectativas son muy volátiles en una economía como la nuestra. Si no se hace nada lo que puede suceder es que la inflación sea de magnitud”
El ministro aseguró que la negociación para resolver el problema de la deuda “no es una cuestión de visiones sino de intereses en juego”. ”Los intereses de los acreedores son cobrar y si la economía argentina hace un programa recesivo, crecerá menos; la prioridad del Gobierno es que siga Argentina en la senda de la recuperación. Por eso es importante que actuemos con la firmeza necesaria”, afirmó.

Dijo que se tomó una deuda a pagar en un plazo que solo podía darse en medio de un shock de confianza de los mercados y que iba a traer a la Argentina financiamiento para hacer frente a esos pagos. “Pero nada de eso ocurrió. Por el contrario, la situación económica de argentina empeoró y no se restauró en modo alguno el acceso al mercado de deuda”, destacó.

En otro orden, Guzmán afirmó esta tarde que las negociaciones con el FMI también comprenden a las políticas de precios e ingresos y que en ese marco el Gobierno encara con el sector privado cerrar un acuerdo para “anclar expectativas”. ”Las expectativas son muy volátiles en una economía como la nuestra. Si no se hace nada lo que puede suceder es que la inflación sea de magnitud”, aseguró al resaltar la importancia de las negociaciones que lleva adelante la Secretaría de Comercio Interior para alcanzar un acuerdo de precios que permita “anclar expectativas”.

El acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000 millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central.

Mientras tanto el Gobierno viene llevando a cabo políticas para avanzar en dirección con los lineamientos que evaluará el FMI. En tanto, los detalles finales de acuerdo deberán ser aprobados por el board del Fondo y la directora gerente Kristalina Georgieva. No obstante, el equipo técnico del organismo, el staff, es el que comanda la letra chica del programa y negocia con los funcionarios locales.

Cabe destacar que si bien el Gobierno había dicho que incluiría los lineamientos del nuevo acuerdo con el FMI en un plan plurianual que el presidente Alberto Fernández prometió enviar al Congreso en diciembre, será el propio acuerdo de Facilidades Extendidas el que oficie en ese sentido.

 

INTERNACIONAL

(INVESTING) Los datos regionales apuntan a un nuevo aumento de la inflación en Alemania
La inflación de los precios al consumo aumentó en varios estados alemanes en diciembre, según datos regionales publicados el jueves, lo que apunta a un aumento inesperado de la cifra de inflación a nivel nacional.

Los datos preliminares de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, mostraron que la inflación anual de los precios al consumo (IPC) se aceleró hasta el 5,2% desde el 5,1% del mes anterior.

También aumentó en el estado occidental de Hesse hasta el 5,4% desde el 5,3% y en el estado oriental de Sajonia hasta el 5,1% desde el 5,0%. En Brandenburgo, se mantuvo sin cambios en el 5,7%.

El jueves (1300 GMT) se publicarán las cifras de inflación de la mayor economía europea.

Los analistas encuestados por Reuters prevén que el IPC nacional se reduzca al 5,1% en diciembre, frente al 5,2% del mes anterior. La cifra de inflación armonizada de la UE (IPCA) se prevé que caiga al 5,7% desde el 6,0% de noviembre.

El analista de Dekabank, Kristian Toedtmann, dijo que los datos regionales sugieren que la cifra del IPC del conjunto de Alemania subirá en contra de las expectativas del mercado, mientras que la cifra armonizada de la UE probablemente se relajará en línea con las previsiones.

«Hay una cierta relajación en los costes de la energía, pero hay aumentos de precios en otras áreas como la ropa», dijo Toedtmann.

Los proveedores de servicios como restaurantes, hoteles, cines y gimnasios aumentaron sus precios en diciembre, aunque es poco probable que esto continúe dadas las nuevas restricciones para frenar la propagación del coronavirus, añadió Toedtmann.

«En un futuro próximo, la inflación en Alemania probablemente se ralentizará», dijo Toedtmann.

(INVESTING) La inflación amenaza a los minoristas británicos para 2022
Tres de los principales minoristas británicos subrayaron el jueves la amenaza de la inflación a la que se enfrentan este año, con sus jefes preocupados por la necesidad de seguir siendo competitivos, ya que el aumento de los precios amenaza el poder adquisitivo de los clientes.

