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DAILY

RIESGO PAÍS (31/01/2022)1841
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DÓLAR

Especie Último % Dia % Mes % Año 
MAYORISTA
OFICIAL110,002,12,1
SOLIDARIO181,502,12,1
MEP216,669,59,5
MEP GD30217,1710,110,1
CCL240,0018,718,7
CCL GD30226,1111,311,3
CCL CEDEAR223,2510,110,1
Información Relevante

INFORME DIARIO DEL BCRA

BANCO ITAÚ ARGENTINA S.A.. INFORMACIÓN SOCIETARIA – AUTORIZACIÓN BCRA
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/B27BC034-963B-499F-B02D-A393D870EEF2

YPF ENERGÍA ELÉCTRICA S.A.. INFORMACIÓN RELEVANTE RELATIVA A INSTRUMENTOS – ACTA DE SUBDELEGADO – APRUEBA SUPLEMENTO CLASE X
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/472BFEDF-3B35-4640-A596-35FF61C4948E

BANCO SANTANDER RÍO SA. INFORMACIÓN SOCIETARIA – ANUNCIO COMPLEMENTARIO OPA
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/E496B572-78A7-4B9A-BEE9-6467F0FAE177

BANCO SANTANDER RÍO SA. INFORMACIÓN SOCIETARIA – OPA
https://aif2.cnv.gov.ar/Presentations/publicview/975BCAF5-50C9-4A9D-89F7-148385D26532

YPF ENERGíA ELéCTRICA S.A Informe de Calificación de Bono Verde
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YPF ENERGíA ELéCTRICA S.A Aviso de Suscripción
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LOCAL

 

(AMBITO) Dólar: Gobierno buscará activar parte del swap durante el viaje de Alberto Fernández a China
La actualización del intercambio de monedas podría sumar el equivalente a u$s 3.000 millones en yuanes. En el Gobierno también deslizan la posibilidad de que excepcionalmente se ejecute un tramo «prácticamente sin intereses».

Luego de que el viernes pasado se concretara el pago de más de u$s 720 millones al Fondo Monetario Internacional, las reservas brutas del Banco Central quedaron en u$s 37.621 millones, el nivel más bajo de los últimos cinco años. Pese al principio de acuerdo anunciado con el organismo multilateral de crédito, Argentina deberá desembolsar el martes otros u$s 368 millones para cumplir con el vencimiento de intereses previsto. Con un escenario complejo en el plano financiero, Alberto Fernández buscará en su viaje a China ampliar el swap y alcanzar un acuerdo extraordinario para activar un tramo “casi sin interés”.

Según diversas estimaciones privadas, las reservas netas estarían apenas por encima de los u$s 1.500 millones. Las presiones cambiarias aún latentes, los pagos de deuda pública y privada que el país debe afrontar en los próximos días y una merma estacional en las exportaciones, terminan de moldear un contexto complejo en el corto plazo. Actualmente Argentina posee unos 130.000 millones de yuanes que equivalen a unos u$s 20.000 millones, como contó Ámbito días atrás, la ampliación podría alcanzar el equivalente a u$s 3.000 millones.

Fuentes oficiales, anticiparon a este medio que además de negociar una ampliación del swap el Gobierno buscará alcanzar un acuerdo con las autoridades del Banco Popular de China para activar un tramo del swap de manera extraordinaria por un costo sensiblemente más bajo que el previsto, que ronda el 6% de interés. El objetivo de quienes trabajan en la agenda de la gira de Alberto Fernández es que el anuncio se pueda realizar durante la visita. Aunque reconocen que “las negociaciones todavía no están cerradas”.

Consultado sobre el rol del intercambio de monedas, el presidente del Banco Central de la República Argentina dijo: “La idea es que podamos utilizarlo para sostener el crecimiento de Argentina”. En la misma entrevista que concedió a Perfil, Miguel Angel Pesce sostuvo que también se trabaja “para que el desbalance comercial que tenemos con China tenga una respuesta a través de ese financiamiento”.

De concretarse la maniobra, se empezaría a cumplir un punto pautado en el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Es que las autoridades argentinas y del organismo de crédito coincidieron en la necesidad de sumar apoyo financiero adicional para “reforzar la resiliencia externa”. En ese sentido, no se apunta solo a créditos de país a país, sino también al conjunto de entidades internacionales que podrían sumar desembolsos.

Desde la diplomacia argentina confirmaron a este medio que durante la visita de Alberto Fernández se firmarán también las adendas financieras para garantizar la continuidad de las obras en las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Al mismo tiempo, se anunciarán una serie de inversiones en el sector de la electromovilidad: Una planta de fabricación de vehículos eléctricos que Chery instalará en la provincia de Santa Fé y también iniciativas enfocadas en la producción de baterías de litio.

Además, el jueves pasado ambos países firmaron el plan quinquenal de inversiones que es el primer paso para que se lleven adelante más de una decena de obras de infraestructura a gran escala. Entre ellas, la cuarta central nuclear Atucha III, la ampliación del parque fotovoltaico Cauchari, la extensión de la red ferroviaria, los puentes de Chaco a Corrientes y de Santa Fe a Paraná, como así también una serie de programas de conectividad y fibra óptica, entre otras.

Si bien en estos casos los desembolsos serían específicamente para financiar dichas iniciativas, gran parte de los pagos se podrían realizar en pesos a proveedores locales. Por lo que se descuenta que ese ingreso de dólares también colaboraría a engrosar las reservas del Banco Central, que según el ministro Guzmán deberían crecer en torno a los u$s 5.000 millones este año para cumplir lo pautado con el FMI.

(AMBITO) FMI: con un sendero fiscal gradual, la meta más exigente es la monetaria
La emisión monetaria deberá ser del 1% este año, contra 4,6% en 2021 (contabilizando DEG); el año pasado, el 75% del déficit se financió con el Banco Central, lejos de los objetivos del financiamiento neto con el mercado local de capitales.

Pese a que todas las miradas están puestas en el sendero fiscal, la meta más “exigente” acordada con el staff del FMI es la monetaria, según los analistas. La emisión deberá bajar del 3,7% del PBI en 2021 al 1% en 2022, y llegar al 0% en 2024. El año pasado, el 75% del déficit se financió con emisión y el 25% con el mercado local, mientras que ahora esa proporción deberá ser del 40% vía emisión, con un déficit fiscal primario estimado en 2,5% del PBI.

Todas las miradas estaban puestas en la definición acordada en cuanto al sendero fiscal, luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, revelara que era la principal traba en la negociación. Argentina pedía llegar al déficit cero en 2027, mientras que el FMI solicitaba llegar en 2023. En el entendimiento, acordaron: déficit fiscal del 2,5% del PBI para 2022, 1,9% en 2023, 0,9% en 2024 y déficit cero para 2025.

