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(Infobae) Hoy vence el plazo del canje de la deuda: cuáles son las posibilidades que se abren para el Gobierno y sus acreedores. Esta tarde finaliza el tiempo para que los tenedores de deuda ingresen al canje. Pero hasta el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció lo difícil de la negociación. La opción más factible es que se postergue el plazo. Llegó el día. Viernes 8 de mayo. Fecha que el Gobierno fijó como deadline para que los acreedores acepten la oferta de reestructuración de la deuda emitida bajo ley extranjera, que asciende a USD 66.500 millones. Y si bien el ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que no se extendería, al mismo tiempo esta semana habilitó a una modificación de la oferta, en la medida en que los bonistas presenten una alternativa “razonable”. Diversas fuentes allegadas al Gobierno aseguran que el canje fue un fracaso y que el nivel de adhesión no llegó ni al 10%. Con este escenario, nadie duda de que Guzmán anunciará una extensión del plazo, en principio, hasta el 20 de este mes, justo antes de la fecha en la que la Argentina debe pagar USD 503 millones de intereses de los bonos globales para evitar caer en default. El 22 de mayo vencen los 30 días del período de gracia y ya no hay más posibilidades de negociar con los acreedores. O sí. Algunos analistas sostienen que no sería tan grave dejar de pagar el vencimiento del 22, siempre y cuando haya una buena negocación en curso.
¿Cuáles son los caminos que se abren entonces a partir de mañana?
-Si el Gobierno consiguiera un nivel de adhesión de 60% o más, podría declararlo exitoso, aunque con la certeza de que tendrá que lidiar, como ya ocurrió varias veces en la Argentina, con litigios en el exterior. Esta alternativa es casi improbable, coinciden los analistas, ya que los inversores institucionales -los mayores tenedores de los títulos argentinos- han manifestado en reiteradas oportunidades su rechazo a la oferta argentina.
De los 21 bonos que el Gobierno pretende reestructurar, algunos fueron emitidos en el canje de 2005 y otros corresponden a la era Macri, ya que datan del 2016. Los primeros, como provienen ya de una renegociación, tienen cláusulas de acción colectiva (CACs) más exigentes. Para lograr que todos ingresen a la operación, debe lograr la aceptación del 85% del total y, cómo mínimo, un 66,6% de cada bono; o tiene la alternativa de alcanzar el 75% de cada título, pero si entra en la “reasignación”. En el caso de los bonos emitidos en 2016, la cláusula establece un 66,6% del total y un 50% de cada uno.
La cláusula de “reasignación” dice que luego de computar todos los bonos que ingresaron en el canje, el Gobierno puede excluir las series que le impidan sumar las CACs originales.
-Si el nivel de aceptación es muy bajo, como parece que será, el Gobierno tiene dos opciones: cerrarlo con los bonistas que entraron y luego analizar si lanza un nuevo canje con una nueva oferta (aunque en este caso, debería, por la cláusula RUFO, mejorarle las condiciones a los que hayan ingresado ahora); o extender el plazo y seguir negociando con los acreedores.
Si se cerrara el canje hoy, el Gobierno estará obligado a informar cuál fue el resultado del canje antes del lunes a las 5 PM hora de los Estados Unidos. Deberá comunicar qué bonos se canjearon, cuáles quedaron afuera y qué harán con esos títulos que no ingresaron.
“En ese caso, los que no han sido reestructurados se convertirán en holdouts. Si el gobierno decide que hay pocos bonos para reestructurar, puede declarar el canje desierto y luego reabrirlo. El problema es que el 22 tiene que pagar USD 503 millones para no caer en default”, enfatizó el analista Sebastián Maril, quien agregó: “Mi opinión es que si no se cierra el canje antes de esa fecha, caemos en default y esos intereses no los pagan. Pero si hay extensión de fechas, el gobierno puede pagar ese dinero como señal de buena fe y seguir negociando”.
Pero el problema con que se enfrentará Guzmán, aseguran varios analistas, es que deberá tener una idea clara de cuál sería una propuesta atractiva para los acreedores, si no quiere chocar otra vez con la misma piedra.
“Si no hubiera una aceptación importante de la oferta, el Gobierno tendrá el desafío de modificarla, y tendría sentido firmar un standstill como hizo Ecuador, ya que va a ser difícil cerrar una negociación rápidamente”, afirmó a Infobae el economista Miguel Kiguel. Se trata de un acuerdo con los bonistas por medio del cual se extienden los pagos de intereses sin que ello implique una situación de default.
De acuerdo con varios analistas consultados, la oferta debería tener una mejora notoria para lograr una aceptación razonable. El punto más crítico que marcaron los acreedores es el período de gracia de tres años en los cuales el Gobierno no pagará ni capital ni intereses, y el promedio del cupón, que asciende a 2,33%. “Si tiene que hacer una nueva oferta, tendrá que pensar en cómo hacerla más atractiva y balancear el esfuerzo que se le pide a los bonistas, que en muchísimos casos entraron de buena fue, con el esfuerzo que tendrá que hacer el Estado. No pagar intereses por 3 años suena mucho”, agregó Kiguel.