Next (LON:NXT), el minorista de ropa más rentable de Reino Unido, dijo que esperaba que el aumento de los costes de transporte y fabricación hicieran subir sus precios un 6% en la segunda mitad de 2022, lo que plantea dudas sobre si los salarios de los clientes podrán seguir el ritmo. El Banco de Inglaterra espera que la inflación general de los precios al consumo alcance esa cifra en abril, la más alta desde 1992, antes de suavizarse.

El jefe de Next, Simon Wolfson, dijo a Reuters que la brecha entre los salarios generales y sus precios determinaría en gran medida la suerte de la empresa en 2022.

«Lo positivo para el comercio minorista es que podemos ajustar nuestros precios», dijo. «Así que si la inflación salarial está en línea con nuestros aumentos de precios —no creo que lo esté, pero si lo está— entonces no va a ser un problema tan grande como si la inflación salarial está muy por detrás».

Greggs, un minorista de comida por encargo, dijo que sus costes se vieron aumentados por las subidas del salario mínimo impuestas por el Gobierno y el aumento de los precios de los ingredientes. Con los contratos de pedidos en vigor, tiene visibilidad para los próximos cuatro a seis meses.»Este año es más difícil que muchos otros, porque la inflación viene tanto del lado de los ingredientes como de la mano de obra», dijo a Reuters el director general saliente, Roger Whiteside.Dijo que aunque Greggs tenía que, y trataría, de impulsar pequeñas subidas de precios, el grupo tenía que ser más barato que sus rivales.

B&M, un minorista de descuento que ha tenido un buen comportamiento durante la pandemia, mejoró su previsión de beneficios el jueves. Sin embargo, atenuó su tono optimista al reconocer que el año 2022 traerá consigo más trastornos en la cadena de suministro, presiones inflacionistas e incertidumbre por la COVID-19.

El aumento de la inflación es el principal nubarrón en el panorama de la economía mundial, ya que la interrupción de la cadena de suministro, el aumento de los costes de la energía, la escasez de mano de obra y la reactivación de la demanda de bienes tras el cierre del mercado hacen subir los precios a un ritmo que no se había visto en décadas.

Todo ello ejercerá una presión adicional sobre el gasto de los consumidores tras años de estancamiento del crecimiento salarial en términos reales. En abril, los consumidores británicos se enfrentarán a una subida de impuestos y de la factura energética.

También se enfrentan a la subida de los precios de los alimentos. La inflación de los precios de los comestibles alcanzó el 3,5% en diciembre, su nivel más alto desde la primavera de 2020, añadiendo casi 15 libras (20 dólares) a la factura mensual media de los compradores, según datos del sector publicados el miércoles.

(INVESTING) Oro toca mínimo de una semana tras señales de la Fed
Los precios del oro caían el jueves a su mínimo en una semana, después de que las minutas de la reunión de diciembre de la Reserva Federal apuntaron a una subida más rápida de las tasas de interés, impulsando al dólar y al rendimiento de los bonos del Tesoro.

* A las 1038 GMT, el oro al contado cedía un 0,3%, a 1.804,60 dólares la onza, tras tocar su mínimo desde el 29 de diciembre, en 1.792,30 dólares. Los futuros del oro en Estados Unidos caían un 1,5%, a 1.797,70 dólares.

* Unas minutas de la Fed «muy estrictas» hicieron que el dólar y los rendimientos subieran considerablemente, algo que no ayuda al oro, dijo el analista independiente Ross Norman.

* El dólar reanudaba su avance hacia un máximo reciente de 14 meses, mientras que los retornos de los bonos referenciales a 10 años tocaban su máximo desde abril de 2021.

* Las minutas de la Fed mostraron en la víspera que las autoridades discutieron la reducción de las tenencias de activos y el aumento de las tasas de interés antes de lo esperado para combatir la inflación.

* Algunos inversores ven el oro como una cobertura contra una mayor inflación, pero es muy sensible a la subida de las tasas en Estados Unidos, lo que aumenta el costo de oportunidad de tener lingotes, que no devengan intereses.

