DAILY
RIESGO PAÍS (25/06/2020) | 2513 |
Informa adquisición de acciones de CP Renovables S.A. y decisión del Directorio de convocar a Asamblea General Extraordinaria para el 31.07.20
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=362681
Provincia del Chubut
PUM21
Aviso de Pago de Bono para el Desarrollo e Infraestructura Clase 2
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=362673
BANCO SUPERVIELLE S.A.
Aviso de suscripción complementario de Obligaciones Negociables Clase G
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=362662
TGLT S.A.
Informa que su Directorio resolvió la emisión de obligaciones negociables
https://www.bolsar.com/Downloads.aspx?Id=362656
Local
Negocio sustentable
El objetivo es que Sancor pueda ser sustentable en el tiempo y tener rentabilidad para cumplir con los compromisos productivos y sanear el actual pasivo. Además, el plan también tiene como proyección pasar de una recepción actual de leche de entre 600 y 800 mil litros diarios a 1,5 millones de litros. En otra época, cuando el negocio de la Cooperativa atravesaba un momento muy diferente al actual se llegó a procesar por día unos 4 millones de litros. “Hace más de un año que se decidió que la empresa no pierda su rango cooperativo, para lo cual gestionamos la conformación de un fondo fiduciario, para que no pierda esa figura emblemática que tiene en nuestra región y en el país. También se invita a participar al Fondo de inversión BAF Capital, que en este momento es el mayor acreedor que tiene la cooperativa, así como el grupo holandés AIG. También queremos que ellos se involucren en el tema. Creemos que a partir de la participación del Estado argentino, al menos BAF mostró la posibilidad de acompañar y gestionar este objetivo que nos trazamos”, dijo Ponce. Como Infobae detalló días atrás, Sancor y Vicentin tienen un punto en común que se dio en 2016, cuando como parte del plan de expansión de la empresa de Avellaneda hacia nuevos rubros, formó la sociedad Alimentos Refrigerados SA (ARSA) y le compró a la cooperativa el negocio de yogures, postres y flanes por USD 100 millones. Antes, en medio de noticias de quiebra inminente, Sancor estuvo a un paso de vender todo su negocio a Adecoagro. Pero cuando ese negocio estaba a punto de concretarse, el ex presidente Néstor Kirchner recurrió a su socio político, el ex presidente venezolano Hugo Chávez, quien ofreció a Sancor un importante préstamo de 70 millones de dólares, que la empresa cobró de inmediato y fue saldando con envíos de leche en polvo hacia Venezuela en un largo plazo de pago. Fue el negocio más ventajoso que pudo haber hecho la empresa, que así estiró su agonía varios años más. Hoy, a pesar de conseguir algo de oxígeno a comienzos de 2019 con la venta de algunas fábricas y marcas finalmente a Adecoagro, la cooperativa láctea atraviesa un momento muy complicado. En la actualidad Sancor está procesando unos 600 mil litros de leche por mes, y cuenta con una capacidad de 4 millones de litros. Además, los productores aseguran que hay una gran parte de su infraestructura que es obsoleta. “Para que Sancor funcione muy bien, debería estar procesando unos 2 millones de litros mensuales. Los tamberos que dejaron de entregarle en la actualidad, en su mayoría lo hacen a Saputo, que en los últimos tiempos ha ganado mucho espacio y poder en el mercado lácteo”, le comentó hace unos días a Infobae un productor de Santa Fe, que conoce como pocos la operatoria de la láctea.