Por su parte, Guillermo Mondino, ex economista jefe de mercados emergentes del Citi, aseguró que “sin participacion de inversores institucionales, sería muy dificil lograr utilizar las CACs. Quizas en algún bono podrían llegar, pero con la baja participación que uno infiere dado el rechazo de los grupos de tenedores de bonos, parece muy poco probable que eso ocurra para varios bonos”.
“De allí que la decisión parecería que se restringe a declarar desierto el canje, hacer un canje parcial (con sus pros y contras) y seguir negociando, o defaultear”, remarcó el analista.
Mondino agregó que “lo lógico sería no cerrarse las puertas a esta altura y trabajar en pos de lograr evitar un default, que sería muy oneroso, sobre todo a la hora de recuperar la economía post-epidemia. Espero que todos muestren algo de flexibilidad”.
(Infobae) El gobierno piensa en un canje en etapas y advierte a los bonistas que pueden perder si esperan una oferta mejor. En el equipo económico destacan que hay voluntad de seguir negociando más allá de lo que ocurra hoy y aseguran que ningún otro fondo salvo BlackRock acercó una idea concreta. El Gobierno cree que la renegociación de la deuda será un proceso por etapas y que los bonistas deberán aceptar la oferta oficial antes de que empeoren las condiciones del mercado. Más allá de lo que ocurra hoy, el equipo de negociación oficial entiende que los acreedores privados deben aceptar que, tanto la Argentina en particular como el mundo en general, cambiaron respecto del pasado reciente. La primera cifra concreta es que, según fuentes oficiales, el 70% de los bonistas locales que tenían sus títulos depositados en La Caja de Valores entraron al canje hasta el miércoles; se trata de una cifra cercana a los USD 5000 millones. Si esta fuera la premisa, hoy cerrarían el canje, liquidarían los bonos la semana próxima y luego esperarían a ver si reabren la oferta. Pero será el presidente Alberto Fernández el que decida. De hecho, en el Palacio de Hacienda no se descarta que haya una presentación de algún fondo de inversión sobre el cierre de la jornada para estirar la negociación. En este sentido, destacan que el país que gobernaba Mauricio Macri, en el que pudieron colocar mucha deuda, ya no existe, ni tampoco aquel del 2005, donde, luego de aquel canje, la Argentina creció a tasas muy altas, en un contexto mundial muy favorable.
Este cambio, argumentan, les presenta a los bonistas un mundo con poca liquidez -aunque las emisiones de varios países de la región a una tasa menor al 5% muestran lo contrario- y, por lo tanto, la oportunidad de tomar ahora una oferta mejor que en los próximos meses. Los bonistas, afirman en el Gobierno, deberían aceptar un acuerdo en el corto plazo, antes de que sus títulos de deuda valgan menos que ahora
Esta postura no implica, afirman, no aceptar mejoras. Pero juran que fue BlackRock el único fondo que presentó una contraoferta, que no era aceptable bajo los parámetros oficiales. Y cuentan que el resto de los fondos no se ponen de acuerdo en qué cambio pedir, que garantice, al mismo tiempo, una alta aceptación y un esquema de repago de la deuda sustentable.
Al respecto, sostienen que, a diferencia del canje del 2005, la discusión actual pasa por la quita de intereses y no de capital, lo cual torna más subjetiva y compleja la búsqueda de una solución satisfactoria para ambas partes. En este sentido, ratifican que el ministro Martín Guzmán espera que haya propuestas superadoras de la oferta actual, si respetan la idea de que el país primero tiene que crecer para luego pagar. Guzmán, afirman, está lejos de ser el negociador intransigente que las voces del mercado dejan trascender, porque fue él quien defendió dentro del Gobierno que el país siguiera pagando después del 10 de diciembre, cuando una parte del oficialismo proponía defaultear; que sostuvo esa postura aún con la pandemia del coronavirus; y que presentó la oferta formal para hacer el canje. Guzmán ha sido quien defendió en el Gobierno la idea de seguir pagando y negociando desde el primer día, por lo que el mercado debería verlo con mejores ojos. Todos estos elementos objetivos -que incluyen el pago de unos 4000 millones de dólares desde que asumió el presidente Alberto Fernández- deben llevar a pensar a los acreedores de que, en el futuro no conseguirán nada mejor. En particular, si calculan que sus bonos actualmente valen 30 dólares, deberían entender que ganarían cerca de 10 dólares al canjearlos. De lo contrario, si se los quedaran, podrían caer a 20 si la recesión mundial se profundiza y se extiende por mucho tiempo. ¿Cómo explicarían esa pérdida en sus compañías?, se preguntan en el Gobierno. El temor a los holdouts, por ahora, es bajo. Creen que solo representarían un peligro si se quedan con el 10% de los bonos, como después del 2010, cuando aceleraron los juicios para ganar más que el resto.
