LO QUE TENES QUE SABER Y MÁS (14/02/2022)

DAILY

RIESGO PAÍS (14/02/2022)1786
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DÓLAR

Especie Último % Dia % Mes % Año 
MAYORISTA-100,0
OFICIAL111,250,93,3
SOLIDARIO183,560,93,3
MEP207,02-3,64,7
MEP GD30207,59-2,85,3
CCL216,21-11,67,0
CCL GD30216,21-3,06,4
CCL CEDEAR215,83-3,26,4

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Los Activos del Momento (Julio): CEDEARs y Dollar Linked (30/06/2021)

LOCAL

(AMBITO) Mensaje (final) desde Washington: EE.UU. no aprobará una reducción de tasas ante el FMI
Argentina mantenía aún prudentes expectativas. Quedaría ahora sólo la posibilidad de incluir como cláusula que, si en el futuro hay una mejora en los intereses, se le aplique también al país.

Con algo de resignación, el Gobierno argentino parece ya saber cuál será el precio final por la falta de apoyo total desde Washington. Aunque Martín Guzmán insistirá hasta último momento, aún después de firmado el Facilidades Extendidas “reloaded” que se cierra en sus conceptos técnicos en estos días; es ya casi un utopía que éste cuente con una reducción sustancial en las tasas de interés.

El ministerio de Economía estuvo muy cerca durante las negociaciones que dentro de unas horas cumplirán dos años consecutivas, de lograr que de los 4,05% de intereses que se cobran para los países complejos (Argentina es el que menos escapa a esta definición); se reduzca a 1,05%, el nivel más austero que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI). Guzmán había casi convencido a la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva y a la mayoría de los países europeos. Sin embargo, en el momento de votar en el board, y como se trata de una modificación al estatuto oficial del FMI, sin la aprobación de los Estados Unidos, la reducción es imposible.

La estrategia de Guzmán era la de cerrar el apoyo en todo el globo, para dejar la embestida final ante ese país para último momento. La idea se desarrollaba prolijamente y con cierta efectividad. Sin embargo, las cuestiones políticas que llovieron desde noviembre del año pasado a febrero en las relaciones con el gobierno de Joe Biden; complicaron el reclamo. Hasta haber recibido el fin de semana el gobierno argentino, desde la propia sede del organismo, el mensaje sobre la imposibilidad siquiera que el tema pueda ser incluido en el debate en el board. En síntesis, la posibilidad de reducir los sobrecostos, no estaría en el momento de la votación final del acuerdo, al no haber garantías (más bien rechazo) del apoyo de los Estados Unidos; que con sus casi 17% de las acciones del Fondo, y ante la necesidad de contar con un aval del 85%, determina qué pasa y qué no por fuera de las normas del organismo en el momento de votar a favor o en contra un acuerdo con cualquier país del globo.

Guzmán negoció con expectativas hasta la segunda quincena de enero de este año la posibilidad de una reducción de las tasas de interés. A fines del año pasado, en una entrevista con el diario español El País, el ministro había dicho que “la Argentina está lista para avanzar, pero aún falta trabajo de comprensión por parte de la comunidad internacional. Ha ido creciendo la recepción de buena parte, se ha ido construyendo un apoyo de buena parte de la comunidad internacional”. Sabiendo el alcance del medio, lo que buscaba con la declaración era que los países de los que depende la votación en el board, tuvieran en cuenta lo que se reclamaba desde Buenos Aires. Se especulaba en Economía que, al menos hasta esos momentos, una llamada directa de Alberto Fernández con Biden, o una buena relación final con EE.UU., podría destrabar la situación y superar el país el 85% necesario del board y llegar casi al 90% de los votos. Sólo quedaría en duda lo que harían Japón (6% de los votos), los países nórdicos (3,43%) y otros estados europeos, en general y tradicionalmente reacios a apoyar al país (tampoco lo hacían en tiempos de Mauricio Macri). La visita del canciller Santiago Cafiero a Washington para ver a su par Anthony Blinken del 18 de enero pasado, reactivó las expectativas. Sin embargo, los ruidos de las últimas semanas, desactivaron las expectativas; hasta recibirse desde Wasington la última certeza sobre cómo es la realidad.

La expectativa que le queda a Guzmán, es que el tema quede explícito en el texto del acuerdo final. Más específicamente, que en algún articulado se indique que si en el futuro el FMI decide cambiar sus políticas de tasas de interés, Argentina resulte inmediatamente beneficiada y se le aplique la misma contracción al Facilidades Extendidas vigente. O que se pueda abrir la negociación para su cambio por un plan nuevo. Esto es lo que se negocia por estas horas. Y podría haber noticias favorables, ya que Georgieva estaría de acuerdo. pero no mucho más.

(AMBITO) La fuga de divisas sumó u$s518 millones en 2021 (la más baja desde 2013)
Nuevamente en boga, la salida o “fuga” de capitales ocupa parte del escenario económico y político en medio de la negociación con el FMI. El año pasado, con supercepo, hubo cierto drenaje.

(AMBITO) Tasas: Economía ya paga TEA del 52% y BCRA evalúa una nueva alza
En la última licitación, las Ledes del Tesoro subieron entre 2 y 3 puntos. El Central define si mueve sus tasas tras la publicación del IPC de enero. Hoy las Leliq rinden algo más del 48% efectivo anual.

Pese a que aún se negocia la letra chica en varios puntos claves, el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional anunciado por Martín Guzmán incluyó la definición de avanzar de forma gradual hacia un esquema de tasas de interés reales positivas. Es decir, que se ubiquen por encima de la suba de precios esperada, como parte de una apuesta más amplia para intentar reducir las presiones sobre el dólar y el costo de vida. El jueves pasado, en la primera licitación de enero, el Ministerio de Economía dio un paso en esa dirección y convalidó el alza de entre 2 y 3 puntos en los rendimientos que pidió el mercado ante la expectativa de que el Banco Central mueva sus tasas esta semana. Por estas horas, la entidad que preside Miguel Pesce analiza si avanza en el mismo sentido luego de que el INDEC publique este martes el dato de inflación de enero.

Dos semanas atrás, en una entrevista con Ámbito, Pesce adelantó que analizaba un nuevo movimiento de las tasas de interés que regula el BCRA. “Estamos esperando ver qué es lo que va a terminar resultando con la inflación de enero”, dijo. El IPC de enero, estiman las consultoras y los funcionarios, volvió a rondar el 4%. Eso generó la expectativa en el mercado de que, en su próxima reunión de directorio, prevista para este jueves, se concrete un alza de los rendimientos. Fuentes oficiales evitaron confirmar definiciones sobre el incremento en estudio.

