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LOCAL

(AMBITO) Lo que se dice en las mesas: FMI, dólar e inflación
A Martincho le dicen Rapunzel. ¿Acuerdo en marzo? Gestores suspenden tours. Cuidado con los “vigilantes”. ¿Miguel se quedó corto con la tasa? En Zimbabwe también quieren dólares.

“Enredados”, así calificaron la actual situación argentina en un encuentro en plena city paulista. Varios economistas de los bancos más importantes que operan en el vecino país encontraron correlato entre los dichos del ministro Guzmán, tras reconocer que no había avances significativos en las negociaciones con el FMI, y la incertidumbre generada y la caída de los precios de los bonos.

Para estos analistas el aparente rechazo a un ajuste fiscal y monetario a cambio de un programa gradual y tímido es la brecha que separa a ambos negociadores. Sin embargo, siguen considerando que algún acuerdo con el FMI es el escenario más racional y, por lo tanto, probable, pero ahora las probabilidades de entrar en default son altas. Las expectativas de estos hombres del mercado paulista con línea directa con Wall Street y Londres, es que el “juego de la gallina” terminará en marzo cuando, sin suficientes reservas internacionales, el Tesoro tendrá que pagar u$s2.900 millones al FMI.

La economía argentina del 2022 será según sus pronósticos de un crecimiento moderado, digamos un 1,4%, y una inflación más alta del orden del 60%, debido no solo a los ajustes necesarios, sino también a un entorno internacional desafiante para los mercados emergentes. Muchos de los gestores que escuchaban los pronósticos tenían en agenda algún que otro “tour” con clientes pero fueron postergados hasta nuevo aviso. Parece que ni los precios “atractivos” seducen, aún, ni a los buitres. De todos modos, como señaló un viejo zorro criollo del mercado internacional, ahora los inversores están más ocupados en ajustar sus carteras para adaptarse al nuevo escenario global de subas de tasas.

Al respecto, la última nota de Charlie McElligott (Nomura) movió las expectativas al detallar el accionar de los “tasas vigilantes”, que según él están a las puertas esperando y presionando por cuatro subas de la tasa para este año y arrancando con uno de 50 puntos básicos en la reunión de marzo de la Fed. Por ello prestan atención al mercado del eurodólar porque si sigue avanzando y cotiza un aumento que detone cierta ira, la Fed simplemente tendrá que tomar lo que el mercado les dicte, a pesar de que actualmente el FOMC encabezado por Jerome Powell (JePo) tiene pocas ganas de hacerlo.

Tras el dato del IPC de diciembre, los analistas destacan que ya en las últimas semanas el BCRA aceleró el ritmo de depreciación y subió las tasas de interés. Todo para alentar la liquidación de divisas. Pero alinear el ritmo inflacionario, la tasa de interés y el ritmo de depreciación no es tarea sencilla para el equipo de Miguel Pesce. Sin duda, por ahora, la variable que luce más difícil de controlar sigue siendo la inflación.

En caso de que no ceda posiciones por debajo del 3,5 y 3% en estos meses se corre el riesgo de haberse quedado corto en los ajustes. Por ello, toda la atención está puesta en el ritmo de intervenciones en el mercado cambiario y los datos que se vayan conociendo de inflación.

¿Qué razonan por ejemplo la gente de Quinquela?: en los últimos 6 meses la inflación núcleo promedio fue del 3,4% y la inflación internacional del 0,6% mensual; eso implica que se necesita un ritmo de depreciación del 2,8% mensual para no perder tipo de cambio real. El ritmo del 1% era insuficiente, pero en los últimos días ya se aceleró hasta el 2,5% mensual promedio y probablemente siga aumentando.

En especial considerando que la inflación de diciembre fue del 3,8% y en enero se espera que esa dinámica se mantenga. La suba de tasas de interés dejó a la Badlar en 3,1%, convirtiéndose en el nuevo tope para el ritmo de depreciación.

Si la inflación se mantiene en los niveles actuales, antes de acelerar el ritmo de depreciación sería necesario una nueva suba de tasas. Veremos.

Por lo pronto la gente de Zimbabwe parece estar peleando cabeza a cabeza el liderazgo del ránking de brecha cambiaria global con el mercado argentino. Más allá de las diferencias culturales e idiosincráticas, la situación parece un calco. El dólar oficial en Zimbabwe cotiza a $112 pero en el mercado negro supera los $200. Como en Buenos Aires, en Harare todos quieren dólares estadounidenses.

(AMBITO) Confirmado: FMI trabaja en fideicomiso de hasta u$s 50.000M para ayudar a países de ingresos bajos y medios (Argentina incluida)
Se trata del Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad que se fondeará a través de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que los países más ricos del mundo (accionistas del FMI) recibieron del organismo en forma excepcional el año pasado.

Respira Guzmán. Al menos uno, de los numerosos pedidos y gestiones que la Argentina ha encarado en los últimos meses -y para los que ha solicitado apoyos varios como el del G20- parecen, ahora, estar más cerca que nunca. En las últimas horas, funcionarios del FMI han publicado en el blog del organismo las que podrían ser las principales características de un fideicomiso cuyo activo subyacente estaría constituido por unos u$s 50.000 millones que se utilizarían para financiar a países que sufren diversas circunstancias. Se trata del Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés).

De acuerdo a un artículo publicado en el blog del FMI y firmado por la directora del departamento de estrategia, política y revisión del FMI Ceyla Pazarbasioglu junto a la subdirectora Uma Ramakrishnan, el objetivo redunda en lograr la consabida “estabilidad económica”, en este caso vinculado directamente con cuestiones relacionadas con el cambio climático, el impacto de la pandemia y la aceleración del proceso de digitalización.