La relación con el FMI
Tampoco les preocupa, aseguran, los vasos comunicantes entre los bonistas y el FMI o el Tesoro de Estados Unidos. Al respecto, afirman que, sin el aval del principal accionista del Fondo, no habría salido ninguno de los comunicados de apoyo al Gobierno en general y a la fuerte quita a los bonistas en particular. Ayer, el vocero del organismo Gerry Rice, hizo equilibrio: dijo que el Fondo espera que haya una alta aceptación pero que se mantenga la sustentabilidad de la deuda. Por sobre todo, subrayan que si la oferta fuera mucho más generosa con los bonistas, sería más difícil repagarle al propio FMI, una realidad que Estados Unidos y los otros accionistas entienden mejor que nadie.
(Infobae) Eduardo Costantini: “No me parece muy inteligente patear el tablero y entrar nuevamente en default”. El empresario señaló que, con un esfuerzo menor, el Gobierno podría arreglar con los bonistas y aprovechar la enorme liquidez que existe a nivel mundial. Eduardo Costantini es uno de los hombres de negocios más respetados del país que supo forjar su fortuna sobre la base del conocimiento y las buenas decisiones, lo que lo catapultó a un sitial de oráculo de los inversores locales. Aunque reconoce que en los últimos tiempos no acertó en sus predicciones, se volvió a animar al debate público y habló sobre deuda, dólar y el futuro de la economía local. A horas de cerrarse el canje de la deuda, el dueño del Malba consideró que la solución no está tan lejos. “Si el Gobierno mejora la oferta 10 puntos, es decir, ofreciera 44, creo que los fondos podrían aceptar. Son alrededor de USD 5.000 millones a pagar en 10 años, un poco más de un punto del PBI. No tendría sentido no entrar a un acuerdo que tendría un costo muy grande para la Argentina”, señaló Costantini en una entrevista con Forbes realizada vía Instagram. Para el titular de Consultatio ir a un default “empeoraría el ambiente de inversión” mientras que lograr un acuerdo significaría que el Gobierno “tendría uno de los pilares para diseñar un programa económico con una cierta disciplina lo que haría que pudiéramos tener una Argentina previsible, algo que hoy no tenemos”. Distendido, Costantini minimizó la carta de los economistas en apoyo a la Argentina: “Tiene una importancia relativa desde el punto de vista práctico. Hay una negociación de intereses donde los tenedores lo que buscan es no perder. Hay que tener en cuenta que parte de los bonos son de 2001 y 2002, por lo que ya tuvieron una quita en la reestructuración anterior.” A partir de esto, volvió sobre su idea de la necesidad de mejorar la oferta porque entiende “que hay margen, por ejemplo mejorando los cupones, sin que eso implique un gran perjuicio. Por que el problema es de ahogo de vencimientos, no del tamaño de la deuda. El problema es de expectativa, de falta de credibilidad, porque un país que tiene el 50% de deuda/PBI perfectamente puede refinanciar sus vencimientos”. Según Costantini, si la Argentina no arregla su deuda se va a perder una oportunidad, que es la de financiarse a valores muy accesibles. “Hay una cantidad de liquidez enorme en el mundo. Si se arregla la deuda, y se hacen los deberes, podríamos financiarnos a tasas muy bajas. Por eso no me parece muy inteligente patear el tablero y entrar nuevamente en default”.
Dólar
Para el creador de Nordelta el problema parece girar en la credibilidad. Y así lo hace saber todo el tiempo. “Tenemos un problema de credibilidad. Cuando se dieron los resultados de las PASO la bolsa cayó 50% y hubo corridas cambiarias y cepo. Necesitamos ser un país creíble para el exterior”.
Costantini considera algo exagerada la suba del “contado con liquidación” de los últimos días: “Está totalmente sobrevaluado, pero debido a falta de instrumentos creíbles, la gente se refugia en el dólar. La Argentina con este dólar de $120 queda barato y de $60 queda caro, tal vez la realidad sea con un dólar de 80, 85, pero la realidad es dinámica”.
Pero no desconoce que hay un nivel de emisión muy alto y el riesgo que eso conlleva: “La suba del dólar no se justifica con el nivel de precios de hoy. Después se verá cuando empiece a retomar la actividad si el gobierno neutraliza la emisión de pesos y eso no se va al dólar”.
Riqueza
El empresario sería una de las personas alcanzadas por el impuesto a la riqueza que se impulsa desde el oficialismo. Pero, sin embargo, su crítica no apunto a eso sino al sentido del mismo ya que entiende que “no soluciona nada, no cambia la ecuación de la recaudación del Estado» Por otro lado, agregó, el impuesto no llega en el marco de “un programa económico que explique el origen y el uso de los fondos. Por estos días se está pagando bienes personales que tuvo un aumento importante, Todo eso genera un desánimo en los ahorristas. Si sumamos bienes personales, el castigo a los bienes en el exterior de 2,25% crea la sensación de un porcentaje confiscatorio”. Por último se refirió a que el gobierno «manejó bien la crisis desde el punto de vista sanitario” y que ahora, que se está estudiando como abrir la cuarentena, lo que se observa es “nuevamente la debilidad que tenemos un sistema de salud deficitario. Pero en el medio hay un costo económico muy grande”. En este contexto el coleccionista de arte señaló que por un tiempo “vamos a sufrir mucho, tenemos la emergencia sanitaria y económica. No hay tanto grado de libertad, hay que navegar ahí” y que la única forma de poder salir es que la Argentina crezca por arriba del 3%. «Si recuperamos el nivel anterior nos va a ir mal y lo que presenta Guzmán también nos va a ir mal. Necesitamos crecer a una tasa superior al 3% por los niveles de desocupación y pobreza que tiene el país.
