Local
(Ámbito) Alberto estira la cuarentena total hasta fin de abril: definen formato. El gobierno nacional tomó la decisión de prolongar el aislamiento social obligatorio, al menos, durante un mes más. Resta definir si serán dos anuncios escalonados, primero hasta el 13 y luego hasta fin de mes. Extrema preocupación en Olivos. Entre hoy y mañana, Alberto Fernández extenderá el aislamiento social obligatorio. El ambiente en el gobierno nacional es de extrema preocupación y se estudiaba la decisión de mantener la medida, al menos, hasta el 30 de abril. Falta definir cómo se comunicará la prórroga. Una posibilidad sería a través de dos anuncios escalonados, primero hasta el 13 de abril y cumplida esa fecha, otro decreto que la prolongue hasta fin de mes. Es la que cuenta con mayor adhesión en la mesa chica del Presidente. La segunda posibilidad sería anunciar de una solo vez una prórroga que abarque todo abril. “Ya no es más hora a hora. La crisis es minuto a minuto acá adentro”, advirtió un funcionario de Presidencia a Ámbito. En Olivos, Alberto manifiesta su preocupación por la falta de conciencia de la sociedad sobre la gravedad de la pandemia. Por eso ordenó extremar el operativo cerrojo para controlar el tránsito vehicular, incluída con confiscación de automóviles, y la detención de todos aquellos que violen el aislamiento social obligatorio. El comité de epidemiólogos que asesora al Presidente estima que la curva de contagios recién empieza a despegar y que mayo será el mes crítico en esta batalla contra el virus. A la urgencia sanitaria, la pandemia agrega el crack económico generado a partir del parate en seco de la actividad. El Presidente también busca una salida para morigerar los efectos del aislamiento social obligatorio. Una posibilidad que se analiza en despachos oficiales es exceptuar a las provincias que no tengan casos registrados. Fue un pedido de los gobernadores en la reunión que mantuvieron con el mandatario de la Rosada un día antes del anuncio del aislamiento obligatorio. Por ahora hay seis que no han detectado casos de coronavirus –lo que no significa que no haya infectados-: Catamarca, Chubut, Formosa, La Rioja, Misiones y San Juan. El esquema es de difícil implementación ya que la cadena productiva depende de insumos y fuerza humana también de otras jurisdicciones. En paralelo, el Ministerio de Educación de la Nación se prepara para modificar que el calendario escolar, si las condiciones sanitarias lo permiten, se extienda a las vacaciones de invierno. A la salud y la economía se suma la contención social. El gobierno nacional primero realizó una prueba piloto en Quilmes junto al Ejército para montar cocinas de campaña y alimentar al sector de la población más vulnerable. Como le anticiparon los intendentes del conurbano a Alberto, en los barrios de emergencia la cuarentena es impracticable. En condiciones de hacinamiento, las familias de entre seis y ocho personas no pueden resistir adentro de una casilla de chapa con 30 grados de sensación térmica. Tampoco pueden trabajar ni realizar changas. Para evitar desbordes, el Presidente movilizó al Ejército. Pero la prueba piloto de Quilmes no tuvo aceptación de parte de la mayoría de los intendentes. Consideran que ubicar cocinas de campaña para alimentar a la población en puntos fijos potenciará el movimiento de gente en los barrios y espiralizaría los contagios. El miércoles en La Matanza se resolvió mantener la presencia del Ejército en el conurbano, donde habitan más de 14 millones de personas, pero con la modalidad solicitada por los jefes comunales. El reparto de bolsones de comida casa por casa. Fernando Espinoza explicó a los funcionarios nacionales y del Ejército cuáles son los puntos más críticos del territorio que gobierna, y en dónde habrá que concentrar las tareas de asistencia alimentaria. La vicegobernadora Verónica Magario explicó que en La Matanza se realizará una «prueba piloto para después replicar la experiencia en otros lugares de la provincia de Buenos Aires» que también requerirán refuerzo alimentario. En la Quinta de Olivos la preocupación hoy se enfoca en tres factores: el despegue de la curva de contagios aún con altas temperaturas, la circulación local del COVID 19 más allá de los casos importados, y el peligro de que el virus se espiralice en barrios de emergencia del conurbano bonaerense. La provincia de Buenos Aires marcó el regreso de Cristina Kirchner a escena. Después de su viaje a Cuba, la vicepresidente se encuentra cumpliendo el aislamiento en su departamento. Desde allí llama a dirigentes del conurbano para interiorizarse sobre el reparto de alimentos en los barrios, los controles de precios y la disponibilidad de camas para la emergencia.