(Infobae) Estiman que la inflación reprimida por el congelamiento de precios y tarifas ya acumula 20 puntos porcentuales El Gobierno debe decidir qué sucederá con los precios de los alimentos; los productores esperan alguna flexibilidad. Alquileres, tarifas de servicios públicos, combustibles y prepagas se mantienen congelados y temen una “olla a presión” Con la mayor parte de los precios de la economía congelados, el Gobierno deberá definir en las próximas horas qué hacer con los alimentos. El programa Precios Máximos involucra a 2.200 productos y vence el 30 de junio, pero en los últimos días hubo distintos pedidos de las principales compañías alimenticias para que autoricen los primeros aumentos. Lo más probable es que la inmensa mayoría de los productos los valores se mantengan iguales, teniendo en cuenta que la mayor parte del gasto de las familias se concentra en bienes básicos en medio de la pandemia. La justificación de las empresas para pedir un descongelamiento gradual tiene distintos puntos: los aumentos que muchas compañías otorgaron en los primeros tres meses del año por la cláusula gatillo, el alza de los costos de transporte y también la suba gradual del tipo de cambio, de alrededor de 2,5% mensual pero que ya acumula cerca de 10% desde que empezó el congelamiento. Al principio de la cuarentena, los supermercados fueron los grandes beneficiados de la búsqueda de stock de alimentos y bebidas por parte del público. Eso fue durante la segunda quincena de marzo y ayudó a que el mes terminara con un aumento de más del 10% de ventas respecto al mismo mes del año anterior. Pero los datos de abril ya muestran otra realidad. Según el Indec, las ventas se mantuvieron en los mismos niveles del año pasado en términos de unidades. Ya en junio en las grandes superficies hablan de caídas en términos reales del orden del 5% al 10%. Y eso actuaría como un obstáculo trasladar los mayores costos a las góndolas. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, junto a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, son quienes tienen la última palabra. Los congelamientos de precios y la recesión mantuvieron la inflación en niveles de 1,5% en los últimos dos meses y en junio el panorama sería similar. Pero se estima que en los últimos meses del año podría ocurrir una fuerte aceleración. Por cómo se viene avanzando hasta ahora, resulta difícil que el Gobierno demuestre demasiada laxitud. Ya desde el arranque de la cuarentena se viene avanzando con fuertes congelamientos de precios, que se reflejan en un bajo índice de inflación mensual. Junio no sería la excepción y ya es un hecho que se mantendrá por debajo de 2%, más allá de algunas subas a principios de mes por ejemplo en medicamentos. Pero las dudas sobre lo que sucederá con la inflación más cerca de fin de año arrecian. Por un lado está el efecto de la megaemisión monetaria, ante el incremento del déficit fiscal por la cuarentena. Pero también los precios “pisados” que empiezan a generar una “olla a presión”. Economistas como Fernando Marull estiman que esta suerte de inflación “reprimida” ya supera los 20 puntos. La “olla a presión” que implica mantener casi toda la economía congelada puede tener consecuencias indeseadas cuando llega el momento del sinceramiento. Con precios congelados desde el 6 de marzo, las principales compañías alimenticias esperan que el Gobierno empiece a flexibilizar. En el mejor de los casos serían leves ajustes y en pocos productos, donde ya el congelamiento se vuelve insostenible.
Estos son algunos de los rubros más relevantes que se mantienen en “modo congelamiento”:
– La semana pasada se definió mantener congeladas hasta fin de año las tarifas de luz y de gas. En el primer caso, cuando finalice el 2020 se habrán alcanzado dos años sin modificaciones. Claro que nada es gratis, los subsidios económicos para aguantar estos niveles tarifarios crecen en forma galopante y superaron los $ 15.000 millones en mayo.
– Los precios de las naftas no se moverán al menos hasta octubre, tal como se negoció con las petroleras al establecer el precio de U$S 45 para el “barril criollo”.
– Los alquileres también quedaron congelados hasta septiembre y los contratos que establecían aumentos escalonados a partir de marzo deberán compensarlo posteriormente.
– Otro rubro cuyas cuotas están congeladas es el de la medicina prepaga, en este caso desde enero, aunque hay proyectos que presentaron en el Congreso no sólo para que sigan así sino incluso para bajarlas un 50% mientras dure la pandemia. La justificación para un pedido de estas características es que las prestaciones se redujeron, por ejemplo la mayor parte de las cirugías programadas. Pero en el sector desestiman totalmente esta posibilidad.