(Infobae) Las reservas del Banco Central al límite: las de uso inmediato cayeron a USD 2.500 millones. Ayer la posición bruta informada por el BCRA cerró en USD 43.412 millones, pero muy poco de esa suma puede ser usado para el pago de deudas del Tesoro. La semana financiera termina con la expectativa en torno a la oferta de reestructuración de los vencimientos de la deuda pública bajo legislación extranjera, porque hoy vence el plazo que se fijó el ministro de Economía, Martín Guzmán, para que sea aceptada por los bonistas, aunque a última hora pareció dejar una puerta para extender las negociaciones hasta casi fines de mayo. De ahí la singular volatilidad de los activos financieros que cotizan en simultáneo en la plaza local e internacional, mientras que tanto el tipo de cambio mayorista, para el comercio exterior, como en el blue, llegan con picos nominales históricos, en $67,19 en el primer caso y $122 en el segundo, y los alternativos legales, pero con notable brecha entre los valores de entrada y salida de $118 para el contado con liqui y $116 el dólar Bolsa.Una de las razones que explican semejantes brechas es la contrapartida de la magnitud de desvalorización de los pesos en circulación. La singular caída de las reservas en divisas de libre disponibilidad por parte del Banco Central a menos del 5% del nivel bruto, que la entidad presidida por Miguel Pesce ubicó ayer en USD 43.412 millones, es una primera referencia del deterioro de la capacidad de pago de la deuda pública.
El swap con China, esto es el canje de monedas con ese país, el cual sólo es utilizable para el pago de importaciones de cada uno de los dos países, suman unos USD 20.000 millones Es que a los USD 43.412 millones de reservas brutas al cierre de ayer, hay que deducirle el swap con China, esto es el canje de monedas con ese país, el cual sólo es utilizable para el pago de importaciones de cada uno de los dos países, suman unos USD 20.000 millones. También debe descontarse el swap del Banco de Pagos Internacionales por USD 2.662 millones, según el último dato del balance semanal de la autoridad monetaria; y los encajes en dólares, que corresponden a la diferencia entre el total de depósitos en divisas en el sistema bancario, casi en su totalidad del sector privado, netos de préstamos del sector privado, casi exclusivamente exportadores, que ascienden a unos USD 11.883 millones. Desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 30 de abril los depósitos privados en dólares cayeron de USD 18.082 millones, tras un pico de USD 32.492 millones pre las PASO, a USD 17.757 millones, mientras que los créditos en divisas se redujeron en ese período de USD 10.808 millones (venían de un tope de USD 16.247 millones), a USD 8.313 millones. De este modo, el saldo de reservas para pagos de deuda e intervención en el mercado de cambios se reduce a modestos USD 2.532 millones, muy por debajo de los vencimientos del corriente mes, no sólo del total cercano a USD USD 10.000 millones de capital e intereses, como en abril, sino incluso también de los poco más de USD 3.500 millones del principal de títulos públicos. De ahí la importancia que el conjunto de los economistas del sector privado, local e internacional, como los principales referentes empresarios alienten al Gobierno para cerrar un acuerdo con los bonistas y no caer en un nuevo estadio de cesación de pagos del que se demoró más de 14 años salir. Cabe recordar que el gobierno anterior casi siempre se desempeñó con un mínimo nivel de reservas, puesto que heredó un saldo negativo que muchos analistas en el sector privado estimaban en torno a USD 4.500 millones y terminó el mandato con apenas USD 7.300 millones. Para eso se considera clave, acompañar una eventual flexibilización de la propuesta con la presentación de un plan económico explícito, con consistencia en los planos monetarios, fiscal, cambiario y social, de modo de no únicamente justificar la anhelada sustentabilidad de los vencimientos de la deuda, sino además de poder sentar las bases para el regreso al mercado internacional de capitales después de la baja del pulgar que sufrió el gobierno de Cambiemos en el segundo trimestre de 2018 y que llevó a la búsqueda del auxilio del Fondo Monetario Internacional. En la mirada de los técnicos del Banco Central el escenario de reservas no les parece inquietante, porque en su concepción “esas divisas están principalmente para apuntalar las necesidades de dólares del sector productivo, como son los pagos de importaciones de insumos básicos y máquinas en equipos”, y por tanto el monto de libre disponibilidad se eleva a más de USD 22.000 millones si se agrega el saldo disponible del swap de monedas con el gobierno de China, aun cuando implicaría aceptar como único proveedor a las empresas radicadas en ese país.