Un dato clave que por estas tierras se consulta es si la Argentina podría ser beneficiaria de este tipo de línea crediticia, la tercera en su tipo, más allá del clásico Stand-by y la Extended Fund Facility que negocia Guzmán. Según los autores, el RST incluiría a los países de renta baja y en desarrollo. Sin embargo, la referencia que seguramente tiene buena recepción por estas horas es que los países de renta media, como la Argentina, podrían también ser de la partida. Se calcula que nuestro país tiene un ingreso nacional bruto per cápita de unos u$s 9.000 versus los u$s 12.000 que el propio FMI pondría como límite inicial.

Otro detalle no menor es el grado de compatibilidad entre un programa tradicional con el organismo y la posibilidad de ser beneficiario del RST. Al respecto, en función de la mecánica que se piensa aplicar en el análisis, si bien el organismo determinaría qué países podrían aspirar a solicitar recursos, en caso que una de las naciones estuviese ya integrada en un programa con el organismo, de todas formas podría solicitar el acceso al fideicomiso como un complemento.

Una de las formas en las que se fondeará el RST es a través de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que los países más ricos del mundo (accionistas del FMI) recibieron del organismo en forma excepcional el año pasado y que no han utilizado en las últimos meses, ya que los redirigirían hacia la nueva línea. Según los autores del blog, se aguarda que el fideicomiso sea aprobado por la junta ejecutiva en las próximas reuniones de primavera del Fondo, es decir en el mes de abril, por lo que podría entrar en vigencia antes de fin de año. Con respecto a la cantidad de dinero a la que podría aspirar Argentina, en principio esta tendría un límite del 150% de la cuota del país en el FMI.

(AMBITO) EEUU reiteró su respaldo a la Argentina en las negociaciones con el FMI
Tras el viaje de Cafiero a Washington, el subsecretario de Estado para las Américas, Brian Nichols, dijo que «espera que Argentina llegue a un acuerdo con el FMI» y que está «dispuesto a apoyar ese proceso».
El viaje de Santiago Cafiero a Washington parece estar recogiendo sus primeros frutos. Este jueves, el subsecretario de Estado para las Américas, Brian Nichols, dijo que EEUU quiere ver «una Argentina fuerte, próspera y exitosa» y que está dispuesto a apoyar ese proceso.

«Queremos ver una Argentina fuerte, próspera, exitosa y esperamos que Argentina llegue a un acuerdo con el FMI y esperamos apoyar ese proceso», dijo en una teleconferencia Nichlols, luego del viaje que el canciller realizó a EEUU en búsqueda de apoyo político para lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

«La relación entre nuestros dos países es de larga data y positiva, y queremos ser de tanto apoyo como podamos», agregó.

Al ser consultado si considera inminente la firma de un pacto entre Argentina y el FMI, Nichols destacó que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, y el canciller argentino, Santiago Cafiero, mantuvieron una reunión «muy positiva» el martes en Washington.

EEUU, principal accionista del FMI, es clave para un nuevo acuerdo con Argentina, el principal deudor de la institución.

Argentina busca desde hace meses un nuevo acuerdo con el FMI para reemplazar el suscrito en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri en 2018, por 57.000 millones de dólares, de los cuales el país ya recibió 44.000 millones.

El gobierno de Alberto Fernández, quien al asumir en 2019 renunció a los 13.000 millones de dólares del tramo final del préstamo, busca un convenio con el Fondo que reduzca el déficit fiscal de Argentina a través del crecimiento, no del recorte del gasto público.

Durante el encuentro con Cafiero, Blinken «alentó a Argentina a presentar un marco de política económica sólido que devuelva el crecimiento al país», declaró el martes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

Nichols, que participó en la cita bilateral, también departió con Cafiero durante una cena el martes con el asesor para las Américas del presidente Joe Biden, Juan González, entre otros altos funcionarios estadounidenses.

Fuentes de la cancillería argentina aseguraron a la AFP que entonces González le manifestó a Cafiero el respaldo de la Casa Blanca a las negociaciones de Argentina con el FMI.

Tercera economía de América Latina, Argentina tuvo un crecimiento de 10% del Producto Interno Bruto en 2021, después de caer 9,9% en 2020. Pero se ve lastrada por la pobreza (40%) y por una inflación de 50%, de las más altas del mundo.

(AMBITO) Biden dice que dedica «tiempo a la Argentina» y que «no es Venezuela»
El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, se refirió a la Argentina en momentos en que el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En este marco, aseguró que no dicta lo que pasa en Sudamérica.
El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, aseguró que dedica «tiempo» a la situación de la Argentina, a la que además diferenció de Venezuela, pero afirmo que no dicta lo que pasa en Sudamérica.

En el marco de una conferencia de prensa que brindó con motivo de cumplir su primer año de gestión este 20 de enero, Biden dijo que su gobierno “ha invertido mucho tiempo hablando sobre las políticas y en las negociaciones con Maduro (Nicolás), quien es más que un dictador en este momento”. Tras mencionar al régimen de Venezuela, aclaró que “no son lo mismo” pero de la misma manera dedica tiempo a Argentina y Chile.

En otro tramo de su discurso, el presidente de Estados Unidos se refirió a América Latina: “Solíamos hablar, cuando yo era un chico en la universidad, sobre ‘¿El patio trasero de América?’ No es el patio trasero de América. Todo lo que está al sur de las fronteras de México es la parte delantera de América. Somos personas iguales, nosotros no dictamos lo que pasa en estos países, en Sudamérica, pero tenemos que trabajar muy duro en eso”. “Pero el problema es que hemos tenido grandes dificultades por los errores cometidos en los últimos cuatro años y eso llevará un tiempo”, admitió.

Las declaraciones de Biden tienen lugar luego de que el canciller Santiago Cafiero cerrara su visita a Washington, donde recogió el «firme apoyo» político del gobierno de Estados Unidos a las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la deuda de 44 mil millones de dólares que la administración de Mauricio Macri contrajo con el organismo multilateral, en 2018.

