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DÓLAR

Especie Último % Dia % Mes % Año 
MAYORISTA104,17
OFICIAL109,001,21,2
SOLIDARIO179,851,21,2
MEP203,60-0,22,92,9
MEP GD30203,35-0,23,13,1
CCL205,94-0,61,91,9
CCL GD30210,27-0,83,53,5
CCL CEDEAR211,080,44,14,1
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INFORME DIARIO DEL BCRA

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(AMBITO) Más presión: para el FMI, países como la Argentina deberán devaluar su moneda y hacer un ajuste fiscal
Así se desprende de un artículo publicado en el blog del FMI con recomendaciones para países que se encuentran menos preparados para enfrentar lo que se viene en materia de tasas de interés.

El FMI es, a no dudarlo, el de siempre. Nada parece haber cambiado, ni siquiera la evidencia más clara acerca de los resultados contradictorios que suelen tener las recomendaciones del Fondo para países en una situación de vulnerabilidad ante un contexto cambiante. Un artículo publicado en el blog del FMI cuya autoría pertenece a los analistas Stephan Danninger, Kenneth Kang y Hélène Poirson sostiene las recomendaciones que el organismo ha comenzado a circular entre aquellos países que se encuentran menos preparados para enfrentar lo que se viene en materia de tasas de interés por parte de la Reserva Federal: devaluación de la moneda, acumulación de reservas en las arcas de los bancos centrales, suba de tasas de interés, ajuste de los subsidios, meter mano en jubilaciones y pensiones y hasta recortar el gasto público… en definitiva, ajuste de las economías. Todos esos “consejos” sos referenciados a numerosas publicaciones que el propio FMI ha dado a conocer en las últimas semanas a través de sus publicaciones Monitor Fiscal, WEO y GFSR.

Según el artículo, -una especie de condensación de lo más regresivo en materia de política económica que el propio organismo ha desgranado semana tras semana en sus publicaciones técnicas- ante un escenario adverso de suba de tasas de la FED, los países endeudados y “los que soportan presiones inflacionarias más fuertes o tienen instituciones menos sólidas deben actuar más rápido”. La recomendación es “…dejar que las monedas se deprecien y en elevar las tasas de interés de referencia. Si surgen condiciones desordenadas en los mercados cambiarios, los bancos centrales que cuentan con suficientes reservas pueden intervenir, siempre que tal intervención no suplante el debido ajuste macroeconómico”. Por otro lado, señala que, desde el lado fiscal, “esta estrategia podría consistir en anunciar un plan integral para incrementar gradualmente la recaudación, mejorar la eficiencia del gasto o ejecutar reformas fiscales estructurales, como reorganizaciones de las pensiones y los subsidios”.

Se cierne la tormenta

“Los precios están aumentando al ritmo más rápido registrado en casi cuatro décadas, y la escasez de oferta de mano de obra está elevando los salarios. La nueva variante ómicron ha generado más inquietudes de que presiones del lado de la oferta incidan sobre las inflación. La Reserva Federal ha indicado que la evolución de la inflación es un factor clave de su decisión el mes pasado de frenar más pronto las compras de activos”, señalan los autores del artículo. “Estos cambios han hecho más inciertas las perspectivas para los mercados emergentes. Además, estos países están enfrentando una inflación elevada y niveles de deuda pública considerablemente más altos. El promedio de la deuda pública bruta en los mercados emergentes ha aumentado casi 10 puntos porcentuales desde 2019, estimándose que para finales de 2021 se situaba en 64% del PIB, con variaciones marcadas de un país a otro. Pero en estas economías, a diferencia de Estados Unidos, la recuperación económica y los mercados laborales son menos robustos. Si bien los costos de endeudamiento en dólares siguen siendo bajos para muchos países, la preocupación por la inflación interna y el financiamiento externo estable llevó el año pasado a muchas economías emergentes —como Brasil, Rusia y Sudáfrica— a empezar a subir las tasas de interés”.

El blog del FMI habla de “nuevos riesgos para la recuperación” a pesar de que sostienen “seguimos previendo un crecimiento sólido en Estados Unidos”. Refiriéndose a la Reserva Federal sostienen que “si las tasas de política monetaria aumentan y si la inflación se modera conforme a lo previsto, la historia demuestra que los efectos para los mercados emergentes tenderán a ser leves si la contracción monetaria es gradual, está debidamente comunicada y ocurre en respuesta a un afianzamiento de la recuperación. De todos modos, no deja de ser posible que las monedas de los mercados emergentes se deprecien, pero la demanda externa contrarrestaría el efecto del aumento de los costos de financiamiento”.

A devaluar que se acaba el mundo

Pero aun así, la publicación del FMI señala que “las repercusiones en los mercados emergentes también podrían ser menos benignas. La inflación salarial generalizada en Estados Unidos o la persistencia de los cuellos de botella de la oferta podría elevar los precios más de lo previsto y generar expectativas de una inflación más acelerada. Los consiguientes aumentos más veloces de la tasa de la Reserva Federal podrían provocar nerviosismo en los mercados financieros y una contracción de las condiciones financieras a escala mundial. A esto podría sumarse una desaceleración de la demanda y el comercio en Estados Unidos, lo cual podría desencadenar salidas de capitales y depreciaciones de las monedas en los mercados emergentes”.

La receta que encuentra el organismo, es decir, la recomendación para navegar esas aguas turbulentas parece ser la de siempre: “en un escenario así, las repercusiones del endurecimiento de la política de la Reserva Federal podrían ser más severas en los países vulnerables. En los últimos meses, los mercados emergentes con niveles elevados de deuda pública y privada, exposiciones en moneda extranjera y saldos más bajos en cuenta corriente ya han registrado fluctuaciones más pronunciadas de sus monedas con respecto al dólar estadounidense. Esta combinación de crecimiento más lento y mayores vulnerabilidades podría dar lugar a un bucle de interacciones negativas para esas economías, como señaló el FMI en las ediciones de octubre de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) y del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR)”.

Argentinos, al ajuste

Dice el artículo: “algunas economías emergentes ya han empezado a modificar su política monetaria y están preparándose para replegar el apoyo fiscal a fin de abordar la deuda e inflación crecientes. Ante las condiciones de financiamiento más restrictivas, los mercados emergentes deben adaptar su respuesta en función de sus circunstancias y vulnerabilidades. Los que gozan de credibilidad en la conducción de las políticas pueden endurecer su política monetaria más gradualmente, en tanto que los que soportan presiones inflacionarias más fuertes o tienen instituciones menos sólidas deben actuar más rápido y con medidas de mayor alcance. En cualquier caso, parte de la respuesta debe consistir en dejar que las monedas se deprecien y en elevar las tasas de interés de referencia. Si surgen condiciones desordenadas en los mercados cambiarios, los bancos centrales que cuentan con suficientes reservas pueden intervenir, siempre que tal intervención no suplante el debido ajuste macroeconómico”.

El artículo sostiene que “estas medidas pueden plantear disyuntivas difíciles para los mercados emergentes, entre brindar apoyo a una economía interna débil y salvaguardar la estabilidad de precios y en el frente externo. De igual forma, dar a las empresas apoyo que vaya más allá de las medidas ya vigentes puede incrementar los riesgos de crédito y minar la salud a más largo plazo de las instituciones financieras, al postergar el reconocimiento de las pérdidas. Y el repliegue de esas medidas podría endurecer más las condiciones financieras, en detrimento de la recuperación”.