(Infobae) El 42% de los acreedores de Buenos Aires recomendó no aceptar el canje y pidió una nueva oferta consensuada. El comité de tenedores de bono ofreció recortar USD 3.300 millones. La propuesta oficial tiene un ahorro de USD 5000 millones sobre un total de USD 7.148 millones en bonos a canjear. El mayor comité de acreedores de la provincia de Buenos Aires, que ya había hecho público su rechazo a la oferta, ahora recomendó al resto de los bonistas tomar el mismo camino, señalando que la propuesta bonaerense no fue de “buena fe” ya que entienden que es ruinosa para los acreedores. El denominado “Steering Committee” realizó un roadshow en donde expuso las razones por las que entiende que no se debe aceptar la propuesta de Buenos Aires, a la que catalogó de no tener buena fe, no contemplar la realidad económica de la provincia, sino de seguir el camino de la Nación. Y también expuso la oferta que el Comité había realizado y que la administración de Axel Kicillof rechazó. La charla estuvo guiada por Gustavo Palazzi de Vr Capital y Carlos Albarracín de Global Capital Markets Group, quienes manifestaron el malestar por la oferta “unilateral”, pero que también se encargaron de explicar que el Comité sigue dispuesto a negociar. Luego de aclarar que la presentación “no constituye una recomendación de inversión ni un asesoramiento jurídico”, se expuso que el grupo que concentra a 39 acreedores de la provincia y que tienen en su poder deuda con legislación extranjera por USD 2900 millones (42% del total a renegociar), “le ofreció un acuerdo” a la Provincia que fue rechazado. La oferta que Kicillof rechazó constaba de un “alivio” en el flujo de pagos de USD 3.300 millones y un período de gracia de 3 años. La provincia “rechazó” la oferta y emitió una de manera “unilateral” en donde el se estima un ahorro de USD 5.000 millones, el no pago durante tres años y una estructura de cupones escalonados a partir de 2023, y un extensión de la vida promedio de la deuda de 4,7 años actual a 13 años. La propuesta en ambos casos es por el canje de los 11 bonos de deuda bajo ley extranjera que suman un total de USD 7.148 millones. “Creemos que la oferta de la Provincia está por debajo de su capacidad de pago y asume pérdidas no razonables a los bonistas», señalaron los interlocutores quienes dijeron que entienden que la provincia “no tiene un problema de solvencia sino de liquidez”. Además, explicaron que la oferta establece una “pérdida no razonable. Quieren pagar USD 130 millones en 2023 y la provincia busca una reducción injustificada en el capital y confiscar los intereses». Luego de señalar que, en la mayoría de los instrumentos que se proponen canjear, las pérdidas van entre un 40% y un 70%, los especialistas se refieron a que la extensión “es demasiado larga”, ya que extiende el pago de capital “en algunos instrumentos hasta 20 años”. “El Comité rechazó la oferta porque la provincia no negoció de buena fe con el único grupo organizado de acreedores; no creemos que sea justo lo que se le plantea a los acreedores que no reciben ingresos hasta el 2023 y 2026 y los ingresos adicionales son muy bajos. Además, no se compensa el interés devengado y no pagado” y, como ya habían dicho, la extensión de plazos “es innecesariamente larga”. Pero uno de los puntos que más llamó la atención de la presentación es que los especialistas explicaron que la oferta de la provincia “traslada riesgo injustamente a los bonistas que acepten”, ya que “no hay condición mínima de aceptación con lo cual la oferta puede quedar abierta o no tener final”. “La Provincia podrá terminar la oferta en cualquier momento. El incumplimiento de pago de los nuevos bonos no tiene cross default” y, en ese contexto, las cláusulas de acción colectiva “pueden no ser activadas”, por que señalan que la cláusula Rufo ofrece una “protección limitada”. Para finalizar, y antes de explicar cómo deberían hacer aquellos bonistas que ya aceptaron entrar al canje para retirarse, los representantes del Comité explicaron que la propuesta de Kicillof tiene que ver con que “la provincia ha seguido los pasos de la República con sus bonistas ignorando la mejor realidad económica” que tiene y volvieron a reclamar que se discuta con los bonistas pero con un marco económico que esté consensuado. “La provincia insistió que solo discutirá con bonistas bajo el marco económico proyectado por la provincia que no ha sido discutido ni negociado de buena fe. Limitar la discusión a este marco no es de buena fe”, agregaron. Finalmente, repitieron que el comité “quiere encontrar una solución viable y está listo para negociar de buena fe cuando la provincia y sus representantes así lo quieran”.