* En otros metales preciosos, la plata al contado bajaba un 1,7%, a 22,39 dólares la onza, tras caer a 22,12 dólares, su mínimo desde el 16 de diciembre; el platino cedía un 0,9%, a 974,13 dólares; y el paladio subía un 0,9%, a 1.880,94 dólares.

(INVESTING) Señales de la Fed desencadenan liquidación de acciones y bonos en todo el mundo
Las bolsas caían con fuerza y el rendimiento de algunos de los principales bonos gubernamentales tocaba su nivel más alto en años el jueves, después de que la Reserva Federal señaló la posibilidad de una subida de tasas de interés en Estados Unidos más rápida de lo previsto y la retirada de los estímulos.

* Tanto las bolsas de Asia como las de Europa se desplomaron después de que el Nasdaq perdió más de un 3% en la víspera en Wall Street, y de que el retorno de los bonos del Tesoro estadounidense a dos y cinco años -importantes motores de los costos del endeudamiento a nivel mundial- se dispararon hasta máximos pandémicos.

* Las minutas de la reunión de diciembre de la Fed mostraron que un mercado de trabajo ajustado y una inflación persistente podrían obligar al banco central estadounidense a subir las tasas antes de lo previsto y a empezar a reducir sus tenencias de activos en general.

* El índice paneuropeo STOXX 600 declinaba un 1,3%, borrando todas las ganancias del año, que lo habían llevado hasta máximos históricos

* En Asia también hubo fuertes desplomes. Las acciones australianas cayeron un 2,7%, en su mayor descenso porcentual diario desde principios de septiembre de 2020, y el Nikkei japonés perdió un 2,9%, su declive diario más pronunciado desde junio.

* «Algunas personas están bastante asustadas por las minutas de la Fed y un posible ajuste más rápido», dijo Carlos de Sousa, de Vontobel (SIX:VONN) Asset Management. «No obstante, quizá el mercado esté exagerando un poco. El hecho de que estén discutiendo esto no significa que vayan a hacerlo».

* La caída del 3% del Nasdaq fue su mayor descenso porcentual en un día desde febrero del año pasado y el S&P 500 sufrió su mayor descenso desde el 26 de noviembre, cuando la noticia de la variante ómicron llegó por primera vez a los mercados mundiales.

* El rendimiento de los bonos del Tesoro seguía subiendo a lo largo de toda la curva. El retorno de las notas referenciales a 10 años tocaba su nivel más alto desde abril de 2021, por encima del 1,73%.

* Asimismo, el rendimiento de la deuda a dos años, sensible a la política monetaria, alcanzó un nuevo máximo de 22 meses al 0,863%, mientras que el de los papeles a cinco años tocaba su cota más elevada desde febrero de 2020, al 1,459%.

* El alza en el retorno de los bonos seguía respaldando la firmeza del dólar, aunque cedía algo de terreno frente al yen después de haber tocado máximos de cinco años a principios de esta semana, cayendo un 0,21%, a 115,86 unidades.

* El euro cedía un 0,05%, a 1,1307 dólares, mientras que el índice dólar subía a 96,228 unidades.

* En los mercados de materias primas, los precios del crudo ganaban más de un dólar por barril, mientras que el oro al contado bajaba un 0,8%, a 1.794 dólares por onza, ya que el aumento de la rentabilidad de los bonos estadounidenses restaba brillo al metal precioso.

(INVESTING) Liquidación de bonos del Tesoro EEUU no se detiene, Fed evalúa ventas de activos
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían a lo largo de la curva el jueves, debido a que los operadores ajustaban las probabilidades de un alza anticipada de las tasas de interés y se preparaban para la posibilidad de que la Reserva Federal reduzca sus tenencias de bonos.

* Los retornos a dos años, que se mueven en línea con las expectativas sobre tasas de interés a corto plazo, subieron a un máximo de 22 meses de 0,87%, antes de recortar avances y operar con un alza de 3 puntos básicos en el día.

* En el extremo lejano de la curva, los rendimientos a 30 años subían en un margen similar a un máximo de 11 semanas de 2,134%.