“Para encarar estas disyuntivas los mercados emergentes pueden tomar medidas ahora a fin de apuntalar sus marcos de políticas y reducir las vulnerabilidades. En el caso de los bancos centrales que están endureciendo su política para contener las presiones inflacionarias, la comunicación clara y coherente de sus planes puede ayudar a que el público comprenda mejor la necesidad de ir en busca de la estabilidad de precios. Los países con altos niveles de deuda denominada en monedas extranjeras deben procurar reducir los descalces y cubrir las exposiciones en la medida de los posible. Y para mitigar los riesgos de refinanciamiento, los vencimientos de las obligaciones deben prorrogarse incluso si eso incrementa los costos. También es posible que los países muy endeudados tengan que emprender el ajuste fiscal más pronto y más rápido”.

Deuda empresaria y ajuste

Según Danninger, Kang y Poirson, “se debe reconsiderar la continuidad del apoyo a las empresas mediante políticas financieras, y los planes para normalizar ese apoyo deben calibrarse detenidamente en función de las perspectivas y con miras a preservar la estabilidad financiera. En los países en donde la deuda empresarial y las carteras en mora ya eran abultadas incluso antes de la pandemia, es posible que algunos bancos y prestamistas no bancarios más débiles se enfrenten a problemas de solvencia si el financiamiento se complica. Se deben poner a punto los regímenes de resolución”.

En ese contexto, el consejo es el de prestar atención a la política fiscal, que puede “ayudar a desarrollar resiliencia ante los shocks”.

“Asumir un compromiso creíble con una estrategia fiscal a mediano plazo ayudaría a apuntalar la confianza de los inversionistas y a recuperar el margen de maniobra para brindar apoyo fiscal en una desaceleración. Un aspecto de esta estrategia podría consistir en anunciar un plan integral para incrementar gradualmente la recaudación, mejorar la eficiencia del gasto o ejecutar reformas fiscales estructurales, como reorganizaciones de las pensiones y los subsidios (como se describe en el Monitor Fiscal del FMI de octubre)”, señala el artículo.
(AMBITO) El dólar acelera y el Banco Central pone billetes en el mercado
La devaluación aceleró el ritmo en los últimos días. El dólar en los mercados oficiales sube a mayor velocidad. Tensión por el acuerdo con el FMI.

En medio de las tensiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la fuerte caída de los bonos soberanos, los precios del dólar «contado con liqui» (CCL) operaron con volatilidad y disparidad en sus diferentes cotizaciones. La autoridad monetaria tuvo que vender divisas para abastecer la demanda, algo que no ocurría desde el último día hábil de 2022.

El CCL, operado con el AL30 -el bono más líquido de la plaza doméstica-, descendió un 0,6% (-$1,14) hasta los $205,94. No obstante, la cotización evaluada con otros activos (como ADRs, Cedears o el bono GD30) se ubicó entre los $210 y los $212. De este modo, las brechas se ubicaron entre el 97% y el 104%.

Por su parte, el MEP (vía AL30) cayó un 0,2% (51 centavos) hasta los $203,60, lo cual llevó al spread con el mayorista hasta el 95,4%.

Las negociaciones con el FMI concentran la atención del mercado, teniendo en cuenta que en el primer trimestre los vencimientos con el organismo rozan los u$s4.000 millones, un monto superior a las reservas netas del BCRA, que son aquellas que no cuentan con un pasivo como contraparte (excluye Swaps, por ejemplo).

«La falta de avances políticos con la oposición acentúa la incertidumbre respecto al respaldo y la viabilidad de cerrar un acuerdo con el organismo antes del 22 de marzo (cuando vencen u$s2.879 millones), de ahí que se comienzan a evaluar diferentes escenarios», dijo Gustavo Ber, economista de estudio Ber.

Por el momento las negociaciones con el Fondo están trabadas por diferencias en torno al camino y la velocidad de reducción del déficit fiscal.

En este contexto, el canciller argentino, Santiago Cafiero, se reunió con el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para buscar apoyo político de parte del gobierno de Joe Biden.

Durante la reunión bilateral, el estadounidense destacó los índices de reactivación macroeconómica del país y afirmó que desde el norte de América apoyan «muy firmemente una economía argentina vibrante».

Más temprano, el ministro de Economía Martín Guzmán dijo en una entrevista a la agencia AFP que Argentina quiere cumplir con sus compromisos, pero necesita tiempo. «Necesitamos que por ese tiempo no nos cobren una condicionalidad tal que detenga la recuperación y que inhiba la capacidad de desarrollo de Argentina en el mediano y en el largo plazo», acotó.

«Si el FMI empuja a la Argentina a una situación desestabilizante, va a tener una legitimidad menor», aseguró en esta jornada el funcionario.

El lunes se conoció que la deuda pública trepó más de 8% en 2021, alcanzando un equivalente superior a los u$s360.000 millones. Sin embargo, se redujo en términos del PBI, debido al repunte de la economía argentina y la apreciación del tipo de cambio real.

Si bien el 70% de la deuda al 31 de diciembre correspondió a deuda en dólares, vale remarcar que durante el último año el pasivo en moneda extranjera se redujo 0,4%, mientras que el denominado en pesos creció 36,5%.

Para 2022 se estiman vencimientos de deuda por el equivalente a u$s93.017 millones. La mayoría de los vencimientos totales corresponden a títulos públicos en moneda nacional, por el equivalente a u$s47.755 millones. Sin embargo, todas las miradas se centran en los vencimientos por casi u$s19.000 millones con el FMI.

Dólar oficial y Banco Central
En el segmento mayorista, el dólar subió siete centavos a $104,17. En los dos primeros días de esta semana el tipo de cambio avanzó 33 centavos, contra 28 centavos de suba en idéntico lapso de la semana anterior.

Con una leve recuperación en el volumen negociado, tras el feriado del lunes en EEUU, la divisa norteamericana operó con demanda algo más sostenida.

Tras tocar un máximo intradiario de $104,20, y ante la insufuciencia de ingreso de divisas por exportaciones, el BCRA se vio forzado a intervenir para abastecer la demanda. De este modo, luego de 12 ruedas consecutivas sin ventas, la entidad que conduce Miguel Ángel Pesce tuvo que desprenderse de unos u$s50 millones.

La actividad del Central sumada a una tibia recuperación de la oferta «genuina» en la última media hora de operaciones diluyó la suba de los precios.

Por su parte, el dólar ahorro o dólar solidario -que incluye un 30% del impuesto PAÍS, y un 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias- avanzó 30 centavos a $180,91.

Dólar blue
El dólar blue marcó un nuevo máximo nominal histórico este martes 18 de enero de 2022, al trepar por primera vez hasta los $211, según un relevamiento de Ámbito en el Mercado Negro de Divisas.

El dólar paralelo repuntó $2, con lo cual, la brecha con el tipo de cambio mayorista, que regula el Banco Central (BCRA), llegó al 102,6%, máximo en lo que va de 2022.

(AMBITO) FMI: la fuerte baja del déficit de 2021 acerca algo las cifras, pero siguen las tensiones en lo fiscal
Guzmán dijo que el año cerró con rojo primario de entre 2,9% y 3% del PBI, aun menor a sus últimas previsiones. En base a eso se revisa la pauta de 2022. El Fondo reclama ajuste en obra pública.

El viernes la Secretaría de Hacienda publicará el resultado fiscal de diciembre, que marcará un déficit primario de casi un punto del PBI en un mes estacionalmente exigente. Ese rojo se sumará al 2,1% del producto que había acumulado entre enero y noviembre para cerrar 2021 “entre 2,9% y 3%” del PBI, según adelantó Martín Guzmán ayer.