(Cronista) Economía logró canjear Letes por u$s 1836 millones, el máximo autorizado Así lo confiaron fuentes oficiales. Tuvieron que prorratear las ofertas recibidas. El total que estaba en manos privadas llegaba a unos u$s 3500 millones, aunque el objetivo no era canjear todo. Se avanzó en pesificar deuda en dólares. El Ministerio de Economía logró sortear con éxito una operación de deuda hoy: parte de las Letes en dólares, que habían sido reperfiladas en tres oportunidades, fueron canjeadas de manera voluntaria a pesos. El total de la operación, que también incluye el remanente del canje del Bono Dual, fue de u$s 1836 millones, según confió una fuente oficial, el máximo autorizado. El total de Letes que está en manos privadas es de en torno a u$s 3500 millones. “Cualquier resultado que se tenga va a ser bueno; esperamos un buen canje porque si aún 5 de cada 10 deciden la pesificación, va a ser muy positivo”, habían dicho esta mañana fuentes del Ministerio de Economía, que ahora se mostraban satisfechos con el resultado. La participación del sector público en el canje de hoy fue mínima, aseguraron. Según se detalló en un comunicado, en la licitación se recibieron un total de 998 órdenes para la conversión de un total de u$s 2770 millones de valor nominal por una canasta de instrumentos de deuda pública por un total en conjunto de $ 145.838 millones (valor nominal), y se adjudicaron $ 118.365 millones de valor nominal. El Ministerio de Economía lanzó un canje voluntario en busca de dar opciones a los tenedores de Letes en dólares y el remanente del Bono Dual AF20. El combo que ofreció a cambio fueron tres Boncer, en pesos, con vencimientos en 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Las Letes en cuestión ya fueron reperfiladas en tres oportunidades. En tanto, el Gobierno ya ofreció canjes por el Bono Dual en reiteradas ocasiones desde febrero, con lo que espera agotar el remanente. Los que aceptaron canjear Letes o el Bono Dual recibirán una canasta compuesta por tres series de Boncer, que serán reabiertos: – 20% de la canasta será de Boncer 2022, con tasa adicional de 1,2% con vencimiento al 18 de marzo de 2022. – Otro 20% será de Boncer 2023, con tasa adicional de 1,4% con vencimiento al 25 de marzo de 2023. – Y el 60% restante será de Boncer 2024, con tasa adicional de 1,6% con vencimiento al 25 de marzo de 2024.
(Cronista) El Gobierno exigió analizar el impacto de los acuerdos del Mercosur para seguir en la mesa La Cancillería transmitió sus observaciones de las negociaciones abiertas con Corea del Sur, Canadá, Singapur y otros países con vistas a tratados de libre comercio, y se comprometió a continuar la marcha pero modificando el ritmo y agregando salvaguardas. El gobierno argentino precisó durante una reunión de coordinadores nacionales del Mercosur una propuesta a consensuar con Brasil, Paraguay y Uruguay de cara a modificar el esquema con el que se desarrollan las negociaciones de acuerdos de libre comercio con terceros países o bloques económicos, tras haber pateado el tablero semanas atrás al amenazar con dejar las conversaciones por el peligro que estas conllevarían al entramado productivo nacional. La Cancillería presentó un documento de trabajo que incorporó elementos de coincidencia entre las delegaciones de los otros socios de la unión aduanera, que desterró cualquier posibilidad de avance en «distintas velocidades» como sugerían los demás países en caso de que la Argentina ralentizase las discusiones, pero que a la vez exige al gobierno de Alberto Fernández a continuar en la mesa de negociación. La Secretaría de Relaciones Económicas Internacional precisó la opinión oficial del Gobierno respecto de las tratativas abiertas con Canadá, Corea del Sur, Singapur y Líbano; la profundización de acuerdos ya suscriptos con Israel e India, y los nuevos frentes posibles con países de Centroamérica y el Caribe, además de los diálogos exploratorios con Indonesia y Vietnam. La cartera de política exterior definió que cualquier acuerdo debe estar sometido previamente a estudios de impacto en la industria local y asegurar beneficios concretos para los sectores exportadores. Para eso, el canciller Felipe Solá firmó esta semana un acuerdo con el rector de la UBA, Alberto Barbieri, para estimar ventajas y desventajas de cada negociación. La Argentina dejó en claro su rechazo al acuerdo con Corea del Sur tal como está concebido, por considerar que la oferta de acceso al mercado de bienes no se condice con las posibilidades de insertar en ese mercado asiático la producción agrícola debido a que no se negociaron relajaciones en las normas sanitarias y fitosanitarias. El ala económica de la Cancillería presentó sus propuestas. En el caso de Singapur, el Gobierno puso reparos a la posible triangulación y pidió primero mejorar las reglas de origen para luego intercambiar ofertas de bienes. Sobre la negociación con Canadá, la Argentina pidió mayores certezas sobre las reglas de origen y avanzar hacia una negociación de los bienes a rebajar aranceles uno a uno. Al respecto de las conversaciones exploratorias con la India, la Cancillería pidió realizar en cada país un estudio de impacto socio-económico y de momento solo mostró disposición para discutir una mejora de las condiciones en el comercio de servicios. En el Palacio San Martín, sede del ministerio de Relaciones Exteriores, tomaron como «un triunfo» que los socios prestasen atención a los reparos del Gobierno y se aviniesen a reconducir el bloque. Por su parte, el Paraguay, que ejerce la presidencia rotativa del Mercosur, consideró oficialmente que «los socios se comprometieron a seguir desarrollando de manera conjunta las negociaciones externas», mientras que fuentes diplomáticas uruguayas dijeron a El Cronista que «fue una reunión muy productiva» que sirvió para «mantener la unidad del bloque y facilitar la continuidad de las negociaciones» respetando «los ritmos que necesita Argentina sin afectar los de los demás». Las conversaciones continuarán la semana que viene y se espera que entonces los cuatro socios redefinan el ritmo con el que encarar la agenda de relacionamiento externo.