El canciller argentino, quien ya regresó al país, desplegó una intensa agenda de trabajo en los tres días que permaneció en la capital de los Estados Unidos, que incluyó reuniones de alto nivel con el objetivo de obtener señales concretas de apoyo político en semanas clave para las tratativas encaradas por el gobierno nacional con FMI.

Así, el jefe de la diplomacia argentina mantuvo encuentros con el secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken; la presidenta de la Cámara de Representantes, la líder demócrata Nancy Pelosi, y el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de ese país, Bob Menéndez.

La actividad oficial del canciller sumó un encuentro bilateral con el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, José Manuel Albares, a quien agradeció el respaldo del gobierno de Pedro Sánchez a las negociaciones con el FMI.

(AMBITO) Inflación: prevén que alcanzará los dos dígitos en el primer trimestre
Si bien se sostiene que la suba de precios se “desaceleró” en la primera mitad del mes, se advirtió que es solo un “fenómeno transitorio”.
El incremento de los precios minoristas se desaceleró durante la primera mitad de enero, aunque se habría tratado de un “fenómeno transitorio”. Así se desprende de un relevamiento privado, que estima que la inflación continuará en niveles elevados en los primeros meses del año, para acumular una suba de “dos dígitos” en el primer trimestre de 2022.

De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor en el GBA que realiza la consultora Ecolatina, “la inflación fue de 2,6% entre la primera quincena de enero y el mismo periodo del mes anterior”. “De esta manera, la suba de precios se desaceleró 1,8 p.p. en contraste con la primera quincena de diciembre cuando la inflación había sido de 4,4%”, señaló la firma, que destacó que “en primer lugar, esta desaceleración surge como consecuencia de lo ocurrido con los precios Estacionales: luego de haber traccionado la suba del Nivel General en la primera quincena de diciembre, en enero cayó -0,6 p.p. respecto del mismo periodo del mes pasado. En segundo lugar, también jugó un papel importante la desaceleración de la carne (+2,3%) luego de la fuerte suba (+6,6%) de la última quincena del año pasado”.

De todas formas, desde Ecolatina señalaron que “la desaceleración de la inflación del mes de enero se trata de un fenómeno transitorio y que de hecho comenzará a revertirse en la segunda quincena del mes”. “Para febrero, todavía queda pendiente la decisión de los aumentos tarifarios -puesta en duda ante los extendidos cortes de la última semana- que, de tener lugar, comenzarán a impulsar los precios Regulados, que durante los últimos meses sirvieron como contrapeso al resto de las subas. Luego, debido al carácter estacional del mes de marzo (educación e indumentaria principalmente) el trimestre cerraría con una inflación acumulada ya de dos dígitos, no muy distinta a la del año pasado”, remarcaron desde la firma.

De hecho, según publicó el Banco Central en su Relevamiento de Expectativas de Mercado, las consultoras consultadas prevén que la inflación de superará incluso el 11% en los primeros tres meses del año, producto de subas del 3,7% estimadas tanto para enero como para febrero, y de un 4% previsto para marzo.

Miradas

“Me parece que la inflación de enero va a ser alta, va a andar alrededor del 4%. Entre el reacomodamiento de Precios Cuidados y el nuevo congelamiento, hubo algunas empresas que se anticiparon y actualizaron, y se sumarán aumentos estacionales. Pero lo que más pesa es la inercia que se ve en alimentos, sigue estando firme y no baja del 0,8% o 1% semanal”, analizó a Ámbito Guido Lorenzo, director de la consultora LCG.

“La inflación de enero va a ser alta, porque está subiendo el tipo de cambio oficial. Y eso influye en los precios. Además, hay una parte inercial muy fuerte, que es que los contratos se están haciendo con 50% de inflación: es decir que la inflación pasada se traduce en contratos a futuro, que ya van incorporando esa suba de precios, con lo cual se genera un efecto arrastre importante”, sostuvo por su parte el economista Martín Burgos, investigador del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), quien detalló: “Se supone que este año los sindicatos van a pedir 50% de aumentos, por lo menos, lo cual va a generar un camino de crecimiento de costos en términos nominales para las empresas, que se suma a la actualización de las tarifas y a otros aspectos que hacen prever que seguramente estaremos en un elevado nivel para este año”.

Variables
“El tema de la inflación va a seguir dependiendo de la evolución de ciertas variables relevantes para la macro como dólar oficial y paralelos, tarifas de servicios públicos, precios internacionales de las commodities, efectividad o no de algunas políticas públicas como los acuerdos de precios, retenciones y regulaciones del mercado de cambios, entre otras”, analizó Pablo Pereira, economista UBA y de la UNDAV, quien detalló: “Pero además la inflación va sumando motivos inerciales relacionados con la historia inflacionaria acumulada, lo que hace más dificultosa las políticas de estabilización”.

“Otro de los temas relevantes para la estabilidad macro en los próximos años es el acuerdo o no con el FMI. Cuándo se acordará y si será un acuerdo bueno o malo, impactará en la dinámica de precios interna. Como estos elementos aún son indeterminados, es difícil establecer el sendero de precios próximo. Lo que no es esperable por el estilo de la actual conducción de la política económica, son saltos bruscos del tipo de cambio oficial (como sucedió con la gestión 2016-2019) por las regulaciones del BCRA sobre el mercado de cambios”, agregó Pereira, que concluyó: “Con lo cual, se estima que la Argentina continuará con tasas de inflación como las vistas durante 2020-2021 hasta que la política económica defina los temas anteriormente mencionados; aunque, por otro lado, por el tipo de gestión económica, no se espera una aceleración de precios como las anunciadas por ciertos sectores agoreros de la desestabilización (oposición). La inflación no se alejará (ni para bien ni para mal) de los valores que se han visto hasta ahora y la política económica conducirá sobre estos carriles la recuperación económica”.