“En 2022 habrá que ajustar, pero las metas fiscales son bastante laxas si las comparamos con otros programas de facilidades extendidas recientes firmados por el FMI”, escribió en redes Francisco Ballester, director de Mindy-economics. En el programa firmado con Costa Rica en 2021, el país acordó con el FMI llegar al déficit cero este año, mientras que Kenia firmó converger en 2023.

El punto de partida para llegar a un déficit fiscal del 2,5% del PBI en 2022 fue el 3% del 2021, aunque a ese dato aportó 0,5% el aporte extraordinario de las grandes fortunas, que fuentes dentro del Gobierno aseguran que no volverá a repetirse, pese al reclamo de un sector de la coalición. En tanto, el gasto Covid en 2021 fue de 1% del PBI, que podría no requerirse este año.

Pese a la sequía, y el menor ingreso por retenciones, dentro del Gobierno creen que la meta es “realizable”. En el gabinete económico esperan mayor consumo y generación de empleo por el crecimiento de la actividad, siendo el IVA y las contribuciones patronales los dos impuestos que generan mayor recaudación.

Por el lado de los gastos, está prevista la segmentación en las tarifas públicas. Los subsidios a la energía representaron en 2021 el 2,3% del PBI, el mayor gasto después de las jubilaciones, según Iaraf. De todos modos, la consultora Delphos Investment calificó la meta como desafiante: “El aumento de tarifas requerido para reducir subsidios tiene que ubicarse muy por encima de lo anunciado”. Está previsto un aumento del 20% en luz y gas y la segmentación para 500 mil usuarios del AMBA.

Meta monetaria
El acuerdo con el staff del FMI plantea bajar el financiamiento monetario al Tesoro al 1% del PBI este año. En el 2020, con la pandemia, había sido del 7,3%, y en el 2021 fue de 3,7% (4,6% si se contabilizan los DEG). Para 2023, el Gobierno acordó con el FMI una meta del 0,6%, y para el 2024, del 0%.

“La meta es exigente”, definió Alejandro Vanoli, expresidente del Banco Central. Para el economista, para poder converger a esos valores, deberán cumplirse varias variables: que la recaudación se mantenga elevada, que el programa genere “credibilidad”, y que haya “tasas reales positivas” para obtener financiamiento del mercado local. Para el economista, la meta monetaria fue “más dura” que la fiscal: “Si bien el FMI reconoce que la inflación es multicausal, tiene una visión monetarista”.

De todos modos, opinó que podría faltar más financiamiento, además del mercado local y el 0,9% del PBI de otros organismos internacionales: “Está implícito que otro tipo de financiamiento vas a tener en el mercado internacional, no una avalancha, pero el riesgo país podría bajar y podría haber alguna oportunidad”. Para Vanoli, un factor a monitorear será la suba de tasas de interés de Estados Unidos, que implicará un menor flujo de capitales a países emergentes.

En 2021, el déficit se financió en un 70% con emisión. Con la meta de emitir el 1% del PBI, y un déficit fiscal del 2,5%, el financiamiento deberá ser del 40% vía emisión, según Leandro Ziccarelli, economista del CEPA. “La meta para 2022 luce agresiva, pero está en el marco de lo posible”, afirmó.

Los motivos por los cuales cree que puede lograrse son: “En el 2021 se consiguió un 1,5% del PBI en financiamiento en el mercado local con tasas reales negativas. Si el mercado ve que corregís las tasas, no hay atraso cambiario y vas a una convergencia fiscal, te va a bañar en pesos, más que los bancos están desarmando pases”. Para Ziccarelli, se deberá subir más la tasa, dado que consideró que puede hacerse sin impactar en el sector productivo.

Además, el economista consideró que el “mayor desafío” es el fiscal. “Si llegás a los números de déficit fiscal que pide el FMI, lo financiero se va a ordenar”. Para este año, cree que no habrá mayores desafíos: “Con tarifas, segmentación, crecimiento, inflación, menos gasto Covid y de empresas públicas, vas a llegar tranquilo”, concluyó.

(AMBITO) Acuerdo con el FMI ¿pero a qué costo? El debate interno en el Frente de Todos
El silencio de un sector del Frente de Todos en torno al acuerdo puso en evidencia las diferencias internas. Las consecuencias del entendimiento en el plano político impactarán en una reconfiguración de fuerzas en la coalición de gobierno.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) definirá la economía del Gobierno (y de la gestión que le siga) para los próximos años. No obstante, las consecuencias en el plano político son de igual magnitud e impactarán en una reconfiguración del escenario que en el Frente de Todos ya se puede ver.

La primera lectura política que hicieron en Casa Rosada tras el acuerdo es que el Frente de Todos sigue en carrera para las elecciones presidenciales de 2023. La pregunta es ¿pero a qué costo? Si algo quedó en claro el viernes es que los voceros elegidos para salir anunciar el entendimiento, estos son el propio presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa e incluso el proprio Jefe de Gabinete Juan Manzur (cuya continuidad fue puesta en duda hace apenas una semana), representan el sector más moderado de la coalición oficialista y sacaron ventaja al interior del Frente al lograr entrar en la foto del anuncio.

Sin embargo, el silencio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, o el ministro de Interior Eduardo “Waldo” De Pedro, es más que elocuente y evidencia el malestar al interior del Gobierno sobre lo acordado. Y es que para este sector, la receta firmada con el Fondo implica un escenario económico que no favorece sus chances electorales.

Ya en noviembre la ex presidenta se anticipaba a que lo acordado con el Fondo no fuera en los términos pretendidos, y afirmaba en una de sus cartas que “la lapicera la tiene el Presidente”, tomando así distancia de un posible acuerdo con gusto a poco.

Las principales críticas del kirchnerismo al entendimiento que se logró con el Fondo, y que fueron anticipadas por el Presidente a Cristina antes del anuncio son, por un lado, que no se logró uno de los principales objetivos como era el de la quita de sobretasas. En segundo lugar, la reducción en el subsidio a las tarifas energéticas que derivará en un aumento de tarifas.

Por eso, en las últimas horas la mirada en torno a lo que sucederá en el Congreso giró de la oposición a lo que hará el kirchnerismo. De hecho, Juntos por el Cambio se expresó antes que referentes del espacio que lidera la vicepresidenta como por ejemplo el gobernador Axel Kicillof.

En un Zoom del que participó el expresidente Mauricio Macri, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio publicó un comunicado titulado «Sobre el principio de acuerdo con el FMI», en el que manifestó que considera «positivo este primer entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que evita así un costoso default». «Es un primer paso para no seguir sembrando incertidumbre en la Sociedad», señalaron en el texto. Asimismo, afirmaron: «Aguardaremos la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo, que luego será evaluado en el Congreso, tal como establece la ley que todos hemos aprobado”.

Horas después, desde el Gobierno se intentó mostrar un mensaje de unidad oficial en torno al acuerdo y para esto en las redes de Casa Rosada se publicó un compilado de tuits en el que distintos ministros y gobernadores destacaron el anuncio. El posteo tuvo que repetirse cuando el gobernador bonaerense publicó su mensaje, más orientado en cuestionar a la gestión macrista que en los puntos del actual entendimiento.