(Infobae) Gobierno, a acreedores: se negocia cláusula de rescate, pero no la «antibuitre» Alberto Fernández se lo transmitió ayer a Guzmán. Se analizará como posible la alternativa de tomar la mitad de futuras colocaciones para rescatar bonos renegociados. El Gobierno aceptará negociar la posibilidad de discutir la “cláusula mandatoria”, reclamada por el fondo BlackRock y sus aliados del grupo Ad Hoc, pero con condiciones: que sólo incluyan las colocaciones futuras de deuda emitidas bajo legislación extranjera y no alcancen las emisiones de deuda con jurisdicción local ni los créditos de organismos financieros internacionales, incluyendo el Fondo Monetario. Con esto, el Gobierno de Alberto Fernández estaría dispuesto a liquidarles a los acreedores que acepten los nuevos términos de la deuda argentina, la mitad de todas las colocaciones futuras a través de operaciones de recompra de bonos negociados. Lo que no está dispuesto a discutir el Gobierno es la posibilidad de negociar la renuncia de las “cláusulas antibuitre” para los bonos lanzados durante el gobierno de Mauricio Macri ni la posibilidad de aceptar que el eventual cálculo de un bono que indexe por la evolución del PBI sea calculado por ninguna entidad que no sea el INDEC. Esto incluye al FMI. Así quedaron las instrucciones precisas que Alberto Fernández le dio a Martín Guzmán, luego de tres días de negociaciones directas vía teleconferencia entre los funcionarios del Ministerio de Economía y los abogados que representan a los tres grupos de bonistas. El Presidente dijo que, a esta altura, resulta necesario dejar en claro que son los fondos de inversión más grandes agrupados dentro del Ad Hoc (BlackRock, Fideluty y Ashmore, entre otros), los que buscan imponer condiciones que no pueden ser aceptadas “por un país soberano” ni que “tengan condiciones de aceptación en los mercados financieros internacionales” en relación con las dos últimas cláusulas. Pero también quieren dejar claro a los negociadores internacionales que cuando la propuesta es interesante puede ser analizada, estudiada y eventualmente aceptada. Recordaban ayer los negociadores de la deuda argentina que la posibilidad de aplicar un bono basado en exportaciones, en lugar de la evolución del PBI, había sido una idea que lanzó el grupo de acreedores del Exchange Bondholders y que fue tomada como válida por los argentinos. Y que luego fue BlackRock el que volvió sobre la idea del PBI. Guzmán volverá hoy a encontrarse con los acreedores y les transmitirá que la posición de la Argentina al arranque de esta cuarta y última ronda de negociaciones tendrá como posición firme estas respuestas ante cada una de las tres cláusulas en discusión: Cláusula de “rescate mandatorio”. Según esta norma reclamada por el grupo Ad Hoc, al que el martes se sumó el Exchange Bondholders, la mitad de las futuras colocaciones de deuda de la Argentina en los mercados financieros deberá ser utilizada para cancelar parte de los bonos que se emitan en la actual renegociación. Si bien Guzmán y sus negociadores ya la habían rechazado al comienzo de las discusiones de mayo y se habían sorprendido por la insistencia del lunes de BlackRock de volver a reclamarla, Economía repensó la posición y ahora considera que puede ser aceptada, pero con condiciones. En primer lugar, que sólo sean aplicadas para las colocaciones de deuda emitidas bajo jurisdicción internacional. La Argentina tampoco aceptará que se incluyan en el rescate de bonos del 50%, el dinero que el país pueda conseguir vía organismos financieros internacionales. Obviamente se está pensando en los prestamos eventuales que puedan ser aportados desde el FMI. Si bien en general debería quedar claro que los dólares provenientes del Fondo no podrían ser considerados prenda de operaciones de recompra de títulos públicos, se recordaba en Economía que en los tiempos de Mauricio Macri este tipo de operaciones eran normales desde el Ministerio de Finanzas bajo la conducción de Luis “Toto” Caputo. La reflexión del Gobierno de las últimas horas es que podría aceptarse la cláusula de rescate mandatorio al considerar que cualquier futura colocación de deuda de la Argentina dentro del Gobierno de Alberto Fernández o de quién lo suceda sería a una tasa de interés conveniente. Y que, en consecuencia, la Argentina estaría cambiando deuda reduciendo intereses.
Cláusula Antibuitre. Aplicada para toda la emisión de deuda posterior a 2016 implica que en caso de nuevo default por parte de la Argentina, los tenedores de deuda impaga deberán conseguir una masa crítica de más del 25% de los acreedores para poder avanzar en causas judiciales contra el país; además de tener que esperar hasta el final del ciclo de vida útil de esa emisión. Esta cláusula, por tener deudas lanzadas por los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en 2005 y 2010, no aplica para los tenedores de deuda anterior al 2016 y ya está aceptado por la Argentina que estos acreedores mantendrán este derecho adquirido.
Cupón PBI. La Argentina sigue proponiendo un bono extra a partir de la evolución de las exportaciones, lo que le garantizaría al país que siempre las divisas necesarias para liquidar el compromiso estarían disponibles. Sin embargo podría discutir la eventualidad de un bono que indexe por el PBI o un cupón mixto. Lo que no está dispuesto a aceptar Alberto Fernández es que la fórmula de medición se dé a partir de lo que estime el FMI o cualquier organismo que no sea el Gobierno argentino.