En la primera semana del año, antes del anuncio del principio de acuerdo con el Fondo, el Central subió 2 puntos la tasa nominal anual de las Leliq a 28 días (que es la referencia del sistema financiero) hasta ubicarla en el 40%. Fue el primer movimiento desde noviembre de 2020. Buscó alinear el tipo de interés con el nuevo ritmo de depreciación, que también comenzó a acercarse gradualmente a la dinámica inflacionaria luego de operar como ancla durante 2021. También elevó el piso del rendimiento para los plazos fijos en pesos y rediseñó el esquema de instrumentos de política monetaria, que apunta a que termine de reordenarse este mes.

Entonces, la Tasa Efectiva Anual (TEA) que cobran los bancos por las Leliq a 28 días que les coloca el BCRA para absorber liquidez pasó a ubicarse en el 48,3%. Las nuevas Leliq a 183 días rinden 48,9% efectivo anual. Este nivel es aún inferior a las expectativas de inflación del mercado para 2022 (55% según el último relevamiento de la entidad), aunque muy cercano al 49-50% de TEA que pagaron durante enero las letras a tasa fija del Tesoro.

La intención del equipo económico es mantener un gap a favor de estas últimas para estimular a los bancos y otros inversores a participar de las licitaciones de la Secretaría de Finanzas, con el objetivo de incrementar el financiamiento neto del fisco en el mercado y reducir la asistencia monetaria desde el 3,7% del PBI en 2021 al 1% en 2022, como plantea la exigente meta acordada con el Fondo.

En ese marco, fuentes de Economía le dijeron a este diario que en la primera colocación de deuda en pesos de febrero el mercado se adelantó a la posibilidad de que el BCRA suba sus tasas esta semana y reclamó una suba de entre 2 y 3 puntos en los rendimientos del Tesoro. Finanzas la convalidó y obtuvo un fondeo neto de $87.463 millones. En esa licitación, las Ledes a mayo y julio pagaron 52,6% y 52% de TEA, respectivamente, alrededor de 4 puntos por encima de las Leliq.

Un informe de la consultora Equilibra, en el que estimó que Finanzas precisa conseguir nuevo endeudamiento en pesos por 1,8% del PBI ($1,2 billones) para cumplir la meta de emitir sólo 1% del PBI en 2022, explicó la importancia de sostener un diferencial de tasas. Señaló que la principal estrategia para lograrlo “será la de inducir a los bancos a migrar desde Leliq del BCRA a bonos del Tesoro”. Desde el año pasado, las entidades financieras pueden reemplazar Leliq integradas como encajes por títulos públicos de más de 120 días de duración. “Si bien esta migración implicaría emisión monetaria ‘indirecta’ del BCRA para financiar al Tesoro (por el desarme de Leliq), serviría para desinflar el costo cuasi-fiscal asociado al aumento de las tasas”, aclaró el reporte.

“Los bancos todavía tienen encajes en Leliq por unos $550.000 millones, que podrían pasar a financiar al Tesoro”, señaló Equilibra, aunque planteó que la duda es si el gap de tasas actual es un estímulo suficiente para cambiar “riesgo BCRA” por “riesgo Tesoro”. Y agregó: “Esto nos hace pensar que en las próximas licitaciones el Tesoro debería seguir incrementando progresivamente la tasa que paga por sus Ledes, al menos hasta un terreno en torno del 54%/55%”.

(AMBITO) Ni el Gobierno, ni el FMI: de quién dependerá el próximo valor del dólar blue
En medio de las discusiones con el FMI aún queda definir lo más importante: la pregunta por la brecha cambiaria está a la orden del día, y la respuesta en el corto plazo, la que hace referencia al dólar financiero, la tienen dos personajes, dos entidades.

Parece contraintuitivo pero no lo es. ¿De quién depende el futuro de la cotización del blue? ¿Qué clase de señales se están enviando bajo la línea? En medio de las discusiones con el FMI -promedia la negociación con Kristalina Gerogieva y aún queda definir lo más importante- la pregunta por la brecha cambiaria está a la orden del día, y la respuesta en el corto plazo, la que hace referencia al dólar financiero, la tienen dos personajes, dos entidades, que resultan extraños al devenir doméstico. Como se verá más adelante, la cuestión es generosa en materia técnica pero no tanto.

Del seguimiento pormenorizado de lo que hagan estos gigantes depende en gran medida una de las cuestiones centrales de la economía. ¿Se habló de ellos con el FMI? Es probable. ¿Están conformes con las primeras definiciones del acuerdo? Probablemente no. Eso sí: existe un patrón de comportamiento que permite avizorar que la cotización de los dólares financieros, que sirven de guía al dólar blue, se mantendrán en niveles elevados, siempre guardando una referencia con la cotización oficial. Al menor por el corto plazo. Y también el mediano.

Huelga tener presente una referencia no menor: numerosos analistas de la economía argentina auguran que, de reducirse la brecha cambiaria que separa la cotización oficial de la financiera, hoy en torno al 105%, los incentivos para bajar la inflación serían más efectivos, un argumento poderoso que el Gobierno no debiera desestimar.

A riesgo de un enfoque reduccionista, el Gobierno mantiene una larga conversación por este tema con dos fondos. Son los megainversores Templeton y Pimco, los fondos más grandes del planeta. Sin una precisión acabada, se supone que entre ambos atesoran unos u$s 3500 M, si se toma en cuenta distintas estimaciones, si bien tenían tenencias en bonos de unos u$S 10.000 M a comienzos de 2020. Son fondos que habían realizado fuertes inversiones de compra de deuda en pesos apalancados en el entusiasmo de emisión de deuda de la gestión del ex presidente Macri y en las altas tasas de interés en los años 2016 y 2017.

Atrapados sin salida
Como es sabido, con las fuertes devaluaciones de mediados de 2018 en adelante a las que recurrían los funcionarios de Cambiemos, estos fondos vieron como una parte de sus inversiones se perdía irremediablemente con la caída en la cotización de los bonos en pesos y las dificultades para volver a dolarizarse. Esas dificultades se volvieron verdaderas trabas desde 2019, ya que el gobierno de Alberto Fernández comprendió que no había forma de mantener sin restricciones la brutal dolarización (fuga) que había tenido lugar. Tan importante se volvieron las trabas en el mercado de capitales que fue el propio ministro Guzmán el que hace algunos meses les ofreció un “escape” a los fondos para que pudiesen vender sus bonos en pesos y “recuperar” u$S 1500 M sin presionar la ventanilla de los dólares financieros del MEP y CCL.