* Los retornos de la deuda referencial del Tesoro a 10 años alcanzaban un 1,744%, su mayor nivel desde abril de 2021.

* Las minutas de la reunión de diciembre de la Fed, publicadas el miércoles, sugirieron que el banco central de Estados Unidos podría subir sus tasas tan pronto como en marzo. Analistas habían considerado a mayo o junio como una fecha más probable.

* Algunos participantes también pensaron que podría ser apropiado comenzar a evaluar el tamaño del balance del banco central, lo que subraya un gran cambio en el tono de las autoridades en los últimos meses, ya que la inflación se ha mantenido inesperadamente alta.

* «Después de dar vueltas durante meses en torno al inicio de la reducción gradual de los estímulos, el tema de la Fed cambió a una reducción más rápida y alzas de tasas más tempranas», dijo el estratega de Rabobank, Philip Marey. «Ahora podemos agregar una reducción del balance más temprana y más rápida».

* Los futuros de los fondos federales señalan una probabilidad de casi un 80% de un alza de tasas a 0,25% en la reunión de la Fed en marzo y tasas cercanas al 0,80% antes de fin de año.

* Los rendimientos del Tesoro a 10 años se han disparado alrededor de 21 puntos básicos esta semana, lo que los encamina hacia su mayor salto semanal desde junio de 2020. Los retornos a dos años han subido casi 13 puntos básicos y se dirigen a anotar su mayor aumento semanal desde finales de 2019.

(INVESTING) Arabia Saudita hace fuertes recortes en los precios del crudo para Asia: fuentes
Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, ha recortado en al menos un dólar por barril el precio oficial de todas las calidades de crudo que vende a Asia en febrero, indicaron el jueves tres fuentes con conocimiento del asunto.

Los fuertes recortes de precios se producen en un contexto de aumento de la oferta, ya que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, grupo conocido como OPEP+, decidieron esta semana añadir otros 400.000 barriles por día (bpd) de oferta en febrero, como ha hecho cada mes desde agosto.

El descenso de los costos del crudo podría favorecer los márgenes de las principales refinerías de Asia, como la japonesa ENEOS Holdings, la china Sinopec (NYSE:SHI) y la india Reliance Industries.

El gigante petrolero estatal Saudi Aramco (SE:2222) fijó el precio oficial de venta de febrero para el crudo Arab Light en 2,20 dólares por barril sobre la media de las cotizaciones de Omán/Dubái, lo que supone un descenso de 1,10 dólares respecto al mes anterior.

El precio de venta oficial de febrero para el crudo insignia es el más bajo de los últimos tres meses.

Se esperaba que Saudi Aramco realizara fuertes recortes en los precios de febrero, después de que los precios de referencia de Oriente Medio y los precios al contado cayeron el mes pasado debido al aumento de la oferta.

Sin embargo, las fuentes señalaron que los recortes de precios fueron menores que las expectativas del sector.

Por ejemplo, se esperaba que el precio oficial de venta del Arab Light cayera al menos 1,30 dólares por barril, según un sondeo de Reuters.

FEBRERO ENERO CAMBIO

SUPER LIGHT 5,15 6,15 -1,00

EXTRA LIGHT 3,20 4,50 -1,30

LIGHT 2,20 3,30 -1,10

MEDIANO 2,05 3,05 -1,00

PESADO 0,70 1,80 -1,10

(INVESTING) Los inversores se preparan para el endurecimiento cuantitativo mientras la Fed se muestra más agresiva
Otro barómetro de la política monetaria de la Reserva Federal aparece cada vez más en los tableros de los inversores: el endurecimiento cuantitativo.

Las actas de la reunión de diciembre de la Fed publicadas el miércoles mostraron que los dirigentes habían discutido la reducción de las tenencias de activos del banco central estadounidense, así como la subida de los tipos de interés antes de lo previsto para luchar contra la inflación, y «muchos» juzgaron que el ritmo adecuado de la reducción del balance de la Fed sería más rápido esta vez.

Los inversores dijeron que la señal de endurecimiento refuerza los argumentos de los que creen que el banco central tendrá que actuar con más decisión para contener la inflación, y podría alimentar más apuestas por el aumento de los rendimientos, al tiempo que sigue agitando las acciones de crecimiento y tecnología que impulsaron el dinámico repunte bursátil del año pasado.