Por ahora, desde el Frente de Todos aseguran que este malestar interno no se trasladará a la votación en el Congreso. No obstante, ya movió el tablero político de la coalición gobernante.

(AMBITO) Tras el acuerdo con el FMI: ¿Llega la calma al dólar?
Luego de conocerse algunos detalles del entendimiento al que arribaron el Fondo y el gobierno argentino, los mercados reaccionaron eufóricos al despejarse una de las causas de la incertidumbre y se experimenta cierta sensación de alivio. Sin embargo, el horizonte sigue siendo desafiante y la lupa se posa en el Central.

Tras conocerse el entendimiento al que arribaron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno argentino, los dólares bursátiles registraron un fuerte descenso. En el caso del “contado con liqui” arbitrado por el G30 retrocedió $7,06 a $226,11 mientras que en el caso del dólar MEP operado vía AL30, el precio descendió $7,09 para situarse en los $216,66. El dólar blue, también operó en la misma sintonía logrando una baja de $10. Pese a que las brechas cambiarias se mantienen por encima del 100%, el mercado experimenta cierta sensación de alivio. ¿Llega la calma a los dólares paralelos?

Una primera lectura en la que la mayoría de los analistas coinciden es que el acuerdo anunciado si bien es positivo, no soluciona las dificultades macroeconómicas existentes. Con el plan plurianual demorado y un endurecimiento en las posturas del gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante enero, los dólares fueron el termómetro que marcó la incertidumbre. Pero el horizonte, ahora más despejado, sigue siendo desafiante. Tras la euforia de los mercados el viernes pasado, la incógnita aparece nuevamente en las reservas brutas que quedaron en su nivel más bajo desde 2016.

“El mercado tomó muy bien el acuerdo. Particularmente me parece que es lógico, tiene números que se pueden cumplir. Reaccionó en consecuencia, tal vez porque estaba volcado a que no iba a haber pago», expresó el economista Christian Buteler consultado por Ámbito.

En el mismo sentido, coincidió Sebastián Menescaldi, Director Asociado de EcoGo: «La euforia del viernes de los dólares paralelos demuestra que van a seguir estando abajo pero cualquier complicación del mundo nos puede dejar en riesgo. La brecha baja por el acuerdo, pero las reservas son bajas». Al mismo tiempo, manifestó sus reparos sobre la actuación del Central de ahora en adelante: «Probablemente deba realizar una restricción mayor para sostener las reservas en el corto plazo».

En conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda, el ministro de Economía, Martín Guzmán, rechazó que esté previsto un salto cambiario y planteó un objetivo para 2022 de crecimiento de las reservas internacionales en u$s5.000 millones. En principio, la búsqueda será fortalecer las reservas al mismo tiempo que se mantendrán las “mini devaluaciones” diarias. De esta manera, el gobierno confía en que el mercado cambiario será menos errático al disolverse uno de los dilemas más importantes que presionaba la economía.

«Hay cosas que no sé bien cómo las van a resolver: tienen una cuestión sobre cómo van a hacer el ajuste fiscal y la cuenta de dólares sigue siendo complicada por la sequia y un contexto internacional más complicado», explicó Menescaldi.

Lorena Georgio, Economista Jefe de la consultora Equilibra, manifestó que el acuerdo a priori «parece alcanzable» pero estimó que el Banco Central (BCRA) comandado por Miguel Pesce, deberá realizar algún ajuste más sobre el tipo de cambio. «Si bien se descartó un salto brusco, contemplamos que algún ajuste va a haber que hacer sobre todo por la meta de acumulación de reservas de u$s5000 millones. Fue un primer paso en la dirección correcta que evitó el estallido».

En el corto plazo, Ricardo Delgado, Presidente de Analytica también confía en que no habrá devaluaciones bruscas y da una perspectiva más optimista en el corto plazo: «Es muy factible la acumulación de reservas, sobre todo si el Fondo desembolsa los pagos que se hicieron entre septiembre y febrero. Eso va a engrosar las reservas del Central y es una buena manera de empezar». A su vez, afirmó que el superávit comercial obtenido en el 2021 no va a repetirse en el 2022 y «va a caer» pero va a aportar a cumplir el objetivo.

¿En busca del equilibrio?
En cuanto a los dólares, Lorena Georgio, Economista Jefe de Equilibra se refirió a cuál será el panorama cambiario en las próximas semanas: «Seguramente esta reacción inicial luego termine moderándose y hay buena parte de la suba de enero 2022 que no fue debido a la incertidumbre en torno al acuerdo sino un tema de estacionalidad de la demanda de pesos que es positiva en diciembre y se revierte en enero y febrero. Todos esos pesos sobrantes emitidos en diciembre, mete presión sobre la brecha», agregó y puntualizó: «Van a seguir bajando pero no van a volver a los niveles de diciembre 2021».

En la misma sintonía, Christian Buteler definió como «corrección» lo sucedido el viernes y estimó: “Los dólares pueden bajar un par de pesos más, pero la tendencia de fondo es al alza. Si tenés una inflación del 3,5% por mes, no podemos pretender un tipo de cambio en equilibrio. Las subas del 10% tampoco son de equilibrio”.

(AMBITO) Miguel Pesce se mostró preocupado por las reservas pero confió lograr el objetivo de los u$s5000 millones
«Estamos trabajando» afirmó el Presidente del Banco Central luego del anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El Presidente de la entidad resaltó que el entendimiento «es un gran paso» y «reduce incertidumbres».

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, afirmó que el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es «un gran paso» porque «reduce incertidumbres» y permitirá que la «Argentina crezca sustentablemente, reduzca la pobreza y crezca el empleo».

En un reportaje con el diario Perfil, el titular del organismo monetario manifestó su confianza en que «vamos a tener un proceso de desaceleración inflacionaria», en la que la reducción del déficit fiscal va a contribuir y que para el corriente año proyectan un incremento en las reservas internacionales «del orden de los 5 mil millones de dólares».

Pesce sostuvo que el acuerdo alcanzado con el FMI tiene características similares a las que el organismo cerró con Islandia en 2008 y puso como ejemplo de esto que el acuerdo Stand by «que hoy estamos sustituyendo por el de Facilidades Extendidas, no descansa exclusivamente en un ajuste de precios, en una fuerte devaluación o en un fuerte aumento de la tasa de interés, sino que se utilizaron mecanismos regulatorios para evitar que los balances generaran un problema macroeconómico».

En lo que respecta a la economía, el titular del Banco Central sostuvo que «estamos en un piso de crecimiento para este año del orden del 4%» e incluso dejó entrever que «es muy posible que la Argentina vuelva a sorprender con su tasa de crecimiento durante este año».