(Ambito) Alberto Fernández prepara su plan: incluye al FMI. Estudian aporte del Fondo. El organismo ya le comunicó al mandatario que está dispuesto a habilitar el dinero.Alberto Fernández se encontrará en pocos días en una de las peores situaciones en las que puede estar un jefe de Estado. El Presidente, cuando se conozcan más las consecuencias tan devastadoras como inevitables que el coronavirus irá dejando a su paso por Argentina, tendrá que decidir quiénes son los que perderán poco, los que perderán bastante y los que perderán mucho. Lo sabe el Gobierno, la clase política, los empresarios y, lo intuyen, todos los habitantes del país; todos perderán. Mucho o poco, pero todos perderán. El Gobierno ya avanzó correctamente en la primer y segunda etapa de contención económica en los sectores que más afectados por el crack económico que sacude al mundo y tiene consecuencias devastadoras en el país. Con buen criterio y responsabilidad, lo primero que decidió Alberto Fernández es atender la situación de los jubilados que cobran la mínima y los beneficiarios de los planes sociales. También avanzó en la reglamentación de paliativos para los monotributistas de la primera y segunda categoría y de los cuentapropistas. En total, sumando ambas etapas de anuncios, se trata de un inicio de contención para unas 5 millones de familias; las que obviamente más angustiadas están ante el estallido de la pandemia y sus consecuencias en su economía de todos los días. Son personas que, en general, viven al día y sufren exponencialmente más que cualquier otro sector social los efectos de una crisis. El Gobierno comenzó el miércoles la tercera etapa de rescate económico y social. Mucho más profunda en cuanto a sus implicancias y más compleja en cuanto al múltiple tipo de medidas que se deben tomar. Se trata de la contención a una clase media asalariada que debe permanecer en sus hogares, y que desde que empezó la cuarentena tiene dos grandes angustias por los suyos: cuidar la salud de sus familias y saber si sus sueldos serán cobrados pese a que no se está concurriendo a los lugares de trabajo. Lo primero depende en parte de ellos mismos, y del manejo que desde el oficialismo se haga sobre la contención de la pandemia. Lo segundo es responsabilidad tanto del Estado como de los privados. El Gobierno está implementando medidas efectivas, como la liberación de los clearing, la posibilidad de acceder a créditos blandos para los sectores en crisis, la flexibilización de las calificaciones de deudores a 60 días, la habilitación y agilización de los REPRO y la suspensión de las inhabilitaciones. Son primeras y positivas medidas, que, con los días, habrá que profundizar; agregando sectores en crisis y nuevas situaciones ce gravedad que vayan surgiendo. En el mismo capítulo de atención, se debe incluir la intervención de toda la acción posible para que los costos mensuales de las familias de clase media puedan tener paliativos, especialmente en el caso de los servicios públicos, educativos y varios considerados esenciales. No se debe hablar de perdones en las facturas y cuotas, pero si de mayores flexibilidades y posibilidades de pagos. Ya avanzada esta tercera etapa, el Gobierno prepara el desembarco en el cuarto movimiento para rescatar la economía argentina: la de atender a los grandes problemas macroeconómicos, incluyendo la aceptación de un programa de ayuda financiera y fiscal de dimensiones épicas como, quizá, nunca se vio en el país. Será en poco tiempo, quizá semanas y durante abril. Pero la presentación de este programa es un hecho; y su dimensión final, dependerá de lo obvio: de cuánto dinero se podrá disponer. Con lo primero que sorprenderá el Gobierno, es con un nuevo apoyo directo que el Fondo Monetario Internacional tendrá con la Argentina. El FMI ya le comunicó a Alberto Fernández, que está dispuesto a habilitar el dinero que el país tiene disponible