Sin embargo, el registro más importante lo ofrece una fuente que forma parte de las negociaciones con el FMI. Sostiene que “para definir el futuro de la brecha cambiaria, lo más relevante es lo que harán los fondos que tienen bonos y que han quedado atrapados con sus inversiones en pesos”. Según la fuente, esos fondos “quieren salir” pero esperan que el Gobierno les ofrezca algún mecanismo para no “tironear” la cotización del CCL, hoy en $216. Señala que las últimas experiencias han generado una suba, ya que suelen vender títulos y comprar los mismos bonos en el exterior, lo que resulta en una suba del CCL que suele arrastrar al MEP y al blue. Esa fuente agrega una información importante: señala que cada vez que la brecha comienza a achicarse, los fondos “aprovechan” ese comportamiento para hacer sus operaciones de salida, con la consecuente suba. Así, mantienen un piso alto y por ende, una brecha bastante rígida.

Como se dijo, el dólar (CCL) -operado con el bono GD30- terminó el viernes en los $216,21, por lo cual acumuló un retroceso de 2% (-$4,03) en la semana y un recorte de 6,5% (-$14,94) desde que el Gobierno anunció el entendimiento con el FMI. Por su parte, el dólar MEP se hundió 2,2% (-$4,64) en los últimos siete días hasta los $207,59, a la vez que mostró un declive de 7,2% (-$16,16) desde el principio de acuerdo con el organismo multilateral de crédito. Desde los anuncios del presidente y el ministro de aquel viernes 27 de enero, las brechas con el oficial se contrajeron casi 17 puntos hasta el 103,7% en caso del CCL, y 18 puntos hasta el 95,6% en el caso del MEP. El blue cerró en $215,5.

La historia se repite
Atrás parece haber quedado también la intervención del BCRA y CNV en la cotización del CCL, que se utilizó para administrar esa salida. Muchos recuerdan que hace unos meses, con un acceso a los dólares muy restringido, el BCRA intervenía en el CCL vendiendo bonos, lo que había generado una diferencia entre el valor del billete en el mercado de contado con liquidación “oficial” y el contado con liqui libre de regulaciones, que se negociaba entre privados en el segmento conocido como SENEBI (segmento de negociación bilateral). Ese sistema también fue desarticulado.

Cae de maduro que esta problemática se encuentra en las conversaciones entre el Gobierno y el FMI. Y que, por ahora, el FMI no ha habilitado mecanismo alguno para dolarizar gran parte de las tenencias mediante un canje de los títulos en pesos en su cartera por bonos en dólares, tal como hizo Guzmán en su momento. Se estaría cambiando deuda en pesos por deuda en dólares, algo que probablemente, una parte del Frente de Todos no vería con buenos ojos.

(AMBITO) Congreso empieza a olvidar las sesiones extraordinarias mientras sigue puja por el FMI
Las idas y vueltas del Gobierno durante enero, la abultada e imposible agenda de temas para analizar y la renuncia de Máximo Kirchner como jefe del Frente de Todos en Diputados dinamitaron el clima legislativo y se busca reanudación real con las ordinarias, que arrancan en marzo. Nuevo guiño UCR.

El Congreso se apresta a despedirse de las sesiones extraordinarias convocadas por Alberto Fernández con casi nula actividad, en medio de los tironeos por la negociación con el Fondo Moneario Internacional (FMI) y la espera de un acuerdo final para el mes próximo, es decir, para las sesiones ordinarias que dará por abiertas el Presidente del 1 de marzo.

Desde el Congreso atribuyen la baja actividad a tres factores: las constantes idas y vueltas del Gobierno durante enero, llena de múltiples operaciones sobre las sesiones extraordinarias; la abultada agenda de temas a analizar, que de antemano se calificaba de imposible cumplimiento; y, sobre todo, la renuncia de Máximo Kirchner como jefe del Frente de Todos en Diputados, que dinamitó el incipiente entendimiento entre oficialismo y oposición tras el entendimiento del Gobierno con el FMI.

En la Cámara baja intentarán, tras varios intentos fallidos, hacer una reunión de los jefes de bloque con el titular del Cuerpo, Sergio Massa, para definir la repartija de las comisiones. Algo parecido promete bajo un silencio atroz el Senado, que preside Cristina de Kirchner.

Mientras se especula sobre a qué Cámara del Congreso se enviará el eventual acuerdo con el FMI -algunos funcionarios apuestan al Senado, para que la titular de la Cámara alta sea la encargada de definir el escenario luego del portazo de Máximo-, el nuevo jefe del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, señaló en las últimas horas que la negociación por la deuda con la entidad que maneja Kristalina Georgieva “permite la ventana de tiempo que necesita la Argentina para consolidar el proceso de recuperación económica que se viene experimentando en muchos lugares del país”.

Luego, Martínez explicó que, en su nueva tarea, no sólo apuntará a que “las iniciativas del Poder Ejecutivo tengan mayor respaldo”, sino también “vincular la iniciativa parlamentaria con los ejes principales de la acción de Gobierno, para que seamos nosotros los que podamos aportar ideas, proyectos, miradas al accionar de nuestro Gobierno”.

En otro tramo de varias declaraciones radiales realizadas ayer, Martínez manifestó que “todo el mundo va a saber qué es lo que estamos votando”, aunque recordó que “aún hay instancias técnicas con el FMI que las tenemos que contemplar” y no están definidas.

Por último, consideró que “va a ser un debate histórico” porque “nunca se dio que el Congreso argentino tenga que formar parte de una decisión acerca de un endeudamiento como el que se tomó en 2018 y se está renegociando ahora”.

Desde la UCR, el legislador y exministro macrista Ricardo Buryaile expresó: “Vamos a dar quórum para que se trate el acuerdo con el FMI en Diputados pero nos gustaría ver la letra chica del entendimiento”.

Alerta
La iniciativa más importante a debatir en las extraordinarias es una nueva integración del Consejo de la Magistratura, clave en el funcionamiento de la Justicia, después del fallo de la Corte Suprema que pidió definiciones y puso un plazo hasta mitad de abril próximo.