«La tasa de crecimiento de Argentina siempre sorprende, como sorprendió el año pasado, cuando en septiembre estábamos esperando un crecimiento del orden del 7% y terminó siendo de 10%», deslizó el funcionario.

Pesce insistió en la «importancia de que se incrementen las exportaciones. El año pasado exportamos prácticamente 78 mil millones de dólares».

«Veníamos con niveles de exportación del orden de los 64 mil millones de dólares. Es muy difícil poder sostener esa dinámica durante años, pero si la Argentina supera los 80 mil millones en el año 2022, creo que se abre un sendero de crecimiento económico muy importante», subrayó.

Pesce enfatizó también que «estamos trabajando para que haya un incremento de las reservas, es un punto de discusión que tenemos con el Fondo Monetario Internacional. No solo depende de nuestro excedente en el mercado cambiario, sino también de este aporte que va a hacer el Fondo Monetario».

«Tenemos un mes de vencimiento de intereses por delante de u$s1.500 millones por año, pero vamos a recibir este desembolso de alrededor de u$S4.300 millones. Así que ahí tenemos un incremento de reservas y también estamos esperando un incremento de reservas por el resultado de las tratativas con los organismos multilaterales de crédito con los cuales estamos trabajando bilateralmente y también en cooperación con el Fondo Monetario Internacional, para que este año tengamos un resultado neto positivo», señaló.

Tras lo cual resumió que «estamos esperando un incremento de las reservas para el final de cierre, cuando se habla del orden de los 5 mil millones de dólares, pero esto es algo sobre lo cual estamos trabajando y afinando números porque tenemos discusiones todavía con el Fondo respecto de esta cifra».

En el plano político, Pesce manifestó su interés de que el Senado este año «pueda definir una agenda donde pueda tratar mi pliego», debido a que está al frente de la entidad «en comisión» porque resta aún su ratificación, y que «ojalá logremos estos objetivos de desarrollo económico de nuestro país, de generación de empleo y de crecimiento y eso va a ser una mayor garantía para poder continuar en el cargo».

A modo de cierre, el titular del Banco Central dijo que de lograr esos objetivos también «tenemos la chance de que el presidente Alberto Fernández sea reelecto el año próximo».

(INFOBAE) Negociación con el FMI: los bancos multilaterales aportarían menos recursos que los que necesita el Gobierno para cubrir sus necesidades en 2022
El Banco Mundial, el BID y la CAF prevén desembolsos para el país que, a priori, se ubican por debajo de las previsiones oficiales; el detalle de los créditos y las discusiones pendientes

Los bancos multilaterales prevén desembolsar cerca de USD 4000 millones este año a la Argentina, una suma que, a priori, parece algo lejana a las necesidades del Gobierno para consolidar su crecimiento mencionadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última declaración.

Parte de los desembolsos dependerán de la firma del acuerdo con el FMI, según se desprende de la información de esas entidades.

Cabe recordar que el ministro de Economía, Martín Guzmán, había mencionado que contaría con unos USD 12.000 millones del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) este año, entre otras entidades, aunque luego tuvo que corregir esa previsión.

El Banco Mundial prevé, al menos, girarle USD 1200 millones al país este año; podrían surgir otros fondos, como ocurrió en 2021 con los USD 500 millones que se habilitaron para la compra de vacunas contra el Covid.

La entidad que preside David Malpass tiene una cartera activa de 23 proyectos de inversión con la Argentina por un total de US$7.380 millones de dólares y dos donaciones por un monto de US$10 millones de dólares. La estrategia se focaliza en apoyo a programas de salud, medio ambiente, educación, infraestructura, mercado laboral y protección social.

Desde 2019, el banco aprobó programas para mejorar la inclusión en la escuela secundaria (por USD 341 millones), apoyar la tarifa social en la provincia de Buenos Aires (USD 150 millones), apoyar la emergencia por el Covid (USD 35 millones); refuerzo a la protección de niños y jóvenes (USD 300 millones); provisión de agua y sanidad en las áreas vulnerables bonaerenses (USD 300 millones); inclusión digital e innovación en los servicios públicos (USD 80 millones); modernización de la línea ferroviaria Mitre (USD 347 millones); avances en la obra para el desarrollo del Matanza-Riachuelo (USD 265 millones); y apoyo a la cobertura universal de salud (USD 300 millones).

Por su parte, el BID prevé girarle USD 1800 millones este año a la Argentina, con USD 1500 millones para proyectos de inversión y USD 300 millones para créditos de libre disponibilidad.

Al 31 marzo de 2021, la cartera activa de operaciones con garantía soberana en Argentina era aproximadamente US$ 10,05 mil millones, conformada por 57 préstamos. La cartera activa de BID Invest, para el sector privado, constaba de 25 operaciones por un monto aproximado de US$ 591,1 millones, mientras que la cartera activa de BID Lab (para proyectos de innovación privados) incluía 18 operaciones por un valor de US$17,9 millones. El año pasado, la entidad que preside Mauricio Claver Carone preveía desembolsar USD 1438 millones sin el programa con el FMI y unos USD 1900 millones si ese acuerdo se hubiera firmado.

En el documento que explica la estrategia para el país entre 2021 y 2023, el BID enfatizó que “Argentina enfrenta el desafío de estabilizar la economía y de elevar el impacto de las políticas públicas, garantizando que el uso de los recursos públicos sea sostenible”, en sintonía con la retórica habitual del Fondo.

A su vez, la CAF -banco de desarrollo de América Latina- estima desembolsar USD 1000 millones este año, luego de haber aportado unos USD 1670 millones en 2021 al país.

En su declaración escrita del viernes, cuando se anunció el principio de acuerdo con la Argentina, el staff del Fondo indicó que “hemos acordado que el apoyo financiero adicional de los socios internacionales de Argentina ayudaría a reforzar la resistencia externa del país, y sus esfuerzos para asegurar un crecimiento más inclusivo y sostenible”.

La duda es si ese dinero alcanzará para cubrir las necesidades financieras de este año, ya que en principio Guzmán había estimado que llegaría a USD 12.000 millones, pero en diciembre admitió en el Congreso que serían USD 5000 millones para financiar la obra pública y otros gastos de capital.

Habrá que ver entonces si ahora estos bancos redoblan sus desembolsos o el ministro tiene que apelar a otras ventanas financieras para conseguir recursos; en principio los avances con el FMI permitirán la llegada de fondos de otras entidades regionales o bilaterales, por lo que el Gobierno le prenderá vela a cada dólar que llegue del exterior, más allá de los desembolsos del propio Fondo que comenzarán cuando el acuerdo finalmente se concrete.

(INFOBAE) Acuerdo con el FMI: el recorte fiscal de este año sería de USD 4.200 millones y ya generó críticas internas
La primera meta a cumplir con el Fondo Monetario será bajar el rojo primario de 3% a 2,5% del PBI. El Fondo Monetario insiste con una baja en el gasto de subsidios a las tarifas

Con el núcleo del programa financiero ya acordado, el Gobierno deberá avanzar hacia las primeras metas exigibles acordadas con el Fondo Monetario Internacional. La primera parada será apenas dentro de unas semanas, cuando tenga lugar la primera revisión trimestral del calendario. Esa primera evaluación, muy preliminar dado que el consenso técnico acaba de ser alcanzado, tendrá en consideración metas de tipo fiscales, de financiamiento monetario y de reservas en el Banco Central.