«Existe un riesgo real de que la Fed esté siendo demasiado agresiva en este aspecto», afirma Scott Kimball, codirector de renta fija estadounidense de BMO Global Asset Management, que redujo sus posiciones en bonos corporativos de alto rendimiento y deuda privada a finales del año pasado, por considerar que tendrán un rendimiento inferior a medida que los tipos suban.

«Si la Fed está reduciendo su presencia en el mercado al mismo tiempo que su estrategia podría ahogar el crecimiento, eso es un golpe bastante grande», dijo.

Las bolsas extendieron sus caídas tras la publicación de las actas el miércoles, lideradas por una venta de acciones de tecnología y crecimiento. Los rendimientos de los bonos, que se mueven de forma inversa a los precios, subieron, y el rendimiento de referencia de los Estados Unidos a 10 años alcanzó su nivel más alto desde abril de 2021.

Los rendimientos más altos tienden a pesar en algunas acciones, particularmente en los valores de crecimiento, porque amenazan con erosionar el valor de las ganancias futuras.

La Fed inició la reducción de su compra de bonos del Estado por valor de 120.000 millones de dólares al mes en noviembre. Un mes más tarde, dijo que su objetivo era concluir la reducción en marzo, en lugar de su objetivo de mediados de año, y su gráfico de puntos (un documento que refleja de forma anónima donde creen los miembros de la Fed que estarán las tasas oficiales de interés en los próximos años)» mostraba un camino más agresivo para las subidas de tipos de lo que los inversores esperaban. Esto llevó a algunos a preguntarse si el banco central podría empezar a contemplar reducciones directas del balance como otra herramienta para combatir la creciente inflación.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo después de la reunión de diciembre que, aunque los responsables de la política monetaria no habían decidido cuándo comenzaría la reducción del balance, «esas son exactamente las decisiones que tomaremos en las próximas reuniones.»

Algunos analistas habían anticipado la medida. Los analistas de TD dijeron en una nota de análisis que se posicionan en corto respecto en los tipos reales a 10 años, ya que el mercado comienza a valorar el cierre del balance, diciendo que la tasa actual de casi -1% era inconsistente con los tipos más altos de la Fed y la reducción del balance,

Los rendimientos reales a diez años, rendimientos del Tesoro que se ajustan a la inflación esperada, saltaron al -0,8% el miércoles.

Por su parte, la curva de rendimiento de Estados Unidos se aplanó tras las actas de la Fed, después de incrementarse en las dos últimas sesiones, lo que indica que los inversores se preparan para subidas de tipos que impulsen las tasas a corto plazo.

Sin embargo, los analistas de Citi afirmaron que la aceleración de la reducción del balance podría suponer una inclinación de la curva a medio plazo «a medida que se agita el debate sobre el balance y el ritmo de las subidas de tipos».

Mientras que la Fed mantuvo su balance en un estado estable durante unos tres años después de comenzar su reducción en 2014, el aumento de los precios al consumidor ahora puede significar que la Fed tendrá que ser más agresiva en la reducción de su balance de más de 8 billones de dólares esta vez.

El miércoles por la tarde, tras la publicación de las actas de la Reserva Federal, los futuros sobre las tasa de interés de los fondos federales daban un precio de aproximadamente el 80% de posibilidades de que la Reserva Federal aumentara los tipos de interés en un cuarto de punto en su reunión de política monetaria de marzo.

«El hecho de que se discutiera el balance, y con más detalle de lo que pensábamos, prepara al mercado para posiblemente cuatro subidas de tipos este año, y quizás comenzando ya en marzo», dijo Kim Rupert, director gerente de análisis de renta fija global de Action Economics. «Tienen mucho miedo de que la inflación se les vaya de las manos».

Jason Ware, socio y director de inversiones de Albion Financial Group, cree que los mercados de renta variable más amplios pueden seguir subiendo bajo una Fed más agresiva, pero espera más volatilidad y una rotación hacia empresas económicamente sensibles.

«Va a haber algunos cambios bajo la superficie de los índices», dijo Ware.

 

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