(Ambito) Lo que se dice en las mesas. Alberto, entre ser el héroe de las Termópilas o declarar el 9° default. Cuidado con la maquinita. Por ahora la inflación duerme (mejor no la despierten). En Europa dice que encontraron la vacuna. Los contendientes están velando las armas. Silencio Stampa. Especulaciones y rumores. Lo cierto es que Alberto Fernández ¿querrá que lo recuerden por el 9° default?. Si es así, ingresará a la extensa lista de fracasos económicos de la historia argentina de los últimos 70 años. Uno más. Pero seguro que no le entusiasma que la Historia lo recuerde por cientos de miles de argentinos fallecidos por una pandemia del Siglo 21. A diferencia de lo que se cree en el mercado local e internacional, la vicepresidenta no tercia en la decisión. Ella deja hacer y espera. Mientras, teje su madeja de poder. Así que lo que se verá como resultado final de la reestructuración será Alberto copyright. La gente espera que prime la sensatez, aunque las encuestas digan que no quieren pagar la deuda, y que no haya un nuevo default, porque de ser así el sufrimiento será mayor de lo que quede tras la pandemia. Hoy el único que aporta, como en la perinola del déficit fiscal, es el BCRA, todavía comandado por Miguel Pesce, a quien tras el alejamiento de Vanoli, todos miran por el salto del billete verde. En todos los encuentros virtuales entre analistas, banqueros, gestores, economistas y consultores, la lotería era estimar cuánto va a emitir el BCRA este año. Los números dan escalofríos. Pero como recordaba un legendario conocedor de la historia económica, la emisión a mansalva es un alto riesgo sobre todo en un país como la Argentina, bimonetario. Citó varios ejemplos, incluso de la región. Como Allende en Chile en los ‘70, que comenzó emitiendo al 200% anual con una inflación del 22% y en su último año siguió emitiendo a ese ritmo pero la inflación saltó al 600% anual. Tarde o temprano el exceso de pesos se sentirá. Otro colega advirtió que brechas cambiarias del 70% como las actuales son para momentos de crisis, que anticipan fuertes devaluaciones. El dólar a $120 es desmedido. Pero es el precio de mercado. Aunque sea de un mini-mercado chino. Todo esto obligó a los economistas a rehacer los números del sector externo bajo la niebla espesa del Covid-19 y los datos son inquietantes. Por ahora de inflación todos hablan poco. Hasta el segundo semestre, donde se verá, si todo sale bien con la cuarentena, adónde irán los pesos que sobren. En medio del “tole-tole” del canje y la pandemia, en un zoom bioceánico un gestor europeo comentó que podrían haber encontrado la vacuna. Claro, se refería a un antivirus financiero, que para sorpresa de los participantes del otro lado del Atlántico, no eran sino los bonos catástrofe. Estos bonos, 100% colateralizados cuyo cupón y devolución del principal depende de que no ocurra un desastre natural de una tipología y magnitud concretas y predefinidas, ofrecen en la actualidad cupones de entre el 7% y el 8%, y hay bancos privados que ya los están introduciendo en las carteras de sus clientes a través de fondos. Se los utiliza como herramienta para descorrelacionarse con los mercados. Estos bonos “cat bonds” se comenzaron a emitir a medidos de los ‘90, recordó un viejo hombre del mercado criollo con historia en Wall Street, justo después del huracán Andrew (1992), considerado uno de los fenómenos naturales más desastrosos de la historia de EE.UU. (dejó tras de sí pérdidas económicas de más de u$s26.000 millones y provocó la bancarrota de algunas aseguradoras). La rentabilidad de los bonos catástrofe no depende de la evolución de las tasas de interés ni de la solvencia de las compañías, solo de que no se produzcan catástrofes naturales como huracanes, terremotos o inundaciones. A favor tienen una baja volatilidad y sus vencimientos son solamente de medio plazo, entre tres y cinco años. Las compañías aseguradoras los emiten porque así trasladan al mercado una parte de su riesgo, y los suelen comprar fondos de inversión, planes de pensiones o hedge funds.Durante desastres como el huracán Katrina (2005), los bonos catástrofe suelen tener caídas del 10% en promedio, pero luego se recuperan muy rápido. Para minimizar los riesgo en cartera, el experto aconsejó “vacunarse” teniendo muchos de estos bonos diversificados por tipologías y áreas geográficas, lo que en la práctica significa comprar un fondo de inversión especializado en “cat bonds”. Es más, el Banco Mundial había emitido hace años bonos que el rendimiento estaba vinculado a la aparición de un pandemia o no. El Covid-19 le pegó duro al estratega del organismo internacional.