Para poner en números: en 2022 el Gobierno deberá, según la hoja de ruta oficializada el viernes, bajar el déficit de cerca del 3% del PBI a 2,5%, es decir un ajuste de 0,5 puntos del Producto. A pesos y tamaño del PBI de hoy, esto implicaría unos $235.000 millones. La cuenta no es lineal ya que la nominalidad en pesos al finalizar este año será distinta a la de la actualidad por el efecto inflacionario. No está claro, por el momento, cómo deberían ser las metas trimestrales para ese 2,5% final que se pretende para este año.

También habrá objetivos exigibles por parte del Fondo Monetario para el tamaño de la asistencia del Banco Central al Tesoro en forma de emisión monetaria. Mientras en 2021 fue del 3,7% del PBI; en 2022 se apunta a que sea del 1%, un recorte pronunciado de partidas. Lo que no se aclaró por el momento -y estará sujeto a la versión final del memorandum entre las partes- es si esa reducción incluirá adelantos transitorios y giros de utilidades en conjunto o solo uno de ellos. Esto no implicará que deje de haber asistencia del BCRA a Economía, sino que dejará de ser “sistemática”, indicó el ministro de Economía Martín Guzmán.

Para poner en números: en 2022 el Gobierno deberá, según la hoja de ruta oficializada el viernes, bajar el déficit de cerca del 3% del PBI a 2,5%, es decir un ajuste de 0,5 puntos del Producto. A pesos y tamaño del PBI de hoy, esto implicaría unos $235.000 millones
Más allá de que las metas sean plurianuales, este 2022 ya tendrá desafíos macroeconómicos por delante. Además de esos 2,7 puntos del PBI de caída en la asistencia desde el Banco Central, el recorte del rojo en las cuentas públicas debería ser, para algunos analistas, superior a los 0,5 puntos, ya que por ejemplo, este año el Tesoro no contará con el aporte extraordinario de las grandes fortunas. De esa manera, quitando esa variable de la cuenta fiscal, la poda debería ser de 1 punto del Producto Bruto.

Las críticas a la viabilidad de esa meta fiscal no provinieron, por el momento, tanto del arco político opositor, sino del propio oficialismo. La tensión interna por el resultado de las elecciones se hizo evidente -desde el momento del anuncio del consenso técnico- a través del silencio de radio casi total del ala frentetodista que lidera Cristina Kirchner. El propio Guzmán no pudo responder en conferencia de prensa si la vicepresidenta estaba de acuerdo con las conclusiones de las negociaciones, y se limitó a decir que cada postura quedará plasmada en el tratamiento parlamentario.

Uno de los críticos es Claudio Lozano, integrante del directorio del Banco Nación y dirigente de Unidad Popular Nacional, uno de los partidos que integran la coalición oficialista. El economista y ex diputado criticó la negociación con el Fondo mientras sucedían las conversaciones y luego cuestionó el acuerdo en sí, al considerarlo “de ajuste”, una interpretación que Guzmán negó en reiteradas ocasiones, más como un mensaje hacia adentro que hacia afuera.

“El acuerdo compromete un ajuste fiscal para los últimos dos años del mandato de Alberto Fernández de 8.920 millones de dólares (al tipo de cambio del presupuesto 2022) y de 4.200 millones de dólares respecto al presupuesto que el propio Guzmán presentó en el Parlamento y que no fue aprobado”, cuestionó Lozano en una carta pública.

La primera evaluación trimestral, en marzo y muy preliminar dado que el consenso técnico acaba de ser alcanzado, tendrá en consideración metas de tipo fiscales, de financiamiento monetario y de reservas en el Banco Central
“Corresponde agregar que hasta hace pocas semanas el ministro Guzmán sostenía que la discusión con el FMI era que mientras el organismo quería déficit 0 en 2024, Argentina para no ahogar la recuperación económica, proponía esa meta para 2027. Lo que se acordó (déficit 0 en 2025) parece acercarse más a la posición del FMI”, mencionó el director del Banco Nación, en una dura crítica al ministro de Economía.

Por su parte, informes de consultoras privadas plantearon qué dudas genera el sendero fiscal y de asistencia monetaria en los próximos años. Para Ecolatina, “en el plano fiscal resulta claro que la apuesta consiste en que gran parte de la consolidación fiscal se haga por la ‘vía del crecimiento’: un gasto que no crece en términos reales implica, siempre que la actividad crezca, una reducción de éste en términos del PIB”.

“Sin embargo, resta ver la forma en la cual esto se puede lograr: por caso, si los gastos ajustables por movilidad crecen en términos reales (lo que puede ocurrir si la nominalidad se proyecta a la baja, dado que las jubilaciones, pensiones y asignaciones ajustarán por la inflación pasada), el resto del gasto (subsidios, bienes y servicios, gasto de capital) debería crecer por debajo”, continuó la consultora fundada por Roberto Lavagna.

“Asimismo, los lineamientos anunciados redundan en que será también necesario poner un foco especial en la estrategia financiera: en 2021 un programa financiero con un déficit primario de 3% del PIB cerró con casi 4 puntos de emisión monetaria, y en 2022 el programa deberá cerrar con un déficit apenas levemente menor (2,5% del PIB) pero con 3 puntos menos de emisión”, consideraron.

“El acuerdo compromete un ajuste fiscal para los últimos dos años del mandato de Alberto Fernández de 8.920 millones de dólares (al tipo de cambio del presupuesto 2022) y de 4.200 millones de dólares respecto al presupuesto que el propio Guzmán presentó en el Parlamento y que no fue aprobado” (Lozano)
“Si bien el Ministro de Economía afirmó que otros organismos podrían aportar casi 1 punto del producto, la meta no solo luce difícil sino que tan sólo explica menos de la mitad del ‘gap’ resultante. Mayores precisiones serán necesarias en este aspecto para que la meta de reducción del financiamiento monetario del déficit sea creíble y efectivamente pueda anclar expectativas inflacionarias y devaluatorias”, concluyeron.

Por su parte, LCG mencionó que “en concreto el acuerdo pasa por un ajuste fiscal que llevaría al déficit primario de 2,5% en 2022 a 0,9% en 2024, un esfuerzo relativamente leve más aún cuando el Ministro ya anticipó que lo logrará con algún tipo de reforma fiscal (posiblemente una suba de impuestos) y reorientación del gasto (presumiblemente mediante una reducción del gasto en subsidios a la energía)”, explicaron en un informe publicado el viernes.