A inicios de diciembre pasado, el Gobierno envió al Senado una ley sobre el Consejo para llevar la conformación a 17 miembros. Para ello, se sumarían dos abogados, un juez y un miembro del ámbito académico y científico a los distintos estamentos con que hoy cuenta la institución, e incorpora la perspectiva de género.

La oposición aprovechó los espacios que regaló el Gobierno y presentó varios proyectos para reorganizar dicho organismo, y en los próximos días unirá todos los textos en uno solo. Será clave la titularidad del Consejo en manos de la Corte Suprema, algo que el Gobierno rechaza tanto en su proyecto como en sus declaraciones.

(AMBITO) Pese a la sequía, analistas esperan para este año un superávit comercial cercano al de 2021
Se redujo la proyección para esta cosecha, pero la soja a casi u$s600 compensará buena parte de la merma. Algunos economistas esperan que el balance de bienes se sostenga en la zona de u$s14.000 millones; otros lo ven algo más abajo.

El precio internacional de las commodities, específicamente de la soja, se disparó en lo que va del año y ya roza los u$s600 la tonelada. En principio este aumento en la cotización podría compensar buena parte del impacto que tendrá la sequía en el volumen de la cosecha y, por ende, en el ingreso de divisas en 2022.

Con esas y otras variables sobre la mesa, analistas consultados Ámbito señalaron que esperan un saldo comercial no se resienta significativamente con respecto al de 2021, cuando alcanzó los u$s14.750 millones. Algunos de ellos esperan un balance algo inferior, aunque cercano a esa cifra, lo que implicaría una buena noticia para un Gobierno ávido de divisas para sostener la recuperación y cumplir con la meta de acumulación de u$s5.000 millones de reservas acordad con el Fondo Monetario Internacional.

Martín Kalos, director de la consultora EPyCA, sostuvo que, a pesar de que la sequía reducirá la cantidad exportable de commodities, “la suba de los precios internacionales va a compensar la caída la producción por lo que, vamos a estar parejos en comparación al año pasado en término de ingresos por exportaciones”. Pero advirtió que el aumento de los precios “llevará a tener un mayor gasto en la importación de energía; esto no sólo afectará a los subsidios energéticos, sino que también a la balanza comercial”. Y agregó: “Lo más probable es que el eje del superávit comercial se sostenga en los mismos niveles del año pasado. Va a rondar los u$s14.000 millones”.

Coincidió en el análisis Martín Carro, integrante del observatorio de políticas públicas de la UNDAV: “El ingreso por exportaciones va a ser similar al del año pasado ya que la suba del precio de la soja contrarrestará el impacto de la sequía. En relación a las importaciones, hay que tener en cuenta que el crecimiento estimado para este año es entre 3% y 4%, por lo que las importaciones no deberían crecer demasiado en términos generales”. Y añadió que las nuevas restricciones serán transitorias.

“A pesar de que considero que el saldo comercial va a ser similar al del año pasado, quizá sea un poco menor por el propio crecimiento del país. Por otro lado, el saldo de la cuenta corriente, sobre todo teniendo en cuenta los servicios, va a ser menor al del año pasado ya que Argentina es deficitaria en el comercio de servicios y durante el 2021 acumuló un saldo negativo de alrededor de u$s3.000 millones. Si bien hay una mayor apertura, el turismo receptivo no se ve reflejado en dólares en el Banco Central por las dificultades cambiarias”.

Sequía y exportaciones

Algunas consultoras sí esperan un impacto mayor de la sequía en las exportaciones. Eco Go estima ventas agroindustriales por u$s33.000 millones, casi 13% menos que en 2021. Lucio Garay Méndez, economista de la firma de Marina Dal Poggetto, remarcó que dos meses atrás, sin en el efecto precios ni el efecto cantidades, las exportaciones agroindustriales se encaminaban a u$s34.000 millones, 8% menos que el año pasado.

“Hasta el día de hoy el efecto sequía nos reduce la cantidad en 17% (equivalente a unos 18 millones de toneladas menos, siempre comparando contra 2021). Sin embargo, en lo que va del año el precio de la soja subió casi u$s100. Hace dos meses proyectábamos una caída en los precios del 16% interanual y ahora solo del 3%. En el balance, ambos efectos contrapuestos cambian nuestras proyecciones, pero sobre todo la caída en las cantidades por la sequía es la que termina prevaleciendo. Hoy nuestra estimación de exportaciones agroindustriales es de u$s33.000 millones, casi 13% menos que en 2021”, detalló.

La Bolsa de Comercio de Rosario encendió algunas luces amarillas. Estimó que en la campaña 2021/2022 la cosecha de soja alcanzaría los 40,5 millones de toneladas, 10% menos que la cosecha previa. “Si bien dicho volumen implicó una mejora de 500.000 toneladas frente a la proyección de enero, lo que suceda en las próximas semanas será determinante en tanto el cultivo atraviesa su fase crítica. Sin embargo, los pronósticos indican al menos dos semanas de sequías para buena parte de la región centro, generando incertidumbre sobre los resultados productivos que se obtendrán en este ciclo”.

(INFOBAE) El año arrancó con una inflación cercana al 4% y el Banco Central decide si sube la tasa de interés, en medio de la negociación con el FMI
El Gobierno y las consultoras estiman que enero tuvo una IPC similar a la de diciembre, que fue de 3,8 por ciento. De qué manera los índices de precios forman parte del acuerdo con el Fondo Monetario

En las próximas horas el Gobierno dará a conocer el índice de inflación de enero, un dato que marcará el inicio del sendero de suba de precios de este año tras el 50,9% que registró el 2021 de punta a punta. Será, además, un elemento que podría condicionar una nueva suba de tasas de interés del Banco Central, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

Sucede que la inflación, además de ser una cuestión decisiva en el devenir de la macroeconomía y de los bolsillos de los hogares, también forma parte de la discusión con el organismo financiero con el que el Gobierno busca cerrar en los próximos días un acuerdo técnico definitivo y la puesta en marcha de un nuevo programa que refinancie el préstamo Stand By de 2018.

El IPC de enero será un elemento que podría condicionar una nueva suba de tasas de interés del Banco Central, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional
Hubo una debate extenso entre los funcionarios argentinos y los del FMI respecto a qué definición encontraban en común para explicar la persistencia de la inflación en la economía argentina. El Gobierno incluso celebró como un logro que el Fondo haya admitido la explicación de “multicausalidad” que sostuvo Martín Guzmán, donde se suman factores fiscales, monetarios, de expectativas y de balanza comercial.