INTERNACIONAL
(Investing) ¿Pueden acostumbrarse los mercados al ‘juego’ de EE.UU. y China?. Como venimos diciendo estos días, Estados Unidos y China dan una de cal y otra de arena a los inversores. Hoy toca buenas noticias, tras la conferencia telefónica de ayer entre el viceprimer ministro de china, Liu He, con el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, y con el representante comercial de EE.UU., Lighthizer, para hablar sobre los avances que se han producido en la implementación de la Fase 1 del acuerdo comercial firmado por ambos países en diciembre. “Mucho se ha venido escribiendo en los últimos días sobre el deterioro de las relaciones entre EE.UU. y China como consecuencia de la falta de transparencia del gobierno del país asiático en la gestión inicial de la epidemia del coronavirus, algo que se temía, y creemos que no hay que descartar del todo, que podría terminar afectando de forma negativa a las relaciones comerciales entre ambas potencias”, explican en Link Securities. “Sin embargo, y según se ha filtrado, en la conversación de ayer las dos partes se mostraron satisfechas con relación a los progresos del acuerdo, noticia que en el corto plazo debe servir para moderar las dudas y temores que al respecto estaban alimentando los inversores”, añaden estos expertos. Además de llevar a cabo el acuerdo en términos de comercio, en esta llamada ambos gigantes “también acordaron colaborar en temas de salud pública y economía. Aseguran que ambos gobiernos están estableciendo la infraestructura necesaria para que dicho acuerdo sea un éxito a pesar de la situación actual de emergencia sanitaria”, añaden en Renta 4 (MC:RTA4). “También está siendo muy positivamente considerado el hecho de que los chinos han tomado medidas importantes para abrir sus mercados financieros a los extranjeros”, añade José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets. “Se disipan de momento los temores que el mercado tenía a la guerra comercial por las últimas declaraciones agresivas de Trump. De momento. Si recuerdan los últimos tramos de guerra comercial que hemos tenido en los últimos tiempos, estas idas y venidas son clásicas. Ahora todo parece tranquilo de nuevo, y de repente Trump suelta una coz y volvemos al enredo. Pero hoy la noticia es claramente positiva y quita muchos temores”, concluye este experto. De momento, las alzas de Wall Street (que aplaudieron el acercamiento entre EE.UU.-China por encima del mal dato de subsidios) no están siendo demasiado correspondidas por los mercados europeos, muy pendientes también de datos macro que vamos conociendo, por ejemplo en Alemania.
(Investing) Es el día del informe de empleo no agrícola, y el Gobierno acaba de confirmar que la economía perdió 20,5 millones de empleos en el primer mes completo de confinamientos provocados por el coronavirus. El mercado ya tiene en cuenta la perspectiva de unos tipos de interés negativos de la Fed de cara al año que viene, mientras que los equipos comerciales de Estados Unidos y China han generado cierta positividad en el entorno, aunque poco más, con su conservación telefónica de este viernes. Aquí tenemos las cinco cuestiones principales de las que hay estar pendientes este viernes, 8 de mayo, en los mercados financieros.(Investing) Aquí llega el peor informe de empleo de la historia La Oficina de Estadísticas Laborales va a presentar el primer informe mensual de empleo que muestra el impacto total de los confinamientos impuestos en respuesta a la pandemia del coronavirus. La economía estadounidense destruyó 20,5 millones de puestos de trabajo no agrícola en el mes hasta mediados de abril, frente a los 22 millones que esperaba el consenso. Las cifras se han publicado, como de costumbre, a las 09:30 horas (CET). La extraña naturaleza de la pandemia augura que el informe arrojará algunas cifras extrañas: los analistas señalan que la remuneración media podría haber aumentado, lo que refleja el hecho de que las pérdidas de empleo se han concentrado entre los trabajadores más vulnerables y con salarios más bajos. La tasa de desempleo, por su parte, se verá distorsionada por el número incierto de personas que se cree que han dejado temporalmente la fuerza laboral de la nación al ni siquiera buscar un nuevo empleo.
(Investing) Los negociadores comerciales de EE.UU. y China, relajan un poco la tensión Los negociadores comerciales de Estados Unidos y China se comprometieron a cumplir la «fase 1» del acuerdo entre ambos países en enero, poniendo en suspenso los temores de una nueva guerra comercial. El presidente Donald Trump había amenazado a principios de esta semana con abandonar el acuerdo si China, cuya propia economía se ha contraído bruscamente debido a la pandemia, no compraba los volúmenes prometidos de productos estadounidenses. Ambos países se han prometido a mejorar la cooperación económica y de salud pública y crear un entorno favorable para la aplicación del acuerdo, ha dicho la agencia estatal china de noticias Xinhua. Ninguna de las dos economías está bien posicionada para absorber la reimposición de aranceles que asfixiarían la actividad en China e impulsarían los precios finales para los consumidores estadounidenses.
(Investing) Las acciones de Uber (NYSE:UBER) suben; Khosroshahi promete beneficios, otra vez Las acciones de Uber (NYSE:UBER) se disparan bruscamente tras el cierre después de que el director ejecutivo, Dara Khosroshahi, prometiera más recortes de los costes este año para contener las pérdidas, al tiempo que tranquilizaba a los inversores —una vez más— asegurando que la compañía registraría un beneficio operativo el año que viene. Las pérdidas del primer trimestre se han ampliado bruscamente hasta un total de 2.940 millones de dólares, ya que la compañía de viajes compartidos ha registrado una serie de inversiones con pérdidas. El punto culminante de la presentación de resultados fue el aumento del 52% de los ingresos del negocio de Uber Eats, aunque no se han dado detalles sobre si eso hace dinero.