“Sin embargo, el segundo punto del acuerdo deja en dudas la capacidad de financiamiento del déficit. De ahí la necesidad de apuntar a tener una estructura de tasas de interés reales positivas, algo difícil en un contexto de expectativas de inflación volátiles donde se insiste en controles de precios y donde las reservas deberían crecer en USD 5.000 millones, algo que difícilmente se logre con atraso cambiario, sino con lo contrario, una corrección (incluso con controles cambiarios) que impacte en los precios”, completaron

El Gobierno y el FMI deberán embarcarse en las próximas semanas en nuevas negociaciones para terminar de definir la letra chica del acuerdo técnico. Con esa letra chica terminará por diseñarse el memorandum de entendimiento final que deberá ser tratado por el Congreso y por el directorio del organismo. Los tiempos del Ministerio de Economía hablan de que todo ese proceso tendría que finalizar antes de fines de marzo.

El Gobierno y el FMI deberán embarcarse en las próximas semanas en nuevas negociaciones para terminar de definir la letra chica del acuerdo técnico
Respecto al gasto público, aún no hubo detalles sobre cómo debería estar compuesto el gasto público o qué magnitud tendrá la inversión pública, por ejemplo, en obras públicas. El FMI habló en su comunicado de que el consenso “permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología y protegería programas sociales focalizados. Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”, mencionó el organismo en su comunicado.

Este domingo el FMI insistió en ese punto, respecto a las subvenciones a las boletas de servicios públicos, que este año prevén un aumento nominal de 20%, algo que no terminaría de hacer que esa cuenta se reduzca en términos reales en el peso presupuestario. “Estuvimos de acuerdo en que será importante una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva”, escribió este domingo en su cuenta de Twitter la segunda de Kristalina Georgieva y ex economista jefa Gita Gopinath.

Otro aspecto que tocó Guzmán al hablar de las metas fiscales fue que el Gobierno buscará mejorar la administración tributaria, aunque no dio detalles de qué tipo de iniciativas podría incluir, entre ellas aumentos de impuestos. Sí dijo que buscará reducir la evasión “especialmente en el segmento de mayor contribución y disponer medidas para atacar el lavado de dinero”, comentó.

(INFOBAE) Qué impacto puede tener el acuerdo con el FMI en los precios y las expectativas de inflación
Para los economistas, el entendimiento con el Fondo, por ahora, no disipa plenamente las expectativas devaluatorias y las presiones alcistas sobre el costo de los bienes y servicios

Luego del anuncio del principio de acuerdo con el FMI, el viernes el dólar informal tuvo una baja de casi $11 desde el récord de $223 al que había llegado el día anterior. Aunque no deja de ser una buena señal, los economistas aseguran que es muy pronto para estimar si el acuerdo -del que aun restan definiciones claves sobre los instrumentos para alcanzar los nuevos objetivos- provocará una baja en las expectativas de inflación y servirá para evitar un traslado de las subas en la cotización informal a los precios.

Desde el Gobierno descartaron una devaluación luego del acuerdo. ¿Cuál es el impacto que tiene la brecha cambiaria en los precios? Cualquier suba del tipo de cambio (del blue o de los dólares financieros) afecta negativamente las expectativas de aumentos, hasta en los productos que no están directamente relacionados con ser importados o exportables. Las empresas y comercios aumentan precios en forma precautoria para asegurar el costo de reposición.

Los lineamientos del entendimiento con el FMI alejan medianamente la incertidumbre del corto plazo, fundamentalmente por el lado financiero. Lo más relevante es que hay algo inédito para esta gestión de Gobierno y es que hay un plan (Besmedrisnik)

“Hay que ver cómo el Gobierno quiere bajar la brecha cambiaria si no devalúa de entrada o no genera una fuerte reducción de la carga fiscal del déficit que no está dispuesto a hacer. La opción sería contar con muchos más dólares, que eso no está, y subir la tasa. Prevemos hacia adelante que la brecha va a bajar pero no lo suficiente”, estimó Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora EcoGo.

“A grandes rasgos los lineamientos del entendimiento con el FMI, si es que se concretan, alejan medianamente la incertidumbre del corto plazo, fundamentalmente por el lado financiero. Lo más relevante, es que hay algo inédito para esta gestión de gobierno y es que hay un plan. Lamentablemente no es consecuencia de la inspiración y deliberación propia, sino que es fruto de la negociación con el acreedor. Pero es mejor tener un plan que no tenerlo. Solo por la mera existencia de un plan por delante, de una hoja de ruta, y en la medida de que se vayan cumpliendo hitos, la incertidumbre merma”, indicó Pablo Besmedrisnik, economista de la consultora VDC.

Según el economista, el entendimiento con el Fondo, por ahora, no disipa plenamente las expectativas devaluatorias y no se desactivaron las presiones inflacionarias. “Más allá del ajuste anunciado en la política monetaria, algunos componentes del ajuste fiscal son inflacionarios, especialmente el ligado a la reducción de subsidios a la energía. El acuerdo con el FMI implicará un reacomodamiento de los principales precios de la economía (precios, tipos de cambios, tasas de interés), que terminará desembocando en el achicamiento de la brecha cambiaria. Sin embargo, llegar a esa meta implica necesariamente un aumento del tipo de cambio oficial y la convivencia con altas tasas de inflación”, aseguró.

En un marco de incertidumbre, las empresas argentinas formadoras de precios suelen cubrirse del potencial aumento del costo de sus importaciones de insumos o bienes finales ajustando sus valores de venta considerando el costo de reposición. “Por lo tanto, cualquier incremento en los dólares alternativos se transfiere directamente al precio final. La empresa supone que cuando tenga que reponer su stock el dólar será más caro. El potencial aumento del costo de las importaciones funciona como una referencia para el resto de la economía”, aclaró Besmedrisnik.

La brecha cambiaria y la expectativa de devaluación es lo que incentiva a las empresas a retener inventarios a los efectos de eludir la desvalorización de sus activos
En la presentación de los lineamientos del acuerdo, el ministro de Economía Martín Guzmán destacó que las medidas para bajar la inflación tendrán un enfoque integral y que se mantendrán los acuerdos de precios, que tendrán el rol de “anclar expectativas”.

La brecha cambiaria y la expectativa de devaluación es lo que incentivó hasta ahora a las empresas a retener inventarios para eludir la desvalorización de sus activos. Es preferible tener un producto en stock, que a grandes rasgos se moverá en línea con la evolución del dólar, que una cuenta a cobrar en pesos, que ineludiblemente se terminará devaluando.

Por eso, el economista destacó que los precios están determinados cada vez menos por la estructura de costos actual, y cada vez más por los costos futuros estimados. Suele suceder que, en un escenario de gran incertidumbre, las expectativas y la estimación de los futuros costos se sobredimensionen, acelerando la presión inflacionaria.