(Ambito) Bancos: advierte Moody’s por riesgo soberano La calificadora advirtió sobre los potenciales peligros de que las entidades financieras queden atadas al «riesgo soberano», luego de que el Banco Central emitiera una comunicación que permite a los bancos excluir de los límites de exposición a riesgo crediticio aquellas suscripciones primarias de títulos públicos nacionales que vayan a ser liquidadas con los fondos provenientes del cobro de servicios financieros de otros títulos públicos nacionales. El miércoles 18 de junio el Banco Central (BCRA) emitió una comunicación que permite a los bancos excluir de los límites de exposición a riesgo crediticio aquellas suscripciones primarias de títulos públicos nacionales que vayan a ser liquidadas con los fondos provenientes del cobro de servicios financieros de otros títulos públicos nacionales. La norma especifica: “Siempre que el plazo entre la fecha de suscripción y cobro no exceda de tres días hábiles”. A raíz de ello, la calificadora Moody’s advirtió sobre los potenciales peligros de que las entidades financieras queden atadas al “riesgo soberano”. En un comunicado, el equipo de Moody’s afirmó: “La nueva regulación es negativa porque les permite a los bancos aumentar su exposición al riesgo del Gobierno argentino, en un momento en que el soberano está luchando por cerrar un acuerdo con los tenedores de bonos, en medio del incumplimiento de la deuda soberana del país”. El documento señala que los bancos ya han estado expuestos indirectamente a los avatares del país, “debido a un entorno desafiante, que incluye una recesión que puede profundizarse por la pandemia y las considerables tenencias de deuda del Banco Central”. Sin embargo, afirman desde la calificadora, “la baja exposición directa al riesgo soberano a través de tenencias de deuda pública ha impedido una deterioro más agudo en sus perfiles de crédito hasta el momento”. Esto se debe a que las tenencias de títulos públicos en manos de los bancos son mucho más acotadas que en épocas pasadas. Por otra parte, Moody’s indicó que una debilidad clave que tuvo el sistema bancario de Argentina durante la última gran crisis bancaria en 2001-02 fue su alta exposición al sector público, “tanto en términos de tenencias de bonos soberanos como de préstamos otorgado al Gobierno”. Ámbito dialogó con Marcelo De Gruttola, analista de la filial local de Moody’s, quien aclaró: “La medida básicamente facilita suscripción de títulos en el roll over de bonos que están venciendo y no es que los bancos tengan que aumentar sus posiciones en bonos públicos por eso. Pero lo que sí queremos marcar es que hoy una de las fortalezas del sistema es tener una exposición menor que en otros años a lo que suceda con el sector público. Si bien no es insignificante es menor. Y nos parece positivo que se mantenga así, para que los bancos no estén atados a riesgos sistémicos”. Por último, el informe de Moody’s destaca que el deterioro del entorno operativo de Argentina desde 2018 ha provocado una fuerte contracción en la cartera de créditos de los bancos y que se observa que los préstamos cayeron al 38% de los activos totales de los bancos a marzo de 2020 desde el 56% que había en marzo de 2018. “Por lo tanto, un deterioro en la calidad de los activos líquidos de los bancos puede afectar significativamente la calidad general de los activos en un momento en que las carteras de crédito están lidiando con la interrupción causada por la pandemia del coronavirus”.