Se trata de un desbalance mucho más bajo que el presupuestado inicialmente (4,5%) e incluso menor a las proyecciones que el propio ministro hacía semanas atrás (3,5%). Es también menos de la mitad que el de 2020. Más aún, esos números excluyen de los ingresos los recursos extraordinarios que envió el Fondo Monetario Internacional a sus países miembro bajo la forma de derechos especiales de giro (DEG): al contabilizarlos, el déficit primario anual se achica a 2% del producto.

En una suerte de señal a Washington, ese resultado se cuela en la negociación que el Gobierno lleva adelante con el FMI para acordar un nuevo programa que permita refinanciar la deuda de u$s45.000 millones que tomó Mauricio Macri.

El sendero de recorte del déficit fiscal está hoy en el centro de las discusiones. El Ejecutivo propuso una rebaja gradual hasta alcanzar el equilibrio primario en 2027, mientras que el Fondo exige ir más rápido. En palabras de Guzmán, se trataría de la diferencia entre un plan de crecimiento y uno de ajuste que ahogue la reactivación antes de alcanzar siquiera los niveles previos a la crisis que empezó en 2018.

Pero la nueva base desde la que partirían las metas fiscales del plan plurianual en negociación (el 3% del PBI o menos de 2021) acerca levente los números y lleva al Palacio de Hacienda a revisar a la baja la pauta propuesta para 2022. En el proyecto de Presupuesto que naufragó en el Congreso, Guzmán había estipulado un déficit del 3,3%, que marcaba una leve disminución de dos décimas respecto de la estimación previa para el año pasado.

Si bien evitan precisar detalles de las cifras que intercambian a diario los negociadores argentinos con los técnicos del Fondo, fuentes oficiales ratifican que la idea con la que se trabaja es la de “un sendero descendente año a año, a un ritmo sostenible”. Eso marcaría para este año algunas décimas por debajo del 3% del PBI. “El tema es la velocidad y que no implique un ajuste”, afirman.

Con todo, las tensiones persisten. El Fondo insiste en un recorte de las partidas para obra pública para acelerar la baja del déficit. “El FMI planteó que debe haber una consolidación fiscal más rápida. Pero hay dos problemas: el primero es que la forma como ellos lo plantean detendría la recuperación económica en el corto plazo. El segundo es que el punto en el cual se enfocaría la más rápida consolidación fiscal sería en una expansión menor de la inversión en infraestructura pública. Para nosotros eso es crítico porque esa inversión es la que más necesita Argentina desde el punto de vista productivo”, dijo Guzmán ayer en una entrevista con AFP. Y agregó: “Estamos un poquito mejor que hace una semana, pero hay un camino importante por recorrer”.

Pero como toda discusión con el Fondo, se trata de una negociación política con las grandes potencias. Por eso, en Economía había expectativa por el resultado de la reunión entre el canciller Santiago Cafiero y Antony Blinken, su par de Estados Unidos, el país determinante dentro del organismo que encabeza Kristalina Georgieva y el único con poder de veto en las decisiones de mayoría especial.

Según comunicó la Cancillería argentina, ayer en Washington Cafiero le pidió a Blinken que interceda ante el Tesoro (que conduce Janet Yellen) “para contar con el apoyo de EE.UU. en el Fondo, y que de este modo no se restrinja el crecimiento de Argentina”. El Tesoro tiene una posición más dura que la Casa Blanca, creen en la Rosada. “Blinken sostuvo que apoya firmemente las negociaciones con el FMI y aspira a una pronta resolución positiva”, aseguró el Palacio San Martín.

Lo cierto es que, aun con un sendero como el que propone el Gobierno, los analistas ven difícil una reducción del déficit en 2022 que no implique ajustes del gasto. En un país con una aguda crisis social y en medio de una recuperación de la actividad más veloz de la esperada, el 3% del año pasado reflejó tres condiciones simultáneas: ingresos extraordinarios (por el aporte de las grandes fortunas y el boom de precios de los commodities), el impacto del crecimiento del 10% en la recaudación tributaria y también la disciplina a la hora de gastar, que incluyó un recorte en términos reales de las partidas destinadas a jubilaciones y la eliminación del grueso del paquete covid de 2020.

Sin una segunda edición del aporte solidario y con una sequía que amenaza con afectar los ingresos vía retenciones, el punto de partida para este año luce más complejo. En el Gobierno apuestan a que una continuidad de la recuperación económica impulse la recaudación de impuestos ligados a la actividad, además de recortar los subsidios a la energía a través de un descongelamiento y segmentación de las tarifas.

(AMBITO) Deuda externa privada duplica a la del FMI (piden más dólares al BCRA)
El total del endeudamiento privado con el exterior resulta asfixiante. Sin nuevas fuentes de financiamiento los vencimientos privados suman otro problema. Achican el superávit conseguido.

En esta Argentina pendular, que va y viene desde indiscriminados esquemas aperturistas a modelos proteccionistas, sin escalas previas, desde hace décadas, el tema de la deuda externa privada vuelve a filtrarse en medio de la negociación de un nuevo acuerdo con el FMI. Según las últimas estadísticas oficiales el stock de deuda externa privada asciende a u$s80.237 millones, de los cuales se reparten casi en partes iguales en deuda financiera (u$s42.141 millones) y deuda comercial (u$s38.096 millones).

Se redujo en unos u$s5.000 millones respecto del máximo de los últimos años (setiembre 2019). Así y todo sigue siendo una pesada carga, no solo por el pago de intereses, sino porque la economía se quedó casi sin financiamiento externo tras la crisis del 2018 y deambula por una endémica senda recesiva. Claro que frente a la escasez de divisas y de financiamiento genuino cada dólar es como una gota de agua en el Sahara. Por eso hasta el pago de intereses constituye un importante drenaje de divisas.

Por esto no extraña el comportamiento del sector privado no financiero que desde mediados de 2019 viene recortando endeudamiento vía la cancelación de préstamos financieros con entidades locales como así también de deuda financiera con el exterior y de títulos de deuda en moneda extranjera. Además, como en todo período con altos niveles de brecha cambiaria se exacerban las prácticas especulativas y algunas poco transparentes, más allá de la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones. Ya que la mera expectativa de una devaluación disruptiva, o la sensación de un elevado atraso cambiario, terminan generando que se acelere la cancelación del endeudamiento externo.

Angustioso
Al respecto es insoslayable el agobiante perfil de vencimientos de la deuda externa privada que a mediados del año pasado mostraba que, incluyendo la deuda exigible y la que se otorgó sin fecha de vencimiento pactada, las empresas debían afrontar dentro del año siguiente vencimientos de capital de deuda comercial por u$s35.368 millones (93% del total de deuda comercial, mientras que los vencimientos de capital de deuda financiera alcanzaban los u$s16.296 millones (un 39% del total de deuda externa financiera). Unos u$s16.300 millones de deuda exigible, más de u$s10.600 millones y u$s17.000 millones con vencimiento de hasta tres meses, u$s3.600 millones de 3 a 6 meses, u$s1.900 millones y u$s2.300 millones de 6 a 9 meses y de 9 a 12 meses respectivamente.

Fotografía
Una somera radiografía de la deuda privada externa muestra que los principales países acreedores son EE.UU. y Holanda que representan el 19% y 9% respectivamente del stock de deuda externa privada. También se destacan Brasil y Suiza con un 5% y detrás Alemania y Canadá con el 4% cada uno. No extraña que el 90% de la deuda externa privada esté nominada en dólares mientras que un 4% está en euros y un 4% en pesos. El principal sector privado endeudado con el exterior es el de hidrobarburos con el 17% del total. En esa línea también se destaca el suministro de electricidad y gas con un 9%. Otra rama bien endeudada es elaboración de productos alimenticios con un 10% y luego el sector automotor con un 5%.