(AMBITO) Las reservas volvieron a caer y perforaron los u$s39.000 millones por primera vez en 13 meses
En las últimas tres jornadas el BCRA tuvo que vender u$s140 millones para suplir la merma en el ingreso de divisas por la cosecha de trigo, en un contexto de elevados niveles de importaciones.

A raíz de las ventas del Banco Central (BCRA) para abastecer la demanda de divisas en el mercado oficial de cambios, las reservas brutas internacionales cayeron por cuarta jornada consecutiva este jueves y perforaron los u$s39.000 millones por primera vez desde el 21 de diciembre de 2020.

Según datos oficiales de la autoridad monetaria, las reservas bajaron u$s90 millones en esta rueda para cerrar en los u$s38.943 millones.

En los primeros ocho días de enero, el BCRA logró acumular un saldo positivo de u$s200 millones a través de su intervención en el mercado de cambios mayorista. Sin embargo,las reservas retrocedieron más de u$s300 millones en ese lapso, debido fundamentalmente a pagos de deuda.

Este escenario empeoró en las últimas tres jornadas ya que la entidad que conduce Miguel Pesce tuvo que vender u$s140 millones para suplir la merma en el ingreso de divisas por la cosecha de trigo, en un contexto de elevados niveles de importaciones.

«En un escenario que replica el cierre del año pasado, el nivel de importaciones se mantiene y decae un poco el ingreso del sector agroexpotador, forzando renovadas ventas oficiales para atender la demanda de divisas. El saldo de enero sigue siendo positivo hasta hoy en poco más de u$s60 millones, un registro que puede llegar a empeorar en la próxima semana», advirtió el operador Gustavo Quintana.

En este contexto, las reservas netas, que son aquellas que no tienen un pasivo como contraparte (es decir, excluyen aporte de organismos internacionales, swaps con China, etc.), se ubican en torno a los u$s2.000 millones. La cifra preocupa, teniendo en cuenta que en marzo los vencimientos solo con el FMI rozan los u$s3.000 millones (en el año ascienden a u$s19.000 millones).

(AMBITO) Crecieron fuerte las importaciones en diciembre y acotaron el superávit mensual
Por la recuperación de la actividad y la flexibilización del pago anticipado de insumos, las compras al exterior subieron 13,4% contra noviembre. El mes dejó un superávit de u$s371 millones, el más bajo de 2021. Clave para las reservas. Exportaciones anuales, las más altas desde 2012.
El cierre de la balanza comercial de 2021 arrojó un muy elevado superávit de u$s14.750 millones, que superó al del año previo en más de u$s2.000 millones. El resultado se explicó por el crecimiento del 42% en las exportaciones, que alcanzaron su pico más alto en nueve años impulsado por una suba en las cantidades vendidas y, sobre todo, por la mejora en los precios internacionales de los commodities.

Eso permitió sostener una expansión aún mayor de las importaciones(49% interanual) a caballo de la recuperación de la actividad. Aunque el dato saliente del informe que publicó ayer el INDEC fue el salto que pegaron las compras al exterior en diciembre.

Como ya habían adelantado fuentes oficiales, las importaciones cerraron el año en niveles récord. El mes pasado, tras la flexibilización del pago de insumos al exterior realizada por el Banco Central, se dispararon 59,1% interanual y 13,4% respecto de noviembre. Así, en diciembre hubo ingresos de bienes por u$s6.216 millones, un nivel que no se registraba desde agosto de 2018. Esto hizo que el superávit comercial mensual se redujera a u$s371 millones, el más bajo del año. Con todo fue positivo respecto del mismo mes de 2020, que había marcado un déficit de u$s364 millones.

Se trata de un dato más que relevante en un contexto de presión sobre las reservas internacionales, que tienen como fuente clave de abastecimiento al intercambio comercial. Tal como contó este diario, esa dinámica de altos niveles de importación de insumos para la producción se mantiene en el comienzo de 2022. Junto con un menor nivel de liquidación estacional de divisas, esto contribuye a que el Banco Central haya encadenado tres ruedas seguidas de venta de dólares en el mercado oficial luego de empezar el año con dos semanas de saldo comprador.

En un verano desafiante en materia cambiaria, el flujo comercial resulta fundamental. De ahí surgen los dólares con los que se abastece la demanda para pagos de deuda externa (del Estado y de las empresas), para el rojo turístico y para el restringido atesoramiento, entre otras vías de salida. Es por eso que el Gobierno espera que las exportaciones se sostengan en niveles elevados para evitar toparse en el corto plazo con la restricción externa al crecimiento: una continuidad de la recuperación, como la que busca imponer el oficialismo en la negociación con un FMI que exige un ajuste acelerado, requerirá de importaciones más elevadas.

Lo cierto es que 2022 comenzó con un panorama menos favorable en ese plano. Todavía está por verse, pero existe el riesgo de que el viento pase a soplar de frente. El estancamiento económico pronosticado para Brasil, el principal socio comercial argentino (en 2021 recibió el 15,1% de las exportaciones), y la sequía, cuyo escenario es aún incierto, son las principales preocupaciones.

Lo describió la consultora LCG: “Esperamos menores exportaciones producto de la conjugación de varios factores: por un lado, los productos primarios y parte de las MOA (manufacturas de origen agropecuario) se verán afectadas por la sequía que está impactando a las regiones productoras y, por el otro, las MOI (manufacturas de origen industrial) dependerán en gran parte de los senderos de crecimiento de los principales socios comerciales de Argentina, que se espera que disminuya respecto a 2021. En suma, esperamos que las exportaciones totalicen 2022 alrededor de los u$s75.000 millones, lo que representaría una caída del 3% interanual”.