como socio del organismo, y que se ubicaría entre los 1.500 y los 1.750 millones de dólares. Sin embargo, Kristalina Georgieva está dispuesta a ir aún más allá. La directora gerente del Fondo está dispuesta a analizar la posibilidad de liberar más dinero para el país ante la crisis; dentro de los programas denominados derechos Especiales de Giro (DEG) que mantiene el organismo, y que le permiten duplicar la cifra permitida. Serían entre u$s3.000 y u$s3.500 millones finales; de los que el país podría disponer sin restricciones y con el uso que considere conveniente, pero dentro de la emergencia. Como además quedan sin haberse ejecutado otros 1.500 millones del Stand By vigente (ya están contabilizados en el BCRA), el dinero disponible desde el FMI para los próximo meses se acercaría a los u$s5.000 millones. La cifra ayudaría a una misión clave para el ministerio de Hacienda de Martín Guzmán: como forman parte de las reservas del BCRA, también podrían utilizarse para enfrentar los vencimientos de mayo, que incluyen unos 1.300 millones de dólares en deuda privada con jurisdicción internacional. En mayo hay otro vencimiento acumulado como parte del acuerdo con el Club de París, que serán renegociados por Guzmán para no tener que liquidarlos en los próximos meses. Y menos a una tasa del 8% anual, heredada de la administración Macri por no haber pagado durante el 2020. Lo cierto es que si el Gobierno utilizara el dinero del FMI para cubrir los vencimientos de mayo, Economía ganaría hasta junio para comenzar una renegociación con los acreedores privados; sabiendo que en medio de la tormenta actual, donde no se puede saber dónde está parado hoy el país ni mucho menos dónde lo estará en meses luego que pase el tsunami, lo mejor será postergar las negociaciones ya aguardar días más tranquilos. La información que maneja el Gobierno es que los acreedores están hoy en otros temas más complejos como sobrevivir, como para detenerse en lo que proponga este complejo y desprolijo país. Si la presentación de la oferta se pospone y se concreta se decidirá en Olivos en horas. El segundo capítulo dentro de la cuarta etapa de rescate de la economía argentina, el nivel macro y estructural, tendrá un frente aún más complicado: como atender a las empresas con serios problemas de continuidad, donde se acumularán compañías locales de todos los tamaños y sectores. Algunos incluso que sorprenderán. Será en algo más de tiempo. Se considera en Olivos que para el diseño de este plan se podrá esperar, al menos a que transcurra abril y se conozcan con más certezas los alcances del terremoto económico que provocará el coronavirus en la alta economía real argentina. Sin embargo hay un indicio: el Gobierno tiene en mente una réplica del plan que Angela Merkel diseñó para Alemania.
(Ámbito) Economía captó casi $14.000 millones en licitación de dos letras del Tesoro. Se trata de dos letras en pesos con vencimientos en julio y agosto próximos. El Tesoró pagó tasas de hasta el 35,1% anual. El Ministerio de Economía logró captar del mercado local casi $14.000 millones en el marco de una licitación de dos instrumentos de deuda pública de corto plazo, como parte de su estrategia de financiamiento para este año. Para la Letra del Tesoro con vencimiento el 1 de julio de 2020 se adjudicó $1.364 millones a un precio de corte de $928,85 por cada $1.000 de valor nominal lo que representó una Tasa Nominal Anual de 30,72% y una tasa interna de retorno de 34,45%. En tanto, en las Letras + Badlar Privada (Lebad) con vencimiento el 28 de agosto se adjudicó $12.596 millones al precio de $1.039,40 por cada $1.000 de valor nominal, lo que representa una TNA de 35,14% y una TIREA de 38,88%. El interés inversor por esta licitación, hecha en el contexto un mercado financiero signado por la crisis que provoca la pandemia del coronavirus, quedó reflejada en las 50 órdenes de compra recibidas.