(AMBITO) Comienzan las audiencias por la tarifa de gas: cuánto piden las empresas
En la audiencia se pondrán en consideración las propuestas de las distribuidoras y transportistas. Las empresas solicitaron incrementos entre el 75% y el 119%

El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) realizará este miércoles la primera de las audiencias públicas programadas para analizar la revisión tarifaria de 2022, en el que el Gobierno prevé autorizar incrementos inferiores a la inflación prevista, con una segmentación según el poder adquisitivo de los usuarios.

El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) informó que se inscribieron 108 oradores y oradoras para la audiencia pública sobre adecuación tarifaria que se llevará a cabo mañana, a partir de las 9, de forma virtual.

En la audiencia del 19 de enero, que se llevará a cabo en la modalidad remota, se pondrán en consideración las propuestas de las distribuidoras y transportistas.

Las empresas alcanzadas en esta instancia son las distribuidoras Metrogas, Naturgy Ban. Litoral Gas, Gas Cuyana, Gasnor, Camuzzi Gas del Sur, Camuzzi Gas Pampeana, Gas del Centro, GasNea y Redengas, en tanto en la faz de transporte están TGS (Tranportadora de Gas del Sur y TGN (Transportadora de Gas del Norte). Posteriormente, el lunes 31 de enero, se prevé debatir los precios mayoristas del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST).

El interventor del Enargas, Federico Bernal, destacó el rol de las audiencias y sostuvo que «cuando lleguemos al final de este camino y tengamos ya una tarifa renegociada que sea justa, razonable y asequible, vamos a valorar estas audiencias como hitos fundamentales de expresión popular».

Por su parte, el secretario de Energía, Darío Martínez, había ratificado días atrás que el aumento en las tarifas de los servicios de gas y de electricidad se ubicaría en torno al 20% promedio, muy lejos de las propuestas presentadas por las empresas. Esa suba del 20% no se aplicará de manera uniforme entre todos los usuarios sino de manera segmentada según su capacidad económica, con criterios que aún no se terminaron de definir.

La discusión se enmarca en el objetivo del Gobierno de aplicar una reducción de los subsidios energéticos, que representan aproximadamente dos tercios del total de transferencias a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios.

¿Cuánto piden las empresas?
Las distribuidoras y transportistas de gas presentaron a principios de mes las propuestas de aumentos tarifarios al ENARGAS. La mayoría solicitó que el incremento sea por encima del 75%. En el caso de las transportistas del gas, TGN y TGS afirmaron que el aumento deberá ser acorde a la inflación: el último incremento fue del 26% en 2019 y desde entonces, la inflación y el tipo de cambio registraron una variación superior al 100%.

Por lo tanto, TGN pidió un incremento de 87,4% para aplicar a partir de marzo próximo, mientras que TGS solicitó una suba de 80% desde marzo y otra de 25% a partir de septiembre.

Por último, Metrogas solicitó un incremento del 76,23% teniendo en cuenta el atraso tarifario, la evolución de la inflación, el tipo de cambio y las pérdidas por el atraso tarifario. Naturgy, por su parte, estimó incremento del 82,9% mientras que Camuzzi presentó una propuesta con incremento superior al 100%. Las empresas coinciden en la necesidad de compensar las pérdidas que obtuvieron en dos años de tarifas congeladas.

(AMBITO) Blinken a Cafiero: «Apoyamos firmemente las negociaciones de Argentina» ante el FMI
El canciller se reunió con el secretario de Estado, Antony Blinken. También estuvo presente Embajador ante Estados Unidos, Jorge Argüello y su par en Argentina, Marc Stanley. Las negociaciones con el Fondo en el temario.

El canciller Santiago Cafiero se reunió este jueves en Washington con su par norteamericano, Antony Blinken. En el encuentro el secretario de Estado de Joe Biden sostuvo que Argentina es un socio fundamental en el hemisferio y se pronunció a favor de que el sendero de recuperación de la actividad continúe.

«Blinken sostuvo que apoya firmemente las negociaciones con el FMI y aspira a una pronta resolución positiva», se informó oficialmente. Asimismo durante la reunión bilateral, el estadounidense destacó los índices de crecimiento macroeconómicos que expuso el canciller Cafiero.

“Apoyamos muy firmemente una economía argentina vibrante”, le dijo al ministro. Estados Unidos tiene un rol clave en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque posee el 17% de la representación en el directorio, lo que le otorga el poder de veto.

El encuentro se llevó a cabo en el Salón Thomas Jefferson y participaron además de Blinken y Cafiero, el embajador ante Estados Unidos, Jorge Argüello y su par en Argentina, Marc Stanley.

Si bien el encuentro fue pautado para abordar todos los temas de la relación bilateral, al tope de esa agenda está el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La negociación transita días claves, ya que en marzo Argentina debería afrontar vencimientos de capital e intereses que con las reservas existentes no podría abordar. Según sostuvo el ministro de Economía Martín Guzmán el punto sobre el que no hay acuerdo es la velocidad de la convergencia fiscal.

“Apoyamos muy firmemente una economía argentina vibrante”, le dijo Antony Blinken a Cafiero, en lo que podría leerse como una señal positiva en medio de las discusiones por el nuevo programa. En esa línea, el funcionario de Joe Biden también sostuvo que “Argentina es un amigo y un socio en el hemisferio y más allá”.

Ambos funcionarios destacaron el excelente nivel de la relación bilateral y el diálogo franco y fluido existente entre los dos gobiernos. Valoraron los principios, visiones e intereses compartidos, al tiempo que analizaron temas de interés común en el escenario global y regional.

Asimismo, remarcaron que la presidencia de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU coincide con el regreso de Estados Unidos al mismo, por lo que existe un escenario muy propicio para el trabajo conjunto en pos de esta agenda.

También conversaron sobre la reciente designación de nuestro país para presidir la CELAC, espacio que la Argentina considera como natural para impulsar junto con los países de la región, distintas iniciativas de cooperación regional y la vinculación con socios extra regionales. Además, ambos ministros confirmaron su presencia el 21 de enero próximo, en la reunión ministerial convocada por Canadá sobre Haití.

Durante el encuentro, se hizo un repaso de la agenda de trabajo bilateral, el cual incluyó aspectos vinculados a la consolidación de la democracia, la promoción y protección de los derechos humanos, la salud global y la lucha contra la pandemia, la relación comercial, la cooperación científico-tecnológica, y la lucha contra el terrorismo y narcotráfico, entre otros.

Cafiero transmitió que la Argentina ha emprendido una senda que pretende consolidar la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico sostenible e inclusivo. El canciller concluyó que es necesario un mensaje de la autoridad política al Tesoro para contar con el apoyo de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional, y que de este modo no se restrinja el crecimiento de la Argentina.

(AMBITO) Cumbre Cafiero – Blinken: qué pidió EEUU a la Argentina
Ambos cancilleres se reunieron en la ciudad de Washington DC y destacaron el buen nivel de la relación entre los dos países

El canciller Santiago Cafiero se reunió este martes con su par de Estados Unidos, el Secretario de Estado, Antony Blinken, en medio de las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En la cumbre llevada a cabo en el salón Thomas Jefferson en el edificio Harry Truman sede del Departamento de Estado en la ciudad de Washington DC, los dos funcionarios destacaron el excelente nivel de la relación bilateral y evaluaron temas de interés común en el escenario global y regional.