(Cronista) Industriales advierten ante la posible obligación de volver a cerrar fábrica El martes mantuvieron un encuentro virtual con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y le plantearon los problemas que generaría una vuelta atrás con las medidas de la cuarentena. l temor de los industriales respecto de un retroceso en los parámetros de la cuarentena son fuertes y así se lo dejaron saber al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, durante el encuentro virtual que mantuvieron el martes pasado. Los ejecutivos hicieron foco en la cantidad de industrias que estuvieron paradas durante al menos tres meses, lo que generó pérdidas muy importante, a tal punto que muchas de las empresas posiblemente no vuelvan a abrir sus puertas. «El planteo fue claro y muestra una preocupación cierta que tenemos actualmente. A varias de las empresas que lograron llegar a este momento con un hilo de esperanza respecto de la salida de esta situación, si se vuelve todo para atrás las van a terminar de matar», sostuvo uno de los empresarios presentes en el encuentro. Además, el empresario precisó que también se debería tomar en cuenta el gasto que muchas de las firmas debieron hacer para reabrir una vez que fueron habilitados por el Gobierno, pero que ahora deberían volver a cerrar. Por otra parte, los industriales resaltaron que las fábricas «no son fuente de contagio», ya que en aquellas que pudieron retomar la actividad se pusieron en marcha protocolos para evitar la propagación del virus. Kulfas no ofreció precisiones respecto de cuál sería el alcance de las medidas que anunciará hoy el presidente Alberto Fernández. Otro de los planteos que se puso sobre la mesa fue que, en caso de que se vuelva a incluir a las fábricas del AMBA en el achicamiento de la habilitaciones, se podría correr el riesgo de abastecer algunos sectores en buena parte del país, debido a que el 40% de la producción manufacturera se concentra en la región metropolitana A tono con esto, otro de los puntos que los empresarios le plantearon a Kulfas estuvo relacionado con encontrar un camino para que se pudieran pagar los aguinaldos. Es que para muchas empresas -muchas de las cuales no tuvieron actividad durante buena parte de los más de 90 días de cuarentena- ya se les complica hacer frente a la obligación de los sueldos, por lo que el SAC se transforma en un dolor de cabeza extra. Tal como informó El Cronista en su edición de ayer, el Gobierno tendría todo listo para implementar una línea de créditos para que las compañías puedan pagar aguinaldos. Esta opción llega luego de que varios funcionarios advirtieran que no estaban dispuestos a imponer un sistema de pago en cuotas, como querían los empresarios. En cambio, sí abrieron las puertas a que cada empresa trabajara de forma conjunta con los gremios correspondientes y llegaran a un acuerdo respecto de la mejor salida. También se había dejado de lado la posibilidad de que el Gobierno dispusiera de un nuevo ATP, en este caso especial para los aguinaldos, otra de las opciones que había propuesto la UIA, aunque quedó descartada ya que se decidió que durante junio también el Estado subsidiara el abono de salarios. Del otro lado, algunas empresas optarán por abonar el 100% del SAC en tiempo y forma. Esta situación se da sobre todo en aquellos sectores que tuvieron un movimiento mayor a otros, como Alimentación, que desde un comienzo estuvo ubicado como «escencial» y no vio bajar su movimiento del mismo modo que el resto.
(Cronista) Por menor producción y exportación de soja, el Fisco recaudará u$s 1000 millones menos vía retenciones La producción total quedó abajo de las 50 millones de toneladas, lo que derivará en menos exportaciones del poroto y derivados. A eso se suma a la baja de precios internacionales, lo que dejará una caida de 15% en los ingresos. n medio de la pandemia de coronavirus, la retracción del comercio internacional por el parate económico derivado de las cuaerentenas le pegó fuerte a los valores de las materias primas, entre ella la soja, principal fuente de ingreso de divisas del país. Esa dificil situación se potencia ahora con el fin de la cosecha sojera local, que finalizó la semana pasada con una producción total de 49,6 millones de toneladas, 10% por debajo del ciclo previo y dio lugar a algo que no ocurría desde 1998: que el maíz le gane en volumen a la oleaginosa. La menor producción impactará en todos los números de la economía, desde el aporte que el complejo sojero hará en este 2020 a la economía, estimado en una retracción de algo más de u$s 1500 millones, o 9,5% contra el año anterior. Esa situación, es decir menor producción y precios internacionales bajos, también pegará en los ingresos de dólares por exportaciones, con una pérdida de de u$s 1800 millones y en las cuentas fiscales, vía derechos de exportación, que desde marzo están fijados en 33% para la soja, calculando una caída de u$s 1000 millones interanual. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la semana pasada la cosecha de soja 2019/20 y en su trabajo de cierre de la campaña sojera, que estuvo atravesada por el cambio de Gobierno, en diciembre, y una sequía en el verano que se extendió en algunos casos por más de 60 días y dejó daños irreversibles en el cultivo que a principios de la siembra, en octubre pasado, se perfilaba alcanzar las 51 millones de toneladas. Entre sus conclusiones, advierte que la caída productiva, sumada a la baja de precios internacionales, derivará en una retracción de las exportaciones del complejo sojero (poroto sin procesar, aceite y harina de soja) de 9,61% para este ciclo, hasta u$s 16.927 millones. La caída en las ventas externas del principal complejo exportador derivará, además, en una merma en los ingresos al Fisco vía retenciones, hasta los u$s 6188 millones, una pérdida de 14,17% contra el año anterior. Así el aporte del complejo soja al Producto Bruto Interno (PBI) quedará en este ciclo en u$s 14.415 millones, es decir 9,49% menos que el año pasado. Desde la Dirección de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa porteña remarcaron que durante el ciclo 2019/20 se destinaron 17,4 millone de hectáreas a la siembra de soja en Argentina, en línea con la campaña previa y 7 % por debajo al promedio de los últimos cinco años. La producción final alcanzó las 49,6 millones de toneladas, 10% menos que la campana anterior y 5,3% por debajo del promedio de los últimos cinco años. En tanto, el rinde promedio nacional recolectado durante la campaña que acaba de finalizar fue de 29,4 quintales por hectárea, lo que implica una merma de 12,2% contra el ciclo 18/19. Negocios a paso lento Las estimaciones sobre la producción y su implicancia en la economía llega en momentos en que los productores se desprendieron ya de la mitad de la cosecha, con una avalancha de negocios que fueron cerrados antes del recambio de Gobierno de diciembre para cubrirse de la suba de retenciones que finalmente ocurrió. Desde ese momento, los negocios se fueron realizando a cuentagotas y, con precios internacionales deprimidos y una demanda externa a la que todavía le cuesta arrancar en medio de la pandemia, los productores llevan vendidas algo más de 25,1 millones de toneladas de la campaña que acaba de finalizar. Ese volumen representa el 50% de la cosecha estimada, y apenas 16 millones fueron comercializadas con precio, por lo que hay todavía 33,9 millones de toneladas de soja sin precio, entre lo ya comprometido y lo que está en manos del productor. De acuerdo con los datos oficiales de comercialización, a esta altura del año pasado, se habían comercializado 26,4 millones de toneladas correspondientes a la campaña 2018/19, de las cuales 16,6 millones de toneladas tenían precio fijado, sobre una producción total de 55,1 millones de toneladas. En tanto, las declaraciones de venta al exterior (DJVE), es decir los compromisos de exportación, las cerealeras llevan declaradas 5,8 millones de toneladas, contra 4,3 millones de toneladas que habían informado hace un año. Respecto a la nueva campaña 20/21, que comenzará a sembrarse en la primavera, los negocios vienen más que lentos. La industria y exportación apenas declaró negocios por 577.400 toneladas, de las cuales solo el 0,1% tiene precio Ese volumen negociado equivale al 30% del comercializado a esta altura de 2019, precisió el área de Research de la corredora de granos Zeni, cuando se llevaban declaradas poco más de 1,9 millones de toneladas de la campaña nueva.
(Cronista) Pases y relevosen la City: temporada alta para los head hunters financieros Andrés Nobile deja Toronto Trust para ir de director ejecutivo a Megainver, por Mariano Flores Vidal. Zielonka es el nuevo presidente del directorio del Banco Sáez, de Frávega. Nuevo CFO del Hipotecario. ariano Flores Vidal, quien fuera gerente general del Banco Central durante la gestión de Federico Sturzenegger (había trabajado con él cuando presidía el Banco Ciudad como jefe de asesores) ya fue reemplazado como CEO de Megainver, la compañía de inversiones presidida por Miguel Kiguel, que cuenta con Federico Tomasevich como vicepresidente y con Nora Trotta como directora. En realidad, el puesto de CEO estaba vacante desde diciembre, y luego de la salida de Flores Vidal, que pasó a desempeñarse como consultor independiente, quien ocupó el cargo en forma interina fue el propio Kiguel. El nuevo CEO es Andrés Nobile, quien era el Head de Inversiones en Toronto Trust, perteneciente al grupo IRSA. Anteriormente, este CFA y magister en Finanzas del CEMA desempeñó distintos roles jerárquicos en Compass Group y Citigroup Asset Management. Ahora, está abocado al relanzamiento de un fondo dollar-linked, que según contó a este diario, promete ser de los más grandes de mercado. El otro pase también tiene que ver con Kiguel, ya que su director asociado en Econviews, Miguel Zielonka (ex Head of Sales de Global Markets del ICBC) es el nuevo presidente del directorio del Banco Sáenz, propiedad de la familia Frávega, que se concentra en el otorgamiento de préstamos personales para la adquisición de electrodomésticos y artículos del hogar de Frávega. Mientras, el propio Kiguel será vicepresidente del Banco del Sol, la nueva entidad digital de SanCor Seguros.Martin Diez, tras once años en el Deutsche Bank, donde llegó a vicepresidente, pasó al Hipotecario como Head of Capital Markets and Asset & Liability Management. Ahora, tras tres años en la entidad de Elsztain, asciende a CFO, tras la partida de quien sra su jefe, Tomás Godino, que pasó a ser el nuevo CEO del MAE, en reemplazo de la ex Goldman Sachs Mariana Franza. También hay un nuevo presidente del MAE: Marcos Prieto, gerente general del banco CMF, entra en reemplazo de Fernando Negri, del ICBC, quien pasa a ser el vicepresidente, y a formar el comité ejecutivo junto a Pablo León, de Galicia, y Jorge Pérez Ibáñez, del HSBC.