(Cronista) Coronavirus: el BCRA cambia una norma para dar más estímulos a bancos que presten a las pymes Consiste en una actualización de la fórmula de estímulos para que las entidades otorguen créditos a las pequeñas y medianas empresas a una tasa no superior al 24% anual. l Banco Central (BCRA) emitió hoy una actualización de la norma que había publicado la semana última, por la cual buscaba paliar el impacto de la cuarentena obligatoria en las pymes a través de créditos a una tasa no superior al 24% anual para afrontar capital de trabajo. “El Directorio de la autoridad monetaria realizó este jueves modificaciones a la Comunicación A6937 del 19 de marzo, donde se promovían créditos a MiPyMEs a una tasa fija no superior al 24% anual para afrontar capital de trabajo. Esta adecuación (Comunicación A6946) busca estimular, en el marco de esa misma línea de créditos y en las mismas condiciones, la disposición de más fondos para préstamos que sean destinados a afrontar el pago de la nómina salarial”, indicó el BCRA a través de un comunicado. “En particular, el BCRA les brindará nuevos incentivos a las entidades para que incrementen los préstamos a MiPyMEs para el pago de sueldos, siempre y cuando esas entidades sean agentes de pago de la empresa que lo solicita”. En términos generales, la norma en cuestión obligaba a los bancos a reducir el stock de Leliq en un 10% respecto a los niveles que cada entidad exhibía el 19 de marzo. E indicaba que después cada entidad tendría un incentivo para volver a acceder a la compra de Leliq en la medida en que prestaran esa plata que liberaban para capital de trabajo de pequeñas y medianas empresas. La medida establecía, además, una tabla con referencias que marcaban que cuanto mayor porcentaje del dinero liberado prestaran, mayor sería la posibilidad de recompra de Leliq. Lo que está haciendo el Banco Central ahora es un cambio en la fórmula de incentivo por cada peso prestado, buscando así otorgar nuevos incentivos pero para que presten exclusivamente para el pago de salarios, cambiando las referencias. “Es decir, cada peso prestado computará ahora a un valor mayor. Si antes cada peso computaba 100, ahora lo hará por 130”, explicaron fuentes del BCRA. “También seguirá vigente la reducción de encajes para los bancos que impulsen esta línea crediticia”, indicó el BCRA a través del comunicado.
(Cronista) Coronavirus: con la asistencia del BCRA al límite, qué opciones tiene el Gobierno para financiar el paquete de medidas La Carta Orgánica del Banco Central establece un tope extraordinario a la asistencia de la autoridad monetaria al Tesoro que sería rebasado si se buscara financiar el paquete de medidas íntegramente con emisión monetaria. ¿Qué alternativas tiene?.l Gobierno anunció en los últimos días una serie de medidas destinadas a asistir a los segmentos más golpeados y a los grupos más vulnerables por el parate generado por la pandemia del coronavirus, más allá de que hay sectores como el de las pymes que piden asistencia. Si bien no todas las herramientas se oficializaron aún, analistas estiman que las erogaciones correspondientes significarían entre $ 300.000 millones y $ 400.000 millones. Con el mercado de capitales cerrado y un primer bimestre flojo en términos fiscales, todo indica que la emisión monetaria será el principal sostén de la expansión del gasto. No obstante, analistas remarcaron que esta opción no será fácil de implementar. Es que el nivel de la asistencia vía adelantos transitorios (AT) del Banco Central (BCRA) al Tesoro está casi al límite que permite la Carta Orgánica de la autoridad monetaria en su artículo n° 20. La norma establece que las transferencias pueden acumular hasta el equivalente al 12% de la base monetaria M1 (circulación monetaria más depósitos a la vista) más el 10% de los recursos corrientes en efectivo de los 12 meses previos, que puede ampliarse hasta por 10 puntos porcentuales más en contextos extraordinarios como el actual. Al 15 de marzo, el stock de AT totalizaba un $ 1,03 billones y economistas estiman que si el paquete se financiara íntegramente por emisión rebasaría ese límite adicional, por lo que el Gobierno debería conseguir pesos por otra vía o impulsar un cambio en la Carta Orgánica. Fernando Marull, director de FMyA, sostiene que implicará 1% del PBI (unos $ 300.000 millones) y señala que, dado que los stocks estarían por sobre el límite, el Gobierno podría cubrirse si solicita al BCRA el giro de sus utilidades de 2019 (dato que todavía no fue publicado). Además estimó que el volumen de asistencia de la autoridad monetaria alcanzaría el 50% de la base monetaria este año. «Las medidas implicarán un punto del PBI y eso se va a financiar todo conn emisión