El Gobierno sigue con atención esos aspectos, pero mantiene expectativas favorables para las exportaciones. Su dinámica, más la reprogramación de los multimillonarios vencimientos con el Fondo (que representan la mayor carga para la balanza de pagos), determinarán en parte cuán abierto se mantenga el grifo para los pagos de importaciones.

Detalles
Por el momento, 2021 dejó un dinamismo exportador importante. En diciembre, las ventas alcanzaron los u$s6.587 millones luego de crecer 85% interanual, la mayor tasa del año. Cosecha récord de trigo mediante, fue clave el salto del 139,1% en los productos primarios y del 113,1% en las MOA.

En el año, las exportaciones totalizaron u$s77.934 millones, el nivel más alto desde 2012. Respecto de 2020 crecieron 42%. Buena parte se debió al boom de la cotización de los commodities, que dejó un crecimiento del 26% interanual en los precios de los productos argentinos. Pero lo positivo es que también aumentaron 13% las cantidades exportadas, impulsada por los envíos industriales (cuyas cantidades se incrementaron 32,9%).

Por otro lado, las importaciones se expandieron 49% en términos de valor y acumularon u$s63.184 millones en el año. En este caso, la dinámica fue inversa: los precios subieron 14,7% interanual y las cantidades compradas crecieron 30,1% al compás de la recuperación del 10% de la economía, que recuperó el nivel prepandemia. En el Gobierno destacan el incremento del 30% en las cantidades ingresadas de bienes de capital y del 52,5% en las de piezas y accesorios para bienes de capital, como un reflejo de la recuperación de la inversión.

Un capítulo aparte tuvo la balanza energética: en 2021 fue deficitaria en u$s664 millones. Esto se correspondió con una escalada del 121,3% de las importaciones de energía (68% en cantidad) y un alza del 45,1% en las exportaciones. Es algo que el equipo económico se propone revertir con el desarrollo de la actividad en Vaca Muerta (aunque la demora de la construcción del nuevo gasoducto pone un tope de corto plazo) y el impulso de nuevos proyectos extractivistas, como la exploración offshore en la zona norte del Mar Argentino.

(INFOBAE) En plena negociación del acuerdo, en una semana hay que pagarle al FMI vencimientos por USD 1.100 millones
El monto representa más de la mitad de las reservas netas del BCRA. El Gobierno debe definir antes del jueves si envía una señal en pos del acuerdo y cubre la obligación o si, por el contrario, desata la tensión

La próxima semana será decisiva para la estrategia de negociación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El próximo viernes 28 vence un pago de USD 730 millones con el FMI y dos días después, el lunes 1° de febrero, otros USD 365 millones. Es decir que, en los próximos días, el Gobierno deberá decidir si se desprende (o no) de unos USD 1.095 millones, cifra que equivale a más de 60% del nivel de reservas netas con las cuenta hoy el Banco Central, según los cálculos de distintos analistas privados.

En ese contexto, la definición resultará clave para el eventual acuerdo. Si el Gobierno avanza con los pagos tal como ha hecho puntualmente hasta ahora, se quedaría ya sin ningún poder de fuego para enfrentar eventuales presiones cambiarias y, por ende, en una situación mucho más vulnerable, condicionado a la imperante necesidad de cerrar finalmente el acuerdo en marzo. De hecho, sería ilógico desprenderse de ese monto, que puede parecer menor pero que hoy es vital en el contexto que se encuentran las arcas del BCRA, si efectivamente la decisión es no aceptar el ajuste que pide el FMI y amenazar con patear el tablero en marzo, aunque sea por algunos días.

Cristina Fernández de Kirchner se quejó, paradójicamente, de que el Gobierno destinó el año pasado más dinero a pagarle al FMI (1,1% del PBI) que a paliar las consecuencias del Covid (0,9% del PBI). De contar con el acuerdo -era el planteo desoído de Guzmán-, tales pagos no hubieran existido

Tal vez por eso, nada es concreto a esta hora en el Gobierno al respecto y nada garantiza el pago. En el Banco Central evitan agitar las aguas antes de tiempo. Se asegura en los pasillos de la entidad que aún no percibieron desde la Casa Rosada ningún indicio de que no se vaya a pagar. En el Ministerio de Economía, en cambio, juegan al misterio. “Hay que esperar”, afirman y hay quienes atribuyen al titular de la cartera, Martín Guzmán, un giro en su estrategia.

Desde que cerró la reestructuración de la deuda con los acreedores privados, el ministro abogó por un pronto acuerdo con el Fondo Monetario, que permitiera al país ahorrarse los pagos que se efectuaron al organismo durante todo 2021. La propia vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien dinamitó esas intenciones de Guzmán, en su última carta se quejó paradójicamente de que el Gobierno destinó el año pasado más dinero a pagarle al FMI (USD 5.160 millones, 1,1% del PBI) que a paliar las consecuencias del Covid (0,9% del PBI). De contar con el acuerdo -era el planteo desoído de Guzmán-, tales pagos no hubieran existido.

El dilema ahora es similar, pero a la inversa. Si la idea es endurecer la postura frente al FMI para forzarlo a flexibilizar las condicionalidades del programa que se discute, tal como sugirió el titular del Palacio de Hacienda al advertir que “el FMI perdería legitimidad si desestabiliza a la Argentina, realizar el pago enviaría la señal contraria. Claro que no realizarlo, e incurrir en un atraso técnico antes de caer en un default declarado mientras se acelera la negociación, anticiparía fuertes turbulencias en el mercado. Es el peor de los fantasmas del presidente del Banco Central, Miguel Pesce, quien ya advirtió al Presidente que no se tomaron las previsiones necesarias para llevar la negociación a ese escenario.