(Investing) Guerra comercial EE.UU.-UE: ¿‘Efecto dominó’ para otras economías? No parece que la Unión Europea vaya a achantarse ante la nueva amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos. Recordamos que la Administración Trump está estudiando la posibilidad de aplicar nuevas tarifas por importe de 3.100 millones de dólares a las importaciones procedentes de algunos países de europeos, concretamente de Alemania, Francia, Reino Unido y España. Mañana, 26 de junio, EE.UU. abre un periodo de consultas hasta el próximo 26 de julio. Los aranceles adicionales se podrían fijar en el 100% del valor. “El tema está relacionado con el conflicto entre ambas regiones por las ayudas a Airbus (PA:AIR). Algunos funcionarios de la UE se mostraron ayer decididos en seguir adelante de forma unilateral con la implantación de un impuesto a las ventas de las grandes compañías tecnológicas, impuesto que afectará principalmente a las compañías estadounidenses”, explican en Link Securities. Estos analistas se hacen eco de la información publicada por Político, que apunta que la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, dijo que la UE seguirá adelante con un impuesto regional a los servicios digitales, incluso si EE.UU. se apega a sus esfuerzos para bloquear un acuerdo global. “Todo parece indicar que la UE habría renunciado a negociar con la Administración Trump. Vestager dijo que la UE preferiría un consenso global sobre el impuesto digital, pero que implantará un impuesto regional, si es necesario, argumentando que es necesario debido a la facilidad con que muchas grandes empresas tecnológicas minimizan sus impuestos europeos”, argumentan en Link Securities. Lo cierto es que estas noticias vuelven a avivar el fantasma de la guerra comercial entre EE.UU. y la UE, “justo en un momento en el que las economías de ambas regiones atraviesan por una fuerte recesión”, apuntan en Link Securities. “Los nuevos aranceles de EE.UU. se añadirían a otras medidas que ya estudiaba o había implementado el gobierno americano y que podrían incrementar las tensiones sobre las relaciones comerciales con la UE”, advierten en Renta 4 (MC:RTA4). “De producirse estas nuevas subidas de los aranceles, sería una noticia negativa y que volvería a reactivar los temores sobre una extensión de la guerra comercial a más economías, lo que redundaría en un deterioro de las perspectivas para el comercio mundial”, coinciden en Banca March. “En Europa, la UE también está debatiendo si mantiene la puerta cerrada para los viajeros estadounidenses durante este verano, lo que presionó ayer los valores más ligados al sector turístico y las aerolíneas”, añaden estos expertos.
(Investing) Nuevo mazazo a la recuperación en V: Qué esperar de las correcciones Los mercados no se recuperan del mazazo de las previsiones económicas globales del Fondo Monetario Internacional (FMI) comunicadas ayer miércoles. “Sigue la lluvia de evidencias que demuestra que la vuelta en V es una fantasía de los mercados. Ayer Evans lo volvió a dejar claro, Lane del BCE y el propio FMI con sus previsiones”, destaca José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets. Todo ello, en un momento que los casos de coronavirus siguen extendiéndose por todo el mundo. Ayer, EE.UU. registró el segundo número más alto de nuevos contagios desde que empezó la pandemia. “Las últimas cifras de contagios a nivel global continúan mostrando que la pandemia sigue lejos de estar controlada a nivel global y el propio director general de la OMS, Tedros Adhanom, advertía sobre esta tendencia; llegando a pronosticar que la cifra de casos de coronavirus alcanzará la próxima semana los 10 millones de personas infectadas en todo el mundo, desde los actuales 9,3 millones”, advierten en Banca March. “Ante esta situación, los inversores temen que las autoridades, como ya están comenzando a hacer, retrasen sus planes de reapertura de sus economías o, incluso, den marcha atrás en los mismos. Todo ello tendrá sin duda -ya lo empieza a tener en algunos estados de EE.UU.