monetaria. Con eso el stock de adelantos transitorios ya estaría por sobre el límite, pero lo que puede hacer el Tesoro podría solicitarle al Central que le gire las utilidades de 2019», indicó Marull a El Cronista. Matías Rajnerman, de Ecolatina, coincide en que las medidas representarían necesidades por $ 300.000 millones y que su financiamiento con emisión superaría por más de $ 150.000 millones el límite extraordinario, pero puso reparos a la hora de prever si las utilidades de 2019 podrán fondear ese sobrante. «Les van a girar las utilidades, pero no estoy tan seguro de que alcance. Y si llegara a bastar, no sé si consumirían todo el volumen ya se quedan sin nada para el resto», indicó. En ese sentido, considera que el oficialismo podría impulsar una reforma de la Carta Orgánica para estirar ese tope, aunque con ciertas dificultades institucionales, y descartó la posibilidad de conseguir esos fondos por medio de nuevos títulos públicos. «Lo que creo que van a hacer es cambiar el artículo de la Carta Orgánica, pero sería un problema institucional porque, sin el Congreso sesionando, si lo sacaran por decreto cualquier juez podría tirar para atrás la medida. La urgencia puede saltear estas instancias, no creo que la oposición le trabe esto. Pero es un escenario complejo en términos institucionales», señaló Rajnerman en diálogo a este medio. Para Miguel Zielonka, director de Econviews, el costo fiscal del paquete es de 1,3% del PBI, unos $ 350.000 millones y considera que el Gobierno podría impulsar una enmienda en la Carta Orgánica para flexibilizar la asistencia. «No me imagino que el oficialismo tenga problemas para conseguir las mayorías si fuera necesario para que pase por el Congreso. También pueden usarse las utilidades del Banco Central y le quitaría presión al límite de adelantos», comentó. Y concluyó: «Son momentos de emergencia, es una situación inédita en todo el mundo. Las medidas van en la direccion correcta, no sé si serán suficientes. Seguramente no entre los cuentapropistas y sería deseable que se prorroguen vencimientos de impuestos por ejemplo. Pero a diferencia de otros países, nosotros no tenemos crédito ni reservas, y por eso la única forma de financiar el paquete es con emisión. Es algo peligroso, pero no hacerlo puede ser mas peligroso aún en el contexto de una recesión mucho mas grave y de que se corte la cadena de pagos.»
(Cronista) Advierten que habría un pico de tensión en la cadena de pagos la semana próxima Crecen las demandas sectoriales para garantizar la liquidez de las empresas y hacer frente al pago de salarios, proveedores, obligaciones impositivas y servicios, y hasta los alquileres. ntre la economía y la salud, elegí la salud», aseguró en una entrevista televisiva el presidente Alberto Fernández. Pero con la cuarentena obligatoria entrando ya en su octavo día y una economía en cuidados intensivos, empiezan a emerger demandas de distintos sectores. La reapertura de las operaciones de clearing puso en alerta a todo el entramado pyme y amenaza con afectar el flujo de fondos de empresas medianas e incluso grandes. Referentes de actividades industriales y comerciales paralizadas por la cuarentena, advierten que la semana próxima «podría haber una catarata de cheques rechazados» por falta de fondos. Hasta ahora no ocurrió por los plazos de acreditación pero es una amenaza latente. Una encuesta de la Unión Industrial Argentina acerca de las dificultades que enfrentan las empresas en esta coyuntura, señala que la mayor dificultad «es la falta de liquidez para afrontar todas las obligaciones -entre ellas, las salariales- y la necesidad de que las líneas de crédito lleguen efectivamente a las industrias de todo el país». La Cámara de Comercio y ADIMRA (metalúrgicos), cada una por su parte, piden líneas de crédito a tasa del 0% para garantizar el pago de salarios para empresas que no están produciendo y locales que no pueden abrir por la cuarentena. En algunos sectores industriales apuntan que «habrá problemas para pagar sueldos, impuestos, cancelar facturas con proveedores y hasta pagar alquileres». En la misma línea la Confederación General Económica (CGERA) reclama que los bancos «actúen como banca de crédito y cubran los cheques» de los clientes con buen historial de cumplimiento, además de «reperfilar las deudas de las pymes» con tasas del 24% anual. Por su parte, la Unión Industrial de Buenos Aires (UIPBA) se focalizó en medidas financieras y fiscales, y además pidió «medidas para favorecer producción y distribución de bienes esenciales», en tanto que Pedro Reyna, titular de FAIMA (madera y muebles), solicitó crédito y «reperfilamiento de deudas de las pymes con tasas de interés no superiores al 12%».