“Como cualquier economía, la Argentina necesita insumos para aumentar su producción. La escasez de dólares y restricciones cuantitativas a las importaciones le ponen un cepo al aumento de la producción. Así, se trasladará la insuficiencia de dólares a la escasez de insumos y bienes finales. Las repercusiones, naturalmente se sufren tanto vía cantidad (reducción de la oferta) como vía precios”, dijo el economista.

Besmedrisnik advirtió que es necesario que el Estado asegure panorama financiero despejado para los próximos años y que pueda cumplir con sus obligaciones porque la eventual menor producción agropecuaria por cuestiones climáticas es un elemento que complicaría más las cosas.

(INFOBAE) La inflación no cedió en enero y las consultoras esperan un aumento de precios cercano al 4%
En el inicio de 2022, las expectativas superan el 51% anual de 2021. Los economistas dudan que el acuerdo con el FMI reduzca rápido el actual ritmo. La influencia del combustible monetario

La inflación no cedió en el primer mes del año y mostró un nivel cercano al 4%, levemente por encima del 3,8% mensual de diciembre con que cerró el año pasado. Según las primeras mediciones de consultoras privadas, el ritmo de suba de precios no dio tregua y hace pensar al sector privado que el índice para este año podría incluso ser mayor al del año pasado, que fue de 50,9 por ciento. De hecho, el 4% de enero equivale a una tasa anualizada superior al 60 por ciento.

Para la consultora LCG, “la última semana del mes cerró con una inflación semanal del 1%. Aunque desaceleró medio punto porcentual contra la semana anterior, se sostiene en niveles elevados, prácticamente por encima del 1% en las cuatro semanas del mes. Así, enero cierra con una inflación promedio de 3,9%, pero de 4,6% medida punta contra punta, 2,1 puntos por encima del acumulado en diciembre. La proporción de productos con aumentos se redujo a 16% (desde 27% en la semana previa) pero todavía resulta alto en términos del promedio del último año (14%)”, consideraron en su último informe.

De acuerdo a las primeras mediciones de consultoras privadas, el ritmo de suba de precios no dio tregua en enero y hace pensar al sector privado que el índice para este año podría incluso ser mayor al del año pasado, que fue de 50,9 por ciento

Para la consultora Libertad y Progeso el alza de precios del primer mes de 2022 apunta al 4 por ciento. “De cara a 2022 esperamos que la inflación se acelere aún más. En enero, los precios crecerían en torno al 4,0% mensual, un poco por encima del valor de diciembre (3,8%). Si anualizamos esta variación, vemos que los precios están creciendo a un ritmo del 60% interanual, clara señal de la aceleración inflacionaria”, sostuvo Eugenio Marí, Economista Jefe en la consultora.

Otras consultoras tienen mediciones similares. Eco Go, por ejemplo, ubicó a la suba de precios en torno del 3,8 por ciento. La consultora Equilibra estimó una suba de precios cercana a 4% en el primer mes del año, número similar a Analytica. Ecolatina y Orlando Ferreres, en tanto, tienen en sus registros que enero concluye con un 3,5% de aumento.

Algunos componentes del ajuste fiscal son inflacionarios, especialmente el ligado a la reducción de subsidios a la energía (Pablo Besmedrisnik)
Para los economistas no está claro que el impacto del acuerdo con el FMI haga amainar las expectativas de inflación para este año, que en muchos casos superan el 50,9% con el que cerró 2021. “Más allá del ajuste anunciado en la política monetaria, algunos componentes del ajuste fiscal son inflacionarios, especialmente el ligado a la reducción de subsidios a la energía”, dijo Pablo Besmedrisnik, economista de la consultora VDC.

Según el ministro de Economía, Martín Guzmán el FMI concedió que la inflación es un fenómeno “multicausal”, y que se deberá combatir con un esquema fiscal-monetario y “fortalecer las finanzas públicas con una reducción gradual del déficit fiscal”. En ese sentido, prevé que “el Estado cumplirá un rol de anclar expectativas, para eso el rol de los acuerdos de precios e ingresos en el esquema antinflacionario”. De todas formas, el FMI aclaró también que bajar el gasto en subsidios será un elemento central del programa.

A fines de diciembre del año pasado, antes de los últimos saltos cambiarios y el acuerdo con el FMI, los analistas de mercado proyectaban que la inflación minorista para 2022 se ubicará en 54,8% interanual, 2,7 puntos porcentuales superior a la encuesta de un mes atrás. Los datos surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central entre consultoras, bancos y fondos de inversión.

En una medición similar que hace LatinFocus, respecto a la suba de precios las consultoras involucradas destacaron: “Se espera que la inflación sea del 51,4% a fines de 2022, lo que representa un aumento del 1,6% puntos del pronóstico del mes pasado”. Y añadieron que la estimación es que la misma se desacelere a 41,4% a finales de 2023.

Para la consultora LCG, “la última semana del mes cerró con una inflación semanal del 1%. Aunque desaceleró 0,5 pp contra la semana anterior, se sostiene en niveles elevados, prácticamente por encima del 1% en las cuatro semanas del mes. Así, enero cierra con una inflación promedio de 3,9%
La proyección de inflación más alta para este año fue la de la consultora Econométrica, la cual estimó una suba de precios al consumidor de 60,8%. Mientras que la estimación más optimista pertenece a Fitch Solutions, con un 32,9 por ciento.

Para intentar explicar las razones de la persistencia inflacionaria, un informe de la consultora Quantum, que dirige el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, mencionó que “el BCRA enfrenta una situación de caída tendencial de la demanda de dinero, que se manifiesta en aumento de la inflación, presiones en los tipos de cambio, entre otros. Estos movimientos estacionales requieren atención, para evitar tensiones adicionales. En enero y febrero de cada año el BCRA tiene que absorber la expansión monetaria de diciembre del año anterior, tratando de evitar esos efectos”, comentó en un informe reciente.

Por ahora, la respuesta parece insuficiente. ”La absorción observada en lo transcurrido de enero (datos al 21-ene) aún no refleja el grado de contracción acorde a la expansión de diciembre pasado, tanto por el lado de las cantidades, como por los precios (tasa de interés). En este último caso, las tasas de interés reales siguen siendo negativas, lo cual afecta el proceso de estabilización y desincentiva la demanda de dinero por parte del ahorrista”, concluyó el informe.

En suma, además de inercia y pocas expectativas de que el Gobierno sepa encauzarla a la baja, la inflación tiene combustible.

 

 INTERNACIONAL 

 (INVESTING) ¿Y si Rusia ‘cierra la llave’ del gas a Europa? Estas son las opciones

Las tensiones entre Rusia y Ucrania han aumentado las preocupaciones sobre los flujos de gas ruso, lo que ha llevado a Estados Unidos a asegurar a los aliados europeos que ayudará a encontrar suministros alternativos.

Los flujos de gas ruso a Europa han sido más bajos de lo habitual durante varios meses. Europa acusa a Rusia de utilizar los altos precios del gas como palanca en una disputa sobre el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 respaldado por Gazprom (MCX:GAZP), según Reuters.