En un pasaje de la reunión, se habló especialmente de la presidencia de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Blinken remarcó que ese liderazgo coincide con el retorno de Estados Unidos al organismo.

En ese sentido, ambos coincidieron en que existe un escenario muy propicio para el trabajo conjunto en pos de esta agenda.

Pero tuvo especial énfasis la negociación que el país lleva adelante con el FMI y la recuperación económica que encara para este año.

Cafiero le manifestó la necesidad de un mensaje de la autoridad política al Tesoro para tener el respaldo explícito de Estados Unidos en el organismo de crédito, lo cual evitaría que se obstaculice el crecimiento argentino, indicó.

«Blinken sostuvo que apoya firmemente las negociaciones con el FMI y aspira a una pronta resolución positiva», según se informó de forma oficial y se añadió: “Apoyamos muy firmemente una economía argentina vibrante”.

El funcionario empujó al argentino a que le transmita al Gobierno nacional que presente un marco de política económica sólido que devuelva el crecimiento al país.

(INFOBAE) El FMI y Guzmán avanzan con lentitud hacia un posible acuerdo que, para los expertos en EEUU, no mejorará las perspectivas del país
En Hacienda y en el organismo afirman que se mantienen las conversaciones, trabadas por la discusión sobre el déficit fiscal; en Washington y Nueva York creen que habrá un entendimiento, pero light y tardío

Por fuera de los ladridos de la escena pública, el equipo económico y el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) intentan tejer un acuerdo que, según la percepción predominante, llegará, pero con demoras y escasa solidez.

Será, en definitiva, un pacto que no aliviará los problemas que enfrenta el Gobierno en un año con mayor inflación y menor crecimiento económico que en 2021, según observadores en Washington y Nueva York. Tal vez, no se cumpla a tiempo con los abultados pagos de marzo y el escenario se asemeje al de los fuertes y continuos cruces entre el país y el Fondo que predominó en la década del 80. Con un agravante, ya que en aquel momento para Estados Unidos era importante que la Argentina mantuviera en pie su frágil recuperación democrática y mantuvo una actitud permisiva en materia económica que actualmente no cree que se justifique.

Tampoco encuentra Washington en el gobierno argentino un aliado “confiable” en las cuestiones geopolíticas que lo desvelan, ni hay un “back channel” para construir una mayor cercanía diplomática, frente a los desplantes de Buenos Aires en temas sensibles como la falta de democracia en Nicaragua y Venezuela.

En cambio, el ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a elevar la voz al afirmar que, si no hay acuerdo, el costo lo pagará el FMI en términos de credibilidad.

Sin embargo, cada una de las medidas que adoptó el Palacio de Hacienda y el Banco Central en las últimas semanas apuntan a acercarse a un acuerdo, como el manejo más prudente de las cuentas fiscales, la suba de la tasa de interés, la aceleración de la devaluación del tipo de cambio oficial y el anuncio de la suba de las tarifas de los servicios públicos. Más vale, apuntan los negociadores y ex negociadores, focalizarse en los hechos y no en los discursos del Gobierno.

En concreto, el staff y Hacienda discuten cuál será la velocidad del sendero de caída del déficit fiscal. Las diferencias no son brutales, pero todavía impiden pensar en un rápido acuerdo. Y sin ese primer elemento acordado no es posible ponerle números al plan monetario ni al ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial.

Luego, por supuesto, restará la ardua tarea de la diplomacia internacional para que no solo Estados Unidos, sino también el resto del G7 y China bendigan el acuerdo técnico en el directorio que conduce Kristalina Georgieva, admiten las fuentes oficiales.

En Washington, frente a los picos continuos de optimismo y depresión que genera esta demora, se atienen al libreto habitual: “Las discusiones del programa continúan y el staff sigue trabajando de cerca con las autoridades”, expresaron a Infobae.

Con mayor libertad retórica, un importante ex funcionario del Fondo señaló que “va a haber movimientos por parte de Argentina para acercarse a la posición del FMI y tratar de cerrar”.

“Primero el Gobierno está mostrando localmente que están dando la batalla épica tradicional contra el Fondo, después se van a mover algo y le van a decir al FMI y a Estados Unidos que es eso: retórica y que ya no pueden conceder más. Luego, por falta de imaginación, llegarán a un acuerdo”, indicó.

De este modo, en los próximos meses, “Argentina va a jugar con testear el default y se van a retrasar con el pago, pero al final van a llegar a un arreglo”, afirmó la calificada fuente.

Aunque el Gobierno deposita esperanzas en el resultado del viaje del canciller Santiago Cafiero a Washington, otro ex funcionario del organismo multilateral señaló: “La solución es que viaje Guzmán y muestre un plan, no Cafiero. El problema actual no es político, sino técnicos: qué objetivos y medidas se acuerdan”. En todo caso, agregó un colega, la negociación de Cafiero con el Departamento de Estado debería ser posterior a la rúbrica de un acuerdo técnico y no al revés.

El ex representante argentino ante el Fondo Héctor Torres, apeló a la figura de la “teatralización” por parte del Gobierno argentino para describir las inflamadas declaraciones oficiales, mientras se intenta llegar a un acuerdo técnico.

Al respecto, Benjamin Gedan del Wilson Center, afirmó: “Anticipo que llegarán a un acuerdo; un default prolongado sería incómodo para el FMI y potencialmente catastrófico para Argentina. Pero no está garantizado si el Gobierno no reconoce la necesidad de recortar gastos”.

“Lo que el FMI quiere evitar es un programa que dejaría el país en la misma condición en que se encuentra hoy, con una inflación brutal y sin acceso a los mercados de capital, sin una deuda sostenible y sin un plan para mejorar su competitividad y producir crecimiento económico. Argentina tiene muchos amigos en Washington, incluyendo en la administración de Biden. Pero el canciller no podrá fácilmente vender la receta económica peronista”, sentenció el experto desde la capital norteamericana.

La sensación de Wall Street

En Wall Street, en un pésimo día para los activos argentinos, la sensación predominante también es que habrá un mal acuerdo antes que ningún acuerdo y en ningún caso uno bueno. Al respecto, Diego Ferro, socio de M2M Capital, señaló: “En general se lo ve como un tema binario: acuerdo, o default. El FMI no puede forzar Argentina a pagar, pero puede ayudar a transformar al país en un paria internacional”.

“Ninguna de las dos partes quiere eso, las dos lo saben, por lo que la negociación toma mucho más tiempo del necesario”.

“Dudo que no haya alguna forma de acuerdo. Y si necesitan más tiempo seguro que se encuentra alguna forma de extender el plazo, en la medida que se demuestre un mínimo de buena voluntad. El FMI no va a dar el portazo. Y no creo que Argentina quiera darlo. Esto se refiere a devolver plata, no a recibirla, lo que implícitamente da más lugar a que Argentina demore las cosas”.

Dudo que no haya alguna forma de acuerdo. Y si necesitan más tiempo seguro que se encuentra alguna forma de extender el plazo, en la medida que se demuestre un mínimo de buena voluntad. El FMI no va a dar el portazo. Y no creo que Argentina quiera darlo (Diego Ferro, M2M Capital)
Ferro aclaró de inmediato: “No que esto me parezca correcto. De hecho, la falta de plan es lo que causa el problema. Si hubiera plan ya habría acuerdo”.