En pocas semanas, un acuerdo que el mercado daba por descontado pasó a ser considerado mucho menos probable antes de marzo y así lo reflejó desde principios de año la caída de los títulos públicos
En ese sentido, febrero es uno de los peores meses posibles para enfrentar presiones, dado el bajo nivel estacional de ingreso de divisas. En marzo, al menos, empiezan a ingresar los dólares de la soja. Al mismo tiempo, no cumplir con esas obligaciones lleva a la inmediata contradicción de haber pagado USD 1.900 millones hace tan solo un mes, cuando ya estaba claro para el Gobierno el apoyo de Estados Unidos a la férrea postura del FMI, respaldo que el canciller Santiago Cafiero no logró esmerilar en su reciente viaje a Washington para reunirse con su par del Departamento de Estado, Antony Blinken.

En este marco, la dinámica de la discusión con el Fondo podría acelerarse. En pocas semanas, un acuerdo que el mercado daba por descontado pasó a ser considerado mucho menos probable antes de marzo y así lo reflejó desde principios de año la caída de los títulos públicos. Ahora, la mira está puesta mucho más cerca, en apenas siete días.

(INFOBAE) Cuánto podrá reducir la Argentina este año su déficit fiscal para intentar acordar con el FMI
El Sector Público Nacional cerró el año pasado con un déficit primario del 3% del PIB gracias a ingresos que no van a estar disponibles en 2022: el impuesto a la riqueza, los DEG del Fondo Monetario y las retenciones
La discusión respecto al ritmo del ajuste fiscal que debería encarar el gobierno de Alberto Fernández a partir de 2022 domina la agenda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de cara a un acuerdo para restructurar el crédito stand by por USD 44.000 millones. De acuerdo al ministro de Economía, Martín Guzmán, el equilibrio fiscal recién se terminaría alcanzando en 2027 aunque para el organismo de crédito internacional esto debería suceder mucho antes.

En ese marco, y luego de que la cartera de Economía informara que el Sector Público Nacional (SPN) cerró el 2021 con un déficit primario acumulado de un billón 407.641 millones de pesos –en torno al 3% del PBI- y un déficit financiero de dos billones 91.882 millones – cercano al 4,5 del PIB-, la discusión pasa por el nivel de déficit al que puede aspirar la Argentina en 2022.

La discusión respecto al ritmo del ajuste fiscal que debería encarar el gobierno de Alberto Fernández a partir de 2022 domina la agenda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de cara a un acuerdo para restructurar el crédito stand by por USD 44.000 millones. De acuerdo al ministro de Economía, Martín Guzmán, el equilibrio fiscal recién se terminaría alcanzando en 2027 aunque para el organismo de crédito internacional esto debería suceder mucho antes.

En ese marco, y luego de que la cartera de Economía informara que el Sector Público Nacional (SPN) cerró el 2021 con un déficit primario acumulado de un billón 407.641 millones de pesos –en torno al 3% del PBI- y un déficit financiero de dos billones 91.882 millones – cercano al 4,5 del PIB-, la discusión pasa por el nivel de déficit al que puede aspirar la Argentina en 2022.

El propio Guzmán reconoció recientemente ante gobernadores que la disminución del déficit fue mucho mayor que la esperada, pasando de 6,5% en 2020 a sólo 3% en 2021. Sin embargo, también dejó en claro que la idea que un ajuste más acelerado en los próximos años iría en contra del crecimiento económico.

“Es prematuro tratar de proyectar hacia fines de 2022 el resultado fiscal. No hay una guía o programa para dar cuenta del sendero fiscal. Se sabe que hay intención de reducir el déficit tanto por parte del FMI como por parte de la Argentina. Mientras el Fondo se centra en reducir el financiamiento monetario, el Gobierno busca hacerlo de forma gradual”, dijo a Infobae Juan Pablo Albornoz, economista de Ecolatina.

En ese sentido, remarcó que hay tres factores que van a jugar en contra de la reducción del déficit fiscal en 2022.

“Uno es el impuesto a las grandes fortunas, que no va a estar este año como fuente de ingreso. El segundo tiene que ver con el riesgo por la baja del precio de los commodities, que puede hacer que la recaudación por derechos de exportación, que traccionó fuerte en 2021, no sea la misma que en 2021. Y el tercero está vinculado con la fórmula de movilidad jubilatoria, que deja un arrastre positivo para el déficit de 2022″, detalló.

A la hora de analizar por dónde se puede recortar el déficit, Albornoz afirmó: “Recortando las transferencias directas a jubilados, como los bonos que se dieron el año pasado. Además la fórmula ya les va a dar crecimiento real de los haberes este año”. Asimismo, dijo que también se puede ajustar gasto de capital y que el gasto Covid podría tener un recorte en 2022.

“Otra posibilidad es recortar las transferencias a provincias dado que este año van a ser superavitarias. El ajuste también podría venir por ese lado. Pero esto es tentativo dado que no existe un programa fiscal, presupuesto ni un indicio al respecto”, destacó.

El ahorro fiscal este año puede ser de medio a un punto. Eso mostraría vocación por achicarlo. El Fondo busca que Argentina pueda llegar más rápido al superávit primario pero todavía no hay detalles de eso porque la negociación es muy hermética (Sigaut Gravina)
Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de la consultora Equilibra, dijo a Infobae que “2022 va a ser un año complejo porque no va a estar el impuesto a las grandes fortunas y se van a perder ingresos fiscales por derechos de exportación dada la sequía prevista”.

Respecto al ajuste del déficit para 2022 dijo: “El ahorro fiscal este año puede ser de medio a un punto. Eso mostraría vocación por achicarlo. El Fondo busca que Argentina pueda llegar más rápido al superávit primario pero todavía no hay detalles de eso porque la negociación es muy hermética”.

En tanto, el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, afirmó que lo que ocurrió en 2021 con la reducción del déficit no se podrá repetir. “Gran parte de esta baja estuvo apoyada en ingresos extraordinarios que no se repetirán: impuesto a la riqueza, ingreso de DEGs del FMI y suba de la recaudación de derechos de exportación por suba de precios internacionales. A lo que se sumó una dinámica positiva en la recaudación a medida que la economía se volvía a los niveles pre pandemia. Y también una asistencia del Banco Central al Tesoro que se aceleró en la última mitad del año y trepó a más de 4% del PBI”, consideró.