La suba de precios tendrá algunos parámetros específicos en el paquete de políticas económicas que el Poder Ejecutivo y el Fondo Monetario pero en la Casa Rosada aseguran que existirá una hoja de ruta que actúe como las metas de inflación fallidas durante el mandato macrista. De todas formas, habrá rangos de precios con los que los técnicos puedan hacer las proyecciones para cada año. En el caso de 2022, estiman fuentes cercanas a la negociación, se discute un arco de entre 40 y 50 por ciento.

La suba de tasas de interés es otra de los elementos que componen el “corazón” del programa de políticas clave anunciado el pasado 28 de enero. Tendrá en consideración, según adelantaron desde el Ministerio de Economía, a los plazos fijos y a los bonos del Tesoro. Esos activos en pesos deberán tener rendimientos positivos frente a la suba de precios para incentivar el ahorro en moneda local. El IPC de enero es, además, un dato que espera el BCRA que conduce Miguel Pesce para determinar si habrá esta semana un nuevo ajuste en la tasa de referencia, de las Leliq.

El Banco Central ya aumentó en dos puntos la tasa de interés, del 38% al 40% y descongeló así la tasa de interés en pesos tras un año sin cambios. Además, también subió la posición de plazo fijo para los ahorristas en orden del 39% anual.

La inflación que viene: qué esperan las consultoras

Para la consultora LCG, “la última semana del mes cerró con una inflación semanal del 1%. Aunque desaceleró medio punto porcentual contra la semana anterior, se sostiene en niveles elevados, prácticamente por encima del 1% en las cuatro semanas del mes. Así, enero cierra con una inflación promedio de 3,9%, pero de 4,6% medida punta contra punta, 2,1 puntos por encima del acumulado en diciembre. La proporción de productos con aumentos se redujo a 16% (desde 27% en la semana previa) pero todavía resulta alto en términos del promedio del último año (14%)”, consideraron en su último informe.

Eco Go, por ejemplo, ubicó a la suba de precios en torno del 3,8 por ciento. La consultora Equilibra estimó una suba de precios cercana a 4% en el primer mes del año, número similar a Analytica. Ecolatina estimó un 3,5% mientras que Orlando Ferreres tuvo un 3,6% en sus registros.

La suba de tasas de interés es otra de los elementos que componen el “corazón” del programa de políticas clave anunciado el pasado 28 de enero. Tendrá en consideración, según adelantaron desde el Ministerio de Economía, a los plazos fijos y a los bonos del Tesoro
El relevamiento de precios del primer mes del año que realizó Consumidores Libres arrojó un aumento de 5 por ciento. Las frutas y verduras subieron 20,90 por ciento, la carne tuvo un incremento del 1,95 por ciento y los productos de almacén aumentaron un 1,89 por ciento.

Por su parte, Focus Market, estimó un alza de 4,5% en alimentos, mientras que para los rubros de indumentaria, calzado, vivienda y salud prevé una suba por encima del 4 por ciento. Por el lado de la consultora Libertad y Progreso, el cálculo de la inflación de enero se ubicó en el orden del 4 por ciento.

Este fin de semana el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti sostuvo que la inflación de enero será similar a la de ese mismo mes del año pasado, cuando marcó un 4%, y estimó que este año el acuerdo con el FMI podría funcionar como “ancla antiinflacionaria” por lo que la suba de precios a lo largo de 2022 podría “no ser peor” que el 50,9% con que finalizó el 2021.

A fines de diciembre del año pasado, antes de los últimos saltos cambiarios y el acuerdo con el FMI, los analistas de mercado proyectaban que la inflación minorista para 2022 se ubicará en 54,8% interanual, 2,7 puntos porcentuales superior a la encuesta de un mes atrás. Los datos surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central entre consultoras, bancos y fondos de inversión.

En una medición similar que hace LatinFocus, respecto a la suba de precios las consultoras involucradas destacaron: “Se espera que la inflación sea del 51,4% a fines de 2022, lo que representa un aumento del 1,6% puntos del pronóstico del mes pasado”. Y añadieron que la estimación es que la misma se desacelere a 41,4% a finales de 2023.

El secretario de Comercio Interior Roberto Feletti estimó que este año el acuerdo con el FMI podría funcionar como “ancla antiinflacionaria” por lo que la suba de precios a lo largo de 2022 podría “no ser peor” que el 50,9% con que finalizó el 2021
“Estimamos que el índice de enero va a dar igual que el del 2021, por lo cual no va a hay un agravamiento del problema en un contexto más difícil”, dijo el secretario de Comercio, encargado de los programas de controles de precios. Por otra parte, el funcionario sostuvo que los resultados de las elecciones legislativas pasadas, la espera por el cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la presión sobre las reservas internacionales plantean un panorama “difícil”.

“Sin embargo, no tenemos una aceleración -de la inflación- No va a ser peor que en 2021, por ahí puede ser mejor. Es muy importante el acuerdo con el FMI, que se recuperen reservas y que se mantenga el nivel de recuperación económica”, indicó el funcionario nacional. En este sentido, afirmó que “si todo eso se ordena, se crea un horizonte de vencimientos a más largo plazo, se acumulan reservas, y el sector privado sigue en esta dinámica, creo que la inflación de 2022 no se va a agravar respecto a 2021″.

(INFOBAE) El FMI no quiere que el Gobierno utilice los dólares que recibirá con el acuerdo para bajar la brecha cambiaria
Entre los ejes que quedan por definir en la negociación con Washington, resta saber cómo se manejará la sensible cuestión del tipo de cambio en un contexto de escasas reservas en el BCRA

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no quiere que el Gobierno utilice los dólares que le devolverá si firma el acuerdo para intervenir en el mercado cambiario, lo que le generará más exigencia al Banco Central en un contexto de escasas reservas.

Fuentes con acceso a la negociación que llevan adelante el Gobierno y el staff del Fondo contaron a Infobae que los técnicos de Washington no quieren repetir, en otro contexto, las discusiones que tuvieron con el equipo económico de Mauricio Macri en 2018 por la cuestión cambiaria.