Por su parte, Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners, señaló que “la politización de la negociación no sirve porque para Biden los temas importantes de política exterior son Irak y Rusia, no Argentina; Fernández y su equipo se confunden en este sentido. Además, también resulta desacertado pensar que David Lipton es la persona que tiene el poder de veto en el FMI, porque el poder de decisión pasa por otro lado, por cuestiones geopolíticas”.

“Hay un reconocimiento de que algo habrá, pero light, esperando a un cambio de gobierno, más lógico, en 2023″.

Mientras tanto, “el FMI no quiere forzar una nueva crisis con Argentina, pero no va a cambiar su cultura institucional por Argentina”.

“El camino fiscal es lo que sigue empantanando todo; a marzo no se llega a cerrar un acuerdo: primero hay que cerrar con el staff, luego en el Congreso en Argentina y luego ir al board”.

“No cambia mucho el día después, aunque se demore el pago, porque el FMI se tomará su tiempo si la negociación continúa. El problema es que, si se generan atrasos, luego tendrás que pagar lo que debés antes de firmar un nuevo acuerdo. Y eso requerirá financiamiento bilateral. Todos estos elementos le quitan tiempo y recursos a la Argentina para crecer”.

Piedrahita afirmó que “el riesgo país refleja que no habrá un pago en marzo y por esa razón nadie quiere invertir en el país; aunque hay oportunidades, nadie quiere quemarse. Y un acuerdo de este Gobierno con el FMI no va a cambiar estas expectativas”.

El experto afirmó que el escenario de una prolongación excesiva de la negociación “es posible; no es alta, pero tampoco nula”.

“Argentina está bastante aislada, no pagar significaría un aislamiento mayor, con menores líneas de crédito exterior para el comercio exterior, se dejarían de desembolsar algunos créditos de los bancos multilaterales y todo eso llevaría a una crisis cambiaria. El gobierno debería ser muy cuidadoso porque la situación social llama a la cautela”, concluyó el experto desde Nueva York.

Otro experto que dialoga en forma cotidiana con los inversores explicó en forma anónima: “Subestimaron la complejidad de armar un programa con el FMI, Guzmán no le explica toda la verdad al presidente y el problema no es sólo el déficit fiscal como dice el ministro, sino todo el engranaje de la política económica actual”, ni más ni menos.

(INFOBAE) El derrumbe de los bonos: el mercado asume que no habrá acuerdo con el FMI antes del vencimiento de marzo
Aunque la mayoría de los analistas otorga mayores probabilidades a un escenario de entendimiento que a uno de default, los precios de la deuda reestructurada en sus mínimos reflejan la peor de las expectativas de los inversores

Desde hace semanas que los funcionarios del equipo económico están convencidos de que el mercado se mueve como si el acuerdo con el Fondo Monetario no fuera a producirse. La nueva caída de los bonos argentinos de ayer, con la que marcaron precio mínimo desde que surgieron del proceso de reestructuración de la deuda, les da la razón. El valor al que cotizan esos títulos desde hace meses ya tenía implícito el supuesto de una nueva renegociación cuando, a partir de 2024, aumente el volumen de vencimientos a pagar por parte del Gobierno.

Pero las bajas, que se produjeron sin pausa desde que arrancó el año y se profundizaron ayer tras las declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, incorporan también la peor de las expectativas respecto de la negociación con FMI. Cada vez más, los operadores e inversores se convencen de que el Gobierno no accederá a fimar un nuevo entendimiento con el organismo antes del vencimiento por USD 2.900 millones en marzo, que no estaría en condiciones de cubrir. De ahí que los precios reflejan paridades menores a 30%, aun cuando la mayor parte de los analistas todavía otorga mayores probabilidades a un escenario de acuerdo con el Fondo que al escenario de default o “atraso” (arrears), el tecnicismo que utiliza el organismo durante las primeras semanas mientras se mantienen negociaciones.

“Parece innecesario que el ministro Guzmán siga regateando en el margen, como lo hizo con los tenedores de bonos en 2020, cuando su enfoque puede estar mejor dirigido a cerrar el trato”, señalan en un fondo de inversión

“Los bonos están descontando que no va a haber acuerdo con el FMI. En nuestro caso, asignamos mayor probabilidad de acuerdo en marzo, diría un 60%, pero las señales hoy son nulas”, aseguró el economista Fernando Marull, quien en su último reporte semanal calculó en USD 2.500 millones el stock de reservas, monto insuficiente para realizar el pago y escaso incluso para cumplir con el vencimiento a fin de mes de USD 738 millones, que que se sumaría en febrero el pago de la cuota convenida con el Club de París por otros USD 190 millones.

Aunque también asignan más de 60% de probabilidad a un acuerdo con el FMI que evite el default en marzo, en cualquiera de sus variedades, en Delphos Investment también admiten que los inversores prefieren cubrirse y asumir un escenario distinto. “Los bancos del exterior que aún cubren Argentina parecen empezar a comprar el escenario de un ‘no’ acuerdo con el FMI, y con ello el malhumor parece crecer. Nosotros aún asignamos una probabilidad del 65/70% a un acuerdo sobre la hora, el cual por otro lado no serviría para mucho más que descomprimir algo de este estrés financiero y mejorar un poco la reputación”, afirmaron en último el informe a sus clientes.

Con todo, el precio de las acciones insinuaría expectativas algo más positivas ya que el Merval en 400 puntos es, según evalúan en Consultatio, un valor que da por descontado que sí habrá acuerdo. “Si el mercado de acciones asumiera que no se alcanza el acuerdo con el Fondo, debería moverse entre los 250 y 300 puntos”, opinó José Echagüe, Jefe de Estrategia de la firma. “Por el lado de los bonos, el riesgo país en 1900 puntos habla eventualmente de un acuerdo laxo, poco profundo y al que se llegaría por la ventana”, agregó.

“Los bancos del exterior que aún cubren Argentina parecen empezar a comprar el escenario de un ‘no’ acuerdo con el FMI, y con ello el malhumor parece crecer” (Delphos Investment)
La falta de señales sobre avances concretos e, incluso, las dudas sembradas sobre la verdadera vocación del Gobierno de alcanzar el acuerdo enfurecen, previsiblemente, a los acreedores que aceptaron hace menos de un año y medio renegociar sus tenencias, quienes ayer se volvieron a quejar a través de la cuenta en redes sociales de la agrupación Argentina Exchange Bondholders, e hicieron foco en las diferencias con el FMI por la cuestión fiscal.

Por su parte, la división de research de uno de los grandes fondos de inversión acreedor de la deuda reestructurada por Guzmán también apuntó a la falta de avances. “Teniendo en cuenta lo cerca que está el Gobierno del objetivo de consolidación fiscal del FMI, parece innecesario que el ministro Guzmán siga regateando en el margen, como lo hizo con los tenedores de bonos en 2020, cuando su enfoque puede estar mejor dirigido a cerrar el trato. En lugar de centrarse en el panorama general y trabajar para avanzar en el ajuste subyacente, Guzmán está regateando detalles que pueden marcar poca diferencia a largo plazo, en un intento de mostrar a la base de votantes de su partido que está negociando duro contra las finanzas internacionales”, planteó.

 

 

INTERNACIONAL 

 

(INVESTING) Presión en el mercado de bonos: ¿Subida de tipos de medio punto en marzo?
Los inversores siguen muy de cerca la tensión en el mercado de bonos, tras una nueva sesión de ventas en los bonos soberanos core debido a las expectativas de una Reserva Federal más agresiva en la subida de tipos. «En Estados Unidos se trata del movimiento mensual de subida de tipos en el bono a 10 años más fuerte desde 2016, que se produjo en el contexto postelectoral de Trump, y devuelve los tipos a 10 años a niveles pre-pandemia”, explican en Banca March.