¿Cuánto gas ruso utiliza Europa?
Europa depende de Rusia para alrededor del 35% de su gas natural. La mayoría llega a través de oleoductos, incluido Yamal-Europe, que cruza Bielorrusia y Polonia hasta Alemania, Nord Stream 1, que va directamente a Alemania a través del mar Báltico y a través de Ucrania.

Los mercados de gas de Europa están conectados por una red de gasoductos. La mayoría de los países han reducido su dependencia del gas ruso a lo largo de los años y también hay más rutas de suministro que evitan Ucrania.

Las posibles sanciones a Rusia podrían afectar los flujos a través de otros oleoductos como Yamal-Europe, Nord Stream 1 y TurkStream. Nord Stream 2 está esperando la certificación antes de que pueda traer flujos de gas ruso adicionales a Alemania.

¿De dónde más puede obtener suministro Europa?
Algunos países tienen otras opciones. Por ejemplo, Alemania, el mayor consumidor de gas ruso, también puede importar desde Noruega, los Países Bajos, Reino Unido y Dinamarca a través de gasoductos.

Pero Noruega, el segundo mayor proveedor de Europa, está entregando gas natural a su máxima capacidad y no puede reemplazar los suministros faltantes de Rusia, dijo su primer ministro.

El sur de Europa puede recibir gas azerí a través del Gasoducto Transadriático a Italia y el Gasoducto Transanatolio de Gas Natural (MC:NTGY) (TANAP) a través de Turquía.

Los países vecinos pueden transferir gas a través de interconectores, pero es posible que las naciones no estén dispuestas a desprenderse del gas que puedan necesitar y los importadores tendrían que pagar un alto precio.

Además de todo esto, los niveles de almacenamiento de gas en Europa son muy bajos para el invierno, cuando la demanda es tradicionalmente más alta.

A más largo plazo, la Comisión Europea ha propuesto un sistema que permite a los países de la UE comprar conjuntamente reservas estratégicas de gas y planes para renovar millones de edificios para ahorrar energía y reducir las emisiones de CO2, concluye Reuters.

(INVESTING) Semana de bancos centrales: ¿Marcará la Fed la hoja de ruta?
Los inversores se mantienen esta semana muy pendientes de las decisiones de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra (BoE), ambos el jueves.

Muchos analistas advierten que, al menos el BoE, podría seguir al estadounidense en este tono hawkish.

“La determinación de la Fed contra la Inflación es firme: tipos al alza y reducción del balance. Por eso la TIR del 2A en EE.UU. vuelve a niveles de hace 2 años (1,20%) y el 10A alcanza 1,80% (+32,0 pb en 2022). El riesgo está en el ritmo de reducción del balance”, explican en Bankinter (MC:BKT).

“Si bien el Consejo de Gobierno del BCE no esperamos que ‘mueva ficha’ y que, por tanto, mantenga los principales parámetros de su política monetaria sin cambios, el Comité de Política Monetaria del BoE sí que creemos que va a actuar y va a volver a incrementar sus tipos de interés de referencia, como ya hizo en diciembre, en esta ocasión en 25 puntos básicos, para situarlos en el 0,5%”, apuntan en Link Securities.

“El Banco de Inglaterra dio el pistoletazo de salida a las subidas de tipos en diciembre. Desde entonces, los datos han mostrado que la inflación del Reino Unido se disparó a un máximo de 30 años en diciembre, ya que los costos más altos de la energía, el resurgimiento de la demanda y los problemas de la cadena de suministro continuaron elevando los precios al consumidor”, señala CNBC.

“La inflación estará muy presente en los comunicados que ambas instituciones publiquen tras sus reuniones ya que es la variable que va a condicionar en los próximos meses su actuación. El grave problema que afronta el BCE, y que limita su margen de maniobra, primero a la hora de dejar de comprar bonos soberanos de los países de la Eurozona y, después, a la hora de intentar normalizar sus tasas de interés de referencia, son los abultados déficits públicos que mantienen especialmente los países del sur de la Eurozona, Francia incluida, y sus elevados endeudamientos”, añaden en Link Securities.

“Un brusco cambio en las políticas monetarias del BCE podría provocar una nueva crisis de deuda en la región, mientras que, de no hacer nada, la elevada inflación podría acabar con la recuperación económica en la región. Difícil papeleta la del BCE y la de su presidenta Lagarde, a la que se les están acabando los argumentos para seguir defendiendo la actuación de la institución”, concluyen estos analistas.

(INVESTING) Oro enfrenta su peor mes desde septiembre ante inminente alza de tasas de la Fed
Los precios del oro se estabilizaban el lunes, pero seguían rumbo a registrar su peor desempeño mensual desde septiembre, debido a que los planes de la Reserva Federal de Estados Unidos para subir sus tasas de interés han fortalecido al dólar, alejando a los inversores del lingote.

* A las 1015 GMT, el oro al contado caía un 0,1% a 1.788,77 dólares la onza. Los futuros del oro en Estados Unidos subían un 0,2% a 1.789,60 dólares.

* «La línea dura de la Fed no tiene comparación con la de otros grandes bancos centrales, lo que brinda un fuerte respaldo al dólar y representa un gran obstáculo para el oro», dijo el analista Ricardo Evangelista de ActivTrades.

* El índice dólar caía levemente, pero sigue camino a anotar un alza mensual, lo que limita la demanda por oro debido a que la apreciación de la moneda estadounidense vuelve más costoso al oro para los inversores con otras divisas.

* La Reserva Federal de Estados Unidos planea subir las tasas de interés en marzo, bajo el supuesto de que la economía no sufriría grandes repercusiones derivadas de la variante ómicron del coronavirus y seguirá creciendo a un ritmo saludable.

* Aunque el oro es considerado una cobertura contra la inflación, las subidas de tasas de interés elevarían el costo de oportunidad de tener lingotes, que no rinden intereses.

* El oro ha perdido alrededor de un 2,1% en lo que va del mes, su mayor baja desde septiembre del año pasado.

* Enero brindó un buen ejemplo de lo que está impulsando al oro, dijo Carsten Menke, analista de Julius Baer (SIX:BAER), y agregó que inicialmente hubo un desempeño positivo por los mayores temores sobre la inflación, pero luego la Fed y su visión de una economía fuerte revirtieron la tendencia y llevaron los precios nuevamente por debajo de los 1.800 dólares.

* «Nuestro escenario base sigue siendo que la economía global está en modo de recuperación, lo que significa que no hay un argumentos sólidos para la demanda de refugio (…) y es por eso que los precios deberían moverse más bien hacia abajo que hacia arriba, aunque no vemos una gran tendencia bajista».

* Entre otros metales preciosos, el paladio subía un 1,7% a 2.416,37 dólares, encaminándose a un alza mensual de casi un 28%, la plata ganaba un 0,4% a 22,50 dólares la onza y el platino sumaba un 0,2% a 1.009,41 dólares.

 

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