Al respecto, en una conversación que realizaron días atrás, los técnicos del FMI resaltaron que no están dispuestos a que el Gobierno intervenga para bajar la brecha con los recursos que aportará el organismo si se termina firmando el acuerdo de refinanciación de la deuda generada en 2018.

Cabe recordar que “la madre de todas las batallas” en aquel entonces fue la discusión entre el presidente del Banco Central, Luis Caputo, y el staff conducido por David Lipton en torno de la posibilidad de que el gobierno argentino utilizara parte de los recursos girados desde Washington en el mercado cambiario.

El staff del Fondo, como ahora, quiere que el dinero de la refinanciación se utilice para consolidar las cuentas públicas
El staff del Fondo, como ahora, quiere que el dinero de la refinanciación se utilice para consolidar las cuentas públicas y no en una batalla como la de la brecha cambiaria que cree que solo se puede enfrentar con un aumento del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, tal como lo comenzó a plantear el BCRA.

De todos modos, para el staff la devaluación no es la solución mágica ni la “bala de plata” para el desequilibrio cambiario argentino, según fuentes al tanto de la negociación, sino un elemento más dentro de un set de decisiones que debe adoptar el gobierno para salir de sus múltiples encrucijadas.

De todas estas cuestiones, para un importante ex funcionario que mantiene un buen diálogo con los principales líderes de la coalición oficialista, la más compleja es la arista cambiaria, por su “fuerte volatilidad en un contexto de muy bajo nivel de reservas en el Banco Central”.

“Si la brecha cambiaria se escapara, la situación se le puede complicar mucho al Gobierno en un contexto en el que la liquidación del agro todavía es bajo en términos estacionales; febrero es un mal mes para las reservas habitualmente”, advirtió la fuente. Y agregó: “El Gobierno va a acelerar la devaluación, pero el desafío es complejo porque la brecha es muy alta, superior al 100 por ciento”.

Para suplir la falta de recursos, el economista no descartó que el Gobierno tenga que apelar a una suba de las alícuotas en los derechos de exportación del 10%, que le “podría dar unos USD 7.500 millones”. En el trade off, entre pagar mayores impuestos y tener un tipo de cambio más favorable, el ex funcionario cree que el campo aceptará, a regañadientes, este potencial incremento tributario, que el Gobierno todavía no quiere poner sobre la mesa.

En el trade off, entre pagar mayores impuestos y tener un tipo de cambio más favorable, el ex funcionario cercano al oficialismo cree que el campo aceptará, a regañadientes
En el Banco Central juran que no hubo discusiones con el Fondo sobre la política de intervención cambiaria, que “se mantiene dentro de lo definido en Objetivos y Planes para 2022: mantener la competitividad sin que eso genere expectativa inflacionaria”.

Respecto de la estrategia de acumulación de reservas, que deberían sumar USD 5.000 millones este año, en el organismo que preside Miguel Pesce ratificaron que todavía está en la larga lista de cuestiones a discutir con el staff, pero aclararon que se buscará sumar por “compras en el mercado de cambios; la devolución de DEG pagados al FMI; desembolsos de organismos internacionales; mejores condiciones para la renovación de deuda de empresas; y la ampliación del crédito comercial y de créditos para prefinanciación de exportaciones”.

En este sentido, la conversión de yuanes a dólares para sumar a las reservas internacionales, tal como lo hizo el Banco Central con Federico Sturzenegger en 2016 por USD 3.086 millones, parece más compleja.

“Hasta ahora lo lo que se sabe con respecto a los números del entendimiento, las metas no me parecen flexibles dada la inercia fiscal, teniendo en cuenta que la restricción más fuerte es limitar el financiamiento monetario al 1% para una economía que tiene restricción financiera, que no consigue financiamiento en los mercados internacionales de capitales y en la que los vencimientos en el mercado local que pueda conseguir es bastante acotado en relación al tamaño del déficit”, expresó Federico Furiase de Anker Latinoamérica.

En el plano cambiario, afirmó que “no está clara la salida con una inflación del 50%, un brecha cambiaria del 100%, teniendo en cuenta que una devaluación podría espiralizar la inflación, partiendo de un nivel alto de pobreza”.

Tal como comentó el último informe del estudio EcoGo, la aceleración de la tasa de devaluación necesaria para reducir la brecha e incentivar las exportaciones será, junto con el aumento de las tarifas de los servicios públicos, una fuente de aumento de la inflación en 2022, luego del 50,9% del 2021.

La aceleración de la tasa de devaluación necesaria para reducir la brecha e incentivar las exportaciones será, junto con el aumento de las tarifas, una fuente de aumento de la inflación (EcoGo)
Por esta razón, los analistas privados prevén una suba de precios del 55% y algunos se estiran por encima del 60 por ciento.

Este salto inflacionario explica por qué la suba de precios volvió a ubicarse como la principal preocupación en la población, tal como lo revela un estudio de Fixer consultores.

La corrección fiscal planteada en el acuerdo, destaca el estudio que conduce Marina Dal Poggetto, exige una mayor inflación.

A su vez, tanto Dal Poggetto como el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis plantearon que existe un descalce entre la exigente meta monetaria y cierto gradualismo fiscal que se plantean en la discusión con el Fondo.

Tanto Dal Poggetto como el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis plantearon que existe un descalce entre la exigente meta monetaria y cierto gradualismo fiscal
En el último informe de su consultora PxQ, Agis sostiene que “lo que parece más exigente que el sendero fiscal es el monetario, particularmente en lo que refiere al financiamiento monetario del déficit”.

“En 2022 el BCRA solo podría girarle al Tesoro 1% del PBI cuando en 2021 entre adelantos transitorios y transferencia de utilidades se giró 3,6% del PBI. En 2023 se espera una reducción de 0,4 puntos porcentuales y en 2024 de 0,6 pp, llegando así al financiamiento monetario cero”. “Hay dos puntos claves para que se cumpla la pauta de financiamiento monetario de 2022. Por un lado la reducción del déficit primario desde 3% del PBI en 2021 a 2,5% del PBI en 2022. Eso achicaría las necesidades financieras en general ayudando a cumplir el objetivo monetario”.

“El menos 3% de 2021 esconde ingresos extraordinarios por Aporte Solidario de 0,5 puntos porcentuales del PBI y por derechos de exportación de casi la misma magnitud. Dado que el aporte solidario no estará en 2022 el esfuerzo fiscal para llegar a 2,5% de PBI de déficit es cercano a 1 punto porcentual. Sin embargo, recientemente el Ministerio de Economía calculó el gasto Covid-19 para 2021 en 1% del PBI, lo cual podría hacer que ingresos y gastos extraordinarios se compensen”, señaló PxQ.