Además, en la entidad señalan que la rentabilidad a vencimiento del bund alemán sale esta mañana de territorio negativo, no visto desde junio de 2019.

En Link Securities destacan “el temor de los inversores a que la ‘alta inflación’ sea más persistente de lo en principio estimado y que este hecho lleve a los bancos centrales occidentales a acelerar el proceso de retirada de sus estímulos monetarios”.

Según estos expertos, “los inversores temen que los altos precios de la energía, especialmente del petróleo y del gas natural, este último en Europa, y los nuevos problemas que las medidas restrictivas que están adoptando muchos países para combatir la última ola de la pandemia pueden terminar ocasionando en las cadenas de suministro, ya de por sí muy tensionadas, retrasen en el tiempo más de lo proyectado el inicio del proceso de moderación de la inflación, lo que, de confirmarse, metería mucha presión a los bancos centrales”.

En ese sentido, en Link Securities destacan que el mercado descuenta ya cuatro alzas de un cuarto de punto porcentual de los tipos de interés oficiales en EE.UU. en 2022. “Incluso, ya hay analistas que están comenzando a anticipar que la Fed podría subir esta tasa hasta en medio punto cuando se reúna su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) el próximo mes de marzo. Además, en Europa son cada vez más las voces que abogan por que el BCE actúe y no retrase hasta 2023 la primera subida de sus tipos de interés de referencia a corto plazo”, advierten.

“Seguimos en fase de ajuste inevitable ante la subida de la TIR de los bonos tras la incertidumbre en relación a la agresividad de la Fed, especialmente los americanos (T-Note 1,88%). Pero no solo. Ya dijimos que el Bund probablemente se pondrá en TIR positiva esta semana y parece que lo hará hoy mismo. Y ese es un shock para las bolsas, que sufrirán hasta que la fase más dura del proceso de subidas de TIR se complete. ¿Cuándo terminará?. Probablemente cuando el T-Note supere el 2% y el Bund se consolide en positivo”, explican en Bankinter (MC:BKT).

En opinión de BlackRock (NYSE:BLK), “la suma total de las subidas de tipos previstas sigue siendo baja, debido a la respuesta históricamente tibia de la Fed a la inflación. Pero el incremento de la rentabilidad nos indica que los inversores están menos dispuestos a pagar una prima por la seguridad de los bonos; lo cual no es una mala noticia para la renta variable en sí misma”.

(INVESTING) Europa comienza a preocuparse conforme Putin aplica presión
Rusia está a punto de invadir a un vecino europeo por tercera vez en 14 años. A diferencia de las dos últimas, ésta podría tener un impacto económico real. En agosto de 2008, apenas importaba a la economía mundial que Rusia hubiera invadido Georgia. Los precios del petróleo se desplomaban rápidamente, pero el mundo estaba mucho más preocupado por el colapso del sistema financiero estadounidense.

En febrero de 2014, cuando Rusia invadió Ucrania, anexando la península de Crimea y estableciendo dos estados títeres en el este del país, Occidente se dio cuenta lo suficiente como para imponer algunas sanciones, pero apenas lo suficiente como para mover el dial.

Entonces, al igual que ahora, los riesgos de aplicar un castigo adecuado a la agresión más descarada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial eran lo suficientemente graves como para impedir una respuesta convincente. Las amenazas de excluir a los bancos rusos del sistema internacional de pagos SWIFT se abandonaron rápidamente cuando Estados Unidos se dio cuenta de que eso podría acelerar el fin del dominio del dólar en los mercados financieros mundiales. Y una Unión Europea que sigue luchando con las secuelas de una crisis de deuda soberana no estaba en condiciones de castigar a la clase dirigente rusa vendiéndole menos licores, coches y artículos de lujo.

La vulnerabilidad económica europea vuelve a estar hoy en el centro del problema. Sólo que esta vez es más aguda: a menos que el continente pueda recurrir rápidamente a suministros adicionales de gas natural ruso, es casi seguro que tendrá que imponer el racionamiento a finales del invierno. Como en tales circunstancias se dará prioridad a los suministros domésticos, serán los usuarios industriales de energía los que se verán obligados a cerrar, como ocurrió, de hecho, con la cuadruplicación de los precios del mercado al contado el año pasado, cuando comenzó a desarrollarse la crisis actual.

Todo esto es posible porque las instalaciones de almacenamiento de gas en Europa están en su punto más bajo registrado para esta época del invierno, con sólo un 46.8% de llenado, según datos de la asociación industrial Gas Infrastructure Europe. Normalmente, se necesita hasta mediados o finales de febrero para que las reducciones estacionales habituales alcancen ese nivel.

Rusia está reteniendo todo el gas de sus clientes europeos, salvo el mínimo, hasta que Alemania dé su aprobación final al gasoducto Nord Stream 2. Ese nuevo enlace que podría liberar rápida y fácilmente la presión sobre los mercados europeos de gas que ha hecho que los futuros a corto plazo se multipliquen por cuatro en el último año.

Sin embargo, el nuevo gobierno alemán -y especialmente su ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock- está menos comprometido con la industria alemana que el anterior gobierno de Angela Merkel. Y aunque la propia Baerbock declaró en una rueda de prensa que el gas ruso será necesario durante los próximos años mientras Alemania realiza la transición a una energía más limpia, muchos de sus colegas del Partido Verde no quieren que se ponga en marcha el gasoducto. Para ellos, el aumento de los precios de la energía es una valiosa herramienta para obligar a los compradores de combustibles fósiles a cargar con los costos del cambio climático, que hasta ahora han sido sufragados por las aseguradoras y los contribuyentes.

Tras el golpe a la producción industrial, habrá efectos de segunda ronda, tanto en el gasto de los consumidores como en los balances de las empresas. Los gobiernos de toda Europa ya están asustados por el aumento masivo de las facturas energéticas de los hogares que se avecina. El fin de semana, el presidente francés ordenó a Electricite de France que vendiera más energía con un fuerte descuento sobre las tarifas del mercado. Las acciones de EDF (PA:EDF) cayeron más de un 23%, su mayor caída en un día. En el Reino Unido, el levantamiento de un tope de precios de la energía en abril amenaza con acabar con el apoyo popular que tiene el gobierno de Boris Johnson entre los votantes menos pudientes que lo llevaron al poder.

En Italia, que importa casi toda su energía de origen fósil, el gobierno de Mario Draghi ya ha gastado unos 8,000 millones de euros en subsidiar los costos energéticos de los hogares desde julio y ahora planea golpear a las empresas energéticas con mayores impuestos. El déficit presupuestario del país aún puede aumentar en otros 30,000 millones de euros mientras el país intenta amortiguar el impacto, según Matteo Salvini, jefe del partido de derechas Lega.

El gobierno socialista español también está planeando recortes en el sector de la energía y los servicios públicos, pero el riesgo en toda la Eurozona es que una mala racha de crecimiento y un fuerte aumento de los subsidios a la energía abran un nuevo agujero en las finanzas públicas. Hace un año, nadie se habría inmutado por ello, porque el Banco Central Europeo estaba dispuesto a comprar toda la deuda neta emitida por los Estados de la eurozona. Pero hoy, con una inflación que supera el 5%, eso parece menos seguro.

El BCE ha dicho que es probable que empiece a reducir sus compras de bonos a partir de abril y que no será necesario subir las tasas de interés este año. Pero los mercados de bonos ya apuestan por que, al igual que la Reserva Federal, se verá obligado a endurecer la política monetaria más rápido de lo previsto para frenar la inflación.