“Según los dichos de los funcionarios de Economía, el rol del gasto público como motor de la recuperación se mantendría en 2022, pero esto no parece sostenible”, remarcó.

Para el economista, sin ingresos extraordinarios, y con una asistencia monetaria que “ya se está traduciendo en niveles de inflación de más del 50% anual”, el 2022 probablemente obligue al gobierno a enfrentar más seriamente el desequilibrio fiscal.

“El acuerdo con el FMI, si bien podría generar un alivio financiero transitorio, no involucraría recursos frescos. Y tras el resultado de las elecciones legislativas, la creación o suba de impuestos como ocurrió en 2019, 2020 y 2021 no parece ser una opción para el gobierno. A esto se suma la sequía, que se estima generará pérdidas de recaudación de por lo menos USD 1.400 millones”, analizó.

Según los dichos de los funcionarios de Economía, el rol del gasto público como motor de la recuperación se mantendría en 2022, pero esto no parece sostenible (Marí)
En ese sentido, para Marí las novedades no vendrán del lado de los ingresos, sino más bien de la política de gastos. “El gobierno ya ha adelantado que revisará los subsidios económicos a la electricidad y el gas. Algo similar probablemente ocurra con parte de la obra pública. No obstante, tal vez el principal aliado del Ejecutivo para equilibrar las cuentas en 2022 sea la inflación, que ayudará a licuar los gastos no indexados”, cerró.

Cabe destacar que el el Sector Público Nacional ((SPN) cerró el 2021 con un déficit primario acumulado de 1,4 billón de pesos y un déficit financiero de 2,91 billones, según informó el Ministerio de Economía.

Pocos días atrás, Guzmán aseguró que “prácticamente hay acuerdo” con el FMI “sobre hacia dónde hay que converger, cuál es el resultado fiscal primario. La diferencia está en las velocidades y eso tiene que ver con que se están mirando objetivos diferentes”.

“En 2021, con una economía creciendo al 10%, el déficit fiscal primario cayó 3,5 puntos del Producto. El déficit fiscal fue de entre 2,9% y 3% del PBI. Es una caída muy fuerte. Se está dando una consolidación fiscal virtuosa”, dijo el ministro en declaraciones a la agencia AFP.

 

 

 INTERNACIONAL 

(INVESTING) ¿Qué esperar de China en 2022? Los expertos señalan estas oportunidades
China supuso más de un quebradero de cabeza para los inversores en 2021. Ahora, los expertos desgranan la situación económica del gigante asiático y sus perspectivas para este año.

Puntos en contra
Para BBVA Research, “China ha continuado su tendencia a la desaceleración en el cuarto trimestre de 2021. La falta de sincronía en China entre el ciclo económico y el de inflación exigen un ciclo de política no sincronizado”.

Una serie de vientos en contra del crecimiento pesan sobre las perspectivas económicas, como la estrategia de «tolerancia cero», que frenó la recuperación del consumo, el desplome del sector inmobiliario, la normalización de las exportaciones y las continuas tormentas regulatorias, destacan en el servicio de estudios del banco.

David Rees, economista senior de mercados emergentes de Schroders (LON:SDR), coincide en estos factores negativos. En la gestora llevan “preocupados por la desaceleración de la economía china” y explica estas 3 razones para pensar que la actividad seguirá debilitada a corto plazo.

Exportaciones: Por una parte, Rees cree que “una desaceleración de las exportaciones se traducirá en una depreciación del renminbi, que se ha apreciado fuertemente en términos comerciales durante el pasado año. A este respecto, cabe destacar que la posibilidad de una moneda más débil ha comenzado a analizarse a través de los canales oficiales del Gobierno”.

Sector inmobiliario: “Es probable que los problemas del sector inmobiliario se prolonguen durante un tiempo”, dice el economista de Schroders. A pesar de una ligera relajación, la regulación del sector por parte del Gobierno sigue siendo estricta. De hecho, las ventas de nuevas viviendas, que suelen aventajar a la actividad de la construcción entre seis y nueve meses, aún no se han estabilizado de forma convincente. Suponemos que las ventas se estabilizarán en algún momento, e incluso repuntarán ligeramente en el transcurso del año, pero un mayor deterioro del sector es un claro riesgo a la baja para nuestras expectativas.

Covid: “La política de tolerancia cero del Gobierno ha llevado recientemente a la imposición de restricciones en Tianjin, y la mayor transmisibilidad de la variante Ómicron indica que es casi seguro que más ciudades se vean afectadas en breve”, advierte Rees.

Puntos a favor
A pesar de estos temores, Rees señala que “no todo es negativo, y la buena noticia es que hay luz al final del túnel. El impulso crediticio, que mide el crecimiento de los préstamos en proporción al PIB, y el M1 real, que representa el valor de los componentes más líquidos de la oferta monetaria, como el efectivo en circulación y los depósitos a la vista, aumentaron en diciembre. Estos indicadores han adelantado históricamente la evolución de la actividad en unos nueve meses, lo que sugiere que la mejora cíclica de la actividad económica comenzará a surgir a finales del verano del hemisferio norte”.

En cuanto a los recientes recortes de tipos en la tasa preferencial de préstamo, Schroders prevé un total de 20 puntos básicos de recortes, lo que debería dar apoyo a la actividad, junto con un aumento del gasto público. “En consecuencia, proyectamos una recuperación poco profunda del crecimiento del PIB, que pasará de alrededor del 4,7% este año al 5% en 2023”, apuntan.