Para Álvarez Agis, la solución de mediano plazo (2025) es que la Argentina recupere el acceso al mercado voluntario de deuda internacional que tiene vedado desde hace cuatro años, sobre todo porque desde 2026 comenzarán a crecer en forma exponencial los vencimientos con los bonistas y con el FMI en el nuevo acuerdo. De lo contrario, una vez más, el próximo presidente deberá renegociar la deuda.

 

INTERNACIONAL 

(INVESTING) Rusia no responde a reunión con Ucrania: EE.UU. alerta de ataque inminente

Los inversores siguen las últimas noticias que vamos conociendo en torno a las tensiones entre Rusia y Ucrania, que está afectando a los mercados financieros con las Bolsas en rojo.

Ucrania ha solicitado una reunión con Rusia en un plazo de 48 horas, mientras los servicios de inteligencia estadounidenses advierten que una invasión rusa podría estallar esta semana.

Dmytro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, anunciaba ayer domingo por la noche que Rusia no había respondido a una solicitud que el país había presentado en virtud del Documento de Viena, un tratado firmado por 56 estados miembros destinado a mantener la transparencia militar en toda Europa, para una reunión.

“En consecuencia, damos el siguiente paso”, dijo Kuleba en un comunicado. “Solicitamos una reunión con Rusia y todos los estados participantes en 48 horas para discutir su refuerzo y redespliegue a lo largo de nuestra frontera y en la Crimea temporalmente ocupada”, se ha hecho eco CNBC.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de EE.UU., afirma en declaraciones este domingo a CNN que un ataque ruso contra Ucrania podría ocurrir “en cualquier momento”.

Según publica Politico, oficiales de inteligencia de EE.UU. habrían informado a funcionarios de seguridad en Washington, Londres y Ucrania de que la invasión podría comenzar este miércoles, 16 de febrero. Sin embargo, Sullivan dijo el domingo que los funcionarios “no pueden predecir perfectamente el día”.

“Pero independientemente de la información de inteligencia, el problema es que los ucranianos se ven empujados al pánico”, apunta Vadym Prystaiko, embajador de Ucrania en Reino Unido. “Las aerolíneas están cancelando vuelos, los inversores están retirando dinero. Los ucranianos sienten que han sido abandonados”.

(INVESTING) Bolsas en pánico: ¿Atacará Rusia a Ucrania esta semana?
El conflicto entre Rusia y Ucrania acapara esta semana la atención de los inversores, con los mercados europeos al rojo vivo siguiendo las caídas en Asia y el rojo también del viernes en Wall Street.

“Desde el pasado viernes el Gobierno estadounidense ha intensificado sus advertencias sobre una potencial inmediata invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que ha llevado a muchos gobiernos occidentales a retirar a sus delegaciones diplomáticas de Kiev (capital de Ucrania). También lo ha hecho parcialmente el gobierno de Rusia”, explican en Link Securities.

“No obstante, seguimos pensando que una posible solución diplomática es aún factible, aunque cada vez queda menos tiempo, ya que Rusia, si realmente tiene intención de intervenir directamente en Ucrania, deberá hacerlo en invierno para aprovechar al máximo su ‘ventaja competitiva’ con relación la Unión Europea (UE), que no es otra que la imperiosa necesidad que tiene la región del gas natural procedente de Rusia”, añaden estos analistas.

“Una potencial intervención de Rusia en Ucrania tendría muchas otras derivadas, ya que, como consecuencia de las sanciones con las que está amenazando EE.UU. al país se podrían interrumpir, al menos de forma significativa, las exportaciones de crudo procedentes desde Rusia, lo que encarecería aún más el precio de esta materia prima -ya hay analistas que lo sitúan en un escenario bélico en los 120 dólares por barril-, aportando ‘más leña al fuego’ de la inflación y poniendo en serio riesgo la recuperación económica mundial”, reiteran.

“¿Atacará Rusia esta semana? Esa es la clave: petróleo, aluminio, bonos… alcistas ‘vs’ bolsas y cripto en repliegue”, resumen en Bankinter (MC:BKT).

“La clave de las próximas 2 semanas, pero especialmente de esta, es Rusia/Ucrania. Aunque Alemania realiza un último esfuerzo, la fase de negociación parece agotada. Eso significa que, suceda en los próximos días o no, tendremos bolsas y demás activos de riesgo en repliegue, mientras que volatilidad, materias primas y bonos al alza. Esa es la tendencia que debemos esperar para hoy y muy probablemente para el resto de la semana”, apuntan.

(INVESTING) Tensión geopolítica, actas Fed, resultados: 5 claves a vigilar esta semana
Las preocupaciones en torno a las tensiones entre Rusia y Ucrania, junto con la incertidumbre sobre la agresividad con la que la Reserva Federal va a subir los tipos de interés, parecen ir a determinar la confianza del mercado esta semana. Las actas de la Fed del miércoles podrían proporcionar una idea de la rapidez con la que las autoridades quieren actuar, mientras que las comparecencias de varios funcionarios de la Fed también se analizarán en busca de más indicios.

El calendario de datos de Estados Unidos presenta las cifras de enero sobre los precios al productor, que se estudiarán minuciosamente después de que los datos de la semana pasada indicaran que los precios al consumo alcanzaron máximos de 40 años el mes pasado. Mientras tanto, la temporada de presentación de resultados está terminando, pero no antes de una última tanda de informes trimestrales.

Y Reino Unido publicará una serie de datos económicos que parecen destinados a mantener al Banco de Inglaterra en una trayectoria de subida de tipos.

Esto es lo que necesita saber para comenzar su semana.

1. Tensiones geopolíticas
Los tres principales índices de Wall Street cerraron fuertemente a la baja el viernes después de que la Casa Blanca advirtiera de que el ataque de Rusia a Ucrania podría comenzar en cualquier momento. Mientras que las acciones se han visto lastradas, los precios de los bonos del Tesoro, el dólar y otros activos considerados refugio seguro, como el oro, han subido.

Los precios del crudo también suben a medida que la perspectiva de las sanciones a Rusia, uno de los principales productores, se suma a los temores sobre los suministros a escala mundial, ya bastante comprometidos.