Esto prepara el terreno para un ruidoso debate en Frankfurt durante los próximos dos meses que enviará reverberaciones a través de los mercados de bonos, créditos y acciones. Todos aquellos que, como el Dr. Strangelove, han aprendido a dejar de preocuparse en los últimos dos años pueden – como el propio gran científico – descubrir que se equivocaron al hacerlo.

(INVESTING) El dólar se consolida tras un repunte; la libra se ve lastrada por el IPC
El dólar baja ligeramente al comienzo de la jornada de negociación de este miércoles en Europa, consolidándose tras dispararse con el aumento del rendimiento de los bonos y el descenso generalizado del interés por los activos de riesgo a la vuelta del puente de Estados Unidos el martes.

A las 9:05 horas (CET), el {{índice dólar}}, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, pierde menos de un 0,1% y se sitúa en 95,677, tras haber alcanzado máximos de una semana el martes en 95,805.

El principal motor de ese movimiento alcista había sido el temor a la inflación y las expectativas de una acción agresiva por parte de la Reserva Federal para contenerla. Aunque los rumores de una subida de los tipos de interés oficiales de 50 puntos básicos en la reunión de marzo de la Fed siguen siendo minoritarios, los futuros del mercado monetario a corto plazo han empezado a tener en cuenta implícitamente ese riesgo.

Sin embargo, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha seguido aumentando al comienzo de la jornada de negociación de este miércoles, con un aumento de dos puntos básicos hasta alcanzar nuevos máximos de dos años por debajo de 1,90%.

La venta de bonos no se ha limitado a Estados Unidos. Los bonos de referencia a 10 años de Alemania cotizan por encima del 0% por primera vez desde 2019, tras confirmarse en diciembre que la inflación alemana ascendía al 5,3%, la más elevada desde el boom de la reunificación hace más de 30 años. En una reunión del Eurogrupo celebrada el martes, el nuevo ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, advertía de la necesidad de frenar los estímulos fiscales en la eurozona y reintroducir algunos límites más efectivos al endeudamiento público, en un año en el que el Banco Central Europeo va a empezar a reducir su apoyo a los mercados de bonos de la eurozona.

El euro se mantiene estable en 1,1332 dólares, tras caer más de un 0,5% el martes.

La libra esterlina tampoco ha conseguido avanzar frente al dólar, y se sitúa por debajo de los 1,3600 dólares, a pesar de que la inflación del Reino Unido ha vuelto a alcanzar máximos de 30 años, lo que alimenta las expectativas de que el Banco de Inglaterra vuelva a subir los tipos de interés en un futuro próximo, posiblemente en su próxima reunión del 3 de febrero.

Las cifras de la Oficina Nacional de Estadística han indicado que tanto los precios al consumo subyacentes como los generales subieron un 0,5% en diciembre, superando con creces las previsiones. Así, el IPC anual subió al 4,2% y el IPC subyacente al 5,3%.

Otro factor que respalda al dólar ha sido la fuerte subida de los precios del petróleo estos últimos días, que eleva la necesidad de dólares de los no estadounidenses que tienen que comprar cantidades fijas de petróleo. Este factor podría disminuir un poco este miércoles después de que funcionarios turcos dijeran que un oleoducto de exportación clave que había quedado fuera de servicio tras una misteriosa explosión el martes está bombeando de nuevo a su ritmo habitual.

(INVESTING) Informe de la AIE con el petróleo en máximos: 5 claves este miércoles
Hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE) presenta su informe mensual.

Sigue la temporada de resultados empresariales.

Las principales criptomonedas caen esta mañana.

Estos son los cinco factores que los inversores deberán tener en cuenta hoy a la hora de tomar sus decisiones:

1. Informe de la AIE con el petróleo en máximos
El petróleo Brent cotiza en máximos de 7 años y el WTI en máximos de 13 años, con los inversores muy pendientes del informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que conoceremos este miércoles.

2. Resultados empresariales
Los inversores están ya muy pendientes de la temporada de resultados empresariales que comenzó el viernes pasado. Hoy presentan sus cifras Bank of America (NYSE:BAC), Morgan Stanley (NYSE:MS), U.S. Bancorp (NYSE:USB) y ASML Holding (NASDAQ:ASML), entre otros.

3. Cripto: Tendencia bajista
El sector de las criptomonedas sigue inmerso en otra semana de vértigo, como ya ocurrió la anterior, con una fuerte volatilidad. Esta mañana, el Bitcoin se mueve en los 41.000 dólares y el Ethereum en los 3.100.

4. Asia y Bolsa americana: Preocupa la caída de las tecnológicas
Signo negativo hoy en los principales índices asiáticos. El Nikkei cae un 2,9%, el Hang Seng de Hong Kong se deja un 0,4% y el Shanghai Composite pierde un 0,7%.

En cuanto a Wall Street, el mercado terminó también ayer en rojo. Destacan los cierres del S&P 500 (-1,8%), Nasdaq (-2,6%) y Dow Jones (-1,5%).

5. Datos macro
Entre las principales referencias macroeconómicas destacan el IPC de Reino Unido y Alemania, así como la cuenta corriente en la Zona Euro.

En Estados Unidos conoceremos las reservas semanales de crudo del API y el índice del mercado hipotecario.

(INVESTING) Los planificadores estatales de China castigarán a los monopolios en el sector de las plataformas de internet
El Gobierno central de China ha emitido una serie de dictámenes destinados a combatir mejor los monopolios, la competencia desleal y los problemas de datos de los usuarios en la creciente economía de las plataformas de internet.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) publicó en su sitio web un documento sobre regulación que pedía la revisión de la legislación relativa a los monopolios y la seguridad de los datos en las plataformas de internet que se basan en grandes cantidades de datos, así como una mayor supervisión en áreas como la publicidad y la información fiscal.

«Los operadores de plataformas no deben utilizar los datos, la tecnología, el mercado o las ventajas de capital para restringir el funcionamiento independiente de otras plataformas y aplicaciones», reza una de las diecinueve opiniones incluidas en el documento, redactado conjuntamente con varios otros ministerios y reguladores del Gobierno central.

El documento, dirigido a todos los gobiernos locales del país, reafirma el compromiso de Pekín de frenar lo que considera la «expansión desordenada del capital» en el sector tecnológico y las amenazas que esto supone para la estabilidad social, los mercados financieros y la seguridad nacional.

«Aclarar los límites de la responsabilidad de las plataformas y reforzar la responsabilidad de las grandes plataformas de Internet», reza el documento, añadiendo que las inversiones realizadas en instituciones financieras por las empresas que gestionan estas plataformas deben estar estrictamente reguladas.

Otras sugerencias son una mayor transparencia en la gestión de las plataformas online y un mejor sistema de supervisión para las que se ocupan de los flujos de datos transfronterizos.

El documento, fechado el 24 de diciembre, pone de manifiesto la voluntad de las autoridades de aumentar su control sobre el sector tecnológico, del que un amplio segmento se dedica al desarrollo de aplicaciones y plataformas que, cuando tienen éxito, pueden adquirir rápidamente enormes bases de usuarios y también grandes cantidades de datos.

Al mismo tiempo, el anuncio pide a las empresas que gestionan plataformas de internet que «salgan» al mundo, pidiendo a los departamentos estatales pertinentes que apoyen la competitividad internacional y los planes de expansión.

 

INFORMACIÓN RELEVANTE CEDEARs (ultimas 24hs) 

 

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