Mercados
Por su parte, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, destaca que “las valoraciones de las compañías chinas son la mitad de las de Estados Unidos, con el doble de crecimiento de los beneficios y un sector tecnológico muy amplio. El país sigue estando dramáticamente infravalorado en comparación con su tamaño”.

“La renta variable (MCHI) ahora cotiza a 12 veces las previsiones de beneficios a futuro, con las finanzas y los activos inmobiliarios a 5 veces. Esto supone cerca de la mitad de la valoración de Estados Unidos, y se prevé que China tenga el doble de crecimiento de los beneficios, un 14 %”, apunta Laidler.

Además, el estratega de eToro resalta que “el sector tecnológico cotizado de China (NYSE:CQQQ) es incluso más grande que el estadounidense, con un 55% del índice. El enfoque de los inversores probablemente estará en las acciones locales de China (NYSE:ASHR) o Hong Kong (NYSE:EWH) en lugar de los ADR de Estados Unidos (NYSE:KWEB)”.

(INVESTING) Cae el dólar, aunque se apoya en el aumento de la aversión al riesgo
El dólar pierde posiciones al comienzo de la jornada de negociación de este viernes en Europa, aunque sigue bien respaldado después de que otra fuerte venta de acciones de Estados Unidos el miércoles frenara el interés por los activos de riesgo en todo el mundo.

A las 9:00 horas (CET), el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se deja un 0,1%, hasta 95,67, pero sigue camino de una subida de alrededor del 0,5% en una semana dominada por los temores a la inflación, la subida de los tipos de interés y, por último, los indicios de una inminente mala racha para la economía estadounidense debido a la variante Ómicron del Covid-19.

Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo registraron máximos de tres meses la semana pasada, mientras que la decepción de los resultados del sector bancario y, el jueves, de Netflix (NASDAQ:NFLX) han puesto en duda la narrativa de crecimiento predominante de los últimos dos años.

Las preocupaciones geopolíticas también limitan el interés por el riesgo, ya que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el miércoles que cree que Rusia volverá a invadir a la vecina Ucrania. El Secretario de Estado, Anthony Blinken, se reunirá este viernes con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, para mantener conversaciones con el fin de calmar la situación. El rublo ruso se mantiene sin cambios en 76,64 por dólar, pero ha bajado más de un 3,5% esta semana.

La jornada de negociación en Europa comienza con una nota sombría, ya que el Reino Unido ha registrado una fuerte caída tanto de las ventas minoristas como de la confianza de los consumidores, en pleno aumento de los casos de Covid y de los costes energéticos de los hogares. El índice de confianza GfK ha registrado su cota más baja desde febrero, mientras que las ventas minoristas cayeron un 3,7% en el mes de diciembre. Las cifras de noviembre también se han revisado a la baja.

Los analistas señalan que las cifras probablemente reflejan un cambio en los patrones de gasto debido a la pandemia, ya que los consumidores efectuaron sus compras navideñas antes de lo habitual por temor a la escasez de productos. Las ventas de octubre habían sido excepcionalmente fuertes.

«El gasto total de los consumidores podría no disminuir este año, dados los elevados niveles de ahorro y el margen de maniobra para ponerse al día en determinadas categorías de servicios», afirma el economista de ING (AS:INGA) James Smith en una nota a los clientes. «Pero el comercio minorista parece más vulnerable, sobre todo tras dos años de gasto en productos por encima de la media. El último descenso de la confianza de los consumidores es una posible señal de alarma».

La libra desciende un 0,2% hasta el nivel de 1,3565 dólares, y también baja un 0,4% frente al euro en respuesta. El euro, por su parte, sube un 0,2% hasta 1,1362 dólares, tras haber perdido 1,5 céntimos frente al dólar esta semana al ampliarse la diferencia entre la política monetaria del BCE y la de la Reserva Federal. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha vuelto a dar un paso atrás en la cuestión de subida anticipada de los tipos de interés en su discurso del jueves, a pesar de que la inflación general de la eurozona supera el 5%, su cota más alta desde la creación de la moneda única europea.

(INVESTING) Actas del BoJ; habla Lagarde: 5 claves este viernes en los mercados
Esta madrugada se han dado a conocer las actas de la última reunión del Banco de Japón (BoJ).

Hoy habla Christine Lagarde , presidenta del Banco Central Europeo (BCE).

Sigue la temporada de resultados empresariales.

Las criptomonedas caen con fuerza esta mañana.

Estos son los cinco factores que los inversores deberán tener en cuenta hoy a la hora de tomar sus decisiones:

1. Actas del BoJ
Las actas de la última reunión de política monetaria del BoJ recogen que el organismo mantuvo tipos en su estrategia flexible y de apoyo a la economía del país, si bien se mantendrá atenta a las nuevas perspectivas económicas del país.

2. Habla Lagarde (BCE)
Los inversores permanecerán atentos a las 13:30 hora española a la comparecencia de Christine Lagarde, presidenta del BCE, y lo que tenga que decir sobre la inflación y previsiones económicas de la Eurozona.

3. Batacazo cripto
El sector de las criptomonedas cae con fuerza esta mañana. El Bitcoin se mueve en los 39.000 dólares y el Ethereum en los 2.800.

Lea también: Batacazo cripto: Rusia quiere prohibir minería; Crypto.com confirma hackeo

4. Asia y Bolsa americana
Signo negativo hoy en los principales índices asiáticos. El Nikkei baja un 0,8%, el Hang Seng de Hong Kong se deja un 0,7% y el Shanghai Composite pierde un 0,7%.

En cuanto a Wall Street, el mercado también terminó ayer en rojo. Destacan los cierres del S&P 500 (-1,1%), Nasdaq (-1,3%) y Dow Jones (-0,8%).

5. Datos macro
Entre las principales referencias macroeconómicas destacan las ventas minoristas y el índice Gfk de confianza del consumidor en Reino Unido. En la Zona Euro también conoceremos la confianza del consumidor.
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