- un impacto muy negativo en la incipiente recuperación económica, que será más lenta de lo en principio esperado, pudiéndose ya descartar con casi toda seguridad la recuperación en V que parecía venían descontando las bolsas occidentales”, explican en Link Securities. “Entendemos que este tipo de correcciones puntuales se van a seguir produciendo de forma periódica y que pueden ofrecer, en función de su profundidad, interesantes oportunidades de entrada en algunos valores que a precios actuales cotizan a múltiplos algo exigentes. En este sentido, señalar que creemos que la ingente liquidez inyectada en el sistema por bancos centrales y gobiernos hace poco probable que las mencionadas correcciones vayan a ser demasiado pronunciadas”, añaden estos analistas. Para Cárpatos, “la gran clave es: ¿Se puede afirmar que el mercado ha dejado de subir a lo loco por la burbuja sin fin del Nasdaq, por sus películas sobre la recuperación, por la lluvia de ayudas? De momento nadie puede afirmar eso, que vuelvan esas subidas totalmente desconectadas de la realidad. El S&P 500 está técnicamente en momentos decisivos, justo encima de la media de 200 en gráfico de 4 horas y muy cerca de la media de 200 en gráfico diario”, concluye
(Investing) Un aumento de los nuevos casos de coronavirus de Estados Unidos ha llevado a Nueva York a imponer una cuarentena a las llegadas de otros estados, mientras que un modelo académico bastante fiable ha elevado su pronóstico para la cifra de muertos en Estados Unidos a 180.000 para octubre. Eso acelera las acciones, que luchan por repuntar tras la venta masiva del miércoles, la peor de las últimas dos semanas. Los mercados se enfrentan al desafío de la publicación del informe semanal de solicitudes de subsidio por desempleo y el PIB del primer trimestre. Eso también impulsa el petróleo e incluso el oro. Mientras tanto, en Europa, la empresa de pagos Wirecard (DE:WDIG) se ha convertido en la primera empresa de la historia del DAX en declararse en bancarrota, y Lufthansa (DE:LHAG) ha evitado ese mismo destino después de que los accionistas aceptaran los términos de un rescate del Gobierno. Aquí tenemos las cinco cuestiones principales de las que hay estar pendientes este jueves, 25 de junio, en los mercados financieros.
(Investing) La epidemia de Estados Unidos vuelve a descontrolarse
Estados Unidos ha registrado más de 34.000 nuevos casos de Covid-19, acercándose a niveles vistos por última vez en el punto más álgido de la epidemia en abril. Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey han impuesto una cuarentena de 14 días a los visitantes que llegan de los estados más afectados, una novedad pues Estados Unidos sólo había impuesto previamente tales restricciones a las llegadas desde el extranjero. Tanto Florida como Texas han reportado cifras record de nuevos casos, mientras que los funcionarios de Houston han dicho que sus unidades de cuidados intensivos de la ciudad se colapsarán hoy. La Universidad de Washington, en Seattle, ha elevado su pronóstico para la cifra de muertos en Estados Unidos a 180.000 en octubre frente a los 122.000 actuales.
(Investing) Wirecard sucumbe; Lufthansa acepta el rescate
La compañía alemana de pagos Wirecard ha anunciado que se ha declarado en bancarrota, tres días después de admitir un agujero de 2.100 millones de dólares en sus cuentas. La medida se producía en previsión de las probables cancelaciones de asociaciones clave con empresas como Visa (NYSE:V), Mastercard (NYSE:MA) y JCB tras la exposición de lo que parece haber sido un fraude masivo. El exdirector ejecutivo Markus Braun fue arrestado y puesto en libertad bajo fianza a principios de esta semana. Otro «gigante» alemán, sin embargo, evitaba esta misma suerte el miércoles cuando los accionistas de Lufthansa ofrecían un rescate patrocinado por el Gobierno de 9.000 millones de euros.
(Investing) La aversión al riesgo impulsa el dólar, bajan las materias primas
El aumento de la aversión al riesgo provocado por los temores de una nueva oleada de medidas de confinamiento impulsa el dólar y lastra las materias primas. A las 12:30 horas (CET), el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, sube un 0,2% hasta 97,34, a solo un 0,2% de distancia de lo que serían sus máximos para el mes. Sin embargo, sus mayores ganancias llegaron con los repuntes desde los niveles de sobreventa frente al yen y el franco suizo, considerado refugio seguro. Los precios del crudo de Estados Unidos, en cambio, caen un 1,0% hasta 37,61 dólares por barril y descienden un 7,5% desde los máximos registrados a principios de semana con la esperanza de que el mercado de crudo físico se esté reequilibrando. Los futuros de Brent se dejan un 0,7% manteniéndose por encima de la marca de 40 dólares por barril.