Algunos analistas creen que la subida de los precios de crudo podría exacerbar la ya elevada inflación, lo que aumenta la presión sobre la Fed para que suba los tipos de manera más agresiva.

«Al impulsar aún más los precios de la energía, una invasión rusa probablemente exacerbaría la inflación y redoblaría la presión sobre la Fed para que suba los tipos de interés», ha dicho Bill Adams, economista jefe de Comerica Bank, en una nota citada por Reuters.

«Desde el punto de vista de la Fed, los efectos inflacionarios de una invasión rusa y los precios más altos de la energía probablemente compensarían las implicaciones negativas del shock para el crecimiento global», explica.

2. Actas y comparecencias de la Fed
Con los mercados habiendo dado ya por hecho una gran posibilidad de que la Fed suba los tipos medio punto porcentual en su próxima reunión de marzo, las actas de la reunión de enero de la Fed, serán estudiadas minuciosamente en busca de cualquier indicación sobre la fuerza de la subida que contemplan los funcionarios.

El mes pasado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señalaba que el despegue sería en marzo y decía que había «bastante margen» de subida de los tipos de interés sin que la recuperación del mercado laboral se viera amenazada.

El viernes, Goldman Sachs anunció que ahora espera siete subidas de los tipos de un cuarto de punto porcentual este año, por encima de su pronóstico anterior que hablaba de cinco, ya que ha actualizado su previsión tras los datos del IPC de Estados Unidos.

Habrá varias comparecencias de funcionarios de la Fed esta semana que también se seguirán muy de cerca. El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard y la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, comparecerán el jueves. El viernes, la gobernadora de la Fed, Lael Brainard, comparecerá también, al igual que el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, el gobernador de la Fed Christopher Waller y el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans.

El jueves pasado, Bullard decía a la luz de la última lectura del IPC que ahora aboga por una subida de los tipos de interés de un punto porcentual completo}} en las próximas tres reuniones de la Fed.

3. Datos económicos de Estados Unidos
Los mercados recibirán el martes más información sobre el panorama de la inflación con la publicación de la lectura de la inflación de los precios al productor, cifra que se espera siga siendo elevada.

La inflación en alza ha lastrado la confianza de los consumidores, por lo que los datos del miércoles sobre las ventas minoristas también estarán en el punto de mira esta semana. Se espera que las ventas minoristas hayan aumentado un 1,8% el mes pasado, impulsadas por un aumento de las ventas de automóviles.

La agenda económica incluye los informes sobre producción industrial, solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, ventas de vivienda construida, licencias de obra y promociones de vivienda.

4. Resultados
La temporada de presentación de resultados está llegando a su fin, pero esta semana tendremos otra buena tanda de informes relevantes. Airbnb Inc. publica su informe el martes, seguido del gigante de semiconductores NVIDIA (NASDAQ:NVDA) y Cisco Systems (NASDAQ:CSCO), que presentarán sus resultados tras el cierre de la jornada del miércoles.

La minorista Walmart (NYSE:WMT), conocida por sus siempre reducidos precios, publica sus cifras el jueves, y está mejor posicionada que otras minoristas para resistir las crecientes presiones de precios. La pandemia ha desencadenado la inflación a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la mano de obra hasta las materias primas, obligando a las empresas a trasladar la subida de los precios a los consumidores. Sin embargo, muchas empresas aún no han podido compensar completamente el impacto y eso ha afectado a sus resultados.

Deere (NYSE:DE), el mayor fabricante mundial de equipos agrícolas, presentará sus resultados el viernes.

5. Datos de Reino Unido
Es una semana muy ocupada en la agenda económica de Reino Unido, con la publicación de las últimas cifras de empleo el martes, los datos de inflación el miércoles y las ventas minoristas el viernes.

El Banco de Inglaterra acaba de realizar las primeras subidas consecutivas de los tipos desde 2004 ante la creciente inflación, que se espera alcance máximos por encima del 7%. Los mercados ahora mismo dan por hecho que habrá subidas de los tipos por un total de otros 130 puntos básicos antes de fin de año.

Se espera que el informe de empleo indique que la tasa de desempleo se ha mantenido inalterada desde la lectura del 4,1%, del mes pasado mientras que se espera que la tasa anual de inflación se mantenga estable en el 5,4%.

Todo apunta a que las ventas minoristas se recuperarán de la caída del 3,7% de diciembre, pero la inflación, la subida de la factura energética, los tipos más altos y las subidas de impuestos lastrarán las expectativas.

–Reuters ha contribuido a este informe.

(INVESTING) Petróleo, en máximos de 7 años: Ojo a niveles si hay guerra Rusia-Ucrania
Hoy, Día de la Energía, los precios del petróleo vuelven a dispararse el fin de semana y tocan su nivel más alto en más de 7 años debido a los temores de que una posible invasión de Rusia a Ucrania podría llevar a sanciones de Estados Unidos y Europa que frenarían las exportaciones de uno de los mayores productores del mundo, apunta Reuters.

En estos momentos, tanto el crudo WTI como el Brent cogen algo de aire en los 93 y 94 dólares, respectivamente, tras las fuertes subidas de estos días.

“Si se produce un movimiento de tropas, el crudo Brent no tendrá ningún problema para subir por encima del nivel de 100 dólares», destaca Edward Moya, analista de Oanda, en una nota. «Los precios del petróleo seguirán siendo extremadamente volátiles y sensibles a las actualizaciones progresivas sobre la situación de Ucrania», añade.

Otros analistas sitúan el oro negro mucho más alto. “El petróleo alcanzará los 120 dólares el barril y la economía global se verá ‘radicalmente alterada’ si Rusia invade Ucrania, apunta el estratega David Roche (SIX:ROG) a CNBC.

Martin Wolburg, Economista Senior, Generali (MI:GASI) Investments Partners, explica que “los precios de la energía, que representan aproximadamente la mitad de la tasa de inflación récord de diciembre, suponen un importante riesgo alcista para la inflación”.

Según este experto, de cara al futuro, existen otros factores alcistas. “La recuperación continuará después de la mala racha invernal inducida por Ómicron, y la demanda seguirá siendo fuerte. Sin embargo, la transición ecológica probablemente limitará la inversión en energía fósil, por lo que la limitación de la oferta mantendrá los precios altos. Además, las energías renovables aún no son capaces de aumentar el suministro de energía a los niveles necesarios para garantizar satisfacer la demanda”.

 

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